<p>El Centro Ransom es un centro de investigación humanística de renombre internacional en la Universidad de Texas en Austin. Sus extensas colecciones ofrecen una visión única del proceso creativo de algunos de los mejores escritores y artistas, profundizando en la comprensión y apreciación de la literatura, la fotografía, el cine, el arte y las artes escénicas.</p><p>Las colecciones incluyen casi 1 millón de libros, más de 42 millones de manuscritos, 5 millones de fotografías y 100,000 obras de arte. Entre los aspectos más destacados se encuentran el archivo de guiones, notas, disfraces y utilería de Robert De Niro; la fotografía más antigua conocida hecha con la ayuda de la cámara oscura; la caja de pinturas de madera de E. E. Cummings; borradores manuscritos de la autora ganadora del Premio Nobel Doris Lessing; el cuaderno de Jack Kerouac que documenta la escritura de On the Road; obras originales de Frida Kahlo, incluyendo su icónico autorretrato con collar de espinas y colibrí; la Colección Gernsheim, que contiene algunos de los mejores ejemplos del mundo de arte y ciencia fotográfica; algunas de las notas y cálculos inéditos de Albert Einstein para su trabajo en la relatividad general; manuscritos, correspondencia, cuadernos y más de Gabriel García Márquez (digitalizados para una fácil consulta); y una de las únicas 20 copias completas de la Biblia de Gutenberg en el mundo.</p>
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monumento
El Palacio de Congresos de San Sebastían, obra de Rafael Moneo, está compuesto por dos enormes cubos de cristal. El mismo arquitecto lo describe como unas "rocas varadas" junto al Cantábrico, unas rocas de 7.000 metros cuadrados, conectadas bajo tierra, que albergarán en sus entrañas dos auditorios polivalentes, una sala de exposiciones, un restaurante y un aparcamiento. El Kursaal está compuesto por dos grandes cubos de cristal translúcido, deformados y orientados respecto al monte Urgull al oeste y al Ulía en el este. Estos cubos, con su geometría desequilibrada, parecen asumir la escala y naturaleza de la bahía. En su interior se dulcifican las formas para configurar una arquitectura de resonancias nórdicas, que tranquiliza la percepción de los usuarios. El Kursaal fue designado como mejor edificio construido en Europa en los dos últimos años, por el jurado del Premio de Arquitectura Contemporánea de la Unión Europea-Premio Mies van der Rohe 2001.
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En la vertiente pacífica de Panamá central, Coclé es el término genérico para designar los estilos de cerámica polícroma tardíos. Esta cerámica se asocia también con una rica tradición orfebre derivada del trabajo del oro y la tumbaga colombianos. Sitio Conte, en un valle fluvial a pocos kilómetros de la costa, es un yacimiento típico Coclé, donde se han encontrado tumbas en forma de pozos poco profundos, rectangulares, con los restos de un personaje importante colocados en un lugar central, flanqueados, aparentemente, por los cadáveres de las esposas y los siervos sacrificados. Nos encontramos al parecer ante una organización socio-política de cacicazgos, semejante a las que venimos describiendo para el resto del área Intermedia. De dichos enterramientos procede una extraordinaria cerámica, con formas típicas y exclusivas como copas y platos rectangulares, o botellas de cuerpo globular, rectangular o troncocónico, con un gollete abierto al exterior. La mayoría tiene un engobe blanco y los diseños se trazan en negro, delineados en rojo y púrpura. Un motivo característico es una S tumbada, generalmente rematada en volutas de la que se conocen numerosas variantes. Hay también motivos figurativos, caimanes, monos, pájaros, tortugas o cangrejos, trazados siempre de un modo ágil, elegante y bastante estilizado. La orfebrería de Coclé es la más espectacular del Istmo. Los artistas metalúrgicos dominaron todas las técnicas conocidas, destacando por sus trabajos de repujado, fundido a la cera y engarces de joyería. Son famosos unos grandes pectorales, casi corazas, hechos con una plancha martillada, hasta alcanzar el tamaño deseado y luego decorados con repujado, y que aparentemente se usaron en batallas. Entre los temas representados destaca el del caimán, con aspecto de dragón, que también aparece sobre los yelmos. La continua aparición del tema del caimán o aligator hace pensar en alguna especie de deidad. Hay también pequeñas figurillas antropomorfas fundidas, de apenas 5 cm, totalmente huecas, con sonajas o bastones ceremoniales en las manos y figurillas de animales, loros y monos, de