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Personaje Político
Desde los 26 años establece su residencia en Argentina. En esta fecha aproximadamente, ingresa en el Partido Socialista Argentino. Debido a las persecuciones políticas que sufrió en estos años, decidió trasladarse a Uruguay. En 1931 vuelve a su país natal y se afilia a la Unión Socialista de Cataluña. Desde este momento desempeña el cargo de conseller de Economía y Agricultura de la Generalitat, con Lluis Companys en la presidencia. Debido a los acontecimientos ocurridos en 1934 en Cataluña, fue juzgado y condenado a 30 años de reclusión. Gracias al triunfo del Frente Popular, volvió a recobrar la libertad en 1936. Comorera fue uno de los promotores y luego secretario general del Partido Socialista Unificado de Cataluña (PSUC) que aunaba a socialistas y comunistas. Al finalizar la contienda se exilió a Francia y México. Intervino y colaboró con los gobiernos republicanos del exilio y en 1954 regresó a España de forma encubierta. Sin embargo, le descubrieron por lo que fue juzgado por un tribunal militar. Murió en la cárcel.
fuente
El compago fue un tipo de cañón inventado por los ingleses. Aunque no se tienen muchos detalles sobre él, se piensa que en la batalla de Crécy contra los franceses, del año 1346, se llegaron a utilizar hasta tres.
obra
Según una lista de obras conservadas en la sede de la milicia cívica de Ámsterdam, redactada por G. Schaep en 1653, esta obra que contemplamos habría sido iniciada por Hals pero finalizada por Pieter Codde. Buena parte de los expertos están de acuerdo con esta doble autoría, considerando que las figuras de la izquierda, encabezadas por el capitán Reynier Reael y el teniente Cornelis Michielsz. Blaeuw, estarían pintadas por el maestro de Amberes mientras que los personajes de la derecha saldrían de los pinceles de Codde. Gracias a la mencionada lista sí podemos identificar a los comandantes de la milicia pero no a los demás miembros de la compañía. Al igual que el resto de lienzos de grupo pintados por Hals, los diferentes personajes aparecen en lugares destacados ya que todos habían pagado proporcionalmente su parte, por lo que ninguno podía quedar relegado a un segundo plano. De esta forma, el maestro de Amberes ubica al capitán y al teniente como centros de la composición, ataviados con colores más llamativos mientras que el resto de los miembros viste trajes austeros, adornados por las golillas y las bandas, donde podemos observar la capacidad para los detalles demostrada por el pintor. Una vez más, el acento se pone en las expresiones de los rostros de los diferentes personajes, captando Hals cada uno de los gestos de los protagonistas, aportando vivacidad a la escena. Las figuras se recortan ante una estructura arquitectónica, disponiéndose en planos paralelos al espectador para crear el efecto de perspectiva, aunque la profundidad de la escena se limita por la citada pared. Las lanzas y la disposición de las figuras en diagonal es una de las notas identificativas de la pintura barroca, tomando a Rubens como ejemplo. Las pinceladas empleadas por Hals son rápidas y empastadas, mostrando su habilidad para detallar los trajes sin renunciar a la espontaneidad, resultando una obra de gran impacto visual en sintonía con los trabajos de Rembrandt.
obra
Especialista en pinturas de pequeño formato, Netscher nos muestra en esta escena una de las aficiones más representadas por los artistas de género en los Países Bajos: la música. Desconocemos el significado de estas escenas, si esconden algún mensaje moralizante o simplemente nos presentan una imagen verista de la sociedad holandesa del Siglo de Oro.
Personaje Político
Abogado y periodista, militó en Unió Republicana y se dedicó a la defensa de sindicalistas. En tiempos de Alfonso XIII ingresó en el Partido Reformista, que estaba liderado por Melquíades Álvarez. Unos años después colaboró con Marcelino Domingo en la creación del Partit Republicà Cátala. En 1921 creó la Unió de Rabassaires, un sindicato agrícola catalán. Fue uno de los conspiradores que trataron de boicotear la dictadura de Miguel Primo de Rivera, por lo que en 1930 fue encarcelado. Participó de forma decisiva en la fundación de Esquerra Republicana de Catalunya en 1931. A partir del mes de abril de ese mismo año fue gobernador de Barcelona, diputado, ministro de Marina con Azaña y presidente del Parlamento catalán. Presidente de la Generalitat tras la muerte de Francesc Maciá, en octubre de 1934 proclamó el Estado Catalán, por lo que fue destituido y encarcelado. Repuesto en su cargo en febrero de 1936, debió exiliarse a Francia en 1938. Murió fusilado en el castillo de Montjuic el 15 de octubre de 1940.
obra
El "Folies Bergère" era el templo de la revista en París, manteniendo aun hoy su fama. Se creó en 1867 como circo para cerrar pronto sus puertas y convertirse primero en café concierto y más adelante en teatro de revista. Toulouse-Lautrec visitó con frecuencia el lugar entre 1894 y 1896 realizando varias imágenes con las bailarinas como protagonistas. En esta ocasión nos encontramos con una de las bailarinas vista de perfil, moviendo sus brazos y manos al son de la música, dinamismo reforzado por las rápidas líneas con las que traza la silueta mientras que el color es aplicado con soltura, diluyendo el óleo para crear un aspecto totalmente personal, quedando buena parte del soporte sin cubrir. Encontramos cierta influencia de Degas en la temática, situándose Henri más cerca de la vanguardia.
