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Personaje Pintor
<p>Juan Correa, nacido en 1646 en la ciudad de México, fue un pintor sumamente prolífico y uno de los principales representantes del Barroco en México. Su obra se distingue por su opulencia, minuciosidad y el uso magistral de tonos dorados.</p><p>Posiblemente influenciado por sus raíces, dado que su padre tenía ascendencia africana y española, Correa fue pionero en retratar ángeles con tonalidades de piel negra o parda, así como en representar a la Virgen con tez morena.</p><p>&nbsp;</p><p>Trabajó junto a Nicolás Correa en las pinturas de la sacristía de la catedral de México. Contemporáneo de Villalpando, sus numerosas obras gozan de la grandiosidad y teatralidad barroca, apareciendo numerosos personajes en diversas actitudes. Uno de sus grandes trabajos es la Asunción de la catedral mexicana. Otra de sus obras más destacadas, titulada "La expulsión del paraíso", se encuentra actualmente en exhibición en el Museo Nacional del Virreinato.</p>
obra
La sumisión del pueblo ante las autoridades, por nefastas que sean, es el tema elegido por Goya para este capricho poblado de un extraño mundo de personajes.
obra
Desde el mes de mayo de 1889 Vincent estaba internado en el sanatorio de Saint-Paul-de-Mausole en las cercanías de Saint-Rèmy. Los especialistas dudan sobre el momento de la ejecución de estos carboncillos con pintura a la aguada - su compañero es el Vestíbulo del hospital - considerando que podrían ser de octubre o de mayo. Van Gogh se interesa por mostrar el interior del sanatorio, un antiguo convento reconvertido en hospital que seguía manteniendo su aspecto monástico con largos corredores abovedados. La luz y el color se convierten en protagonistas de los trabajos, especialmente éste último al conseguir una tonalidades tremendamente brillantes, aplicadas con la soltura característica. Con esos colores fuertes e intensos pretende Vincent manifestar su estado interior, anticipándose al Expresionismo.
Personaje Pintor
Su verdadero nombre es Antonio Allegri, debiendo su apodo a la localidad donde nació en 1494, Correggio, cerca de Parma. En Mantua conoció las obras de Mantegna, cuyos escorzos le fascinaron, pero fue en Parma donde cosechó su primer éxito, con la decoración al fresco de una de las bóvedas del convento de San Pablo. En esta ciudad estuvo muy al tanto de las novedades que se realizaban en Roma, Venecia y Nápoles, influyéndole sobre todo el estilo de Leonardo. Los encargos se sucedieron entre las numerosas iglesias parmesanas, incluida la catedral; posteriormente, realizará cuadros para la decoración del castillo de Parma y numerosas obras de altar. En sus escenas, las formas se envuelven en un claroscuro que intensifica las tonalidades y crea sólidas composiciones. Sus figuras son bellas y están llenas de encanto, como podemos apreciar en el Noli me tangere del Museo del Prado, convirtiéndose en uno de los creadores del Cinquecento que más influirá en el Barroco italiano. Correggio falleció en su localidad natal en 1534.
contexto
En la España de los Austrias se contó con una articulación del gobierno territorial que dividía los reinos particulares en distintas circunscripciones en atención a la administración de justicia, militar, fiscalidad, etc. Así, Joseph Pérez señala que el Reino de Aragón se componía de dieciséis sobrecogidas o veredas, para la recaudación aduanera y fiscal, y seis juntos para la administración de justicia y gobierno. El de Valencia, a su vez, se dividía en cuatro gobernaciones, al frente de las que se encontraban los portant-veus que actuaban en nombre del virrey; y el Principado de Cataluña contaba con vegueries, regidas por un veguer reial del que podían depender algunos sots-veguers, y con batilies donde operaban los batlles. En la Corona de Castilla, la instancia territorial de signo real más importante serán los corregimientos -68 al finalizar el siglo-, repartidos entre las tierras de realengo y las de órdenes militares. El corregidor castellano era definido por Jerónimo Castillo de Bobadilla en los siguientes términos: "...es un magistrado y oficio real que en los pueblos o provincias contiene en sí jurisdicción alta y baja, mero y mixto imperio, por el cual son despachados los negocios contenciosos, castigados los delitos y puestos en ejecución los actos. Trae vara en señal del señorío y cargo que ejerce: es el mayor después del Príncipe en la República que rige". Por