Busqueda de contenidos

obra
Cuando Fortuny llegó a Marruecos en febrero de 1860 se sintió cautivado por el ambiente norteafricano, suponiendo este contacto un fuerte cambio en su carrera. Abandonará los asuntos históricos para elaborar escenas costumbristas protagonizadas por árabes y beréberes en todo tipo de actitudes. En esta tabla podemos admirar el interés del maestro hacia la potente luz del norte de África impactando en una elevada pared encalada, en un contraste lumínico de gran belleza. Los perfiles de los arcos y los muros están difuminados al crear una densa sensación atmosférica que casi engulle a los dos hombres cubiertos con sus turbantes que se sientan en la calle acompañados de un animal. La pincelada es rápida y empastada, renunciando al dibujo para anticiparse al Impresionismo. Lástima que Fortuny no continuase por este camino y se interesara en demasía por los asuntos costumbristas que le dieron fama y dinero; Fortuny pudo haber revolucionado el panorama mundial de la pintura si hubiera continuado por los derroteros que anticipaba con este tipo de pintura.
monumento
Es una de las calles más antiguas e importantes de Alcalá la Real. En sus orígenes se trató de una pequeña calle dentro del cinturón de sus murallas, siendo el epicentro de callejones estrechos. Tras la toma de Granada (1492) y el importante aumento demográfico, el asentamiento superó las murallas y se extendió por la ladera oriental del cerro de la Mota; a partir de ese momento, la Calle Real se convirtió en el cordón umbilical que, actualmente, une la ciudad con la fortaleza de la Mota. Las casas solariegas, los escudos nobiliarios, los conventos e iglesias que la conforman dan una idea de la importancia de esta calle, siendo un centro religioso, político y social. La parte baja de la calle se caracteriza por su amplitud y luminosidad, estando vinculada al dinamismo económico de la ciudad, con edificios significativos del Barroco y del primer tercio del siglo XX. A partir de la Calle Rosario el panorama cambia y apenas perduran casas nobiliarias, o las que se conservan están en mal estado.