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Personaje Pintor
Este extremeño fue apodado por sus coetáneos "el Divino". Los motivos fueron su dedicación casi mítica a los temas devocionales así como la ejecución extraordinaria de sus pinturas. Solía trabajar el óleo sobre madera y sobre cobre, y terminó por especializarse en detalles concretos de la religión, como el Cristo coronado de Espinas, la Piedad, la Virgen con el Niño, etc., visiones que excitaban la devoción del fiel. La leyenda de Morales fue creada en vida, y le achacaba cualidades de místico, que era lo que dotaba a sus imágenes de esa cuasi "divinidad" que las hacía tan comerciales. Sus clientes eran fieles a la producción de Morales, y los encargos le llegaban de todos los rincones de España. Su estilo amanerado y personal se debió a haberse formado lejos de los principales núcleos artísticos, como Madrid, Sevilla o Valencia. Con su particular forma de representación es sencillo identificar su obra: una característica fija es la piel blanca azulada de sus personajes o los dedos extremadamente delgados, con nudillos salientes, como si fueran tallos de cañas secas.
contexto
Uno de los proyectos más ambiciosos y extensos de toda la prosa catalana medieval es el realizado por el franciscano Francesc Eiximenis, que nació en Gerona en 1327 y murió en Perpiñán en 1409, siendo obispo de Elna y patriarca de Jerusalén. Eiximenis se propuso redactar una gran summa que agrupara todo el conocimiento de su época con una finalidad de adoctrinamiento: Lo Crestiá (El Cristiano), planificado en trece libros de los que sólo concluyó cuatro. Como escribía con la intención de llegar a personas simples y legas y sin grandes letras aunque interesadas en obtener refuerzo moral y mayor solidez teológica, Eiximenis procura ser siempre ameno, con lo que sus disquisiciones se llenan de anécdotas, cuentos, detalles de la vida cotidiana, expuestos siempre en forma colorida y vivaz, y con un peculiar sentido del humor. Eiximenis pasó la mayor parte de su vida en Valencia, desde donde se mantuvo en estrecho contacto con la casa real, y donde se interesó activamente por la política de la ciudad. Para los jurados de Valencia redactó el Regiment de la cosa pública (1383). Sus ideas, de clara filiación escolástica, delatan una mentalidad burguesa y conservadora, que no impide manifestar un rechazo contundente de la tiranía, no condenando, con la callada por respuesta, la eliminación del tirano si éste se resiste a la voluntad contraria de sus súbditos. Entre sus restantes libros destacan un tratado de angeología, el Libre dels ángels (1392) y Lo libre de les dones que, en líneas generales es moderadamente favorable a la condición femenina. Eiximenis fue un predicador famoso y solicitado - consagró un libro a este arte- que halló un serio competidor en el dominico san Vicente Ferrer (Valencia, 1350-Vannes, 1419). Era el santo persona convencida de la proximidad del fin del mundo y de la presencia -que llega a calibrar- del Anticristo sobre la tierra. Por tanto, toda su predicación se inclina hacia la purgación penitencial, y en sus sermones, que llegaban a durar más de seis horas, dominaba a menudo el tono apocalíptico. En sus giras de predicación iba acompañado por una multitud de más de trescientos penitentes, que recorrían las calles de los pueblos flagelándose, rezando y cantando, inclinando a la población a la piedad y al arrepentimiento. Su capacidad de convocatoria era extraordinaria y su poder de seducción debió ser enorme pues, a lo que parece, era entendido por franceses, occitanos e italianos hablando siempre su lengua materna, y también, y eso ya tiene más mérito, por flamencos y bretones. A no ser, claro es, que consideremos el efecto ambiental impactante de su compañía. Conservamos sus sermones porque unos reporteros transcribían estenográficamente sus palabras. Ferrer, un buen orador, utiliza un lenguaje, y hemos de suponer que una gestualidad que se intuye, en función del público al que se dirige. Siguiendo un esquema canónico -tema, introducción, división-, Ferrer lo adorna con un lenguaje a menudo coloquial, sencillo, muchas veces pintoresco, que no teme recurrir a la imitación, al canto o a la onomatopeya: "a san Vicente en la parrilla, lo giraban a un lado y a otro, y al girarlo, la carne, chii, chii, y caía la grasa al romperse la piel".
Personaje Literato Político
Inicia su carrera como diplomático en tiempos de Franco y continúa con González realizando labores diplomáticas. Durante el gobierno del PSOE desempeñó el cargo de ministro de Asuntos Exteriores y luego fue nombrado embajador de la ONU. Más tarde fue candidato a la Alcaldía de Madrid. Es autor de ensayos de política, literatura y sociedad. Su producción literaria se complementa con las siguientes novelas: "También se muere el mar" o "El Profeta". Ha escrito el libro de cuentos "Joe Jiménez, promotor de ideas" y ha publicado ensayos como "La destrucción del lenguaje", "España en su sitio" o "Bloc de notas: análisis, esperanzas y nostalgias". De su etapa como político dejó testimonio en sus cuentos "El día en que....".