las que algunas son miniaturas usadas como colgantes. Para las labores de engarzado se usaron esmeraldas, cuarzos, jaspes, ópalos, serpentina verde, ágatas leonadas, madreperla, hueso y marfil, con los que se hicieron maravillosas joyas en forma de narigueras, pendientes y brazaletes. En Veraguas, en Panamá, al oeste de Coclé, las tumbas del período tardío, en forma de pozo y con cámara lateral, han proporcionado también importantes muestras del arte de la región ístmica. La cerámica es monocroma o con un engobe de color crema, siendo frecuentes los trípodes con las patas en forma de lazo y hay un énfasis en la decoración modelada. Destaca el trabajo de la orfebrería que no utiliza en este caso oro puro sino cobre dorado. Entre los objetos más comunes se encuentran unos grandes pectorales circulares martillados, lisos o decorados con tachones en el borde y, sobre todo, los llamados colgantes-águila, que representan en realidad diversas aves, de forma un tanto estereotipada. El ave aparece de frente, con las patas recogidas, con las alas proyectadas lateralmente en forma de gancho y una enorme cola que se asemeja a una T o V invertidas. De las tumbas proceden también una serie de metates de piedra, que a veces representan jaguares estilizados de pie sobre las cuatro patas, o de tres patas con una greca en el borde con aves u otro tipo de animales labrados. El cuidado en su manufactura hace pensar en un uso más ceremonial que utilitario y se encuentran de pleno dentro de la magnífica tradición de escultura en piedra centroamericana. Esta tradición de escultura en piedra se remonta al período formativo, continúa también en la región Diquís-Chiriquí, de Panamá y Costa Rica. Además de los tradicionales metates en forma de jaguar, aparecen una serie de figuras, generalmente humanas, de hombres y mujeres, con un estilo un tanto esquemático y poco naturalista, pero con los rasgos faciales, genitales, brazos y piernas elaborados con detalle. Hechas en caliza o granito, algunas aparentan divinidades o combinaciones de humanos y animales, generalmente una especie de ser con dientes salientes y serpientes colgando de la boca. De esta región proceden también las conocidas y curiosas bolas de piedra, perfectas esferas desde 30 cm de diámetro hasta 2 m. El peso de las más grandes puede alcanzar hasta las 16 toneladas y su propósito o función son todavía desconocidos, aunque la ciencia-ficción ha dado rienda suelta a la imaginación al respecto. Algunas parece que habían estado en las plataformas de montículos y otras parecen haber sido alineadas cerca de esos mismos montículos. Aunque la asociación cultural es aún poco clara, en el delta del Diquís se han encontrado restos de numerosas plataformas de tierra, con muros de contención hechos con cantos de ríos, algunas de más de 3 m de altura. En las tierras altas y vertiente atlántica de Costa Rica, Las Mercedes es el yacimiento mejor conocido, en la región llamada de Línea Vieja. Se encuentran montículos dispuestos ordenadamente, con una gran plataforma circular de 30 m de diámetro y 6,5 de altura, hecha de tierra y un muro de contención de piedras de río con mortero de barro. Está flanqueada por largas plataformas y todo el conjunto rodeado de lugares de habitación con enterramientos en los suelos de las construcciones. Las tumbas son de forma rectangular u oval, con paredes forradas de piedra y un variado ajuar funerario. Hay estatuas de piedra, que recuerdan a las de Diquís-Chiriquí, pero con características propias. Algunas, de pequeño tamaño, entre 30 y 60 cm, se encuentran siempre en tumbas, relativamente realistas, muestran hombres que pueden llevar cabezas-trofeo, y se encuentran incluso cabezas aisladas, lo que reforzaría la idea de dicho culto. Las hay también de mayor tamaño e incluso una de tamaño natural. Aunque suelen representar, aparentemente, seres humanos, alguna masculina tiene la cabeza de caimán y otra femenina de ave. Son muy característicos los denominados vulgarmente altares, finas losas de piedra de pocos centímetros de grosor, de 1,4 m de longitud y la mitad o un tercio de anchura, generalmente adornadas con diseños geométricos y que son sostenidas por una profusión de figuras talladas en bulto redondo, en forma de hombres, aves u otros animales, y que se cuentan entre los mejores ejemplares de la escultura centroamericana. Se encuentran siempre en tumbas y basándose en evidencias etnográficas se ha pensado que servían para colocar el cadáver de un muerto significado, dejándolo a la intemperie, para luego enterrar los restos en la tumba junto con el soporte.