tanto, el corregidor actúa como delegado del rey en circunscripciones locales con preeminencia sobre los regimientos de los concejos que presidía. Sus atribuciones son muy amplias en lo judicial y lo gubernativo, encargándose de controlar la actuación de los regidores por medio de la fiscalización de las haciendas locales y la calidad de los abastecimientos, el control de los abusos, la policía, etc. Asimismo, tenía funciones de carácter militar y de mantenimiento del orden público y de la moralidad. Para el cumplimiento de sus competencias contaba con la ayuda de un teniente de corregidor, que solía ser letrado si el corregidor era caballero de capa y espada. Las dimensiones de los corregimientos eran muy variables porque no respondían a una planificación homogénea, sino que unían los términos de distintas ciudades y villas -a un solo corregidor le correspondían Guadix, Baza, Almería, Vera, Purchena, Mojácar y otras tres villas, pero, en cambio, Vivero dispone del suyo propio- o, incluso, territorios enteros como Asturias o Vizcaya. Residía en la principal localidad de la circunscripción -así el del Principado de Asturias lo hacía en Oviedo y el de Vizcaya en Bilbao-, pero debía visitar el conjunto. También eran muy variables las cantidades que percibían como salarios -en algunos casos, completadas con ayudas de costa-, que salían de las rentas municipales, elevándose en Sevilla, donde el corregidor recibía el nombre de Asistente, por encima de los tres mil ducados -con ayuda de costa de mil- y quedándose en Arévalo en apenas setecientos, según las cifras que ofrece Castillo en su Política de corregidores. Su nombramiento se decidía en el Consejo de Castilla, órgano con el que mantenían continua relación, y ocupaban el cargo durante tres años, al cabo de los cuales debían sufrir un juicio de residencia por el que se fiscalizaba su actuación al frente del corregimiento. La principal función de los corregidores era vincular la esfera local con la Corona, de un modo práctico -información, control de las oligarquías, defensa ante ellas de los intereses reales, etc.-, pero también simbólico y político. En la cita que antes tomábamos de la Política de Castillo de Bobadilla puede leerse que el cargo del corregidor "es el mayor después del Príncipe en la República que rige". Y lo que entendía por esa república nos lo dice el mismo Castillo con estas palabras: "Es un justo gobierno de muchas familias y lo común a ellas con superior autoridad". En suma, el corregidor relacionaba esa mínima unidad que era la familia con la Monarquía y lo hacía a través de su presencia en el concejo que no era otra cosa que "lo común a ellas". Conviene señalar que en pocas ocasiones el peso de un texto de autoría individual es tan grande en el análisis histórico de una cuestión como lo es el que ha tenido la Política de Castillo de Bobadilla en el estudio de la figura del corregidor. Una obra extraordinaria, rica y útil que, en realidad, se eleva como uno de los primeros textos teóricos sobre el poder y la comunidad en el pensamiento político español. Su intencionalidad didáctica ha sido destacada por González Alonso, quien señala cómo el recurso al castellano, en vez de al latín, nació, precisamente, de esa voluntad de ser un instrumento práctico, aprovechando "a los curiosos de buena gobernación de sus repúblicas". Hacia 1598, inmediatamente después de su publicación, un tal Licenciado Villa escribió a Diego Sarmiento de Acuña para pedirle prestada la segunda parte de la Política de Bobadilla, porque con su lectura quería "entretener algunos ratos de las largas tardes". No sabemos si Sarmiento llegó a remitírsela, pero él, que ocupaba entonces el corregimiento de Toro, contaba con aquel título en su biblioteca, lo que prueba la temprana difusión del tratado. Para completar la semblanza que Castillo de Bobadilla hace del oficio del corregidor se ha recurrido a los papeles del Consejo de Castilla y a los fondos de archivos municipales, pero también se debería trabajar sobre la documentación personal de los corregidores, que en algún caso, como el de Sarmiento de Acuña, por fortuna se conserva. En ella, la presentación teórica de la Política no parece alejarse mucho de lo que fue el ejercicio práctico de un señor corregidor. En la administración de justicia, el corregidor actuaba como una segunda instancia de la primera de los alcaldes del concejo y de sus sentencias se podía apelar en chancillería y audiencia. Por