Personaje Literato Político
Estudió Derecho y Ciencias Políticas, y trabajó como diplomático. En 1914 fue destinado a Londres, y después a Roma. De nuevo en París estuvo en contacto con los ambientes intelectuales, donde entró en contacto con Marcel Proust, Cocteau y Milhaud y comenzó su carrera literaria. De entre sus obras, todas ella con una gran carga irónica, destacan: París -Tombouctou (1928), La loca enamorada (1954) y Noticias sobre una vida (1965). En 1968 fue elegido miembro de la Academia francesa.
Personaje Pintor
En la primera década del siglo XX, Morandi se encuentra estudiando en la Accademia di Belle Arti de su ciudad natal. Se incorpora al movimiento futurista, del que se aleja para introducirse en la pintura metafísica (1918-1920) y más tarde, junto a los miembros Valori Plastici. No obstante, su obra también se encamina hacia otras corrientes pictóricas como las obras de Cézanne -Naturaleza muerta (1914) o Las bañistas (1915)- J. Vermeer, J. B Chardin, J. B. Corot, cuyos rasgos estaban más cercanos a los valores tonales de éstos últimos. Este proceso lo podemos observar ya desde el año 1913 en los paisajes de Grizanna. Igual que Carrà y otros metafísicos, sintió una profunda predilección por la cultura del Trecento y Quattrocento, sobre todo por pintores como Giotto. De este periodo destacan las composiciones de naturalezas muertas como Bodegón (1916), Naturaleza muerta (1918), Naturaleza metafísica (1919) o Naturaleza muerta con mesa redonda (1920) donde el esquematismo geométrico y un especial tratamiento de la luz, que tiende a ser fría con una gama de blancos, amarillos, ocres, grises, rosas o violetas son los principales elementos. Si la metafísica consigue que Morandi ocupe un lugar destacado en el arte italiano, los años treinta representan el reconocimiento y la proyección artística de su obra. Es la época de las conocidas formas figurativas de botellas, jarras, fruteros, floreros, candiles, etc. Estos protagonistas están dotados de un color sobrio y pastoso que, poco a poco y en años posteriores, se va oscureciendo. Otras de las facetas de Giorgio Morandi fue el grabado, que cultivó desde 1912 y hasta 1961. Son, sobre todo, las líneas rectas y los cambios de claroscuro los que dominan en estas obras. Composiciones como La cuesta de la mañana (1927), La calle blanca (1933) o Gran naturaleza muerta oscura (1934) son las más conocidas del artista.
fuente
Este caza monoplano fue el más innovador de Francia en su tiempo. Tenía ala baja cantilever, patín de cola retráctil, como tren de aterrizaje principal y carlinga cerrada. A pesar de su modernidad, cuando estalló la Segunda Guerra Mundial sus prestaciones no llegaban a la altura de los cazas de la Luftwaffe. Esta idea surge en 1934, cuyo proyecto inicial se materializó en el modelo MS.405, que realizó su primer vuelo en 1935. Este modelo se mejoró con 15 cazas MS.405C.1. En 1938 se fabricó un tercer prototipo: MS.406.C1, del que se realizaron 1.000 unidades. Del MS.406 salieron a la luz 1.077 aparatos, realizados en dos líneas de montaje. Esta producción se repartió entre Suiza y Turquía. Algunos de ellos tras ser capturados por los alemanes acabaron en manos de Croacia y Finlandia.
Personaje Escultor
Fue pensionado a Roma y allí desempeñó el papel de corresponsal de la Academia de San Fernando. Autor fecundo, destacando su grupo de La Fe, la Esperanza y la Caridad (Museo del Prado), así como la Esfinge que decora la entrada del Museo Arqueológico.
lugar
Tras abandonar Terradillo de los Templarios, el concheiro llegaba a Moratinos. Por esta villa palentina atravesaba la calle Real, también conocida como Calzada Francesa. Desde aquí el siguiente punto de esta etapa del Camino es San Nicolás del Real Camino.
Personaje Pintor
Pasa su juventud en Roma, donde se relaciona con los círculos artísticos, encabezados por Barocci y Federico Zuccari. Cuando vuelve a su provincia natal, la Lombardía, consigue numerosos encargos. Trabaja en la decoración de varias iglesias de la zona y especialmente en Varesse. Con el paso del tiempo el sentimentalismo y el patetismo se impone en su obra, al tiempo que experimenta un progresivo abandono del manierismo que definía su juventud. Carlo Borromeo ejercería gran influencia sobre su estilo.