obra
La obra más famosa de Daumier protagonizada por el pueblo que se traslada a la gran ciudad. En primer plano aparece una familia presidida por la anciana que porta una cesta; una joven madre amamantando a su retoño y un niño que duerme apoyado en su abuela completan el grupo familiar que se sitúa frente al espectador, como si éste viajara en el asiento contiguo. Tras el grupo, una masa heterogénea en la que abundan las chisteras - sombrero típico de los burgueses - y alguna mujer joven. Podría ser ésta una alusión a la prostitución, tan habitual en aquellos años de la Revolución Industrial, cuando las jóvenes de los alrededores de París abandonaban sus casas esperando encontrar un trabajo honesto y rentable que luego no existía, desembocando en el mundo del prostíbulo. Cada una de las figuras está individualizada, destacando sus gestos y expresiones, entre los que abundan la tristeza y el hastío. Podemos apreciar con claridad la manera de trabajar de Daumier; tras preparar la obra con dibujos previos, realizaba la composición definitiva en acuarela para trasladar más tarde al lienzo el resultado con la ayuda del sistema de cuadrícula que advertimos perfectamente en primer plano. Las figuras tienen sus contornos muy delimitados por una línea negra, procediendo más tarde a diluirla con pinceladas densas de otras tonalidades. La luz empleada recuerda a Rembrandt mientras que en el color existe una estrecha relación con el mundo Barroco que tanto admiraba el maestro. Pero el tema es totalmente contemporáneo, adhiriéndose al Realismo que defendía Courbet cuyo único objetivo era la observación directa del natural, copiando las costumbres y usos de la sociedad para mejorarla.
contexto
La entrada de Estados Unidos en la contienda tuvo efectos inmediatos. Los suministros a sus aliados de alimentos, municiones, pertrechos y dinero aumentaron espectacularmente; en el mar, su notable flota se hizo sentir, amortiguando los efectos de la guerra submarina. En un sólo semestre, los sumergibles alemanes hundieron cerca de cuatro millones de toneladas de barcos aliados, superando sus mejores expectativas, pero a costa de sacrificar un tercio de sus efectivos. Estados Unidos suplió las pérdidas aportando al esfuerzo militar tres millones de toneladas de mercantes -incluyendo 800.000 toneladas de barcos alemanes incautados en sus puertos y en los de otros beligerantes americanos- y 700 buques dedicados a la escolta y lucha antisubmarina. Por otro lado, el sistema de navegación en convoyes, fuertemente escoltados por destructores, cazatorpederos e hidroaviones y el empleo de cargas de profundidad y de minas antisubmarino, hizo batirse progresivamente en retirada a los tiburones del Reich. La entrada en guerra fue recibida de forme entusiasta por la mayoría de los norteamericanos y fue inmensa la popularidad que cosechó el presidente. Con todo, Woodrow Wilson mantuvo durante todo el conflicto una postura moral reflejada en sus Catorce Puntos para la Paz, propuestos el 8 de enero de 1918. En ellos se buscaba una paz sin revancha: libertad de navegación y de comercio; desarme, evacuación de todas las regiones ocupadas durante la guerra; restitución a Francia de Alsacia y Lorena; devolución otomana de todos los territorios que no fuesen turcos; creación de una sociedad de naciones que resolviera los conflictos del futuro... En los campos de batalla europeos no se advirtió, por lo demás, la entrada en guerra de los norteamericanos. Estados Unidos no había preparado un ejército que pudiera competir con los de los Imperios Centrales, por lo que tuvo que ponerse a improvisarlo con toda urgencia. En un año, fueron reclutados y adiestrados cerca de cinco millones de hombres, de los cuales, a partir de la primavera de 1918, llegaron a entrar en combate 1.760.000. La buena marcha de la guerra antisubmarina, la abundancia de víveres y pertrechos y la esperanza en la llegada de los norteamericanos sostuvieron a los aliados en los dificilísimos meses iniciales de 1918. Por su parte, los Imperios Centrales tenían dificultades internas, fundamentalmente de abastecimiento, pero la Revolución Soviética del 7 de noviembre de 1917- 25 de octubre, según el calendario ruso- mejoró su situación, ahorrándoles el frente oriental. Tras el triunfo revolucionario, lo más urgente para el Gobierno bolchevique era terminar la guerra con Alemania. En diciembre de 1917 se reunió una conferencia de paz en Brest-Litovsk; el día 15 de ese mes, el delegado bolchevique, Leon Trotski firmó el acuerdo. Aquello suponía un desastre para los Aliados, que ya veían cómo se les venía encima el ejército alemán del Este; por eso presionaron a los bolcheviques para que retrasaran la entrada en vigor del armisticio; pero ante las maniobras dilatorias de Trotski, los alemanes reiniciaron sus operaciones y, el 3 de marzo, Rusia no tuvo más remedio que firmar la paz. En la balanza de la guerra, la entrada en liza de Estados Unidos quedaba momentáneamente compensada por la retirada soviética de la contienda. Sobre los campos de Flandes se cernía, a comienzos de 1918, una amenaza mortal.