Entre las "pequeñas" resistencias armadas, la noruega es una de las más importantes. En un comienzo, tras la ocupación alemana de 1940, predomina la resistencia pasiva y los intentos de aislar al gobierno colaboracionista de Quisling y del Nasjönal Samling. Luego, con ayuda del SOE británico, surgen varios focos de oposición activa. La iniciativa de unificarlos parte del Ejército, creándose el Milorg. Su actividad consiste en evacuar noruegos a otros países, en propaganda y concienciación política antinazi y en actos de sabotaje, como destrucción de puentes, de la línea férrea de la región de Bergen en junio de 1940, acciones en las islas Lofoten con destrucciones de barcos, fábricas y captura de prisioneros, en marzo de 1941. Los alemanes han de emplear a 250.000 soldados contra la resistencia: la represión será implacable y en 1942 el Milorg acabará siendo desmantelado prácticamente. Con todo, en marzo de 1943, podrá destruir en parte la planta de agua pesada alemana de Rjukan. Los alemanes tendrán escaso éxito en su intento de reclutar trabajadores noruegos para las fábricas u obras de defensa. Y cuando intenten llevar a filas a miembros del partido fascista colaboracionista Nasjonal Samling, se producirá una verdadera desbandada y algunos de sus miembros se refugiarán en las montañas. En 1944 los soviéticos, en su avance y en colaboración con los finlandeses y con pequeñas unidades noruegas, ocupan la parte de Laponia perteneciente a este país, obligando a los alemanes a evacuarla. A su vez, la retirada de las tropas alemanas del país se verá dificultada por un recrudecimiento de la guerra de guerrillas. Una gran parte de la flota de guerra o mercante noruega había podido ser evacuada en el momento de la invasión de 1940, y participaría luego en operaciones aliadas, en especial en Normandía.
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En el periodo de entreguerras los países escandinavos, incluida la recién independizada Finlandia, van a tratar de conservar su neutralidad y llevar adelante la política de cooperación regional, su pacifismo, y las buenas relaciones con todos los países, incluida Alemania. No todo el mundo está de acuerdo con esta actitud, que consideran acomodaticia e incluso inmoral, sin alianzas y sin posturas concretas, incluso en el caso de sanciones a países agresores, como dice P. Jeannin. En la Conferencia de Oslo de abril de 1938 se fija el principio de la neutralidad común de los países escandinavos, pero no se establece ninguno de cooperación militar, lo que va a redundar en perjuicio de estos países en caso de conflicto. Sólo Dinamarca aceptará un pacto de no-agresión con Alemania, al contrario que los otros tres países, pero ya en 1939. En cuanto a los noruegos, éstos apenas refuerzan sus fuerzas armadas en el periodo de entreguerras, lo mismo que los daneses, como luego veremos. El ejército noruego es pequeño, relativamente anticuado y adiestrado sólo discretamente, e incapaz, en cualquier caso, de defender su país bastante extenso y tan escasamente poblado (2.950.000 habitantes). La oficialidad es a veces pacifista, pero hay nacionalistas y fascistas, y cree que no va a tener que intervenir en ninguna guerra.
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Literato
Religioso
Pocos detalles se conocen de la vida de este personaje. Las experiencias místicas que decía observar quedaron reflejadas en su libro "Revelaciones del amor divino".
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(1) Están sobradamente documentados por testigos neutrales -incluso lo reconocen fuentes soviéticas- los excesos de las tropas de la URSS. Aparte de las violaciones, fue proverbial su codicia por las joyas y, sobre todo, por los relojes. (2) Los comités nazis creados para impedir deserciones involucraron en la lucha, en los últimos días del asedio, a niños de 14 y 15 años y a hombres mayores de sesenta. (3) El José Stalin fabricado por la URSS fue el carro más poderoso que se construyó en la guerra. (4) Se refiere a Roosevelt. (5) Hitler quería que se demolieran todos los puentes de carreteras y de ferrocarril; que se volasen todas las vías, se dinamitasen todas las presas; se destruyeran todas las centrales eléctricas, telefónicas y de radio; que se volasen las minas y se arrasasen todas las fábricas; que se quemasen las cosechas... (6) Göebbels admiraba, también, el sistema soviético. Deseaba imponer en la Wehrmacht el sistema de los comisarios políticos y hallaba sus formas de propaganda muy similares a las stalinistas. Más aún, a la muerte de Hitler, Bormann y Göebbels trataron de llegar a un acuerdo con Chuikov (el defensor de Stalingrado y el conquistador de Berlín) pretextando sus simpatías por la URSS y ofreciendo sus servicios a los soviéticos para contrarrestar los buenos oficios, que seguramente, Himmler ofrecería a los aliados occidentales. (7) ¿Por qué había abandonado Hitler el proyecto del reducto alpino? Al parecer, Saur, el hombre que había sustituido a Speer en lo que a producción militar se refería, le había informado de que seria imposible resistir allí por falta de armas y municiones. Las fábricas de la región sólo podían construir cosas muy rudimentarias. (8) Speer y Himmler salvaron la vida a Brandt, que fue ahorcado después de la guerra por los norteamericanos. (9) La 25.? de granaderos acorazados y la 7.? panzer, que en total no tenían más de 15.000 hombres y de 200 blindados de todo tipo. (10) Varios biógrafos de Hitler han dudado mucho que Schaub procediera a tal destrucción y creen, más bien, que los guardó o los vendió. Por eso, muchos creyeron hace dos años que los papeles de Hitler que puso en circulación una revista alemana eran auténticos: bien hubieran podido ser los documentos conservados en Berghof. Lamentablemente sólo fue una zafia falsificación. (11) El telegrama en el que Göring sugería que se le entregara provisionalmente el poder mientras Hitler estuviera cercado en Berlín era un modelo de prudencia y nada en él sugería traición alguna; pero excitar los celos de Hitler era sumamente fácil. (12) Hanna Reitsch, famosa por sus proezas aéreas, fervorosamente nazi y muy bella, fue una de las musas del régimen en los últimos años de la guerra. Dentro del clima wagneriano y teatralmente germánico, se la denominaba "la última Valquiria". (13) Von Greim conservó durante toda su vida una fuerte cojera a causa de las heridas que sufrió en aquel viaje. (14) Algunas unidades soviéticas trataron de penetrar hacia el centro de Berlín por los túneles del metro. Alguien ordenó abrir los diques del canal de Moecken e inundar el metro para impedir esa operación. (15) El esfuerzo de Wenck permitió la retirada de la guarnición de Potsdam de unos 3.000 heridos de sus hospitales y de docenas de millares de civiles. Entre los días 30 de abril y 2 de mayo recibieron a unos 30.000 soldados y paisanos que Busse logró conducir hasta el XII Ejército. (16) Holste había sustituido a Steiner, cuando éste perdió la confianza del Führer, pero no pudo mejorar la actuación y se batía en retirada. (17) El día 26 fue alcanzado un almacén de estas armas por la artillería soviética. Se perdieron más de 2.000 en una inmensa traca. (18) Unos 30.000 soldados y paisanos llegaron a las líneas de Wenck. Era cuanto quedaba del 9. ° Ejército. Llegaban sin municiones, apenas con armas. Unas docenas de carros de combate y poco mas de 10.000 hombres que se caían de sueño abrían la brecha. Cuando entraron en el territorio de Wenck se desplomaron. Este no sólo no pudo contar con su ayuda, sino que hubo de darles transporte. (19) El mariscal Zhukov, quizás tratando de restar grandiosidad al ocaso nazi, minimizó días después de la rendición las dimensiones de la batalla de Berlín. Años después, las fuentes oficiales soviéticas reconocieron que desde el 16 de abril -comienzo de la ofensiva del Oder- hasta el 2 de mayo, perdieron 305.000 hombres, 2.000 tanques, 1.200 cañones y 527 aviones. Los aliados occidentales perdieron 260.000 hombres durante todas las operaciones de 1945.
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6 GARCÍA CÁRCEL, Ricardo: La invisibilidad histórica, en La mujer en España, en HISTORIA 16, n? 145, Mayo 1988. 184 PONS FUSTER, F.: Erasmistas, mecenas y humanistas en la cultura valenciana de la primera mitad del siglo XVI. Valencia, 2003. p. 303. 185 Los deberes del marido: De officio mariti de Juan Luis Vives. Traducción, introducción y notas de Carmen Bernal Lavesa. Valencia, Ayuntamiento, 1994. 186 IGLESIAS, M? del Carmen: Educación y pensamiento ilustrado, en Actas del Congreso sobre Carlos III y la Ilustración, Madrid, MEC, 1989, III, pp. 1-30. 187 FERNÁNDEZ QUINTANILLA, Paloma: La mujer ilustrada en la España del siglo XVIII, M. de Cultura. Madrid, 1981, p. 56. 188 BOLUFER PERUGA, Mónica: Mujeres de letras. Escritoras y lectoras del Siglo XVIII. En Rosa M? Ballesteros Garcías y Carlota Escudero Gallegos (eds.) Feminismos en las dos orillas Málaga, Universidad, 2007, pp. 113-141. 189 BOUZA, Fernado: Memorias de lectura y escritura de las mujeres en el Siglo de Oro, en MORANT, I., dir., Historia de las mujeres en España y América Latina, Madrid, Cátedra, 2005, vol. 2, pp. 169-191. 190 JAFFE, C. (1999): "Suspect Pleasure: Writting the Woman Reader in Eighteenth-Century Spain", Dieciocho, 22/1, pp. 35-59. 191 Según el estudio de Elisabel Larriba, de un total de 8.526 abonados a la prensa española entre 1781 y 1808, fecha del comienzo de la Guerra de Independencia Española, tan solo 216, esto es, un 2,5% fueron mujeres. 192 CÁTEDRA, P. M. y ROJO, A.: Bibliotecas y lecturas de mujeres. Siglo XV. Madrid, Instituto de Historia del Libro y de Lectura, 2004; LAMARCA, G. Libro y lectura en la Valencia de la Ilustración. Valencia, Institució Alfons el Magnànim, 1994, pp. 175-177. 193 En sus relatos son fundamentales los personajes femeninos, dotados de gran personalidad pasional. Todas sus narraciones las agrupó en dos colecciones: Novelas amorosas y ejemplares, publicadas en 1637, y Parte segunda del sarao y entretenimiento honestos, de 1647. 