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Dentro de la región ístmica de influencia suramericana, las manifestaciones artísticas más conocidas corresponden al período tardío en el que destacará la orfebrería, la cerámica y una peculiar y característica escultura en piedra. Y es precisamente la escultura en piedra la que nos hace traer ahora a colación la zona situada en el Oeste y Panamá y sur de Costa Rica. Dentro del istmo, el Formativo se conoce mejor en la vertiente pacífica, habiéndose tipificado una serie de fases culturales con una cerámica característica. Los típicos vasos trípodes centroamericanos se encuentran ya en estas fechas. La fase Aguas Buenas, entre 0 y 300 d. C., es un exponente característico del Formativo tardío, a caballo ya con el período de desarrollo regional o Medio. Destaca el sitio de Los Barriles, en las tierras altas de Panamá, en las faldas del volcán Barú. Se trata aparentemente de un sitio ceremonial donde se han encontrado varios pisos rectangulares, cimientos de piedra, grandes losas de roca y depósitos subterráneos de cerámica. Destacan unas grandes urnas de unos 92 centímetros de altura, de forma globular o acampanada, de cuello largo y decoradas con incisiones y pintura roja y amarilla en forma de animales estilizados. Hay también vasijas trípodes cuyas patas se han transformado en animales o seres humanos. Se han encontrado también enterramientos en forma de pozos cilíndricos, algunas veces hasta con tres cámaras forradas de piedra. Los ajuares se limitaban a metales o piedras de moler de gran tamaño, generalmente decorados con tallas de animales y humanos estilizados. Pero la manifestación artística más llamativa son las esculturas en piedra de tamaño natural que representan siempre a hombres desnudos, aunque con un característico gorro cónico. Se trataría de jefes o guerreros que llevan un hacha en una mano y una cabeza-trofeo en la otra y que pueden aparecer siendo llevados a hombros por otro personaje, tal vez un esclavo o un servidor. En el cuello llevan un colgante, representación de alguna joya de oro, o incluso otra cabeza-trofeo. Las esculturas se encontraron en el extremo occidental del sitio, más o menos colocadas en línea, pero todas derribadas sobre el suelo y parcialmente destruidas. Están talladas en un bloque monolítico de basalto junto con un pedestal y su estilo es relativamente naturalista con un torso de forma general cilíndrica, miembros alargados y genitales claramente manifiestos. En el lado oriental del yacimiento se encuentra una gigantesca piedra rodada tallada con petroglifos y con una depresión que se ha interpretado como para recoger sangre durante algún sacrificio, lo que junto a las peculiares representaciones de la escultura abunda en la idea de la consideración de los Barriles como un centro ceremonial. Y parece evidente que el culto a la cabeza-trofeo, de neta influencia suramericana, pudo ser una de las actividades dominantes.
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Excepto Costa Rica, que constituyó una conquista tardía, Centroamérica fue dominada en los años veinte del siglo XVI por expediciones que penetraron desde México y Castilla del Oro, donde existían numerosos conquistadores sin oficio. Las acciones comenzaron desde Panamá. No en vano se había conquistado antes que México. Desde allí, Pedrarias envió en 1516 algunas incursiones a la costa pacífica de Costa Rica y Nicaragua, pero la primera expedición importante fue la de Gil González Dávila, quien había capitulado con la Corona un viaje a las Molucas. Formó compañía con el piloto Andrés Niño, el tesorero Alonso Puente y Cereceda y partió de las islas de las Perlas en 1522. Al llegar a Costa Rica, se internó hasta los cacicazgos de Nicoya y Nicarao. Finalmente, pasó al golfo de Chorotega, bautizado como Fonseca, y regresó a Panamá. En una segunda incursión, realizada en 1524, Gil González Dávila llegó por la costa hondureña hasta Puerto Caballos, fundando San Gil de Buena Vista. Poco después, arribó también a Honduras Francisco Hernández de Córdoba a quien Pedrarias Dávila había enviado a Nicaragua para anexionarla a su gobernación de Castilla del Oro. Hernández de Córdoba había cruzado Costa Rica y fundado en Nicaragua