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monumento
Edificio construido a mediados del siglo XVIII, pertenece a la familia Fernández de Moya. En él habitaban las monjas trinitarias, desplazadas recientemente a un nuevo edificio en Fuente del Rey. Es una casa - palacio de estilo neoclásico, apareciendo en su portada el año de finalización, 1752. A este lugar fue trasladado el antiguo convento de las Trinitarias, ubicado anteriormente en la fortaleza. El traslado se debió al terremoto de 1884, que afectó gravemente a la estructura del antiguo edificio. El interior destaca por la diminuta imagen del Niño Jesús que, según algunas leyendas, pudo aparecer en el regazo de una monja o bien en una pilastra del coro, conociéndose por este motivo como "Niño del Coro", al que se le atribuyen múltiples milagros.
museo
Fue fundado en 1512 por el arzobispo Don Alonso de Fonseca.La iglesia, de traza gótica, tiene una sola nave cubierta con tres bóvedas de crucería estrellada y una absidal. Hay dos pilares renacentistas con bella ornamentación y riqueza de talla de los mismos artistas de la fachada de la Universidad. En el centro de la iglesia se encuentra la tumba del Patriarca de Alejandría, Don Alonso de Fonseca, arzobispo de Santiago y gran mecenas salmantino. Esta obra está considerada como uno de los grupos escultóricos más bellos y ricos del renacimiento. Durante la Guerra de la Independencia fue desmontada y ocultada, volviéndose a reconstruir en 1928 por iniciativa del Duque de Alba. El sarcófago, de mármol blanco, tiene la forma de un túmulo con paredes inclinadas. En el muro del lado del Evangelio, se halla la tumba del mayordomo del arzobispo, Don Francisco Rivas.
monumento
Se trata de un antiguo convento de Agustinos Descalzos, templo barroco del siglo XVIII. De él, sólo se conserva actualmente su ermita, bajo la advocación de San Nicolás de Tolentino. Presenta una planta de cruz latina y crucero con cúpula decorada con yeserías. Su retablo mayor es verde y dorado, de la segunda mitad del siglo XVIII.
museo
En una altura que domina el monte de El Pardo, se levanta el convento de los Capuchinos, con su iglesia de reducidas proporciones y, en ella, la capilla del Santísimo Cristo yacente. Felipe III trajo a este sitio a los Capuchinos. Su primer convento, enteramente provisional, data de 1612. A los dos años, el 21 de noviembre de 1614, se inauguraba el segundo; su iglesita tenía por titular a Nuestra Señora de los Angeles. Por fin, en 1638, se ponía la primera piedra del actual, inaugurado el 9 de octubre de 1650, el mismo año en que Francisco Ricci firmaba el grandioso cuadro del altar mayor, que representa a Nuestra Señora de los Angeles, teniendo a su derecha a San Felipe y a su izquierda a San Francisco. Con más de tres siglos de existencia, se ve aún su vetusta fábrica mirando al Guadarrama, rodeada de pintoresca plaza, llena de pinos. Actualmente, junto al convento, funciona el Seminario de Misiones, de los PP. Capuchinos, donde se forman doscientos seminaristas. Antes de 1836 había en este convento y en la iglesia cerca de quinientos cuadros, gran parte de ellos regalo de los monarcas españoles y en su mayoría de firmas de renombre en la historia de la pintura. Hoy sólo pueden admirarse unos pocos de Ribera, Bartolomé González o Lucas Jordán y algunos más. Muy visitada es la capilla de la Divina Pastora, donde se venera una bellísima talla de la Virgen bajo esta advocación franciscana, obra de Bellver, el autor del Angel Caído del Retiro madrileño. En la silenciosa capilla descansa, como un tesoro olvidado, el "Cristo Yaciente", del famoso escultor Gregorio Fernández.
obra
Este convento, construido en el siglo XVII, es una de las principales muestras del barroco toledano. La distribución del edificio gira en torno a un patio de gran sencillez.
obra
El acceso a la iglesia conventual se realiza a través de una portada de dos cuerpos, caracterizada por su sencillez. A cada uno de los lados de esta puerta aparecen dos escudos que identifican el convento con la Orden de los Carmelitas.
monumento
Este convento, construido en el siglo XVII, es una de las principales muestras del barroco toledano. La distribución del edificio gira en torno a un patio de gran sencillez. La iglesia del convento de planta rectangular se divide en tres naves. El acceso a esta se realiza a través de una portada de dos cuerpos, caracterizada por su sencillez. A cada uno de los lados de esta puerta aparecen dos escudos que identifican el convento con la Orden de los Carmelitas.