194 Cf. al respecto las investigaciones realizadas sobre estos temas en: OLARTE MARTÍNEZ, Matilde. "Etnografía de la mujer y la música en Castilla y León. Papel y repertorio de la mujer en la tradición oral de casas, calles y conventos"; "Las baladas infantiles en Castilla y León: ¿Transmisión oral de modelos culturales?"; "Romances y Baladas de la Guerra Civil Española en Castilla y León"; "La tradición oral en las canciones de los juegos infantiles dentro del ámbito de Castilla y León". Estudios de Etnología en Castilla y León 1992-1999. Valladolid, Junta de Castilla y León, Consejería de Educación y Cultura, 2001, pp. 265-68, 269-72, 273-76, 277-80. 195 Cf.. OLARTE MARTÍNEZ, Matilde. "La imagen de la mujer y la música como transmisora de la tradición oral musical". El Conocimiento del Pasado. Salamanca, Plaza Universitaria, 2005, pp. 407-24 196 ÁLVAREZ CAÑIBANO, Antonio. "Academias, Sociedades musicales y Filarmónicas". Revista de Musicología XIV (1991), p. 68. 197 Cf. a este respecto la curiosa documentación que aparecen en algunas cédulas del Archivo Municipal de Granada, donde se especifica que dichas actrices deben ser casadas y presentarse decorosamente: "(1.-Madrid, 24 noviembre 15871. Por justas consideraciones ha parecido se dé licencia a las mujeres de los representantes, constando primeramente que son casadas y traen a sus maridos consigo, para que puedan representar en hábito de mujeres y no de hombres, con lo cual se mande que ningunos muchachos puedan entrar a representar vestidos ni tocados como mujeres; y se os avisa para que luego cuesta recibáis, lo hagáis así, guardar y ejecutar en esa ciudad y su jurisdicción, castigando a los que contravinieren (...) "/ "(6. Madrid, 5 septiembre 1596). En el Consejo se tiene noticia que en las comedias y representaciones que se recitan en esa ciudad salen mujeres a representar, de que se siguen muchos inconvenientes. Tendréis cuidado de que mujeres no representen en las dichas comedias, poniéndoles las penas que os pareciere, apercibiéndoles que, haciendo lo contrario, se ejecutará en ellos". GRANJA, Agustín de la. "Notas sobre el teatro en tiempos de Felipe II". Teatros y vida teatral en el Siglo de Oro a través de las fuentes documentales, Londres: Tamesis, 1991, pp. 39-41. 198 Cf. este dato también en GREYJACKSON, Barbara. Say Can You Deny Me, Fayetteville: The Univer-sity of Arkansas Press, 1994, p. 185. 199 Tenemos que agradecer a la Dra. Ana Carabias (Universidad de Salamanca) el habernos proporcionado tanto el dato de esta mujer como el documento transcrito correspondiente, cuyo título es: "Relación de cosas memorables de la vida y muerte del Sr. D. Francisco Sobrino, Obispo de Valladolid, y de sus padres y hermanos. Dedicada al mismo señor obispo por Fr. Diego de San Josseph, su hermano carmelita descalzo". Biblioteca de la Catedral de Valladolid, ms 98, f. 14v. 200 En la Real Cédula de Alfonso X -de 1254 -en que confirma los privilegios de la Universidad de Salamanca, dándole una reglamentación, se especifica: "Otrosi mando e tengo por bien que ayan un maestro en órgano e yo quele dé cinquenta maravedís cada anno". Cf. RODRÍGUEZ CRUZ, Águeda M?. Salmantica Docet. La proyección de la Universidad de Salamanca en Hispanoamérica, 1, Salamanca: Universidad de Salamanca, 1977, p. 141. 201 Las escrituras de Dotes de Doncellas admitidas y los informes de colegiales se encuentran en dicho archivo con la signatura AUS 2646; los expedientes de ingresos de colegiales de los años 1600-1806 están en AUS 2645 y 2646; las escrituras de propiedades de los años 1448-1859 están en AUS 2647 y 2649; las escrituras de censo de los años 1509 al 1793 en AUS 2651 al 2653; las claúsulas testamentarias en AUS 2644; y las cuentas de los años 1628 al 1728, y de los años 1681 al 1816, en AUS 2655 y 2657. Toda la documentación se encuentra en catorce cajas, que van de la AUS 2644 a la 2657. Cf. RODRÍGUEZ SAN PEDRO-BEZARES, Luis Enrique. "El Archivo Histórico de la Universidad de Salamanca". Historia de la Universidad de Salamanca, vol. I. Salamanca: Universidad de Salamanca, 2002, pp. 78-79. 202 Es muy interesante el reciente estudio sobre este colegio del año 2007, cfr. http://www.colegioinfantes.com/aa/Papeles450/040.pdf (consultada el 21 de noviembre del 2009). 203 Actualmente la primera tesis doctoral en torno a la actividad de las monjas músicas españolas se ha leído el pasado noviembre del 2009 en la Universidad de Salamanca por la Dra. Matilde del Tránsito Chaves de Tobar, sobre la música en los conventos femeninos de Alba de Tormes (Salamanca) y ha seguido el modelo analítico planteado en OLARTE MARTÍNEZ, Matilde. "Las `Monjas Músicas' en los conventos españoles del Barroco. Una aproximación etnohistórica". Revista de Folklore CXLVI (1993), pp. 56-63. 204 En el catálogo de la exposición de "Las Edades del Hombre" La música en las iglesias de Castilla y León (Valladolid, 1991) se recogen muchos de los instrumentos que se conservan en los conventos de Castilla y León: órganos, clavicordios, salterios, guitarras, sonajas, etc. Estas colecciones de instrumentos muestran materialmente cómo el convento fue una fuente de cultura desde el s. XVI. 205 Cf. BORDAS IBÁÑEZ, Cristina. Instrumentos musicales en colecciones españolas, vol. II. Madrid: INAEM, 2001. 206 Ver la nota 11 al respecto. 207 Cf. OLARTE MARTÍNEZ, Matilde. Miguel de Irízar y Domenzáin (1635-1684?): Biografía, epistolario y estudio de sus lamentaciones. Valladolid: Servicio de Publicaciones de la Universidad de Valladolid, 1996, carta 12. 208 Cfr. en el libro ms Protocolo de este Nuestro Convento de N. Señora de Loreto de Carmelitas Descalzas, Año de 1791, f. 60r. Ver OLARTE MARTÍNEZ, Matilde. "Músicas, cantoras y ministriles en el convento de Loreto de Peñaranda de Bracamonte". Estudios multidisciplinares de Género I (2004), p. 291. 209 Cf. OLARTE MARTÍNEZ, Matilde. Miguel de Irízar y Domenzáin (1635-1684?): Biografía, epistolario y estudio de sus lamentaciones. Valladolid: Servicio de Publicaciones de la Universidad de Valladolid, 1996, carta 17. 210 "De ninguna otra forma, pueden las Monjas, aunque sean con consentimiento de todas: recibir novicia alguna, a la profesión de chorista, sin que traiga Dote; si no es que entre en alguna plaza del Patrón, o se reciba por cantora, música u organista" Tratado 1, pto VI. Cf. LOZANO, fr. Luis: Claro espejo de Religiosas. Madrid, 1699, p. 61. 211 GOÑI GAZTAMBIDE, José. La Capilla Musical de la Catedral de Pamplona en el siglo XVII. Colecc. Música en la Catedral de Pamplona, n° 5. Pamplona: Príncipe de Viana, 1986, p 19. 212 Cf. SANCHEZ LORA, José L.: Mujeres, conventos yformas de la religiosidad barroca. Madrid: Fundación Universitaria Española, 1988; VIRGILI BLANQUET, M? A. y CABEZA RODRIGUEZ, A. "La música y las órdenes religiosas en Palencia". Jornadas sobre el arte de las órdenes religiosas en Palencia. Palencia: Diputación Provincial, 1990, pp. 215-31. 213 "El fondo de dotes se constituye en capital de reserva desde el momento en que se establece la prohibición de gastarlas, si no es en circunstancias graves y con la condición de restituirlas en cuanto cese el apremio que lo provocó: /... y las dotes se emplearán todas en renta, por excusar el inconveniente grande que hay en que crezca el número de las religiosas, y no se vaya aumentando la renta. / Item, se ordena, que ningún dote ni censo redimido, ó otra qualquier cosa, ... se pueda poner en censo, sin dar cuenta al Padre Provincial... y la abadesa que consumiere algún dote... será privada de su Oficio" de las Constituciones Generales para todas las monjas y religiosas sujetas a la obediencia de la orden de Nuestro Padre San Francisco. Roma, 1639 (ed 1748), cap. XIV, p. 151. Cf. SANCHEZ LORA, José L. Mujeres, conventos yformas de religiosidad barroca. Madrid: Fundación Universitaria Española, 1988, p. 111. 214 "Recibir para siempre jamás dos monjas sin dote, una de cada linaje (del fundador y de su esposa)". Cf. Archivo de Protocolos de Morón. Escribanía de Luis Madrid, fol. 178, XII-15881. Cf. SANCHEZ LORA, José L. idem, p. 119. [215 Francisca de Herrera, cf. OLARTE MARTÍNEZ, Matilde. Op. cit., carta 131. 216 OLARTE MARTÍNEZ, Matilde. Op. cit., carta 149. 217 Josefa Salinas, cf. OLARTE MARTÍNEZ, Matilde. Op. cit., carta 171. 218 Cf. OLARTE MARTINEZ, Matilde: Op. cit. carta 221. 219 Cf. OLARTE MARTINEZ, Matilde: Op. cit. cartas 121 y [63. 220 Cf. LOPEZ CALO, José. La música en la catedral de Palencia vol.11. Palencia: Diputación Provincial, 1985, p. 686. 221 Cf. OLARTE MARTINEZ, Matilde. Op. Cit, carta 228. 222 Con este término se designa a la persona encargada de realizar el bajo instrumental de la capilla, con instrumento monódico y polifónico, y las partes de acompañamiento continuo que necesiten los repertorios a interpretar. 223 Cf. VIRGILI BLANQUET, M? A. y CABEZA RODRIGUEZ, A. Op. cit. p. 220. 224 Cf. OLARTE MARTINEZ, Matilde. Op. Cit. cartas 63 y 19, respectivamente. 225 Cf. BARRIOS MANZANO, Pilar. Historia de la música en Cáceres 1590-1750, pp. 117-18. 226 Un resumen de los salarios entre 1670 y 1684 de distintos cargos: -maestro de capilla en Pamplona, Ardanaz: "e1 salario es de 120 ducados, al que se añade 50 de aumentos, otros 50 por los niños de coro, unos 100 ducados extras por las fiestas, y lo que resulte por las composiciones de villancicos -unos 50 ducados-" (carta 10). -organista en Calahorra, Bartolomé Longas: "la prebenda que yo tengo aquí es lo mejor que al en España, pues tiene boto en cabildo ascenso a canónigo i todos los pribilegios que el canónigo, la renta es de 500 ducados". (carta 213) -organista en la catedral de Valencia: "los que proben el organo del colegio de Valencia si quería ir allá, que bale cuatro mil reales de plata" (carta 212). -tenor y arpista en la catedral de Sevilla: "mi capilla me vale quatro mil reales, y las liciones de arpa me valdrán otros tres mil" (Domingo González, carta 11571). / -cantor en la catedral de Sigüenza: "tengo aquí quatro mil reales" (carta 122) -bajón en el Burgo de Osma: "venga recibido con 3.000 reales y 6 cargas de trigo de salario". Cf. OLARTE MARTINEZ, Matilde. Op. Cit. pp. 334-35. 227 Cf. VIRGILI BLANQUET, M? A. y CABEZA RODRIGUEZ, A. Op. cit., p. 227. 