encima de éstas, quedaba el Consejo de Castilla y la propia instancia real. Los monarcas ejercitaron con bastante frecuencia su derecho a perdonar en última instancia, sabiendo sacar todo el partido de esa condición de "deus ex machina" que actúa en último extremo. En este panorama judicial, recuérdese la existencia de justicias privativas (eclesiástica) y la entrada en el régimen señorial de atribuciones judiciales. En la Corona de Castilla hubo dos grandes chancillerías, la de Valladolid y la de Granada, divididas en dos juzgados con distintas salas y compuestas por un Presidente, dieciséis oidores -para lo civil- y tres alcaldes del crimen -para lo criminal. Además de las chancillerías, se contó con distintas audiencias, que también eran tribunales superiores de apelación, en Sevilla (audiencia de grados), Galicia-La Coruña, cuyas apelaciones se enviaban a Valladolid, y Canarias, de donde se apelaba a Sevilla. En la corte real operaba una sala de alcaldes de casa y corte, con jurisdicción sobre las causas criminales de delitos cometidos en la corte (casos de corte), y que dependía del Consejo de Castilla. En la Corona de Aragón, existían Reales Audiencias en cada uno de los cuatro dominios (Zaragoza, Valencia, Barcelona, Mallorca) y eran presididas por los virreyes. La chancillería de Valladolid era la más antigua, a la vez que prestigiosa, y su presidencia la ocuparon algunas figuras que estaban llamadas a pasar a la del Consejo de Castilla, como Fernando de Valdés o, ya en el XVII, Diego de Riaño y Gamboa. Asimismo, numerosos oidores acabaron su carrera como consejeros de Castilla o de otros órganos de la polisinodia hispánica. Después del Concilio de Trento, que obligaba a los obispos a residir en sus diócesis, hubo que poner fin a la práctica habitual de designar a prelados para presidir estos tribunales, pasando a ser definitivamente el campo de acción de los letrados, los juristas salidos de las universidades.
contexto
La tragedia del 6? Ejército en Stalingrado está ligada a la voluntad fanática y testaruda de Hitler. Las dos propuestas de rendición con condiciones honrosas presentadas por Rokossovsky (la primera el 8 de enero y la segunda el 24 del mismo mes), fueron rechazadas. Cuando Paulus le pidió al Führer libertad de acción ya que el fracaso de la acción parecía inevitable, la respuesta de Hitler fue: "Prohibida la rendición. El 6? Ejército mantendrá sus posiciones hasta el último hombre y hasta terminar sus municiones; con su heroica resistencia contribuirá inolvidablemente a la formación de un frente de defensa y a la salvación del mundo occidental". He aquí algunos fragmentos de los principales mensajes que Hitler y Paulus se intercambiaron durante el cerco del 6? Ejército en Stalingrado: El general Paulus a Hitler - 23 de noviembre de 1942 "!Mi Führer! Después de que llegara su telegrama del 22 de noviembre por la tarde, la situación ha sufrido cambios imprevistos. El bloqueo de los ataques enemigos no ha tenido éxito en los sectores occidental y suroccidental. Se vislumbran síntomas de nuevos intentos de incursión por parte del enemigo. Las municiones y el carburante están prácticamente agotadas. Hay numerosas baterías y carros de combate inutilizables. Es imposible repararlos de forma adecuada y a tiempo. El Ejército se vera abocado en poco tiempo a la destrucción si no se consigue dar un golpe mortal al enemigo que ataca por el sur y por el oeste reagrupando todas les fuerzas disponibles. Por ello es indispensable que se liberen todas las divisiones presentes en Stalingrado y que se retiren las fuerzas mas sobresalientes del frente norte. Una consecuencia inevitable será la rotura del cerco enemigo en dirección suroeste; ya que parece imposible contener el frente oriental y el septentrional dada la debilidad actual. Perderemos inevitablemente mucho material, pero se podrán salvar la mayor parte de nuestros preciosos combatiente, además de una parte al menos, del material. La responsabilidad de la comunicación de esta situación recae sobre mí, aunque los generales que mandan las unidades del Ejército, Heitz, Hube y Janecke, opinan lo mismo Le pido que me conceda libertad de iniciativa en la acción teniendo en cuenta la situación en la que nos encontramos !Heil, mein Führer! Fdo.: Paulus" Hitler al general Paulus - 24 noviembre de 1942 El 6? Ejército está sólo temporalmente cercado por las fuerzas rusas. Trato de concentrar el Ejército en el sector Stalingrado