las ciudades de Granada y León. En cuanto a la penetración desde México, se inició en 1523, cuando Cortés envió al sur a Alvarado y a Olid para conquistar Guatemala y Honduras respectivamente. Alvarado, antiguo lugarteniente de Cortés en la conquista de México y su duplicado como figura de conquistador, había oído hablar excelencias a los aztecas sobre Cuauhtemallán, territorio donde vivían los indios quichés y cakchiqueles. Solicitó su conquista y salió de Tenochtitlan con una gran hueste: 160 caballeros, 300 peones, artillería y muchos indios tlaxcaltecas, cholultecas y aztecas. Siguiendo las rutas comerciales indígenas llegó hasta Tehuantepec. Luego, por la costa, pasó a la región de Zapotitlán, desde donde intimó a los quichés a rendirse. En Quetzaltenango libró la primera gran batalla, seguida de otra cerca de la sierra, en la cual murió uno de los cuatro señores de Utatlán (quizá Ahau-Cothá o Ahtzic-Vinac-Ahau, a quien el Popol Vuh llama Vinac-Bam). La leyenda dice que una vez muerto, el señor de Utatlán se convirtió en quetzal. Al llegar luego a Utatlán, fue recibido con gran cortesía. Una embajada le pidió entrar en la ciudad, donde le esperaba un gran banquete. Alvarado sospechó que se trataba de una encerrona (probablemente era así) y decidió curarse en salud quemando a los reyes quichés y a la ciudad. Causa verdadero asombro la falta de humanidad con que describió esta terrible acción: "Viendo que con correrles la tierra y quemársela no los podía atraer al servicio de Su Majestad, determiné quemar a los señores ....y mandé quemar la ciudad". Era el 7 de marzo de 1524. Alvarado atravesó luego el territorio cakchiquel con dirección a Iximché, su capital. Allí fue bien recibido y firmó una alianza. Tras someter a los zutujiles, atacó a sangre y fuego Izcuintepeque sin leer a sus habitantes el Requerimiento, lo que le valió una grave acusación posteriormente. El capitán español penetró luego por Sonsonate en lo que hoy es El Salvador. Herido en un combate ocurrido en Acajutla y tras ocupar Cuzcatlán, regresó a Iximché, donde fundó la Villa de Santiago de los Caballeros de Guatemala (1524). La conquista había llegado aparentemente a su fin y las tropas mexicanas regresaron a su país. Alvarado impuso entonces un gran tributo en oro a los cakchiqueles, lo que motivó la rebelión de éstos. Para combatirles tuvo que recurrir a los quichés, pero aún así la sublevación duró cinco largos años, durante los cuales hubo gran número de víctimas. Guatemala quedó conquistada en 1530. En cuanto a la expedición de Cristóbal de Olid a Honduras (las Hibueras), donde debía buscar además un estrecho interoceánico, fue más desafortunada. Olid fue a Cuba para preparar mejor su hueste y allí se entendió con Velázquez, concertando ambos la conquista de Honduras. El 3 de mayo del mismo año, Olid fondeó cerca de Puerto Caballos iniciando desde allí la exploración del territorio. No tardó mucho en aparecer Francisco de las Casas, enviado por Cortés para castigar a Olid por su traición. Las Casas naufragó al llegar y cayó en manos de Olid, quien asimismo logró apresar a Gil González Dávila. Los prisioneros conspiraron contra él y lograron darle muerte, marchando luego ambos a México. Vino luego el fracasado episodio de la expedición de Cortés a las Hibueras, que ya conocemos, y finalmente la llegada de Hernández de Córdoba, enviado por Pedrarias. Córdoba mordió también la manzana de la discordia que se cultivaba en la zona y se rebeló contra su Gobernador, pretendiendo quedarse con la conquistada Nicaragua y hasta de Honduras, si se le bríndaba la ocasión. El viejo Pedrarias -tenía más de 80 años- tomó un barco en Panamá tan pronto como supo la noticia (enero de 1526) y se presentó en Nicaragua, donde apresó al capitán rebelde en Granada y le ajustició en León. Pedrarias se anexó entonces Nicaragua y pretendió hacer lo mismo con Honduras, cuyo gobernador Diego López de Salcedo se le enfrentó, llegando finalmente ambos a un acuerdo de límites. Tanto Salcedo como Pedrarias, emprendieron grandes batallas para someter a los naturales. Posteriormente, Honduras afrontó muchos conflictos promovidos por los propios españoles que se resolvieron cuando el territorio fue anexado a la gobernación de Guatemala.
