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Porta flechas. Este es uno de los tesoros que se encontraron en la tumba de Alejandro Magno.
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Este avión de transporte formaba parte de la Fuerza Aérea alemana de la Segunda Guerra Mundial. Entre las variantes Go 242A y Go 242B se fabricaron más de 1.500 unidades. Al último de estos modelos se le adaptó un tren de aterrizaje de patines y ruedas. Tuvieron tal éxito que surgió una nueva variante, el Go 244, una versión del planeador con motor. Se realizaron 174 aparatos y 133 Go 242B fueron reconvertidos. Además se proyectaron cinco versiones con nuevas variaciones -Go 244B-1, Go 244B-2, Go 244B-3, Go 244B-4 y Go 244B-5-.
estilo
La pintura alemana del período gótico se pone en paralelo con otros estilos continentales, como el del gótico francés, y algunos rasgos del gótico inglés, especialmente en las vidrieras, como en las de la catedral de Estrasburgo, un magnífico alarde de técnica e inventiva. Sin embargo, la técnica es casi en su mayoría la miniatura, sobre todo dedicada a temas épicos y trovadorescos. El ejemplo más famoso es el Códice Manesse, realizado hacia 1300 por Rudiger Manesse y su hijo Johannes. Está encargado y dedicado al rey de Bohemia, Wenceslao II, y recoge todo tipo de canciones de los trovadores. Lo iluminaron con más de ciento treinta miniaturas, lo cual lo convierte en un libro excepcional. Las miniaturas reflejan escenas caballerescas de luchas con dragones, torneos y cortejo de las damas de la corte. Así mismo, es un excelente muestrario de heráldica alemana, al tiempo que recogen una compleja simbología profana y religiosa encaminada a exaltar a su propietario, el rey. Durante el Gótico Internacional, Alemania se mantuvo en unos parámetros arcaizantes, especialmente la escuela de Colonia. La corona de Bohemia recibió a miniaturistas franceses y trecentistas que impulsaron algo su producción pictórica.
estilo
<p>La influencia de estilos foráneos determinó en su origen el Gótico español. La más temprana fue la francesa. España y Francia habían estado muy unidas culturalmente a lo largo de la Edad Media gracias a las rutas de peregrinaje del Camino de Santiago. La cultura borgoñona, además, penetra por relaciones familiares en el norte peninsular, especialmente gracias a repoblaciones favorecidas por los reyes castellano-leoneses. Por último, cuando la orden cisterciense se extiende a nuestro país, importan los nuevos gustos estéticos. La influencia francesa tuvo su punto álgido en el siglo XIII. Las pinturas de este siglo son prácticamente en su mayoría miniaturas o vidrieras, puesto que apenas se trabaja sobre tabla, y se olvida la riquísima tradición fresquista del Románico español. Respecto a las miniaturas, tras los precedentes mudéjares de los Beatos, las Cantigas de Alfonso X, el Sabio, ilustran escenas de costumbres, religiosidad, ocio, etc. En ellas se puede apreciar la convivencia e intercambio con la civilización islámica, asentada en el sur de la península. No es de extrañar por este motivo ver al rey santo implicado en juegos árabes, como el ajedrez, o adorando a la Virgen a la usanza musulmana: con túnica, turbante y prosternado. Las miniaturas se enmarcan como si fueran viñetas que describen visualmente lo que narra el texto. El efecto es muy discursivo y variado. El conjunto de vidrieras más importante de este siglo es sin duda el que adorna la catedral de León. Dentro de la más pura influencia francesa, el colorido y la fragmentación de los vidrios consiguen escenas sumamente complejas que aportan un sentido cuasi-mágico al interior del espacio sacro. Los contornos están muy marcados debido a los plomos que sujetan los fragmentos de vidrio. Pero se consiguen detalles en rostros y vestidos, inapreciables para el fiel que las observa desde el suelo, en un afán de perfección dedicado no al ser humano, sino a la divinidad. Los siglos posteriores, el XIV y el XV, serán testigos de la implantación de dos escuelas de poderoso influjo en los artistas hispanos: por un lado, la centroeuropea, que tuvo como consecuencia la pintura hispanoflamenca; y, por otro, la pintura del Gótico italiano, que dio lugar a un gótico italianizante en el Levante español. Ambas escuelas fueron vehículo para algunos de nuestros más grandes pintores, así como tuvieron el suficiente eco internacional como para atraer a artistas extranjeros. En todo ello fue primordial el papel de la Iglesia y de la monarquía, que con sus encargos y fundaciones ofrecieron un gran mercado de trabajo, con un gusto refinado y lujoso, que consiguió un brillante porvenir pictórico. Estilísticamente, las características comunes a ambas escuelas fue la introducción de la pintura sobre tabla, ya fuera al temple, ya fuera al óleo, aunque este procedimiento no se perfecciona hasta el Renacimiento. Los temas serán predominantemente religiosos. Los fondos son dorados, sin referencias a paisaje ni a arquitectura. Las figuras se trazan estilizadas, elegantes, llegando a la desproporción. Pese a todo, se supera la expresividad directa, algo ruda, del arte románico, para conseguir un efecto más natural en los gestos y los rostros de los personajes. Los rasgos que diferencian a la pintura hispanoflamenca de la gótico italianizante levantina, han de ser examinados en mayor profundidad, atendiendo a las circunstancias particulares de cada una. Por último, tenemos en la pintura sevillana una mezcla particular, más bien orientada hacia un Gótico internacional de última época, puesto que además de disfrutar de influencias flamencas se sometía a los elegantes modelos franceses provenientes de la miniatura y a modelos sieneses, propios de las cercanías cronológicas con el Trecento, que penetra a través del comercio portuario.</p>
acepcion
Es el gótico tardío, complejo, recargado y dinámico. También se denomina florido.