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Desde la Calle Gran Capitán, y bajando al Llano del Palacio, encontramos el palacio de los duques de Medinaceli, levantado entre de los siglos XVI - XVII. Actualmente es propiedad privada y, por lo tanto, no es visitable. Una vez demolido su castillo y residencia, en 1508, los duques de Priego y Medinaceli construyeron el palacio en el denominado Llano, es decir, en la parte baja del casco antiguo de la ciudad y a espaldas de la antigua villa, en dirección a Espejo. Las obras se iniciaron en el siglo XVI, y de ellas destaca especialmente la hermosa fachada principal. Ofrece un sencillo pero monumental proyecto que todavía es deudor de la tradición manierista, aunque puede datarse en el siglo XVII. Sus dos cuerpos de sillería, bien proporcionados, tienen vanos rectos con marcos planos, que en el segundo piso corresponden a balcones. En un extremo se localiza una interesante portada - balcón, acompañada de pilastras acanaladas y fragmentos de frontones envolutados, además de motivos ornamentales como ristras de frutos o mascarones. Al otro extremo queda un pasadizo en arco de medio punto que comunica con el vecino convento de Santa Clara. La fachada destaca por su piedra de color amarillento.
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Si el prototipo de palacio gótico se adaptó a las necesidades de la clase noble renovando y regularizando sus propias soluciones o enriqueciéndolas con otras nuevas, el modelo renacentista se instaló en España adoptando unos tipos ensayados previamente en Italia. El palacio de Cogolludo en Guadalajara es el primero que coincide con esta tipología renacentista. Construido por don Luis de la Cerda para servir de residencia a su hija doña Leonor, mujer de don Rodrigo de Mendoza, hijo del Gran Cardenal, se ordena con dos cuerpos de marcado carácter horizontal, separados por una imposta, y se remata con una potente cornisa y crestería plateresca. El almohadillado de ambos pisos, el carácter cerrado y sobre zócalo del inferior, la disposición rítmica de los vanos y la portada adintelada rematada por un frontón de vuelta redonda responden a un modelo que deriva directamente de la tipología del palacio urbano del Quattrocento italiano. Flores de lis y querubines sosteniendo el escudo de la familia de la Cerda completan el programa decorativo.
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El Palacio de los Golfines de Abajo es uno de los más bellos edificios de Cáceres, siendo utilizado como residencia por los Reyes Católicos durante sus visitas a la ciudad. Construido en los primeros años del siglo XVI, en él se mezclan elementos identificativos de la casa fortaleza de la centuria anterior con elementos novedosos, como la decoración plateresca de su fachada, el coronamiento de grifos afrontados y flameros que sustituyen a las almenas medievales o el rico blasón familiar adornado con lambrequines y medallones con bustos y la leyenda "Esta es la casa de los Golfines". La puerta principal, formada por un arco de medio punto con largas dovelas, está enmarcada por un alfiz, apareciendo decoración heráldica a ambos lados. Dos ventanas se sitúan sobre la puerta, una enrejada y la otra formada por dos arcos de medio punto separados por un mainel. El edificio se corona con dos torres.
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Construido en los primeros años del siglo XVI, en el palacio se mezclan elementos identificativos de la casa fortaleza de la centuria anterior con elementos novedosos, como la decoración plateresca de su fachada, el coronamiento de grifos afrontados y flameros que sustituyen a las almenas medievales o el rico blasón familiar adornado con lambrequines y medallones con bustos y la leyenda "Esta es la casa de los Golfines".
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La construcción de este palacio, una de las obras renacentistas más interesantes de la ciudad, se debe a Juan de Quiñones y Guzmán, obispo de Calahorra. Rodrigo Gil de Hontañón será el responsable del proyecto, diseñando una clasicista fachada flanqueada por dos torres, con dos cuerpos de ventanas y balcones adintelados, portada desplazada hacia la derecha, balcón esquinado y galería superior con arcos de medio punto, rematando la fachada curiosas gárgolas. Al interior destaca el sensacional patio de planta cuadrada, con dos pisos de arcos escarzanos sostenidos por columnas. Los antepechos de la galería superior se decoran con escudos. El edificio ha sufrido diversas modificaciones, siendo ocupado en la actualidad por la Diputación Provincial.