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Estamos ahora en la apoteosis del reinado de la madera, sólo comparable con la Corona de Castilla. Nuevamente hay que advertir que, aunque se prefiera ese material y se utilice procedente de muy diversos árboles, trabajando con ella todos los grandes escultores, no es la única posibilidad. En realidad es la gran época de toda la escultura germana prolongada casi cuarenta años en el siglo XVI, ya en pleno renacimiento.Quizás sea en el ámbito del Imperio, relacionado con la política de Carlos IV y en una etapa de autoafirmación artística, cuando encontremos en torno a 1400, en una clara manifestación escultórica del gótico internacional. Inmediatamente antes está la ciudad de Praga, transformada en una capital nueva por la voluntad del emperador. En ella trabaja Peter Parler, arquitecto y escultor, responsable supuesto de imágenes como la de San Wensceslao entre dos ángeles exclusivamente pintados, realizada hacia 1373 y formando parte de la nueva catedral. Estas mismas formas elegantes y cortesanas reaparecen en algunas obras de Colonia poco posteriores, como la ménsula femenina del Museo Schnütgen de Colonia, fechada hacia 1380 y 1390, y marcada con señales de la familia Parler.Sin embargo, el pleno internacional viene marcado por un gran conjunto de Vírgenes con el Niño, curvadas, que se inclina hacia adelante o hacia un lado sosteniendo al Niño en un equilibrio difícil. Casi todas son anónimas, pero detrás de ellas tiene que estar un buen escultor. Se les llama las "Schóne Madonnen", las Bellas Vírgenes. Entre 1390 y 1400 se fecha la Virgen de Krumlov (Bohemia), conservada en Viena, donde se patentizan todos estos caracteres, aquí reforzados por una relación de ternura muy humanizada entre María y su hijo. De Breslau procede otra Virgen menos quebradiza, de cabeza menuda, igualmente encantadora, sobre todo los rasgos de la cara. Es posible que la más bella hubiera sido la quizás perdida en la guerra del 39, procedente de Torún (Thorn) que se levantaba sobre una gran ménsula con un busto de robusto profeta contrastando con ella, y de fechas similares. Aunque la Virgen amable también se da en Francia en magníficos ejemplares, se trata de una visión de nueva creación y difundida por todo el territorio del Imperio.Desde 1300 había comenzado a difundirse por Alemania, haciéndose eco de textos falsamente atribuidos a san Buenaventura y otros escritores alemanes, un tipo iconográfico emotivo, destinado a tener éxito en todos los ámbitos cristianos: la meditación de la Virgen sobre el cuerpo muerto de su hijo, la Piedad. En torno a 1400, diversos escritores místicos germanos habían profundizado en este camino de reflexión, de modo que el tipo seguía siendo efectivo, pero había alcanzado una nueva dimensión, al entrar en ese paraíso artificial de las formas amables. Pese a la crispación del cuerpo de Cristo, la Piedad del monasterio de Seeon (Praga) (Museo de Munich), delicada y bien hecha expresa el cambio.Progresivamente se irá abandonando este camino, ahondando en el realismo. Algunas obras como los sepulcros se prestaban a ello. Así en la catedral de Maguncia existía ya una tradición de sepulcro obispal con yacente y en estos años se añaden varios más, donde se percibe este contacto con lo real. Los sepulcros de los obispos Juan II de Nassau, muerto en 1419, y de Conrado III (muerto en 1434), serían significativos. Se atribuyen a una familia de escultores, los Gerthener.Comienza luego la época de los grandes imagineros. Hans Multscher podía ser el primero. Es el principal artista de Suabia entre 1430 y 1460. Aunque principalmente escultor, también es un notable pintor. Su primera obra la hizo para Ulm, hacia 1427-1430, con figuras en el Ayuntamiento (hoy en el Museo). En el parteluz de la portada de los pies de la catedral se coloca en 1429 un Cristo Varón de Dolores, muy dinámico, de rasgos alargados, entre el realismo inmediato y la elegancia de antes. Pero, como todos los que vienen tras él, Multscher talla la madera y varias imágenes de la Virgen y santas se le han atribuido. En todas destaca la calidad de la policromía. Esto será un fenómeno definidor de la escultura en madera alemana y austriaca.En la segunda mitad del siglo, los escultores importantes trabajan en diversas zonas. En el Tirol y Austria el gran maestro es Michel Pacher, también gran pintor, y padre de artista. Comienza a trabajar hacia 1460 y muere en Salzburgo en 1498. Su primera gran obra escultórica documentada es en 1471 cuando se comienza y en 1475 estaba terminada la Coronación de la Virgen de la iglesia parroquial de Gries (Bolzano). El centro lo ocupa una Virgen donde coincide la delicadeza con un virtuosismo de ejecución. A los lados, están san Miguel y san Erasmo. Más importante, y una de las obras maestras del tardogótico europeo, es el retablo de la iglesia de San Wolfgang. Una inscripción aclara que se terminó en 1481. Es un gran tríptico cuya zona central está esculpida, igual que la superior, pero se cierra con tablas pintadas en crecido número. Sólo la parte central del bancal se talla. Es, pues, obra mixta, con amplio desarrollo pictórico. La parte central, dedicada otra vez a la Coronación, es de una complejidad inigualable. El amplio espacio se llena casi por completo con multitud de imágenes en las que la maestría técnica se ha convertido en exhibición, tanto cuando convenía, como en aspectos sobreañadidos por voluntad