228 Cfr. en OLARTE MARTÍNEZ, Matilde. "Músicas, cantoras y ministriles en el convento de Loreto de Peñaranda de Bracamonte". Estudios multidisciplinares de Género I (2004), p. 289, los datos del libro ms Protocolo de este nro Convento de N. Señora de Loreto de Carmelitas Descalzas, Año de 1791, la siguiente información: f. 15r: "Párrafo único. En que se da noticia de las Cinco Novicias que tomaron el ávito en el Palacio de su ex.a. La Primera, fue la Her.a Josepha de la Cruz, Segunda la Her.a Cattalina de S. Joseph, la Tercera la Her.a Josepha de Jhs María, la Quarta la Her.a Anna de Sta Teresa, la quinta la Her.a Manuela de la Cogepción, Todas Cnco muy buenas como se podían desear para tan dichoso principio su naturales, y dictámenes Descalzos y ansias de penitencia, mortificación y oración, nos dieran bien que decir pero no es aora el Discurso. Las quatro primeras entraron de valde la negrita es mía y la quinta traxo sólo quinientos ducados. Las dos de velo blanco, tomaron el Avito después de un año que estuvieron en el Convt.° sin él, como es Costumbre de la Relig.°n. ambas aprobaron muy bien". 229 Cfr. en el libro ms Protocolo de este nro Convento de N. Señora de Loreto de Carmelitas Descalzas; Año de 1791, f. 23v (de la hermana Josepha de la Encarnación, que murió el 15-VIII-1673). 230 Cf. OLARTE MARTÍNEZ, Matilde. Op. cit., carta 235. 231 SONNET, Martine."La educación de una joven". Historia de las mujeres. Del Renacimiento a la Edad Moderna,III. Madrid: Taurus, 1992, p. 137. 232 Cf. TROWELL,Brian. "Daniel Defoe's Plan for an Academy of Music at Christ's Hospital, with some Notes on his Atti tude to Music". Source Materials and the Interpretation of Music. A Memorial Volume to Thurston Dart. London: Stainer and Bell, 1981, p. 415. 233 SOPEÑA, Federico. Historia critica del Conservatorio de Madrid. Madrid: Conservatorio Superior, 1967, pág. 19ss. 234 PALACIOS FERNÁNDEZ, Emilio: La mujer y las letras en la España del siglo XVIII. Madrid, Ediciones del Laberinto, 2002. 235 Vid. ROIG CASTELLANOS, Mercedes: A través de la prensa. La mujer en la Historia. Madrid, 1986. 236 MARTÍN GAITE, Carmen: Usos amorosos del dieciocho en España. Madrid, Ed. Lumen, 1972, p. 69. 237 FERNÁNDEZ QUINTANILLA, Paloma: La mujer ilustrada en la España del siglo XVIII, M. de Cultura. Madrid, 1981, p. 34. 238 Juan Ignacio de Luzán, "Memorias de la vida de don Ignacio de Luzán", se recogen en la edición moderna de Ignacio de Luzán, Poética (ed. de Isabel M. Cid de Sirgado), Madrid, Cátedra, 1974, p. 43. 239 IGLESIAS, M. Carmen "La nueva sociabilidad: mujeres nobles y salones literarios y políticos", en Nobleza y sociedad en la España Moderna, Madrid, Nobel, 1997, II, pp. 179-230. 240 La sede familiar de los Benavente estaba desde antiguo en la Puerta de la Vega, en las proximidades del palacio real, donde también hacían reuniones sociales. Véase D. I. Parada, Escritoras y eruditas españolas, pp. 243-244; Condesa de Yebes, La condesa-duquesa de Benavente, una vida en unas cartas (1752-1834), Madrid, Espasa-Calpe, 1955; y P. Fernández Quintanilla, La mujer ilustrada en la España del siglo XVIII, pp. 36-39. 241 Memorial Literario. Madrid, mayo 1786. Cit. Por ROIG CASTELLANOS, Mercedes: A través de la prensa. La mujer en la Historia. Madrid, 1986, p. 49. 242 Discurso sobre la Admisión de señoras a la Sociedad Económica de Madrid, en El Memorial Literario. Madrid, 1876, pp. 474-480. LÓPEZ-CORDÓN CORTEZO, M? V. (2005): Condición femenina y razón ilustrada. Zaragoza: Prensas Universitarias e Instituto Aragonés de la Mujer, 355 p 243 LUIS GÓMEZ, A. ROMERO MORANTE, J. Educación para niñas, ilustración del entendimiento e igualdad: Una biografía de Josefa Amar y Borbón (1749-1833) Biblio 3W Revista Bibliográfica de Geografía y Ciencias Sociales, Universidad de Barcelona, Vol.XII, n? 698, 10 de enero de 2007. 244 Vid. PALACIOS FERNÁNDEZ, Emilio: La mujer y las letras en la España del siglo XVIII. Madrid : Ediciones del Laberinto, 2002 245 BREUER-HERMANN, Stephanie: Alonso Sánchez Coello. Vida y obra, en Alonso Sánchez Coello y el retrato en la corte de Felipe II. Madrid, Museo del Prado, 1990, pp. 22. Gráfico
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88 Vid. ATIENZA, Ignacio: Mujeres que mandan: aristócratas y ciclo vital en el siglo XVIII, en Historia de las mujeres en España y América Latina. Vol. II: El Mundo Moderno. Isabel Morant (dir.) Madrid, Cátedra, 2006, pp. 457-476. 89 Vid. Anexo I 90 Vid. Anexo II. 91 CÁTEDRA, P. M. y ROJO, A. (2004): Bibliotecas y lecturas de mujeres. Siglo XV. Madrid, Instituto de Historia del Libro y de Lectura; LAMARCA, G. (1994): Libro y lectura en la Valencia de la Ilustración. Valencia, Institució Alfons el Magnànim, pp. 175-177. 92 Vid. BOLUFER, Mónica: Mujeres de letras. Escritoras y lectoras del Siglo XVIII. Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes. 93 YEBES, Condesa de (1955): La condesa-duquesa de Benavente (1752-1834). Una vida en unas cartas. Madrid, Espasa Calpe, pp. 191-196. 94 LARRIBA, 1998, 165-166. 95 AMAR Y BORBÓN, J. (1994): Discurso sobre la educación física y moral de las mujeres. Edición de M.? Victoria López-Cordón. Madrid, Cátedra, p. 259. 96 http://www.apellidochacon.es/document2.htm 97 Regla de los monjes - San Benito. Burgos: Abadía de Silos, 1994, p. 37 98 Ibídem. Cap. II, p. 40. 99 Ibídem. Cap, II, p. 37. 100 ASM. Libro de Visitas y Elecciones. Visita y Elección del Año 1790, p. 66. 101 Regla de San Benito Cap. II, p. 148. 102 Libro de Visitas. Visitas y Elecciones del año 1790, p. 63. 103 ALONSO VAÑES, Carlos. Ana de Austria: Abadesa del Real Monasterio de Las Huelgas. Sus primeros años de gobierno (1611-1614). Madrid: Editorial Patrimonio Nacional, 1990. 104 CHAVES DE TOBAR, Matilde del Tránsito. La vida musical en los conventos femeninos de Alba de Tormes (Salamanca).Tesis Doctoral defendida en la Universidad de Salamanca. Nov. 4 de 2009. p. 246. 105 ASMD. Libro de Crónicas, p. 186. 106 Ibídem. p. 184. 107 ASMD. Libro de Dotes (se relacionan también los fallecimientos) Dña. Escolástica Campo Martín, p.37 108 ASMD. Libro de Crónicas, p. 184. 109 ADS. Monasterio de Santa María de las Dueñas. Expedientes de monjas Benedictinas. Caja N? 1, Años 1853 - 1942). 110 Ibídem. 111 ASMD. Libro de Dotes, p. 33 112 ASMD. Libro de Cuentas. Años 1833-1834, p. 56. 113 CARBONELL I ESTELLER, Montserrat: El Centre D'Investigació Histórica de la Dona (C.I.H.D.): una experiencia de mujeres (1982-90) en Las investigaciones sobre la mujer, logros y proyectos / Blanca Krauel Heredia (ed. lit.), 1992, pp. 27-42. 114 CARBONELL I ESTELLER, Montserrat: Las mujeres pobres en el Setecientos, en Historia social, n? 8, 1990, pp. 123-134. 115 CARBONELL I ESTELLER, Montserrat: Hecho y representación: Sobre la desvalorización del trabajo de las mujeres. Actas de las VII Jornadas de Investigación Interdisciplinaria. Madrid, UAM, 1989, vol. II. pp. 157-172. Vid. También CARBONELL I ESTELLER, Montserrat: Trabajo femenino y economías familiares, en Historia de las mujeres en España y América Latina / coord. por Isabel Morant, Vol. 2, 2005 pp. 237-262. 116 ANDIOC, René: Del siglo XVIII al XIX: estudios crítico-literarios, 2005, p. 713. 117 Vid. RAMOS DE CASTRO, Guadalupe: La presencia de la Mujer en los oficios artísticos, en La Mujer en el Arte español. Madrid, 1997, pp. 169-178. 118 Juana de Medina, hija de Rodrigo Patón recibe de su tío Juan Patón su curador 350 maravedís para pagar 'a una maestra que me muestra a coser e labar y leer y cantar'. En Valladolid, 10 de febrero de 1522. AHPV. Protocolos, Sig. 8434, f. 1.158 v?. 119 'El oficio de mujer en la pequeña nobleza urbana del siglo XVII español'. Revista de historia moderna. N. 13-14 (1995). ISSN 0212-5862, pp. 199-209 120 GARCÍA CHICO, Esteban: Documentos para la Historia del Arte en Castilla. Palencia. 121 Archivo Histórico Provincial de Valladolid. Protocolos, Sig 1794, f. 658-9. 122 Inspección de tiendas de platería de Zamora, realizada en 1743. Archivo Municipal de Zamora. 123 Es interesante traer aquí las Máximas para la guerra del Marqués de la Mina, donde recoge esta cita: 'Todos los males se apellidan hembras, furias, parcas, arpías, iras, venganzas, envidias, desdichas, sirenas, y todas parece que quiere hacerlas atributo de su imperio la mujer, cuyo nombre, en las cinco letras que lo componen, lo descifra con esta inteligencia un discreto: La m mala, melindrosa, mudable. La v vana, visiosa, vengativa La g gastadoras, glotona, guerrera La e enemiga, embustera, escandalosa. La r revoltosa, ruin, rencorosa' 124 Cfr. SUÁREZ, L. La expansión de la fe en Los Reyes Católicos, 5 vols. Rialp, 1990, vol 4 p. 39. 125 Sobre los precedentes de esta cuestión Vid. FUENTE PÉREZ, M.J. Velos y desvelos: cristianas, musulmanas y judías en la España Medieval, La Esfera de los Libros, Madrid, 2006. 126 Vid. GILES, MARY E. Mujeres e Inquisición: la persecución del Santo Oficio en España y el Nuevo Mundo, Martínez Roca, Madrid, 2000. 127 Cfr. GARCÍA CÁRCEL, R. Las mujeres conversas del siglo XVI, en DUBY,G.. Historia de las mujeres en Occidente, vol.3, Taurus, 1992, p.599. 128 Cfr. GARCÍA CÁRCEL, R. Las mujeres conversas del siglo XVI, o.c., p. 599. Después de 1700 los casos de mahometismo se redujeron drásticamente. 129 Cfr. VINCENT, B. en HIEA vol.1 p. 594. 130 Cfr. Ibidem p.593. 131 Cfr. WEENER, TH., La represión del protestantismo en España 1517-1648, Leuwen University Press, 2001, p.26 Vid. también HIEA PP. 488-520. 132 Cfr. KAMEN, H., La Inquisición española. Una revisión histórica. Cátedra, Barcelona, 1999, p. 88 133 Cfr. HIEA pp.498-505. 134 Cfr. HIEA vol 1,pp.1089-1103. 135 Cfr. MENÉNDEZ PELAYO, M. Historia de los heterodoxos españoles, Cátedra, Barcelona 1967, vol. 1 pp. 26-27. 136 Cfr.WEENER, TH., La represión del protestantismo en España,o.c., pp. 44, 65 y 103. 137 Cfr. KAMEN, H., La Inquisición española, o.c., p. 99. 138 Cfr. HIEA vol.1 pp. 494-506. Vid. también ORTEGA COSTA, M. Proceso de la Inquisición contra María de Cazalla, Fundación Universitaria Española, Madrid, 1987. 139 Años más tarde se ejecutó a su esposa, Leonor de Cisneros. 140 Cfr. HIEA vol.1 pp. 494-506. 141 Cfr. GARCÍA CÁRCEL, R.- MORENO MARTÍNEZ, D., Inquisición. Historia crítica, Temas de hoy.Historia,Barcelona, 2000, p.284. 142 Vid. CARO BAROJA, J. Inquisición, brujería y criptojudaismo, Ariel, Barcelona, 1972 y Vidas mágicas e Inquisición, Istmo, Madrid, 1992. 143 Cfr. KAMEN, H., La Inquisición española. Una revisión histórica, Crítica, Barcelona ,1999, p. 259 y Vid. ARMENGOL, A. Realidades de la brujería en el siglo XVII: entre la Europa de la caza de brujas al racionalismo hispánico, Tiempos Modernos. Revista electrónica de Historia Moderna. 144 Cfr. KAMEN, H., La Inquisición,o.c., p. 261. Sobre esta cuestión Vid. NAVAJAS,E.