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obra
Sobrino de Juan Antonio Cuervo, Tiburcio Pérez destacará como arquitecto, iniciando su carrera a los 16 años en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. Amigo íntimo de Goya, el pintor le confió el cuidado de la pequeña Rosario Weis - posiblemente su hija - cuando se exilió a Francia en 1824. El retratado aparece de medio cuerpo, cruzando sus brazos a la altura del estómago, portando en su mano derecha sus antiparras para indicar que acaba de abandonar el trabajo. El fondo oscuro otorga mayor volumetría al personaje, iluminado por un foco de luz procedente de la izquierda. La blanca camisa resalta entre las tonalidades oscuras del chaleco y el pantalón, destacando las arrugas del brazo izquierdo y las chorreras del cuello a pesar de la pincelada rápida que sólo insinúa esos detalles. La alegre expresión del arquitecto, con sus inteligentes y despiertos ojos negros, su cabello alborotado y sus elegantes patillas, conforman uno de los mejores rostros pintados por Goya en la década de 1820, la misma que nos dará las famosas Pinturas Negras cuyas tonalidades son similares a este excelente retrato.
Personaje Pintor
Washington Allston fue el primer gran pintor americano de paisaje que se puede incluir dentro del Romanticismo. Estudió en Londres en 1801 con Benjamín West. De 1803 a 1808 viajó por toda Europa y el Museo del Louvre pintó a los grandes Maestros. Le influyeron pintores como Claudio de Lorena, Füssli o Turner. El estilo de este último pintor parece apreciarse en una obra de Allston Desarrollo de una Tormenta en el Mar. En 1818 vuelve a América e intenta pintar temas históricos aunque no lo consigue y continúa pintando paisajes. En sus obras paisajísticas su romanticismo se manifestaba en lo grandioso y en lo dramático que aparecía en las formas monumentales de la naturaleza. Después en una época posterior fue un pionero de la corriente subjetiva y visionaria de la pintura de paisaje americana y que se remite más al sentimiento que a la representación directa y real de la naturaleza. Característicos de este estilo último son unos pequeños cuadros casi oníricos como Paisaje a la luz de la Luna de 1819 del Museo de Bellas Artes de Boston. Entre los escritos de Allston destacan poemas, una novela gótica titulada Monaldi y sus Conferencias sobre Arte publicadas póstumamente en 1850.
obra
Ticio era uno de los cuadros que junto a Sísifo formaba parte de la serie titulada Las Furias o Los Condenados que había encargado Doña María de Austria a Tiziano en 1548, destinada a ocupar una de las salas de su palacio. De los cuatro que debían formar parte de la serie sólo hay una constancia documental de tres, pero uno de ellos se perdió. Ticio violó a Latona y fue condenado a que un buitre le devorara eternamente los intestinos. Vemos al gigante encadenado a dos troncos de árbol, mientras el animal procede a devorarle las entrañas. La serpiente aparece como símbolo del pecado y del mal. Los escorzos característicos del Manierismo son habitualmente empleados en estas fechas por Tiziano, con seguridad para otorgar mayor violencia y dramatismo a la escena reforzado por los efectos relampagueantes de luz. La pincelada que Tiziano utiliza es más empastada, apreciándose manchas en diferentes zonas. Estas series moralizantes debían ser habituales en el Renacimiento y en el Barroco.
termino
acepcion
Forma parte del grupo de los ocho pashien y representa a un asceta instruido por Lao-Tze. Según las creencias chinas su aspecto es el de un viejo deforme que se ayuda de un bastón de hierro.
lugar
Tiebas contó con castillo, en la actualidad solamente quedan las ruinas, que desempeñó las funciones de prisión y fortaleza junto al Camino de Santiago, de archivo real y de residencia temporal de los reyes. Su distancia a Pamplona es de 14 km.
obra
La figura de Frans Hals se sitúa entre los mejores retratistas de su tiempo. Tomando como modelo las obras de Tiziano y Rubens, se interesará especialmente por captar la personalidad de su modelo, de tal manera que el espectador nunca se queda impasible ante el cuadro, captando la psicología de la persona que posa para él. Esta característica que define los trabajos del maestro de Amberes la podemos apreciar claramente en este retrato que contemplamos. La disposición de la gran figura en primer plano, ante un fondo neutro -en el que podemos observar su escudo de armas y la leyenda en letras capitales "AETAT SVAE 36 ANN?1634"- recibiendo un potente foco de luz desde la izquierda para proyectar la sombra en la pared. Teileman viste un austero traje negro, siguiendo la moda de la época, adornado con una amplia gola y puños de encaje. Su mano derecha se apoya en la cadera mientras que la izquierda se presenta enguantada. Pero donde está el verdadero interés del retrato es en el rostro, dirigiendo su potente mirada al espectador y resaltando la dureza del gesto, mostrando el alma de este personaje. Las pinceladas son más rápidas que en los retratos de grupo, interesándose por los detalles y las calidades de las telas, aunque en el fondo apreciamos ese toque nervioso que caracteriza su etapa madura. La tela fue adquirida en Viena en 1872 por el barón Rostchild, siendo confiscada por los nazis durante la Segunda Guerra Mundial; en 1947 fue devuelta a sus propietarios que la donaron a su sede actual.