personal. Hay un expresionismo de la forma en el modo de complicar los pliegues de las telas, ajeno a la serenidad de los rostros. El resultado es deslumbrante, pero requiere de un examen minucioso para entender cada detalle.Tal vez el otro escultor importante de Austria fuera Martin Kriechbaum si se confirmara que es el autor del retablo de Kefermarkt, hacia 1498. Su mundo está en la línea del maduro de Pacher y la forma no es muy distinta, si bien aquí únicamente hay escultura. La zona central la ocupan los santos Wolfgang, Pedro y Cristóbal. Este último es una figura inolvidable e inquietante. Las formas tienen una cierta pesadez. Los relieves, abierto el tríptico, se dedican a Anunciación, Natividad, Epifanía y Muerte de María.En la zona de Franconia trabajan los dos escultores más conocidos Tilman Riemenschneider y Veit Stoss, activo el primero especialmente en Wurzburgo y el segundo, en Nuremberg, aunque cambian de lugar. Tilman Riemenschneider es el más documentado y de quien se conserva una obra más extensa. Aunque nace en Heiligenstadt hacia 1460, en 1483 ya está en aquella ciudad, donde obtiene la maestría en 1485. Vive allí largamente, bien considerado y con una gran clientela. En 1520-1521 es nombrado burgomaestre, cargo público ajeno al oficio, indicio de su posición social. Viaja, no obstante, por distintos lugares de Alemania, siempre bien acogido. Casó cuatro veces y murió en 1531.Es imposible en pocas líneas citar siquiera las obras documentadas y atribuidas. Creó un estilo personal en sus tallas preferentemente de madera de tilo. Sus personajes son nerviosos, inclinan innecesariamente la cabeza o poseen unas manos largas, finas, tensas. Las cabezas muy características se alargan y los rasgos se marcan. Las telas, siempre exquisitamente talladas, no son algo inerte, sino que participan de un cierto clima de crispación. Una de sus obras maestras es el retablo de la Santa Sangre en la iglesia de Santiago de Rothenburg, entre 1499 y 1504, donde el carácter eucarístico se marca con la gran Cena central. Los relieves de la Entrada en Jerusalén y Oración en el Huerto señalan sus capacidades y limitaciones en este terreno. Otro retablo de similar empuje y algo posterior es el de la Virgen de Crelingen, con una compleja Asunción de María. Aunque se hizo hacia 1505-1510 nada indica que Riemenschneider hubiera filtrado algo de la Italia contemporánea. Espléndida es la Crucifixión hecha para la capilla de San Miguel en Rothenburg, hoy en la iglesia de Dettwang, con un emotivo grupo de María con Juan y las santas mujeres.Entre las grandes empresas en piedra destaca el monumento funerario del obispo Rudolf von Sherenberg, para la catedral de Wurzburgo. Está en una línea tradicional en Alemania, como los señalados de Maguncia, donde los titulares están en pie, en vez de ser yacentes. Pese al aire de retrato se distingue el modo de hacer del artista a la hora de marcar los rasgos. Otra dimensión tiene la pareja desnuda de Adán y Eva para la capilla de María en Wurzburgo (hoy en el Museo), por el modo de realizar dos estudios anatómicos desde una perspectiva tardogótica.Veit Stoss, nacido en otro lugar, reside un tiempo en Nuremberg. En 1477 marcha a Cracovia, en Polonia, donde estará bastantes años. Retorna a Nuremberg en 1496. Morirá de elevada edad en 1534. Al revés que Riemenschneider, es palpable una evolución en su obra, muy propia del tardogótico en su inicio y cada vez más sensible a sugerencias renacentistas, por lo que muchos estudiosos lo consideran de este último período. En Cracovia trabaja para la corte y para los comerciantes germanos allí establecidos. Su gran obra, en la que requiere reunir un grupo importante de colaboradores, es el gran retablo de la Virgen en la cabecera de la iglesia de su nombre, en el que empleó doce años (1477-1489). La concepción general la conocemos de otras ocasiones: una gran escena central y dos alas que se cierran. Estas se trabajan en anverso y reverso y son dobles, de modo que en ellas se despliega un crecido número de relieves. La temática general es usual con la vida de Jesús y la Virgen. La Muerte de la Virgen central no sólo es la mayor y la que plantea más problemas compositivos, sino la que presenta una iconografía infrecuente, al situar a la Virgen arrodillada o como arribada en el suelo, en vez de acostada en el lecho, mientras le rodean los apóstoles. Arriba, un grupo con ella y Jesús.La forma de hacer de Stoss es muy distinta a la nerviosa de Riemenschneider, pero coinciden en el barroquismo de las actitudes y el oficio exquisito a la hora de culminar el menor detalle. Quizás no dispuso de los mejores pintores a la hora de policromar. Los numerosos relieves despliegan amplios escenarios, más despejados que los del otro escultor donde se mueven con libertad los protagonistas. También hay un mayor cuidado por la perspectiva. En 1492 llevaba a buen fin la tumba del rey Casimiro IV Jagiello.De vuelta a Nuremberg tiene problemas oscuros, no siempre aclarados. No obstante sigue su labor. Así, en 1517-18, realiza uno de sus más originales proyectos, la Anunciación con el Rosario, que se colocará en alto en la iglesia de San Lorenzo.Erasmus Grasser es maestro en Munich en 1477, donde muere en 1518. Lo más notable y distinto, por lo visto hasta ahora, que llega a trabajar son los danzantes moriscos que debían ocupar la Tanzsaal del Antiguo Ayuntamiento de Munich, hechos en 1480, en madera y de tamaño menor