norte-Kotublan-Cota 137-cota 135-Marinovka-Cybenko-Stalingrado sur. El Ejército puede estar seguro de que haré todo lo que está en mi mano para abastecerla adecuadamente y liberarlo del asedio en el momento oportuno. Conozco el valor del 6? Ejército y de su comandante, y sé que tanto uno como el otro harán lo que tienen que hacer. Fdo., Adolf Hitler" El general Paulus a Hitler - 29 de enero de 1943 "En el aniversario de su ascensión al poder, el 6? Ejército saluda a su Führer. La bandera con la cruz gamada todavía ondea sobre la ciudad de Stalingrado Ojalá que nuestra lucha sirva de ejemplo a las generaciones supervivientes y a las futuras generaciones para no capitular jamás, incluso en situaciones desesperadas. Entonces Alemania vencerá. !Heil, mein Führer! Fdo.: Paulus." Hitler al general Paulus - 30 de enero de 1943 "!Mi general Paulus! El pueblo alemán mira con profunda conmoción a esta ciudad. Como suele ocurrir en la historia de la Humanidad, este sacrificio no será inútil. La "profecía de Clausewitz" se cumplirá. La nación alemana comprende la gravedad de esta lucha y realizará los máximos sacrificios. Le recuerdo siempre a usted y a sus soldados Fdo.: su Adolf Hitler" El general Paulus a Hitler - 31 de enero de 1943 ¡Führer! El 6? Ejército, fiel a su juramento y consciente de la importancia de su misión, ha mantenido sus posiciones hasta el último hombre y el último cartucho, por el Führer y por la Patria, hasta el fin. Fdo.: Paulus Hitler al general Paulus - 1 de febrero de 1943, 17:25 horas Para el Grupo de Ejércitos del Don del 11? cuerpo de Ejército Espero que el cerco al norte de Stalingrado resista hasta el final. Cada día y cada hora que se ganen favorecerá de manera decisiva al resto del frente. Fdo.: Adolf Hitler
obra
El tiempo pasado por Fortuny en Marruecos durante el año 1860 le pareció escaso, fascinado por el ambiente, la vida y la luz norteafricanos. Dos años después consiguió que la Diputación de Barcelona volviera a suministrarle el dinero necesario para regresar al país africano con la excusa de tomar nuevas notas para la ejecución de los cuadros de batallas encargados por la institución. Durante dos meses Fortuny se vistió de moro, aprendió árabe para desenvolverse y pasar desapercibido y tomó apuntes sobre los asuntos cotidianos de la vida marroquí como esta escena que contemplamos, momento que ya había llamado la atención a otros pintores. El lienzo fue acabado en Barcelona y regalado al buen amigo del pintor don Buenaventura Palau con motivo de su cumpleaños, el 19 de marzo de 1863. Los caballos corriendo sobre la arena y levantando polvareda están captados con absoluto verismo, creando sensaciones difícilmente superables: el movimiento, la atmósfera, la algarabía de los jinetes gritando; pero la gran protagonista es la luz, luz marroquí de atardecer que resalta los colores empleados y envuelve en una bruma mediterránea. La perspectiva es otro gran logro así como el dibujismo y el preciosismo que no choca con la pincelada rápida utilizada, creando un binomio famoso en la pintura de Fortuny. Luz, riqueza de color y libertad a la hora de elaborar la composición serán los tres rasgos definitorios de esta pequeña gran obra.
obra
Desde sus primeras visitas al Louvre, alentadas por su maestro Couture, Manet sintió una gran atracción por la pintura española. El Barroco español, con la figura de Velázquez a la cabeza, y Goya hicieron mella en el sentimiento del joven artista. Además, en Francia estaba de moda lo español desde el Romanticismo, moda que se vio acentuada con el matrimonio de Napoleón III con la española Eugenia de Montijo. Tras los primeros varapalos en el Salón - Desayuno en la hierba y Olimpia - decidió Manet conocer España, viajando durante el verano de 1865 por la meseta castellana y visitando el Museo del Prado. Una de sus atracciones preferidas serán los toros, realizando numerosas escenas a su regreso a París en las que la tauromaquia será la protagonista. Una de ellas es esta preciosa Corrida de toros, en la que el artista refleja los recuerdos de los espectáculos presenciados en España, junto a las escenas de toros pintadas y grabadas por Goya. La rapidez de la factura resulta sorprendente; mientras que en los primeros planos existe mayor nitidez en las figuras, los espectadores del fondo están tratados como manchas de color. De esta manera muestra una magnífica estampa en la que la violencia de la fiesta y la luz española son captadas a la perfección.