Zócalo de un pedestal.
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obra
La ciudad norteafricana que más encantó a Fortuny fue Tánger, visitándola en variadas ocasiones a lo largo de su vida, enamorado de su luz, de sus gentes y ambientes, plasmando en lienzos y acuarelas todas esas vivencias para crear una serie de estampas de temática orientalista con las que obtendrá un sonoro éxito. Uno de los elementos más admirados por Fortuny será la luz, esa luz potente, dura en ocasiones, que provoca una sensación ambiental digna de la Escuela veneciana o de Velázquez, será para el pintor catalán motivo de inspiración como se observa en esta magnífica escena donde la masa cromática domina claramente al dibujo, creando gracias a las manchas de color y luz, desarrollándose un atractivo contraste de claroscuro donde los personajes casi pasan a un segundo plano. Las anecdóticas figuras se distribuyen por el espacio para servir de acompañamiento a la luz, como también harán los impresionistas franceses por aquellas fechas.
Personaje
Pintor
Hijo de un ebanista de la corte alemana, su primeros pasos fueron como pintor de historia en Regensburg con M. Speer, trasladándose después a Roma, donde fue discípulo de Masucci y Mengs, entablando amistad con Piranesi. Regresó a Alemania y trabajó para el elector de Tréveris pero en 1760 se trasladó a Londres, siendo contratado como retratista por el actor David Garrick. Su extraordinaria habilidad para captar los detalles realistas le llevará a triunfar con las "conversation piece", siguiendo el lenguaje de Hogarth. En 1764 Zoffany retrató de manera informal a los reyes Jorge III y Carlota, consiguiendo más éxito que Reynolds y siendo designado por el monarca miembro de la Royal Academy en 1769. La reina le encargará tres años más tarde pintar la tribuna de los Uffizi, para lo que se trasladó a Florencia, donde permaneció hasta 1778, haciendo importantes retratos de la familia del gran duque. Las duras críticas recibidas por su trabajo y la pérdida del favor real le llevarán a partir a la India en 1783 para realizar retratos de colonos ingleses, intentando recuperar fortuna. Enfermo, regresó a Londres en 1789 realizando obras de temática religiosa. Su delicada salud le obligó a abandonar la pintura hacia 1800.
Personaje
Literato
Huérfano desde su juventud se ve obligado a trabajar para salir adelante. Su primer empleo es en una editorial. A los veinticinco años obtiene sus primeros ingresos de fuentes literarias gracias a la publicación de sus versos y ensayos. En 1867 escribe su ópera prima "Thérèse Raquín", un relato que muestra la cara más cruda de la pasión. Su fijación en la sociedad y el detalle con que analiza las situaciones le convierte en el fundador del naturalismo. Una tendencia literaria con que se adentra en la sociedad con el mismo rigor que cualquier fundamento científico. Entre la década de los años setenta y ochenta publica varias novelas en las que describe una saga familiar y que engloba en "Les Rougon-Macquart". Su literatura es una fotografía de la Francia que le tocó vivir y de la Ciudad de las luces. También recibió duras críticas por su forma de exagerar en ocasiones los acontecimientos. Dentro de su producción naturalista hay que destacar además: "La taberna" de 1877, "Nana" de 1882, o "Germinal", donde recoge las experiencias de los mineros. Las críticas a otros escritores y sus ensayos "La novela experimental" y "Los novelistas naturalistas", completan su obra. Uno de los acontecimientos históricos en el que aparece implicado el nombre de Zola fue el caso Dreyfuss. En este proceso Zola criticó al gobierno por el hostigamiento contra el oficial judío Dreyfus a través de su famoso artículo "Yo acuso", que publicó en el periodico "L`Aurore". Esta acción le costó el exilio en Gran Bretaña. La inhalación de monóxido de carbono, a causa de un accidente casero, provocó su fallecimiento.