El 26 de marzo de 1885 fallece Theodorus van Gogh, el padre de Vincent, a consecuencia de un ataque de apoplejía. Este acontecimiento afectará tremendamente al pintor a pesar de las diferencias existentes entre ambos. Curiosamente, en estas tristes fechas para Vincent se empiezan a interesar por su obra en París. Esas imágenes que Van Gogh pinta en Nuenen están inspiradas en el mundo de los campesinos que tanto atrajo a Millet mientras que estilísticamente recuerdan al Barroco Holandés a través de la Escuela de La Haya, con cuyos miembros Vincent inició su aprendizaje artístico. La campesina que observamos se presenta en el pasillo de su pequeña casa, vestida con su tradicional traje y calzando los característicos zuecos. Apoya su mano derecha en un armario bajo, apreciándose tras ella otro mueble con el que se consigue crear la sensación espacial. Las tonalidades oscuras dominan el conjunto, aplicado el color de manera rápida y empastada.
Busqueda de contenidos
obra
La temática popular italiana será una de las favoritas de Fortuny tanto en su juventud - véase la Muchacha - como en la madurez. Con estas figuras femeninas tiene la posibilidad de experimentar nuevos aspectos pictóricos, situándose a un paso del Impresionismo gracias a sus conceptos de luz y de color. Sin embargo, la concepción de la campesina es totalmente clásica, apreciándose las dos vías que experimenta el artista. La factura suelta en algunos aspectos se convierte en preciosista al tratar la vasija o los pliegues de la camisa, uniendo así dos estilos enfrentados para crear una manera absolutamente personal de trabajar.
obra
Van Gogh quiere representar al mundo campesino en todas sus facetas ya sea trabajando en el campo o en las faenas domésticas. Posiblemente en su mente ya esté presente la idea de ejecutar los Comedores de patatas y se pone manos a la obra para conseguir modelos válidos. En esta ocasión nos presenta a una mujer ensimismada en su labor, eliminando detalles anecdóticos para centrarse en su rostro y en el cesto de las patatas que pela. La figura ha sido potentemente iluminada desde la zona izquierda para crear un atractivo contraste de claroscuro que recuerda al Barroco, especialmente a Rembrandt. La factura utilizada por Vincent es tremendamente rápida, sin atender a detalles superfluos para llamar nuestra atención al gesto concentrado de la campesina. Van Gogh mira directamente a sus personajes, elevándolos a la categoría de héroes.
obra
Los jóvenes pintores llegados a Roma para completar su formación debían realizar estudios del natural y copias de los grandes maestros para alcanzar una formación adecuada. Entre los artistas españoles será frecuente la ejecución de obras protagonizadas por campesinas, realizando Fortuny una amplia serie de acuarelas integrada por diferentes tipos populares. El Calabrés, la Mujer de Capri o el Condesito forman parte de este conjunto caracterizado por presentar a la figura ante un fondo neutro, intentando el artista mostrar con la suficiente claridad los detalles de los ropajes. El dibujo y la pincelada minuciosa serán elementos característicos de la serie, presentes también en esta figura.
obra
Durante el tiempo pasado en Nuenen, Van Gogh convivió estrechamente con los campesinos y los empleó como modelos en numerosas ocasiones. Puso todo su empeño en mostrar al público la manera austera, casi miserable, de vida de este colectivo, en un intento de criticar su situación para mejorarla. De esta forma enlaza con la filosofía de Courbet y el Realismo quien consideraba que el artista no era un parásito de la sociedad sino que debía denunciar en sus obras todo aquello que considerara negativo para mejorarlo. En este afán de crítica social surge toda una serie de imágenes en el verano de 1885 protagonizadas por los hombres y las mujeres del campo en sus duras faenas - veáse Campesino cavando o Campesina cavando - o esta mujer preparando la escasa comida con la que se mantiene la familia. La figura aparece sentada junto al fogón, pelando patatas. Sobre el fuego contemplamos una cafetera y al otro lado una silla de madera, el escaso mobiliario de la casa. La oscuridad envuelve la composición, iluminando el fuego el rostro de la campesina y las paredes del hogar, dominando las tonalidades oscuras para sugerir cierta tristeza, al igual que en el rostro preocupado de la mujer encontramos una expresión similar. La sombra de Millet también aparece en este trabajo, al igual que en sus compañeros.
obra
Empeñado Van Gogh en perfeccionar su manera de pintar retratos se enzarzó en la ejecución de 50 cabezas y bustos de campesinos que le llevaron todo el invierno. Esta campesina es una de las primeras obras que ejecutó, interesándose por el rostro de la modelo. La figura está presentada de frente, ataviada con su tradicional cofia blanca y su vestido oscuro. Cruza sus manos a la altura de las rodillas, recortándose sobre un fondo neutro. Las luces proceden de la derecha e iluminan profusamente la escena, creando contrastes cromáticos tomados del Barroco.
obra
Durante el invierno de 1885 Van Gogh se interesó por realizar una serie donde los campesinos y campesinas fueran sus protagonistas. Primero elaboró un conjunto de retratos anónimos para más tarde ofrecernos imágenes más cotidianas como la Campesina barriendo el pasillo o esta mujer con las manos juntas en un momento de tranquilidad tras la dura faena cotidiana. La campesina aparece de medio cuerpo, ataviada con sus ropas típicas, destacando el contraste entre la cofia blanca y el vestido verdoso. Vincent centra su atención en el rostro de la señora, especialmente en los ojos y en la boca, preocupado como estaba por captar el carácter de sus modelos.