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Cuando Goya retrató a don José de Vargas Ponce acababa de ser nombrado director de la Real Academia de la Historia. Existe numerosa documentación alrededor de este encargo, conociendo el precio que se pagó al pintor: 2.000 reales, eliminándose las manos para no incrementarse en exceso el gasto. Así el modelo aparece sentado en una silla, vistiendo el uniforme de gala de la Marina - no en balde don José era marino además de historiador de la Marina, crítico de arte o diputado liberal en dos ocasiones - ocultando una de las manos en el chaleco y la otra tras la espalda. Una vez más los detalles pasan desapercibidos ante la expresividad del rostro, centro de atención para el artista como bien demuestra en su galería de retratos. La personalidad del modelo no pasa desapercibida para el genio de Goya, mostrándonos a un personaje inteligente, cultivado e ilusionado por su reciente nombramiento. La gama cromática armónica empleada sirve para resaltar elegancia del personaje.
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Nos encontramos ante el primer retrato documentado pintado por Fortuny, cuando tenía 22 años. El protagonista es un joven de la misma edad, sentado en una silla, vistiendo su mejor traje y portando un bastón en la mano derecha. El modelo se recorta ante un fondo neutro y proyecta sus piernas hacia el exterior, en un afán del pintor por manifestar la volumetría de la figura, obteniendo un resultado bastante forzado. El retrato de José Fasandio corresponde a las normas románticas que también observamos en Esquivel y Gutiérrez de la Vega, enlazando con la retratística de Federico de Madrazo. El modelo recibe un potente fogonazo de luz procedente de la izquierda para resaltar la cabeza y las manos, ligeramente acartonadas, obteniendo un resultado poco agraciado. Como es habitual en estos primeros años las líneas dominan al color, siguiendo las pautas impuestas por su maestro, Domingo Marqués.
Personaje Político
Hijo de Leopoldo I, fue designado rey de Hungría en 1687, rey de romanos en 1690 y emperador en 1705. Se enfrentó a la revuelta austriaca para obtener un importante triunfo y también participó en la Guerra de Sucesión española. Sus relaciones con el Papado no fueron muy estrechas ni tampoco con los jesuitas -a los que expulsó-, enturbiándose las relaciones por el tratado firmado con Carlos XII de Suecia por el que se concedía libertad religiosa a los protestantes en el Silesia. Murió sin descendencia.