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monumento
Situado en la Plaza de San Vicente, su origen se remonta al siglo XV. Su nombre se debe a doña Guiomar de Meneses, esposa de Lope Gaitán. En el siglo XVIII se levantó su capilla, uno de los ejemplos barrocos de Toledo más importantes. En su altar mayor cuelga una obra de Francisco Ricci.
monumento
La generosa donación de don Antonio Álvarez Sobrevilla -propietario del palacete de la esquina de la calle Amargura- y su esposa doña Remedios permitió la fundación de este convento el 9 de abril de 1926. Las obras se iniciaron tres años más tarde, siendo ocupado por la comunidad religiosa en 1932. El templo presenta una sola nave, con cubierta de cañón apuntado y lunetos, dividiéndose el espacio en cinco tramos gracias a los arcos fajones que descargan en columnas de orden compuesto adosadas a los muros laterales del templo. Molduras de escayola adornan cada uno de los tramos de la bóveda. El Retablo Mayor es de estilo neogótico, presidido por una Inmaculada a tamaño natural que sigue los modelos de Alonso Cano. Su autor es Manuel Escamilla, un escultor local. En la sacristía destaca una cajonera de madera, una mesa de jaspe rojizo y un buró de madera tallada. Un amplio graderío de mármol rojizo nos lleva hasta la puerta de entrada, protegida por una reja. La rectangular fachada es de ladrillo visto, con un almohadillado enlucido en blanco. La portada presenta un vano ojival enmarcado por un alfiz recubierto de azulejos blancos, decorando la puerta una cenefa de flores de barro. Un azulejo con la imagen de San José con el Niño y un ventanal ojival completan la fachada, que se remata con una espadaña. Realizada en ladrillo visto, está formada por dos arcos ojivales que cobijan sendas campanas.
monumento
Ubicado en la placeta de San Agustín se halla el convento de las Madres Agustinas, frente a una elegante fuente barroca. Es éste un templo sobrio, del siglo XVIII. Lo más destacado se encuentra en su interior, pues su retablo mayor aparece dominado por un extraordinario grupo escultórico de las Angustias, atribuido a José de Mora. Dentro del grupo, y por encima de todo, destaca una imagen del Cristo yacente.
monumento
El Convento de las Madres Concepcionistas, contiguo a la Torre del Reloj, es un edificio austero de dos plantas construido en mampostería, en cuya fachada resalta una portada de sillería, con una hornacina encima en la que se ubica una Purísima Concepción, titular del Convento.
monumento
Situado a extramuros de la ciudad, es obra de Diego de Romay, quien lo realizó en 1674 bajo los auspicios del arzobispo Andrés Girón. De planta rectangular, su fachada barroca se halla desplazada a la izquierda del eje central. La portada se halla flanqueada por dos pilastras, estando estructurada en tres cuerpos. En el central se halla una imagen de la Anunciación, con sendos escudos a ambos lados. La iglesia del Convento es de planta de cruz latina, con bóveda de cañón y cúpula sobre el crucero. La iglesia conserva una bella imagen de Nuestra Señora de la Merced. En el presbiterio está el sepulcro del arzobispo Girón. Merece la pena detenerse también en su campanario, del siglo XVIII, y el altar mayor, con una rica iconografía.
monumento
Convento levantado entre los siglos XVI - XVIII. Recibe este nombre por los famosos bizcochos marroquíes; en el torno se obtienen los bizcochos, trabajados a base de flor de harina, yema de huevo, azúcar y el secreto de las Concepcionistas Franciscanas. A los pies de la iglesia se alza la espadaña más hermosa de Écija, insuperable diseño del siglo XVIII elaborada en ladrillo y azulejo. La espadaña busca alabar a la Inmaculada Concepción, pequeña obra que inmortaliza a los anónimos alarifes que la crearon. La iglesia está formada por una única nave cubierta con un hermoso artesonado de lacería mudéjar del siglo XVI. Conserva un Crucificado de estilo gótico.
obra
En las Salesas se recreaba el antiguo esquema medieval de Monasterio Real con iglesia funeraria y cuarto real adjunto para los patronos. El interior de este palacio, así como el gran jardín inmediato, eran las partes del conjunto donde más visible resultaba la formación francesa de Carlier, así como los alzados originales del exterior, ahora sólo conservados en la fachada a la calle de Castaños.
monumento
La comunidad de Carmelitas Descalzas está instalada en un palacio de los siglos XIV - XV, donde todavía se conservan artesonados, azulejos y yeserías de la época. Está considerado Monumento Nacional y cuenta con una monumental portada de entrada, perteneciente a la transición del gótico al renacimiento, con cierta decoración manuelina. En el interior destaca el salón de los Cántaros, de gran belleza. La iglesia conventual se levantó en el siglo XVII, salvo la puerta de entrada, hermoso trabajo de carpintería mudéjar trasladada desde el salón de honor del antiguo palacio. El interior está decorado con retablos barrocos, con las imágenes de San José, de la Inmaculada y la del Niño Jesús, de Ribas.