que el natural. En la zona de Suabia trabajan Michael Erhart y Georg Erhart. El primero lo hace en Ulm. El Museo de Berlín guarda una Virgen de la Misericordia procedente de Ravensburg, de hacia 1480-1490. También muere bien entrado el siglo XVI. Anterior es Nicolás Erhart, activo en Augsburgo.Uno de los grandes artistas de la zona Norte fue Bernt Notke. De familia de origen hanseático, comienza siendo citado en 1467 en Lübeck como pintor. En 1477 ya como escultor es autor de una importante Crucifixión para la catedral de su ciudad. Al margen del propio Crucificado, destacan, como muestra de originalidad, algunas figuras, sobre la viga que sostiene el conjunto, entre ellas una Magdalena de llamativos rasgos. En 1471 el regente sueco, Sten Sture, había liberado de influjos foráneos el país y atribuía el éxito a la ayuda de san Jorge. Decide levantar un monumento al santo en la principal iglesia de Estocolmo. En 1483 Notke llega a la ciudad en la que vivirá hasta 1498. En 1489 termina el monumento. Es el conjunto más imaginativo, bizarro, extravagante del último gótico, algo que sorprende por su originalidad. Jinete, caballo, monstruo y restos humanos componen un grupo incomparable. Están sobre un pedestal cubierto con relieves de la vida del santo, mientras la princesa está a un lado, al margen de la construcción.Adán Kraft también vive en Nuremberg. Es uno de estos artistas que se hace famoso sólo por una obra. En este caso, por el tabernáculo de San Lorenzo (1493-96), donde se autorretrata en cuclillas con los instrumentos de su oficio en las manos. En otras obras se puede considerar más próximo al renacimiento.Un último artista importante sería Peter Vischer el Viejo, pese al sobrenombre, hijo ya de fundidores de bronce. Iniciado en el mismo oficio lleva a cabo una de las grandes empresas de su clase entre 1507 y 1519: el sepulcro de San Sebaldo, para la iglesia de la misma advocación. Enorme construcción de 471 cm de altura, fundida en bronce, es también muy cuidada en pequeñas esculturas en el mismo material.Es difícil dejar de mencionar muchos otros escultores importantes e indicar el momento en que hay que poner al fin al gótico en el Imperio. Lo primero, porque son muchos, y bastantes tan interesantes como alguno de los citados. Se podría recordar a Syrlin el Viejo, tallista de coro en Ulm. A Nicolás von Hagenau, completando ya en el siglo XVI el conjunto de Isenheim pintado por Grünewald, etc.Pero, ¿dónde poner fin? Un magnífico libro sobre la escultura en madera del renacimiento germánico incluye a todos los escultores citados, salvo Multscher y alguno más entre los renacentistas. Lo evidente, al margen de que definamos una etapa especial para aplicar a estos artistas, es que la traza tardomedieval está en todos ellos y sobrevive al cambio de siglo, en ejemplos en los que tanto sorprende la alta calidad, como el hermetismo respecto a lo que se hace en Italia.
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A pesar de del escaso conocimiento que tenemos de la arquitectura moche, hay que mencionar la Huaca del Sol, formada por varias plataformas compuestas de escalinatas retraídas unas sobre otras, hecha íntegramente de adobes y de 340 m de longitud, 220 de anchura y 30 de altura media. Objeto de sucesivas ampliaciones y reconstrucciones, es un testimonio evidente de centralización de inmensos esfuerzos constructivos. A unos 600 m de distancia se encuentra la Huaca de la Luna, otra gran plataforma también de adobes, de 80 m de longitud, 60 de anchura y 20 de altura, especie de basamento sobre el que se levantaron recintos habitacionales, con algunos muros decorados con pinturas al fresco, entre los que destaca el llamado la rebelión de los artefactos. Se trata indudablemente de grandes centros ceremoniales, según las pautas generales del urbanismo americano, donde se conciben grandes espacios vacíos o plazas, cerrados por masivas edificaciones de probable carácter templario. Desconocemos los cultos que allí se realizaban, ya que los nombres de Sol y Luna son aleatorios y no se corresponden con la realidad. La única posible divinidad que podemos reconocer entre los Moche es una figuración antropomorfa, con boca y dientes de felino, cinturón serpentiforme y a veces pinzas de cangrejo. Se ha identificado con el Ai-apaec de los chimúes, claramente presente unos siglos más tarde y que por extrapolación se retrotrae hasta época moche. Pero desde el punto de vista de las manifestaciones artísticas que han llegado hasta nosotros hay que destacar el enorme esfuerzo constructivo dedicado a los enterramientos, ya que de ellos proceden la cerámica y la fantástica orfebrería moche. Por desgracia no se había encontrado ninguna tumba intacta hasta 1987, cuando en el mes de junio se realizó el hallazgo más espectacular de la arqueología peruana. El enterramiento, prácticamente intacto, del llamado Señor de Sipán salía a la luz, un importante personaje de unos 35 años, inhumado con todo fasto y magnificencia. La tumba, excavada en la tierra, revestida cuidadosamente de adobes y cubierta con troncos, contenía el cuerpo del personaje principal literalmente cubierto de abanicos y tocados y plumas, pectorales de chaquira y cuentas de oro y cobre, mantas, y adornos varios de oro, plata y cobre. Junto a él, los cuerpos de dos mujeres, sacrificadas probablemente, y dos hombres, así como un perro y dos cabezas de llama. Múltiples ofrendas de cerámica completaban el ajuar.