-SAINZ VARELA, J.A.-PANIZO, I. Los archivos de la Inquisición y Zugarramurdi, Ministerio de Cultura, Madrid, 2008. 145 Cfr. GARCÍA CÁRCEL, R.- MORENO MARTÍNEZ, D., Inquisición., o.c., p.290. 146 Cfr. KAMEN, H., La Inquisición,o.c., p. 260. 147 Cfr. PÉREZ, J. La Inquisición española Crónica negra del Santo Oficio Martínez Roca Ediciones, Madrid ,2005 p. 209 148 Cfr. KAMEN, H., La Inquisición o.c., p. 260; Vid. MUÑOZ GARCÍA, M.J. Inquisición, sexo y sexismo a finales del Antiguo Régimen, 'Revista de la Inquisición' (2005) 151-201. 149 Cfr. PÉREZ, J. La Inquisición española. Crónica negra del Santo Oficio, Martínez Roca Ediciones, Madrid, 2005, p.206. 150 Cfr. PÉREZ, J. La Inquisición española, o.c.,p.207. 151 Cfr. GARCÍA CÁRCEL, R.- MORENO MARTÍNEZ, D., Inquisición., o.c., p.290. 152 Vid. REQUERA, I. La Inquisición española en el País Vasco, el tribunal de Calahorra (1513-1570), Txertoa, San Sebastián, 1984 y CÁSEDA, J. Brujas e Inquisición en Calahorra: una historia poco conocida, 'Kalakoricos. Revista para el Estudio, Defensa y Protección del Patrimonio' (2007) 301-310. 153 Cfr. PÉREZ, J. La Inquisición española.o.c., p. 209. 154 Cfr. GARCÍA CÁRCEL-MORENO MARTÍNEZ, D. Inquisición o.c., p 285. 155 Vid. SARRIÓN MORA, A. Beatas y endemoniadas: mujeres heterodoxas en los siglos XVI a XIX, Alianza Editorial, Madrid, 2003. 156 Cfr. PÉREZ, J. La Inquisición , o.c., p. 209. 157 Cfr. MENÉNDEZ PELAYO, M. Historia de los heterodoxos españoles, o.c., vol.1 pp.913-918. 158 Vid. HIEA pp.913-918. 159 Cfr. PÉREZ, J. La Inquisición o.c., p.201 160 Cfr. KAMEN, H. La Inquisición, o.c., pp.263-264. 161 Cfr. HENNINGSEN, G. El abogado de las brujas. Brujería vasca e Inquisición, Alianza, Madrid, 1983. 162 Cfr. PÉREZ, J. La Inquisición o.c., , p.202. 163 Cfr. KAMEN, H. La Inquisición, o.c., p.265. 164 Entrevista al Prof. Borromeo, Catedrático de La Sapienza (Roma) en el diario 'La Razón' (16-4-2004). 34 Cfr. SARRIÓN MORA, A. Sexualidad y confesión. La solicitación ante el tribunal del Santo Oficio (siglos XVI_XIX), Alianza Universidad, Madrid, 1994, p.10. El libro, no obstante, basa sus conclusiones en las estadísticas estudiadas en el tribunal de Cuenca, uno de los archivos inquisitoriales españoles mejor conservados. 165 Sobre esta cuestión, Vid. de la misma autora Clérigos torpes y mujeres solicitadas en los procesos de la Inquisición española, 'Arbor' (1996) 25-50. 166 Cfr. SARRIÓN MORA, A. Sexualidad y confesión, o.c., p.16. Vid. PÉREZ ESCOHOTADO, Sexo e Inquisición en España, Temas de Hoy, Madrid, 1992 y sobre esta temática Vid. GILES, M.E., Mujeres e Inquisición: la persecución del Santo Oficio en España y en el Nuevo Mundo, Martínez Roca, Madrid, 2000. 167 Cfr. KAMEN, H., La Inquisición española, o.c., p. 257-258. 168 Cfr. HIEA vol.1 p.645. 169 Cfr. SARRIÓN MORA, A. Sexualidad y confesión, o.c., p.59. 170 Cfr. HIEA, vol. 2 p.938. 171 Cfr. SARRIÓN MORA, A. Sexualidad y confesión, o.c., pp. 25, 36 y 57-59. 172 Cfr. SARRIÓN MORA, A. Ibidem, p.61. 173 Cfr. SARRIÓN MORA, A. Ibidem, p.360. 174 Cfr. SARRIÓN MORA, A. Sexualidad y confesión, o.c., p.65 y 69. 175 Cfr. SARRIÓN MORA, A. Ibidem, p.362. 176 Cfr. SARRIÓN MORA, A. Ibidem, p. 106. 177 Cfr. SARRIÓN MORA, A. Ibidem, p. 120. 178 Cfr. WALKER, M. Historia de la Inquisición española, EDIMAT, Madrid, 2001, p.429. 179 Cfr. HIEA, vol.2 p. 659 180 Cfr. HIEA, vol. 1 p. 925. 181 Cfr. HIEA, vol.3 pp.660-661. 182 Cfr. HIEA, vol. 2 p.982. 183 Cfr. HIEA, vol. 2 pp.1408-1409. Gráfico
contexto
1 ORTEGA, Margarita: Historia de las Mujeres en España y América Latina. El Mundo Moderno. Madrid, Cátedra, p. 14. 2 GARCÍA CÁRCEL, Ricardo: La mujer en España, en HISTORIA 16, n? 145, Mayo 1988. 3 CARBONELL, Montserrat: Hecho y representación: Sobre la desvalorización del trabajo de las mujeres. Actas de las VII Jornadas de Investigación Interdisciplinaria. Madrid, UAM, 1989, vol. II. Pp. 157-172. 4 LÓPEZ -CORDÓN, M? Victoria: (ed.) Josefa Amar, Discurso sobre la educación física y moral de las mujeres. Madrid, Cátedra, 1994. MORANT, Isabel: Discursos de la vida buena. Matrimonio, mujer y sexualidad en la literatura humanista. Madrid, Cátedra, 2002. 5 Vid. MORANT, Isabel (dir): Historia de las Mujeres en España y América Latina. El Mundo Moderno. Madrid, Cátedra, 2005, p. 8. 7 PÉREZ SAMPER, María de los Ángeles: Las reinas, en Historia de las Mujeres en España y América Latina, II. El mundo moderno. Isabel Morant (dir.) Madrid, Ed. Cátedra, 2006. p. 399. 8 Vid. EARENFIGHT, Theresa (ed.): Queenship and political power in medieval and early modern Spain. Aldershot, England; Burlington, VT: Ashgate, 2005. Los capítulos más interesantes para la Época Moderna son los siguientes: LISS, Peggy: Isabel of Castile (1451-1504), her self-representation and its context. SEBASTIÁN LOZANO, Jorge: Choices and consequences: the construction of Isabel de Portugal's image, y GOODMAN, Eleanor: Conspicuous in her absence: Mariana of Austria, Juan José of Austria, and the representation of her power. 9 Vid. PÉREZ SAMPER, M? de los Ángeles: Isabel la Católica. Barcelona, 2004. 10 Ibidem, p. 404. 11 Vid el siguiente capítulo. 12 ARAM, Bethany: Juana la Loca. Gobierno, piedad y dinastía. Madrid, 2001. 13 RODRIGUEZ SALGADO, María José: Una perfecta princesa. Casa y vida de la reina Isabel de Valois (1559-1668), en Cuadernos de Historia Moderna. Madrid, 2003, Anejo II, Serie monografías: C. Gómez-Centurión (coord.) Monarquía y Corte en la España Moderna, pp. 39-96. 14 PÉREZ SAMPER, M? de los Ángeles: Isabel de Farnesio. Barcelona, 2003. 15 BENNASSAR, Bartolomé: Reinas y princesas del Renacimiento a la Ilustración. El lecho, el poder y la muerte. Barcelona, 2007. 16 PÉREZ, Joseph: Isabel La Católica. Barcelona, 2004. 17 Vid. SÁNCHEZ, Magdalena S.: The Queen, the Empress and the Nun: Women and Power at the Court of Philip III of Spain. Baltimore, 1998. 18 CALVO POYATO, José: Reinas viudas en España. Barcelona, Península, 2002. 19 CERRADA JIMÉNEZ, Ana L. y SEGURA, Cristina (eds.): Las mujeres y el poder. Representaciones y prácticas de vida. Madrid, 2000. 20 MÍNGUEZ, Víctor: 'La metáfora lunar': La imagen de la Reina en la emblemática española, Dossier: La imagen de la Reina, en Millars, Espai i Història. Castellón, 1993, pp. 29-46. 21 Doctor en Medicina y Cirugía. Catedrático de Psiquiatría y Psicología Médica. Departamento de Psiquiatría. Escuela de Medicina. Universidad Panamericana, México. 21B Referencias Bibliográficas 1. Suárez, Luis: Isabel la Católica. Isabel I, Reina. Biblioteca ABC. Protagonistas de la Historia. España, 2004. 2. Fernández Álvarez, Manuel: Juana la Loca. La Cautiva de Tordesillas. Espasa Calpe. Madrid, 2000. 3. Lafuente, Modesto: Historia General de España, Desde los Tiempos más Remotos Hasta Nuestros Días. Tomos 10 y 11. Establecimiento Tipográfico de Mellado. Madrid, 1853. 4. Cantalapiedra, Luis: Juana la Loca. Colección: Mujeres en la Historia. Perymat Libros. Madrid, 2005. 5. Pfandl, Ludwig: Juana la Loca. Ediciones Palabra. Madrid, 2000. 6. Alonso-Fernández, Francisco: Historia Personal de los Austrias Españoles. FCE. Madrid, 2000. 7. Vallejo Nájera, Juan Antonio : Locos Egregios. Dossat. Madrid, 1977. 8. Sánchez, P.; Ruíz, E.; Eguíluz, I.: Trastornos del Contenido del Pensamiento. En: Eguíluz, I., y Segarra, R. (eds): Introducción a la Psicopatología. Ars Medica. México, 2007. 9. Fish, Frank: Fish's Schizophrenia. Hamilton, Max (ed). John Wright & Sons Ltd. Bristol, 1984. 10. Perugi, G.; Nassir Ghaemi, S.; y Akiskal, H.: Enfoques de Manejo Clínico y Diagnóstico en la Depresión Bipolar, Bipolar II y Trastornos Concomitantes. En: Akiskal, H., y Tohen, M. (eds): Psicofarmacoterapia en el Trastorno Bipolar. John Wiley & Sons, Ltd. Madrid, 2008. 22 Aunque fue producto del cuarto embarazo de su madre la reina Isabel la Católica (1451-1504), quien perdió un hijo en un aborto espontáneo durante un viaje a Toledo, en 1475 (1). 23 En este caso, los celos de Juana pueden ser considerados patológicos no por la falsedad o inverosimilitud del contenido, sino por su forma (el modo como se expresa el contenido). Este tipo de delirios se han llamado 'Delirios cum materia' (8). 24 Carta publicada por Modesto la Fuente en el apéndice N° VII del tomo X, p. 489. 25 Carta del obispo de Málaga al rey Fernando. Cit en Ref.4) 26 Que se encuentra en ese entonces en calidad de gobernador de Castilla por ausencia de Carlos V. 27 'La Monarquía Católica, a falta de real sucesión varonil, se halla en trance de pasar al dominio de príncipes no naturales o extraños. Es lance en que va todo el caudal de España, cuando está la Monarquía tan a pique de pasarse a príncipes austriacos (que en la desdicha, fuera felicidad), o a franceses, totalmente extraños', en estas palabras del valido Luis Méndez de Haro al rey Felipe IV queda claramente expresado el grave problema que se derivaba de la falta de heredero regio, anticipando en 54 años lo que verdaderamente sucedería en 1700 a la muerte de Carlos II. VALLADARES, Rafael: La rebelión de Portugal. 1640 - 1680. Valladolid, 1998, p. 96. 28 Algunas de las reinas de la dinastía murieron sacrificadas cumpliendo ese sagrado cometido de proporcionar sucesores a la corona, sometidas desde edad muy temprana a 'un auténtico acoso sexual', con el fin de proporcionar una abundante prole regia. Véase sobre estos aspectos BENNASSAR, Bartolomé y VINCENT, Bernard: España los Siglos de Oro. El epígrafe 'Las reinas: estrategias, holocausto'. Barcelona, 2000, pp. 51 - 57 o JUNCEDA AVELLO, E: Ginecología y vida íntima de las reinas de España. Tomo I, Madrid, 1991. La juventud de muchas de ellas al tiempo de contraer nupcias y de enfrentarse a una gestación y alumbramiento, unida a las malas condiciones higiénicas que rodeaban los partos y el criminal puerperio se llevaron de este mundo a reinas y princesas, como la emperatriz Isabel, por las fiebres que le sobrevinieron tras haber dado a luz un niño muerto, a la princesa y primera esposa de Felipe II María Manuela de Portugal, tras alumbrar al príncipe don Carlos y a su tercera esposa, la reina Isabel de Valois, así como a la reina Margarita de Austria, tras el parto del infante don Alonso. Sobre la muerte de la tercera esposa del rey prudente, Isabel de Valois, los libros de Actas de la Universidad de Curas de Burgos recogen una curiosa noticia:'Fue ocasión de su muerte haber mal parido una hija uiua, de lo qual fue causa que los médicos le hizieron cura como si no estuuiere preñada, aunque ella siempre afirmaba estarlo'. Archivo Diocesano de Burgos. Libro de Acuerdos, Cuentas y Subsidio de la Universidad de Curas. Años 1523 - 1568. 