Hija, del conde de Tascher de la Pagerie, capitán de la marina real, nació en 1761. Contrajo matrimonio con el vizconde de Beauharnais a los quince años, fruto de cuya unión nacieron Eugenio y Hortensia. Condenado a muerte su esposo en 1794, fue encarcelada, pudiendo salir de prisión gracias a Tallien y al director Barrás. Una casualidad quiso que conociera al que será su segundo marido, pues al reclamar su hijo Eugenio la espada de su padre al alcalde de París, Napoleón, comenzó la relación entre ambos. El matrimonio se celebró en 1796, logrando Josefina con su influencia que Napoleón fuera nombrado comandante de los ejércitos en Italia. En 1804 fue coronada emperatriz, participando a partir de entonces en muchos actos benéficos. La carencia de hijos en común determinó a Napoleón, inducido por Talleyrand, a divorciarse en 1809. Josefina se retiró a Malmaison, donde falleció en 1814.
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Personaje
Literato
Flavio Josefo fue sacerdote de la secta farisea, rebelándose contra Vespasiano en uno de los habituales motines que estallaban en Judea. El emperador romano le protegió desde el momento que Flavio Josefo se entregó. El siguiente paso de romanización dado por Flavio será la conversión a ciudadano romano, dedicándose desde ese momento a escribir de manera extensa sobre la vida y la cultura judaicas. "Guerras de los judíos" y "Antigüedades de los judíos" son obras imprescindibles para conocer la historia judía y por extensión, la romana.
obra
Ingres tenía 24 años cuando realizó este retrato a su padre, el también pintor Joseph Ingres. Ese año, el joven pintor se había autorretratado en un arrogante cuadro lleno de fuerza y belleza. El retrato de su padre es un homenaje al hombre que le introdujo en la pintura y la música, sus dos grandes pasiones a lo largo de su vida. El lienzo es una obra juvenil, más insegura en el dibujo que sus últimos retratos, lo cual favorece al retratado, pues le da cierta espontaneidad. El hombre está tomado de medio busto, vestido de oscuro sobre fondo negro, lo que hace que destaque poderosamente la cabeza, enmarcada por el blanquísimo cuello de la camisa. Este tipo de retratos concentrados en el rostro del modelo arrancan del Barroco y tendrán mucho éxito en el Romanticismo. Representan una vía de la cual Ingres se apartó rápidamente para dedicarse a un tipo de retrato más oficial y elegante.
obra
El compositor, pianista y profesor de piano Joseph Pembauer (1848-1923) era uno de los miembros más importantes de la "Sociedad Pembauer" cuyos miembros se reunían todos los jueves en la cervecería Löwenbräu. Para la decoración de esta sala pintó Klimt el retrato que contemplamos, enmarcado en un sensacional marco de madera pintada que posiblemente fue diseñado también por el propio Klimt. En ese marco se incluyen elementos antiguos como un tañedor de lira sobre una columna de orden jónico, así como un símbolo del oráculo de Delfos, convirtiéndose el marco en una parte importante del cuadro, manifestando el apego al historicismo clasicista imperante en la época gracias a Makart.Para la realización de esta obra Klimt se basó en fotografías, dotando de un significativo realismo a la figura del pianista, representado de medio cuerpo, con la cabeza girada hacia la izquierda, creando un contraposto que recuerda a las obras de Tiziano, de quien Klimt copió el retrato de Isabella d´Este. Tras el pianista observamos una lira realizada en tonos dorados, al igual que el año de la ejecución: 1890. El resultado es un retrato de una calidad difícilmente superable en el que Klimt no sólo se interesa por la captación fidedigna de los rasgos del personaje sino que nos presenta la personalidad de su modelo a la manera de los grandes retratistas clásicos.