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obra
Cuando el siglo está a punto de terminar surge el proyecto quizás más renovador en el campo de la urbanística, y la aportación española más importante del siglo XIX: la Ciudad Lineal. Su autor es Arturo Soria y Mata quien en la década de los años 90 pone en práctica una nueva idea: trazar una ciudad de 50 km de longitud con un eje central de comunicación y una anchura mínima, de manera que no se perdería el contacto con el campo. Soria parte de unos principios básicos que serían: 1) la abundancia de zona verde (una quinta parte para construir y el resto huertas, jardines y similares). 2) edificaciones singulares e individuales, con una altura limitada (no más de tres alturas). 3) un espacio mínimo, de cinco metros, desde la calle a la vivienda con lo que las casas se encontraban en medio de un espacio verde. 4) al no existir un centro que sirviera de punto de referencia la valoración de las parcelas dependía sólo del volumen de la vivienda. A pesar de toda la carga utópica que en ciertos aspectos (especialmente los sociales) tuvo el proyecto de Soria, su ejecución fue llevada a cabo con tal pragmatismo siguiendo el axioma principal "del problema de la locomoción se derivan todos los demás de la urbanización". Por ello se creó un tranvía de circunvalación ya que la idea general consistía en una línea que, rodeando la capital, vinculara los pueblos cercanos a Madrid (desde Fuencarral a Pozuelo de Alarcón); conseguido tal objetivo en 1892, el siguiente paso se concretó en la creación, en 1894, de la Compañía Madrileña de Urbanización, encargada de llevar a la práctica la construcción y comercialización de la nueva ciudad que debería ejecutarse en ocho años. Utilizando como eje la línea del tranvía, el plan consistía en una calle central (por donde discurriría la vía) de cuarenta metros de anchura, las manzanas de las viviendas, con solares siempre rectangulares "por ser más bellas, más cómodas y más baratas que las irregulares", unas vías transversales delimitadoras que alcanzarían veinte metros de ancho y las posteriores de diez, acotando el exterior una franja de bosques aisladores de cien metros y a continuación campos de cultivo. La idea tenía un contenido social inusual para aquellos años. Aunque se habla de tres clases de hoteles para tres estamentos sociales, la única diferencia era su mayor o menor volumen; la decoración era la misma y el material, pobre. Por lo que respecta a la ubicación de cada estamento no se consideraba selectivo como en otros planes urbanísticos, de modo que alternaba la vivienda obrera con la burguesa, dotándose el conjunto de todo tipo de inmuebles públicos (iglesia, teatro, escuelas, dispensarios...). Estas preocupaciones sociales fueron posiblemente las que le hicieron perder las ayudas oficiales y que, desde un principio, fuera considerado un proyecto irrealizable. Soria no se desanimó y logró el dinero, creando una sociedad por acciones con una clientela de tipo medio, pero como contrapartida de los 50 km proyectados se ejecutaron sólo cinco.
obra
Sam´al fue la capital del pequeño estado luvio-arameo; situada junto al Karasu, es el mejor ejemplo conocido del urbanismo luvio-arameo. Los orígenes de su construcción se situan en el siglo XI.
obra
Urbanísticamente se define por su forma cuadrada y su exacta orientacion en el espacio. Es símbolo de la armonía cósmica que debe unir el Cielo y la Tierra, organizada en torno a un eje norte-sur, donde se encontraban las construcciones más importantes, y un eje este-oeste.
monumento
El emperador Yongle decide trasladar la capital de Nanjing a Beijing en 1421, una ciudad situada en un lugar estratégico a la vez que simbólico, ya que se asienta sobre la capital de los mogoles. Urbanísticamente se define por su forma cuadrada y su exacta orientacion en el espacio. Es símbolo de la armonía cósmica que debe unir el Cielo y la Tierra, organizada en torno a un eje norte-sur, donde se encontraban las construcciones más importantes, y un eje este-oeste. En su confluencia se encontraba la Ciudad Prohibida, defendida por una triple murallla que marcaba la supremacía absoluta del soberano.
contexto
Ciudad de origen medieval, fue fundada por el rey castellano Alfonso X en el año 1255, quien mandó rodearla de murallas. Ubicada en un cruce de caminos, el motivo de tal fundación era contrarrestar el inmenso poder y territorio que, con motivo de la Reconquista, habían acumulado las Órdenes Militares en la Meseta Sur, aglutinando extensos señoríos y numerosas poblaciones que escapaban del control de los monarcas. La nueva población estaría adscrita, pues, al monarca, y no a otra clase de poder. De ahí el nombre de Ciudad Real, ubicada en un área controlada por la Orden de Calatrava. A pesar de los intentos de la monarquía por poner bajo su dominio las extensas posesiones de las Órdenes Militares, fueron largos y frecuentes los problemas surgidos con las Órdenes, hasta que, en el caso de Ciudad Real, son confirmados los fueros de la ciudad por el infante Sancho -futuro Sancho IV-. No obstante, las disputas no cesarán hasta que las tierras y poblaciones de las Órdenes sean incorporadas a la Corona, durante el siglo XV. El reinado de los Reyes Católicos significó una etapa de prosperidad para la ciudad, provocada por la expansión de la economía lanar. Sin embargo, la expulsión de los judíos y posteriormente de los moriscos fueron hechos que perjudicaron a la ciudad, que descender su volumen demográfico y disminuir su riqueza. A ello hay que añadir la acción de las hambrunas y epidemias, que se suceden a lo largo del siglo XVI. Durante la centuria siguiente, sin embargo, el comportamiento demográfico de Ciudad Real es positivo, lo que resulta una excepción en el conjunto de las ciudades españolas. A partir de 1650, Ciudad Real, junto a Segovia, no sólo superan el estancamiento anterior sino que empiezan tímidamente a crecer. Fruto de este crecimiento es su designación en 1691 como capital de la recién creada provincia de La Mancha. Son muchos los testimonios que el paso del tiempo ha dejado en Ciudad Real. Así, la Puerta de Toledo (1238), construida durante el reinado de Alfonso XI, única que queda de las que permitían el acceso a través de la antigua muralla. También es notable su catedral gótica, o las iglesias de Santa María del Prado, Santiago y San Pedro, de finales del siglo XIII. El ayuntamiento es de 1619 y se ubica en la Plaza Mayor de la localidad.