1?. Año 1568, f. 154 v?. Curioso detalle de la intimidad de la reina conocido por algún miembro del clero parroquial burgalés que lo hizo llevar a sus actas. También es llamativo el juicio negativo que tenía de los médicos de la Corte, lo que por otra parte era opinión generalizada en la época, afectando a aquellos que desempeñaban este oficio, limitados en sus recursos para la resolución de problemas sanitarios a las más que frecuentes purgas y sangrías, véase CABOT, José Tomás: 'Los médicos de la familia real en el reinado de Felipe II', en Felipe II y su época. Actas del Simposium. Tomo II, Instituto Escurialense de investigaciones históricas y artísticas. Madrid, 1998, p. 644; sobre la escasa distancia que separaba el acierto o equívoco del médico daba muestra, al referirse a la grave enfermedad de Felipe II en 1580, CABRERA DE CÓRDOBA, Luis: Historia de Felipe II. Rey de España. Salamanca, 1998, Tomo II, p. 946: 'De cuán poco errar o acertar pende la medicina, y della la vida de los príncipes, tan deseada y estimada para el bien general'; y sobre la opinión de los médicos en su papel en la muerte de la reina Margarita de Austria, en CABRERA DE CÓRDOBA, Luis: Relaciones de las cosas sucedidas en la Corte de España, desde 1599 hasta 1614. Madrid, 1857. Salamanca, 1997, p. 450: 'Algunos quisieron atribuir la culpa a no haberse acordado los médicos de curarle de mal de madre, que es muy ordinario achaque en las paridas y no haber estado allí la comadre más de dos días (..), la cual supiera conocer de este achaque mejor que los médicos'; o cómo los galenos regios no supieron considerar la gravedad del mal que llevó al rey Felipe III a la tumba, 'aunque los médicos le assegurauan, su enfermedad no prometía tal sucesso', como recogía el cronista GONZÁLEZ DÁVILA, Gil: Teatro de las grandezas de la villa de Madrid, Corte de los católicos reyes de España. Madrid, 1623. Edición Facsímil, Valladolid, 2003, p. 128. De forma categórica se expresaba sobre este parecer el presbítero y secretario del Cabildo de la catedral de Granada SÁNCHEZ DE ESPEJO, Andrés, en la relación de las honras que aquella ciudad celebró por la reina Isabel de Borbón, f. 6: '(..) los remedios que se aplican para deslumbrar a la muerte, son medios con que se abrevia la vida'. Y no escaparon de los dardos de Quevedo a los que atacaba en el soneto 'Médico que para un mal que no quita, receta muchos', cuya simple presencia era un anuncio de la muerte expresada satíricamente en versos como: 'La losa en sortijón pronosticada' y 'La mula en el zaguán, tumba enfrenada', ya que la mula y el sortijón eran los elementos que servían para identificar a los médicos, QUEVEDO, Francisco de: Poesía Lírica. Madrid, 1992, pp. 71 -72. Sobre la vida y muerte de las consortes regias se puede ver la monumental obra de FLÓREZ, Henrique: Memorias de las reynas católicas, Historia genealógica de la Casa Real de Castilla, y de León, Todos los Infantes: trages de las Reynas en Estampas: y nuevo aspecto de la Historia de España. Tomo II. Madrid, 1761. Obra incluida en GARCÍA GARCÍA, Bernardo José (comp.): Obras clásicas sobre los Austrias. Siglo XVII. Edición digital. 29 Con motivo del embarazo y parto de la reina Mariana de Austria, en el que daría a luz al futuro Carlos II, se llevaron a sus aposentos, amén de gran número de reliquias, rosarios y otros objetos sagrados, el báculo de Santo Domingo de Silos y la cinta de San Juan de Ortega, en DELEITO PIÑUELA, José: El rey se divierte. Madrid, 1988, p. 79. También la reina Margarita de Austria solicitó que fuese llevado a la cámara real el bastón del santo benedictino, Domingo, en los días previos al parto. Esta reliquia, que sirvió para soportarle en su vejez, era reverenciada desde la Edad Media por las mujeres deseosas de sucesión y en el difícil trance de traer nuevas criaturas al mundo, ya que se le atribuía la capacidad de facilitar la concepción y los alumbramientos, véase GARGANTILLA, Pedro: Enfermedades de los reyes de España. Los Austrias. De la locura de Juana a la impotencia de Carlos el Hechizad. Madrid, 2005, pp. 313 - 314. En la agonía de la reina María Luisa de Orleans en 1689 se llevó a su cámara el rosario que la Virgen María entregó a Santo Domingo de Guzmán, en VARELA, Javier: 'Reliquias y santos sanadores en la monarquía española (siglos XVI-XIX), en Homenaje a José Antonio Maravall (1911-1986). Valencia, 1988, pp. 325-334, p. 332. 30 Sólo se han localizado dos casos en Burgos en los que se intercediera ante la divinidad para lograr el restablecimiento de infantas, uno en 1617 con motivo de la enfermedad de la infanta Margarita Francisca, séptima hija de Felipe III y Margarita de Austria, nacida en Lerma, y que no era heredera directa, y por la infanta María Eugenia en 1627, tercera hija de Felipe IV e Isabel de Borbón, que sí era candidata a la sucesión por muerte de sus dos hermanas, Archivo Municipal de Burgos (abreviado A. M. B). Libro de Actas Municipales de 1627, 19 de julio, f. 136 v?: '(..) cómo escriben los caballeros procuradores de Cortes la yndispusiçión de la serenísima infanta, heredera única de estos reinos, pareció muy a propósito (f. 137) acudir a Dios Nuestro Señor con ruegos, oraciones, misas y sacrificios, para que fuese seruido de darle salud para bien de estos reinos...' 31 MELGOSA OTER, Óscar Raúl: Los burgaleses ante la enfermedad y la muerte de sus reyes rogativas y honras fúnebres reales en la ciudad de Burgos en los siglos XVI y XVII. Tesis Doctoral inédita. Burgos, 2005 32 A. M. B. Libro de Actas Municipales de 1644, 15 de octubre, f. 218 v?. Copia de la cédula real anunciadora de la muerte de la reina Isabel de Borbón: '(..) el desconsuelo de no haber podido asistirla y la pérdida que con su muerte se me ha seguido'. El dolor del rey en este caso era doble, por la pérdida, y por no hallarse junto a su esposa en el momento de la muerte. 33 Detalladas en este caso en la relación titulada: Honras de la Reyna doña Ysabel de Vorbón nuestra señora y todo lo que tocó a ello en Burgos, conservada en el Archivo Municipal de la ciudad. Está incluida en el Libro de Actas Municipales correspondiente al año 1644, con una extensión de 8 folios, los que van del 269 al 276 v?. La relación viene anunciada en el primer folio: 'Está a lo húltimo de este libro la Relaçión de las Honrras que esta ciudad hizo por la Reyna Doña Ysauel de Borbón nuestra señora en 6 y 7 de Diciembre de este año de 1644. Murió jueues 6 de octubre de dicho año'. Presenta otro título al margen, Relaçión de las Honrras que esta ciudad hizo por la Reyna nuestra señora Doña Ysauel de Borbón. Se detecta cierto contacto entre la autoría o al menos la supervisión de esta relación con el regidor y comisario en estas honras, don Juan de Cañas. Aparece citado en primera persona en dos ocasiones, como si estuviese redactando el documento o quisiese manifestar un deseo expreso de que su nombre quedase reflejado en el texto: '(..) y lo que yo Juan de Cañas les dijo es como abajo se dirá', 'Yo don Juan de Cañas, comisario, entregué en la ciudad todos los escudos de armas...', cuando lo lógico hubiera sido, que si el que escribía hubiese sido otro, se hubiera referido a él en tercera persona - el señor Juan de Cañas entregó- y cuando toda la relación se redactó de forma impersonal: 'se obró', 'se mandó', 'se ordenó', 'convidose', 'atajose', 'dispúsose', etc. Es más, cuando al inicio de la relación se citan los caballeros comisarios para las honras de la esposa del rey Felipe IV aparece mencionado el primero de los cuatro miembros del Regimiento nombrados para esta tarea y a lo largo de la relación se cita en cinco ocasiones, el nombre propio que más se repite. 34 A. M. B. Libro de Actas Municipales de 1665, 14 de noviembre, f. 368. 35 No se detallan en que consistían, pero sirvan como ejemplo los temas de los seis certámenes poéticos convocados por la Universidad de Zaragoza con motivo de las honras de la reina Margarita de Austria: 1? Lamentación de haberse perdido una reina tan joven, 2? Epitafio para la tumba, 3? Declaración del sentimiento por la pérdida de la reina en sus estados y el de la misma Universidad, 4? Celebración del amor del rey Felipe III y de la reina Margarita, 5? Consolación al rey viudo, a sus hijos y a los reinos y 6? Composición de jeroglíficos alusivos a la muerte de la reina, ALVAR, Elena: 'Exequias y certamen poético por Margarita de Austria', en Archivo de Filología Aragonesa, XXVI-XXVII, 1980, pp. 225-389, p. 232. 36 Aspectos a glosar en el certamen convocado para solemnizar las exequias del rey Felipe IV, A. M. B. Libro de Actas Municipales de 1665, 14 de noviembre, f. 368. 37 ALASTRUÉ CAMPO, Isabel: Alcalá de Henares y sus fiestas públicas. (1503 - 1675). Universidad de Alcalá de Henares. Madrid, 1990, pp. 85, 153, 156. 38 BARRIOCANAL, Yolanda: Exequias reales en la Galicia del Antiguo Régimen, poder ritual y arte efímero. Vigo, 1997, p. 125. 39 Sobre este autor existe abundante bibliografía: JULIÁ, Eduardo: 'Un manuscrito notable. El sacristán de Vieja Rúa, Poeta burgalés', en Tip. de Archivos, Madrid. 1929. HERGUETA Y MARTÍN, Domingo: 'El Sacristán de Viejarrúa', en Boletín de la Comisión Provincial de Monumentos Históricos y Artísticos de Burgos. Año 4, n?. 11, 1925, pp. 341 - 351. GARCÍA SAINZ DE BARANDA, Julián: 'Ascendencia y oriundez del Sacristán de Viejarrúa', en Boletín de la Comisión Provincial de Monumentos Históricos y Artísticos de Burgos. Año 7, n?. 22, 1928, pp. 272 - 274. GARCÍA RÁMILA Ismael: 'Del Burgos de antaño: nuevos e interesantes datos sobre la persona y la familia del Sacristán de Viejarrúa', en Boletín de la Comisión Provincial de Monumentos Históricos y Artísticos de Burgos. Año 26, n?. 98, pp. 279 - 296 y año 26, n?. 99, pp. 349 - 363. HERNÁNDEZ VICENTE, Esteban: Rimas del Sacristán de Viejarrúa. Calas entorno a la poesía de este poeta burgalés del siglo XVII. Burgos, 1995. 