contexto
Junto a los tres grandes centros europeos, una segunda generación de universidades surgió al calor de la protección de los poderes públicos. La búsqueda de prestigio, la necesidad de formar cuadros que integrasen la renacida administración y el intento de evitar una verdadera fuga de cerebros, con la consiguiente pérdida de rentas y absentismo, al tratarse generalmente de clérigos, motivaron la decidida intervención de los soberanos. A menudo, por otro lado, la decisión política no hizo sino sacar a la luz un ambiente intelectual ya favorable, por lo general ligado a escuelas episcopales, aunque en verdad insuficiente por sí solo para permitir el nacimiento de una universidad. Este es precisamente el caso de Francia. Sería un error pensar, en efecto, que París borró por completo la floración de las escuelas y cátedras episcopales de Reims, Tours, Soissons, etc. Por el contrario, siguieron existiendo aquí un buen número de estudiantes, cuyos maestros se habían formado a menudo en París. Dos de estas escuelas evolucionaron hacia formas universitarias: Angers, a principios del XIV y Orleans, nacida esta última de la secesión de París de 1229, a la que se sumaron posteriormente estudiantes y maestros boloñeses. Las otras universidades francesas del siglo XIII se encontraban en territorios legalmente sometidos a París, aunque social y culturalmente todavía extranjeros, como era Occitania. Montpellier, cuyo "Studium" médico contaba ya con merecida fama entre 1180-1220, se transformó en Universidad en 1289, mediante un privilegio papal concediendo la oportuna "licentia docendi". Un caso similar es el de Aviñón, que si bien nace institucionalmente como universidad en 1303, presenta ya un "Studium", cristalizado desde el último tercio del siglo XIII. En cuanto a Toulouse, es sin duda el caso más atípico. Aunque existía en la ciudad una escuela catedralicia, la fundación de la universidad en 1276 partió desde cero y se explica por el deseo pontificio de difundir la ortodoxia en tierras donde el recuerdo del catarismo seguía vivo. En cualquier caso Toulouse siempre fue un centro modesto, dominado como otros centros meridionales por los estudios de derecho con una clara dependencia boloñesa. En Italia, y aparte de Padua, surgido en 1222 por una secesión de Bolonia, se crearon otros centros universitarios gracias a decisiones políticas de Federico II en Nápoles (1224) y Salerno (1231) y de Inocencio IV en Roma (1244), Siena (1247) y Piacenza (1248). Sin embargo, este elevado número de centros no debe inducir a error: Salerno estaba ya en decadancia cuando el emperador lo elevó al rango universitario y el "Studium curiale" romano no podía otorgar la "licentia ubique docendi", a pesar de ser un centro superior. Para la Península Ibérica destacan tres focos de interés: Palencia (1185), Salamanca (1219) y Valladolid (1293). En todos los casos la intervención regia fue determinante en el nacimiento y desarrollo de unos centros que jamás sobrepasaron un mediocre nivel en este periodo. La emulación con las universidades europeas, cuyo ideal recogen también las "Partidas", se tuvo sin embargo muy presente, y así, mientras que Salamanca se inspiró en París, con su dedicación a la teología, Palencia y Valladolid, centrados en los estudios jurídicos, siguieron a Bolonia. Similar al modelo salmantino fue también el caso de la Universidad de Coimbra, fundada en 1288, y que mantuvo siempre íntimos contactos con el centro castellano-leones.
fuente
Unidad del ejército romano, aunque varió a lo largo del tiempo se componía de 80 hombres y estaba mandada por un centurión. Dos centurias hacían un manípulo.