40 El espejo es una imagen muy utilizada en los jeroglíficos que se colocaban en los túmulos. En sus Empresas políticas, Saavedra Fajardo se refiere al príncipe como el 'espejo público (..) en quien se mira el mundo' y señala que ya el rey Alfonso X en sus Partidas a la hora de tratar sobre los reyes y sus acciones indicaba 'que son como el espejo en que los omes ven su semejanza de apostura', Empresa 33, p. 216. VARELA, J: La muerte del rey: el ceremonial funerario de la monarquía española: 1500-1885. Madrid, 1990, p. 111:'símbolo del conocimiento de sí y del verdadero destino del ser humano; espejo de su reino tenía que ser el soberano, terso y sin mácula, donde pudieran mirarse las costumbres de sus vasallos'. 41 Estos fenómenos astronómicos, cometas y eclipses, estaban considerados como portadores de malos presagios, anunciadores de alguna desgracia, especialmente de la muerte de los reyes. De esta forma lo expresaba el embajador del rey Luis XIII de Francia en la corte madrileña, el mariscal de Basompierre: 'Me parece que el cometa de que nos burlamos en San Germán no era para tomarlo a burla, pues ha puesto en tierra en dos meses un papa, un gran duque y un rey de España', Carta del mariscal de Bassompierre al duque de Luynes, Madrid, 31 de marzo de 1621, en GARCÍA MERCADAL, J: Viajes de extranjeros por España y Portugal. Junta de Castilla y León, 1999, Tomo III, p. 215. El romano pontífice era Paulo V, el gran duque de Florencia, Cosme II de Médicis y el rey de España Felipe III. Algo tomado a chacota por este embajador ante una concatenación semejante de defunciones de magnates y potentados europeos le hace replantearse el asunto. De la misma forma en la relación burgalesa de las honras de la reina Mariana de Austria se asocia su enfermedad y muerte con un eclipse lunar: '(..) murió la reina madre nuestra señora doña Mariana de Austria, de enfermedad de un zaratán y tabardillo, entre once y doce de la noche, a tiempo que hubo un gran eclipse de luna', A. M. B. Hi. 3.672. Relación de las honras de la reina Mariana de Austria. 42 CERVANTES, Miguel de: El ingenioso caballero don Quijote de la Mancha. RBA Editores. S. A. Barcelona, 1994, Libro II, capítulo 20, p. 777: 'No es segador que duerme las siestas; que a todas horas siega, y corta así la seca como la verde yerba'. Cervantes pone estas palabras en boca de Sancho Panza para referirse a la sempiterna esquelética muerte con su afilada guadaña, imagen difundida tanto en obras literarias como en obras escultóricas y pictóricas (por ejemplo el 'in ictu oculi' de Juan Valdés Leal en el Hospital de la Caridad de Sevilla, su personificación en las 'danzas de la muerte', o en el carro de los 'Triunfos de Petrarca'). Con el cortar tanto hierba verde como seca el autor redunda en las ideas que han quedado reflejadas en este tipo de poemas fúnebres, la de la fugacidad de la vida y la crueldad de la muerte, que no respeta edades, llevándose tanto a jóvenes como a mayores, al 'cordero como al carnero'. 43 El autor aplica a Felipe IV el mismo epíteto que empleó en un soneto para referirse a su padre, Felipe III, 'sol de España', a los que se añaden otros como 'Çésar', 'invençible Marte', -calificativo éste que fue empleado para elogiar al cardenal infante en otro de sus poemas compuesto para solemnizar las exequias del excelso hermano del rey-, o se refiere a él como el 'mayor monarca que el suelo humilde adora y reuerençia'. 44 ELLIOTT, J. H: El Conde - Duque de Olivares. Barcelona, 1998, p. 702. 45 ORSO, Steven N: 'Praising the Queen: The Decorations at the Royal Exequies for Isabella of Bourbon', en The Art Bulletin, LXXII, 1990, pp. 51-73. MONTANER LÓPEZ, Emilia: 'The last tribute to Isabella of Bourbon at Salamanca', en Journal of the Warburg and Courtauld Institutes, LX. Londres, 1997, pp.164-193. 46 MONTANER LÓPEZ, Emilia: 'The last tribute to Isabella of Bourbon at Salamanca'..art, cit, p. 184. 47 ALLO MANERO, Adelaida: Exequias de la Casa de Austria en España, Italia e Hispanoamérica. Zaragoza, 1993, p. 696. 48 VIFORCOS MARINAS, M?. Dolores: 'Fray Hernando de Valverde, O. S. A y las exequias de Felipe III en Lima', en Archivo Agustiniano (Valladolid), 78, 1994, pp. 249-278, p. 270. 49 LÓPEZ CANTOS, Ángel: Juegos, fiestas y diversiones en la América española. Madrid, 1992, p. 126. 50 CAMPO GUTIÉRREZ, Ana de et altri: Vidas de mujeres del Renacimiento. Barcelona, 2008. 51 ARTEAGA, Almudena de: Beatriz Galindo, la Latina. Maestra de reinas. Ed. Edaf, 2007. 52 MÁRQUEZ DE LA PLATA Y FERRÁNDIZ, Vicenta María: Mujeres renacentistas en la Corte de Isabel la Católica. Madrid, Ed. Castalia, 2005. 53 MARMOLEJO LÓPEZ, Isabel: Mujeres en la Historia de España (dir.) por MARTÍNEZ, Cándida et altri, Barcelona, 2000, p. 266 54 FERRER VALS, Teresa: Corte Virreinal, humanismo y cultura nobiliaria en la Valencia del siglo XVI, en E. Berenguer (coord.): Reino y ciudad. Valencia en su historia. Madrid, Fundación Caja Madrid, 2007, pp. 185-200. 55 HIDALGO OGÁYAR, Juana: Doña Mencía de Mendoza, Marquesa del Zenete, Condesa de Nassau y Duquesa de Calabria, ejemplo de mujer culta en el siglo XVI, en La Mujer en el arte español. Actas, Madrid, 1997, pp. 93-102. 56 Vid. el Capítulo: El papel de la mujer como promotoras artística. 57 Testamento de Doña María Manrique, Marquesa de Cañete. Dictado el 15 de mayo de 1568. Archivo de Protocolos de Madrid (APM), n? 273, f. 912-948. 58 VILELA GALLEGO, Pilar: Felipe IV y la condesa de Paredes: una colección epistolar del Rey en el Archivo General de Andalucía. Sevilla, consejería de Cultura, 2005. 59 SEBASTIÁN, Jorge: Espacios visuales del poder femenino en la Corte de los Austrias, en Historia de las Mujeres en España y América Latina. Vol. II: El Mundo Moderno. Isabel Morant (Dir.) Cátedra, 2? ed. Madrid, 2006, pp. 437-456. 60 SANDOVAL, Prudencio de: Crónica del Emperador Carlos V. 1604- 1606. 61 SEGURA GRAIÑO, Cristina: Las Mujeres y las guerras en las sociedades preindustriales, en NASH, Mary y TAVERA, Susanna (eds.): Las Mujeres y las guerras: el papel de las mujeres en las guerra de la Edad Antigua a la Contemporánea. Barcelona, Icaria, 2003. Actas del VIII Coloquio Internacional de la Asociación Española de Investigación Histórica de las Mujeres (AEIHM), celebrado en Barcelona en mayo de 2000, p. 147- 169. 62 MARTÍN CASARES, Aurelia: De pasivas a beligerantes: Las Mujeres en la guerra de las Alpujarras, en NASH, Mary y TAVERA, Susanna (eds.): Las Mujeres y las guerras: el papel de las mujeres en las guerra de la Edad Antigua a la Contemporánea. Barcelona, Icaria, 2003. Actas del VIII Coloquio Internacional de la Asociación Española de Investigación Histórica de las Mujeres (AEIHM), celebrado en Barcelona en mayo de 2000pp. 132- 146. 63 MARTÍN CASARES, Aurelia: De pasivas a beligerantes: Las Mujeres en la guerra de las Alpujarras, en NASH, Mary y TAVERA, Susanna (eds.): Las Mujeres y las guerras: el papel de las mujeres en las guerra de la Edad Antigua a la Contemporánea. Barcelona, Icaria, 2003. Actas del VIII Coloquio Internacional de la Asociación Española de Investigación Histórica de las Mujeres (AEIHM), celebrado en Barcelona en mayo de 2000pp. 132- 146. 64 SEGURA GRAIÑO, Cristina: art. cit., en NASH, Mary y TAVERA, Susanna (eds.): Las Mujeres y las guerras: el papel de las mujeres en las guerra de la Edad Antigua a la Contemporánea. Barcelona, Icaria, 2003. Actas del VIII Coloquio Internacional de la Asociación Española de Investigación Histórica de las Mujeres (AEIHM), celebrado en Barcelona en mayo de 2000, p. 159. 65 SEGURA GRAIÑO, Cristina: Las mujeres y el poder real en Castilla. Finales del siglo XV y principios del siglo XVI, en Las mujeres y el poder. Representaciones y prácticas de vida. Madrid, 2000, pp. 135-146. 66 BRANTÔME, Pierre de Bourdeille, Seigneur de (1614): Ouvres complètes. 11 vols. París, versión: Chez P. Jannet, Librairie, 1808. Tomo XII, pp. 394-95. 67 Parece que sus Memorias fueron escritas por Juan Bautista de Arteaga, uno de los personajes clave en la vida de la monja alférez, con el que se encontró el 14 de agosto de 1601. En estas Memorias es difícil distinguir la realidad de la ficción. 'La autobiografía de Catalina es un texto breve, que se lee rápido, con mucho ritmo, pero del que no se pueden extraer ni sus pensamientos ni los motivos que le impulsaron a llevar esa vida. No se sabe por qué Catalina decidió vivir como un hombre. El manuscrito se publicó por primera vez en París en 1829 y fue traducido a varios idiomas. Pronto surgieron también adaptaciones, como la de Thomas de Quincey, así como obras de teatro y películas. 68 HALE, J. R.: Guerra y sociedad en la Europa del Renacimiento, 1420-1620. Madrid, 1990. 69 Decreto del Señor General en Jefe de este Ejército, Don Francisco Javier Castaños. Cuartel General de Utrera a 27 de Junio de 1808. (Documentos referentes a la Guerra de la Independencia prestados por el archivo del duque de Pastrana al Depósito de la Guerra para la Sección de Historia, destinados a la redacción de la historia de dicha guerra.) Archivo Histórico Nacional, Diversos-Colecciones, 91, n. 41. Vid. http://pares.mcu.es/GuerraIndependencia/ImageServlet. consulta 3.XI.2009 70 SEGURA GRAIÑO, Cristina: Las mujeres en la Frontera, en Las I Jornadas de Estudios de Frontera. Alcalá la Real, pp. 633-643. 71 Según Hale, en Siena en las guerras del Imperio del siglo XVI, las mujeres de cualquier clase social, incluso nobles, estaban obligadas a dejar las tareas domésticas y a acudir a las murallas bajo pena de muerte. Vid. HALE, J. R.: Guerra y sociedad en la Europa del Renacimiento, 1420-1620. Madrid, 1990. 72 SAAVEDRA VÁZQUEZ, María del Carmen: Guerra, mujeres y movilidad social en la España Moderna: el ejemplo de María Pita, en Entre Nós. Estudios de Arte, Xeografía e Historiia en homenaxe ó profesor Xosé Manuel Pose Antelo. Universidad de Santiago de Compostela, 2001, pp339-357. 73 FARGE, A.: La amotinada en DUBY, G. y PERROT, M.: Historia de las mujeres en Occidente, Tomo III. Madrid, 1972, pp. 503-520. 74 SANTOS DE MARTÍ, María Victoria: Mujeres en el campo de batalla. Grandes heroínas de la historia de España. Madrid, Ciudadela, 2009. 75 SAAVEDRA VÁZQUEZ, María del Carmen: María Pita y la defensa de La Coruña en 1589. La Coruña, 1989. Vid. También DAVIÑA SAINZ, S.: Nuevos relatos sobre el cerco de 1589. La Coruña, 1997. 76 Memorial de Agustina de Aragón al Rey. Sevilla, el 12 de agosto de 1810. 77 Cartas de amor entre militares franceses y mujeres españolas. 1809 / 1810. AHN, Estado, Leg. 3100. 78 MÁRMOL CARVAJAL, Luis del: Historia del sic rebelión y castigo de los moriscos del Reino de Granada. Edición digital: Alicante: Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes, 2001, p. 97. Edición digital a partir de Biblioteca de Autores Españoles: historiadores de sucesos particulares, tomo I, Madrid, M. Rivadeneyra, 1852, pp. 123-365. Biblioteca General de la Universidad de Alicante. Sig.FL RS/284. 79 MÁRMOL CARVAJAL, Ibidem., p. 96. 80 AHN, Consejos, 17790, EXP.4, 9 de junio de 1808. 81 Benito Arias, Madrid, 24 de Marzo de 1808. Ocurrencias y encuentros entre los vecinos y los soldados franceses. AHN, Consejo, 11901, Exp. 14. 82 AHN, Consejos, 5512, Exp. 13. 83 DEFOE, Daniel: Memorias de guerra del Capitán George Carleton. Los españoles vistos por un oficial inglés durante la Guerra de Sucesión. Viajeros ingleses por España (Lletres Valencianes n?10 - Junio de 2003) 84 Real Orden sobre las concesión de pensiones a la mujer e hijos de Pablo Lucas Mayol, soldado del Regimiento de Voluntarios de Palma, a la mujer de Juan Stein, soldado del Regimiento Suizo de Reding y a algunos paisanos que sirvieron como guías a las tropas del Ejército de Cataluña. AHN, Diversos-Colecciones, 140, n. 8. Del 8-01 al 27-01-1809. 85 AGUILAR, Isa, CAMACHO, Natalia, HUERTAS, Eduardo: 'Dos visiones de un conflicto: los Desastres de la guerra de Francisco de Goya y otras estampas de la Guerra de la Independencia', Estampas de la Guerra de la Independencia, Madrid, Calcografía Nacional. Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, Madrid, 1996, págs. 45-47. 86 ROJAS, Rafael, 'Una maldición silenciada. El panfleto político en el México independiente', Historia Mexicana, núm. 1, vol. XLVII, México, El Colegio de México, 1997, págs. 35-67. 87 Vid. BUENO JIMÉNEZ, Alfredo: Gráfica en la Guerra de la Independencia española. Vertientes propias y paralelos con la iconografía de la Emancipación Americana. En La Guerra de la Independencia en el Mosaico Peninsular. Burgos, 2009. (en prensa) Gráfico
contexto
<p>(1) Cuando comenzó la Operación Barbarroja, el 22 de junio de 1941, Alemania lanzó al combate 154 divisiones (3.300.000 hombres en conjunto). En abril de 1942 disponía de 184 divisiones, pero estaban ligeramente por debajo de sus efectivos reglamentarios, de modo que el número de combatientes alemanes era poco mayor que el del año anterior. La contribución de los aliados de Berlín era superior en este segundo año, 52 divisiones, o sus equivalentes en 1941 y 65 divisiones en 1942. </p><p>(2) En conjunto, la dotación de armas automáticas de la infantería soviética puede considerarse al mismo nivel o, quizá, un poco inferior al de los alemanes. La artillería soviética se mostró tan buena como la alemana, aunque fue muy superior en número. Las fuerzas blindadas soviéticas contaron con un modelo de carro de gran calidad T-34 superior a los Mark III y a los Mark IV alemanes durante 1941; las mejoras introducidas en los tanques alemanes anularon las ventajas del T-34 equilibrando las calidades en 1942. La aviación alemana, aunque inferior en número a la soviética, era tecnológicamente más avanzada y estaba mucho mejor adiestrada para colaborar estrechamente con las fuerzas de tierra. Dominó los cielos soviéticos hasta diciembre de 1942. El equipo de verano de la infantería alemana puede estimarse como ligeramente mejor que el soviético (sobre todo su calzado), pero el equipo de invierno del ejército soviético era excelente, mientras que el alemán no estaba pensado para temperaturas de hasta 40° bajo cero; añádase a esto que, tanto en 1941 como en 1942, la imprevisión de Berlín juzgó que habría terminado sus campañas antes de la llegada del invierno y sus ejércitos fueron sorprendidos con equipo de verano por el tremendo invierno soviético. </p><p>(3) Los aliados alemanes contribuyeron a la campaña de 1942 con 65 divisiones: Finlandia, 18 en el frente norte, Rumania, 25, Italia, 10, Hungría, 10, además de la española División Azul y la Legión croata. El valor que el Estado Mayor alemán daba a estas divisiones era tres por dos alemanas, a causa de su inferior adiestramiento, equipo o mando. Al comenzar la ofensiva de 1942, en el frente sur había 26 divisiones de los aliados de Berlín; en julio eran 36 y cuando comenzó la ofensiva soviética del 19 de noviembre de 1942 ya eran 46 que, total o parcialmente, fueron destrozadas. </p><p>(4) El mariscal List, que mandaba el grupo de ejércitos "A", fue destruido el 10 de septiembre ante la lentitud del avance de sus ejércitos. Hitler no designó sucesor y pretendió dirigir él mismo las operaciones desde la retaguardia, dificultando mucho la coordinación del I Ejército blindado y del XVII Ejército, que componían el grupo "A". </p><p>(5) Tan fácil vio Hitler la ocupación del Cáucaso que no integró al XI Ejército (Manstein) en los ejércitos "A", tal como había prometido. De esta forma, los alemanes intentaron esta conquista con un total de 20 divisiones (15 alemanas) y sus desgastadas tropas acorazadas no sumaban más de 300 tanques operativos en septiembre. </p><p>(6) Mientras las tropas soviéticas eran empujadas por las alemanas hacia el interior del Cáucaso, las autoridades políticas movilizaron a 150.000 civiles, que en dos meses de trabajo hablan construido unos 100.000 puestos defensivos, más de 800 kilómetros de obstáculos contra la infantería y más de 1.500 kilómetros de trincheras. </p><p>(7) El grupo de ejércitos de Stalingrado, al mando del general Leremenko, agrupaba a los ejércitos que defendían la ciudad (62° y 64°), más los ejércitos 57 ° y 51 °, dos cuerpos motorizados y un cuerpo de caballería. </p><p>(8) El 19 de noviembre, el VI Ejército de Von Paulus disponía de más de 200.000 hombres, unos 150 tanques, cerca de 5.000 piezas de artillería y los aeródromos militares del grupo de Ejercitos "B" parecían esencialmente dispuestos a atacar la ciudad. Por otro lado, el IV Ejército blindado, general Hoth, retirado de Kotelnikovo para su reorganización, disponía de unos 300 tanques y se hallaba a más de 100 kilómetros de las zonas atacadas. Por tanto, las fuerzas acorazadas soviéticas no tuvieron enfrente durante los primeros días de lucha ni 200 carros de combate alemanes. La ofensiva de Vatutin y Rokossovsky contra el III Ejército rumano puso en acción más de 500 tanques, que sólo fueron obstaculizados en un primer momento por 84 blindados alemanes. </p><p>(9) La cifra de los emboscados en Stalingrado es muy controvertida. Al VI Ejército de Von Paulus se le unieron en la retirada o desbandada restos de otras unidades alemanas, rumanas y croatas y abundante personal administrativo. Su número será imposible de precisar: la mayoría de tales unidades ya nunca fueron encuadradas. Basándose en el número de raciones demandadas se ha hablado de 330.000, pero debe considerarse que el duro racionamiento obligaba a hacer trampas y aumentar ficticiamente los efectivos; otros autores disminuyen la cifra a 280.000 o, incluso, a 250.000 basándose en unidades encuadradas, pero ya se ha dicho que muchos nunca lo fueron y vivieron y murieron en la bolsa del pillaje, la caridad de los aldeanos rusos que vivían en la zona o la lástima de las unidades combatientes. </p><p>(l0) En ese acarreo de suministros se hundió, además, la Luftwaffe. Todos los medios de transporte se dirigieron hacia Stalingrado y, al ser insuficientes, muchos bombarderos fueron dedicados a este menester. Ellos fueron la presa codiciada de los cazas soviéticos (que los derribó como moscas en los momentos de aterrizaje o despegue) y de la artillería soviética, que cubría con su fuego las pistas de aterrizaje y disparaba a mansalva cada vez que se posaba un aparato. Al parecer, este suministro costó a Hitler 500 aviones. Hasta entonces sus fuerzas aéreas habían dominado el aire, poco después se hallarían en inferioridad. </p><p>(11) Las fuerzas soviéticas hablan de 600 carros, pero esa cifra era el total de los efectivos blindados de Manstein en 800 kilómetros de frente. </p><p>(12) Segunda fase de la ofensiva soviética. Vatutin embistió al VIII Ejército italiano, unos 220.000 hombres con pésimo equipo, tanto de ropa como de armas (artillería anticarro que no hacía daño a las corazas de los carros soviéticos, artillería de montaña de la Primera Guerra Mundial, y tres docenas de carros "L" -latas de sardinas-, vulnerables incluso para las ametralladoras pesadas), cubrían un frente de más de 200 kilómetros. Dos cuerpos blindados soviéticos dislocaron el frente italiano, que fue cercado o empujado a una retirada enloquecida. La mitad de sus efectivos fueron muertos, apresados o perecieron en una trágica retirada de más de 100 kilómetros a pie sobre la estepa helada. </p><p>(13) Algunos autores calculan que entre el 23 de noviembre y el 10 de enero habían muerto 140.000 alemanes dentro de la bolsa. De hecho, la intendencia general del VI Ejército calculaba el 10 de enero que necesitaba raciones para 195.000 hombres, que son 105.000 menos que las solicitadas cuarenta días antes. </p><p>(14) Los trineos rusos cruzaban el Volga helado con municiones y comida caliente para sus cabezas de puente y lo hacían incluso a la luz del día. Desde sus posiciones en el río, los alemanes les permitían libremente la circulación, pues sus municiones sólo deberían emplearse para repeler los ataques. Sin embargo, las tropas soviéticas capturaron varios miles de toneladas de munición, olvidada en aquel caos o imposible de transportar hasta el frente por falta de combustible para los vehículos. </p><p>(15) Unos 50.000 murieron en las seis primeras semanas de cautiverio a causa de su marcha a pie hacia el campo de Bektoffka (64 kilómetros al sur de Stalingrado), del hambre o de una epidemia. Este dato ha sido esgrimido contra la URSS, pero, aparte del odio soviético contra los alemanes, debe tenerse en cuenta que los rusos estaban en plena ofensiva hacia el oeste y que, por tanto, todos sus medios de transporte estaban superempleados, que el propio ejército ruso pasaba hambre, pese a la frugalidad de sus soldados y que la mayoría de los prisioneros estaban sumamente débiles en el momento de la rendición. </p><p>(16) Los autores no se ponen de acuerdo en estas cifras dado el caos reinante aquellos días en el bando alemán y el que luego se produjo en !os archivos de algunos implicados (Rumania y Hungría). Miles de hombres murieron o desaparecieron sin que quedase constancia en lugar alguno. Miles de cadáveres se pudrían sobre los campos de batalla al llegar la primavera de 1943 y fueron enterrados por los campesinos soviéticos, etcétera. Ciñéndose a Stalingrado y su frente podría estimarse: - Ataque alemán que concluye con el cerco de la ciudad y luchas en ésta durante los meses de agosto, septiembre y octubre. Bajas alemanas, 210.000 hombres (90.000 muertos); bajas soviéticas, 250.000 (140.000 muertos) - Ataques soviéticos de noviembre-diciembre de 1942 y contraataques de Manstein. Bajas alemanas, 60.000 (20.000 muertos); aliados alemanes, bajas 400.000 (100.000 muertos); bajas soviéticas, 140.000 (60.000 muertos). - Bolsa de Stalingrado (23 de noviembre de 1942-3 de febrero de 1943). Bajas alemanas y aliadas: 300.000 (150.000 muertos); bajas soviéticas: 100.000 (40.000 muertos). El total resulta aterrador: 1.470.000 hombres murieron, desaparecieron, fueron heridos o quedaron prisioneros. De ellos, unos 600.000 perdieron la vida. Los autores manejan cifras dispares, que difieren de éstas en más-menos 200.000 para las bajas y en más-menos 100.000 para los muertos. Incluso hay quien, contabilizando las bajas producidas entre la población civil, eleva las bajas a casi dos millones de personas e, incluyendo a los prisioneros muertos en los campos de concentración, habla de que un millón de seres perdieron la vida.</p>
contexto
(1) Por vez primera en toda la guerra, los ejércitos soviéticos comenzaron a tener apreciables medios de transporte de todo tipo. En esta ofensiva contarán con más de 50.000 camiones -en buena parte de construcción norteamericana-, con un número no determinado de transportes blindados de personal, con más de 3.000 cañones autopropulsados y con unos 9.000 tanques. En suma, puede considerarse que las fuerzas mecanizadas soviéticas podían tener unos 20.000 blindados de todo tipo y medios de transporte para más de millón y medio de hombres; con estos datos se puede explicar lo que se le vino encima a Hitler y la velocidad del avance soviético. (2) La división alemana al completo de efectivos estaba entre 18.000-20.000 hombres. Estas divisiones, por término medio, se hallaban a 2/3 de sus efectivos en el momento de la ofensiva soviética, No es muy fácil precisar con fiabilidad absoluta el número de divisiones que tenía Alemania en el frente del Este el 22 de junio de 1944, pues los diferentes grupos de Ejércitos debieron ceder unidades ante la invasión aliada de Francia y se produjeron trasvases entre ellos, y de retaguardia acudieron rápidamente tropas de refresco a taponar los huecos que se produjeron entre junio y julio... (3) Cuando en Berlín calculan sus bajas, al hablar de la pérdida de una división hablan de unas 13.000 bajas -muertos, heridos, prisioneros-. Para elaborar este cálculo nos hemos llevado por esa indicación. Es posible, que la cifra pueda elevarse un poco más, quizás hasta los 2,5 ó 2,6 millones de hombres, calculando las tropas no regulares estonias, letonas y lituanas. De esta cifra hay que calcular que más de medio millón eran extranjeros, rumanos y húngaros sobre todo, pero también ucranianos, letones, lituanos y un sinfín de voluntarios europeos, desde franceses, italianos, belgas, holandeses, noruegos,... En estas cifras no se incluyen las tropas finlandesas. (4) Una división panzer contaba al completo de sus efectivos con 160 carros medios y pesados, más un número menos concreto por lo fluctuante durante toda la guerra- de vehículos ligeros de exploración, transportes blindados de personal, cañones de asalto, cazacarros, cañones autopropulsados, etc. En el mejor de los casos, las divisiones alemanas blindadas estaban, como la infantería, a los dos tercios de su potencial, por lo que, a lo sumo, contarían en junio de 1944 con 3.500 o 4.000 vehículos. Peor era, sin embargo, la situación en el aire, donde los alemanes no podían hacer volar ni 4.000 aparatos. El dominio soviético en este aspecto será abrumador y pulverizarán a divisiones blindadas alemanas enteras antes de que consiguieran llegar a sus lugares de combate. (5) Efectivamente, Govorov había tenido un fuerte desgaste en su fulgurante galopada, estaba lejos de sus bases de partida y la resistencia en la zona occidental del frente se había incrementado con los refuerzos llegados de Carelia. Por otro lado, no podía recibir refuerzos, pues Moscú concentraba el grueso de su poder en otro punto. (6) Finlandia había solicitado 6 divisiones, artillería antitanque, antiaéreos, carros y aviones... Recibió una división, una brigada de cañones de asalto, con 60 máquinas, algunos anticarros y antiaéreos. (7) Aunque parezca increíble, así fue al comienzo. El 22 de junio la VI flota aérea (von Greim) pudo poner en el aire tan sólo 24 cazas y menos de 100 bombarderos de todo tipo; más grave aún: estaba escasísimo de combustible. (8) Las ciudades fortaleza fue una de las más disparatadas genialidades de Hitler, que obligando a defender esos puntos condenaba unidades importantes al aniquilamiento y abría enormes boquetes en su frente -los espacios que dejaban de cubrir tales unidades encerradas en las ciudades-. Y no conseguía nada en absoluto. Lo que tenían de sobra los soviéticos eran unidades de infantería con poco equipo móvil y escasa preparación, muy aptas para estos asedios, en los que se curtían los soldados y cobraban gran moral, pues su victoria, aunque fuese por hambre y agotamiento de los defensores, era segura. Efectivamente, en las ciudades en que se ensayó ese sistema durante la última semana de junio de 1944 la resistencia no duró más allá de 6 ó 7 días: los defensores combatían en una tremenda inferioridad numérica, material y moral, conocedores de que el frente se hallaba ya a más de 100 o 200 kilómetros y que, por tanto, su sacrificio era completamente inútil. (9) En la retaguardia del Grupo de Ejércitos Centro se calcula que operaban un cuarto de millón de guerrilleros: eran rusos blancos, ucranianos, polacos, judíos y hasta checoslovacos. No sólo causaron grandes trastornos en la retaguardia alemana en vísperas de este ataque, sino que destrozaron a centenares de pequeños grupos de combatientes que se retiraban hacia el Oeste tras la serie de derrotas de junio julio de 1944. (10) Heinrici realmente no mandaba el IV Ejército alemán durante su aplastamiento entre Orsha y Mogilev, pues se hallaba de baja y le sustituía Tippelkirch, que fue confirmado más tarde como jefe de unos pocos restos de aquel naufragio. (11) El general Lindemann, jefe del Grupo de Ejércitos norte, acudió a Hitler cuando el hundimiento del Centro alemán era un hecho para pedirle que retirara a sus ejércitos de la Posición Pantera y los situara tras el Dvina, ya que su flanco derecho estaba al descubierto por la desaparición casi absoluta del III Ejército Panzer. Era razonable lo que pedía el general y más después de haber tenido que ceder la cuarta parte de sus efectivos al grupo Centro para remendar sus agujeros, pero Hitler no cedió, atrincherándose tras una razón política y otra militar: si abandonaban, los finlandeses llegarían inmediatamente a una paz separada con Moscú y, por otro lado, según recalcaba Dönitz, si se abandonaba el Golfo de Finlandia, la marina soviética entraría en operatividad impidiendo el adiestramiento de los submarinos en el Báltico. Ambas eran razones importantes, sin duda, pero preferibles: si se hundía el Grupo de Ejércitos Norte, como inevitablemente debería suceder en aquella situación, se producirían los temores de Hitler y de Dönitz, y se perdería buena parte de un ejército y de sus armas. Hitler destituyó a Lindemann y nombró como jefe a Friessner. (12) La lluvia de reveses fue terrible para los alemanes en julio. El 13 perdían Vilna, el 14 Minsk, el 16 Grodno, el 23 Lublin, el 27 Bialystok, el 28 Brest Litovsk, el 31 llegaban los soviéticos a los arrabales de Varsovia... (13) Aunque está claro que Speer fantaseaba un poco y que jamás se lograron esas cifras de producción, no es menos verdad que en esos meses las fábricas del III Reich funcionaron con asombrosa eficacia, produciendo las cifras más altas de armas de toda la guerra y los productos tecnológicamente más avanzados, aunque su calidad se resintiera por falta de materias primas y falta de control en las fábricas. (14) Allí llegaron, en su habitual misión de apagafuegos las divisiones panzer Herman Göering, la Totenkopf y la Wiking -estas dos últimas de las SS- y la Grossdeutschland, una de las mejores unidades acorazadas que tuvo Alemania. (15) La misma jerga, la misma parafernalia fascista: Duce, Führer, Caudillo, Conducator... (16) El boletín informativo emitido por Moscú decía: "Jassy, capital de Moldavia, está en poder de las tropas del Segundo Frente de Ucrania. El enemigo ha sufrido terribles pérdidas 25.000 muertos; 12.655 prisioneros; 187 tanques y 926 cañones destruidos o capturados..." (17) A la misteriosa muerte del rey Boris de Bulgaria le sucedió un consejo de regencia durante la minoría de edad del rey Simeón II. Bulgaria había suscrito el Pacto Anticomintern en noviembre de 1941 y en diciembre declaró la guerra a Estados Unidos y a Gran Bretaña, pero no a la URSS. (18) Löhr contaba con cuatro cuerpos de ejército, prácticamente al completo, esto es, unos 300.000 hombres, a los que hay que añadir 150.000 más pertenecientes a la aviación, la marina y la defensa antiaérea. (19) La retirada fue hecha en condiciones dificilísimas, con algunos aviones y unos pocos buque lentos e indefensos, que hubieran sido hundidos por los británicos de no haber mediado un acuerdo. Speer cuenta en sus memorias que, a cambio, los alemanes se comprometieron a defender Salónica de los soviéticos hasta que hubieran llegado allí los británicos. Cuando terminó la operación que había sido propuesta por Jodl, Hitler comento: "Es la última vez que nos prestamos a una cosa así". (20) En el Báltico mostraron su utilidad -recuérdese que Hitler quiso desmantelarlos a comienzos de 1943- los grandes buques alemanes, operando contra las costas dominadas por !os soviéticos, avituallando a las tropas embolsadas, protegiendo su retirada, etc. En esas labores participaron el crucero Prinz Eugen y los acorazados de bolsillo Sheer y Lützov, así como una docena de destructores y lanchas rápidas.