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obra
Impresionante retrato firmado y fechado en 1620, siendo así el primer cuadro conocido firmado por el autor. Representa a una monja clarisa franciscana que, procedente de Toledo, fue a Sevilla para embarcarse rumbo a Manila donde iba a fundar un convento. Contaba Sor Jerónima 66 años de edad como aparece en la inscripción que acompaña a la figura.La silueta de la monja se recorta sobre un fondo neutro, destacando el magnífico rostro y el gesto de la mano derecha que sujeta el crucifijo como si fuera su "arma de conversión". Es impresionante el color del hábito, siempre en una gama oscura como suele ser característico de esta etapa sevillana.El hecho de elegir esta monja a Velázquez como retratista indica su elevada categoría entre los pintores sevillanos de aquel momento, a pesar de contar con sólo 21 años.
Personaje Literato Religioso
Sor Juan Inés fue una niña prodigio, dedicándose al estudio desde la infancia. Sus escritos la convierten en la figura literaria de la época colonial mexicana. Su obra más importante es "Respuesta a Sor Filomena" en la que responde a las críticas de la sociedad respecto a sus estudios y actividades intelectuales. También se aprecia una sutil crítica a la doble moralidad empleada para valorar a hombres y mujeres, convirtiéndose en una de las primeras defensoras de la libertad femenina.
Personaje Literato Religioso
Poetisa y dramaturga. Hija ilegítima del famoso dramaturgo español Félix Lope de Vega y Carpio, está considerada una de las escritoras religiosas más importantes de la literatura española del Siglo de Oro. Ingresó en el Convento de las Trinitarias Descalzas de Madrid a los dieciséis años y allí residió hasta su muerte, el 6 de enero de 1687 a los 82 años de edad. En el convento desempeñó con cariño y dedicación muchos oficios, entre ellos los de prelada (madre superiora del convento), maestra de novicias, provisora (guardiana de la despensa de alimentos), refitolera (encargada del mantenimiento y organización del comedor) e incluso gallinera. Destacó por ser la creadora y mejor autora de un nuevo género literario denominado teatro conventual. Su obra escrita fue muy prolija: llenó cinco volúmenes y escribió una autobiografía espiritual, la cual fue quemada junto con cuatro de esos volúmenes siguiendo el consejo de su confesor personal: Los confesores de la época actuaban de guías espirituales y daban a las monjas o monjes instrucciones para alcanzar la gracia de Dios. Entre las obras que se han conservado se encuentran veintidós romances, dos seguidillas, un villancico, una décima, una endecha, ocho loas, una lira y seis obras teatrales denominadas Coloquios Espirituales. Entre ellos se encuadra La muerte del apetito, un coloquio, que como los demás coloquios, trata alegóricamente de la lucha entablada entre el ser humano y sus debilidades en un esfuerzo de elevarse por encima de un mundo caído y degradado. (San Félix, Sor Marcela de. "Coloquio espiritual intitulado Muerte del apetito". Literatura Conventual Femenina: Sor Marcela de San Félix, hija de Lope de Vega. Obra completa. Ed. Electa Arenal; Georgina Sabat-Rivers. Barcelona, PPU, 1988)
Personaje Literato Religioso
María Coronel y Arana, más conocida por su nombre religioso de Sor María de Jesús de Ágreda O.I.C. fue abadesa del convento de las Madres Concepcionistas de Ágreda, nacida y fallecida en aquella ciudad. También conocida como La Venerable, Sor María, o Madre Ágreda, fue una escritora mística y monja concepcionista española. Tuvo fama de santa por sus penitencias y mortificaciones corporales, llegando a ser procesada y absuelta por la Inquisición. Mantuvo una larga y nutrida correspondencia (desde 1643 a 1665) con Felipe IV de quien fue consejera en asuntos de Estado. En 1627 con tan sólo 25 años, fue nombrada abadesa del convento franciscano de Ágreda, fundado por sus padres. Desde ese convento saldrían, bajo la dirección de la monja concepcionista, el grupo de religiosas que fundó los conventos de la Concepción en Borja y, posteriormente, en Tafalla. Pertenece al grupo de escritoras religiosas femeninas que desarrollaron su labor creativa durante el siglo del barroco español. Su relación epistolar con el rey Felipe IV y sus intervenciones en asuntos de política internacional le proporcionaron un fuerte protagonismo en la historia española del siglo XVII. Con su obra literaria, Mística Ciudad de Dios, reavivó en Europa la polémica sobre el controvertido misterio de la Inmaculada Concepción. La obra, publicada en 1670, fue prohibida por la Inquisición pero después la prohibición fue levantada (en la actualidad hay casi doscientas ediciones de dicha obra en varias lenguas). Gran defensora del dogmna de la inmaculada concepción de la Virgen y continuadora de la corriente escotista iniciada por el teólogo y filósofo franciscano Juan Duns Escoto. En general, todos sus escritos son de tipo ascético y místico. Entre sus obras más importantes están Escala ascética, Ejercicios cotidianos y doctrina para hacer las obras con mayor perfección, Conceptos y suspiros del corazón para alcanzar el verdadero fin del agrado del Esposo y Señor, Vida de la Virgen María. Hay que destacar entre su correspondencia la con muchos miembros de la aristocracia aragonesa, como Don Francisco y Don Fernando de Borja. Pero la correspondencia epistolar de mayor trascendencia histórica fue la mantenida con la familia real y, especialmente, con el rey Felipe IV. Dentro del contexto espiritual barroco, las primeras cartas desvelan los anhelos del rey, quien solicitó a Sor María de Jesús su valimiento e intercesión ante Dios para solucionar los problemas que aquejaban tanto a la monarquía como a su persona. La monarquía católica en crisis confió en Sor María de Jesús y para lograr aquello que políticos y militares no podían conseguir: restaurar la hegemonía perdida. Sor María, como hija de su tiempo, compartió con el rey esa creencia en la relación directa entre el comportamiento moral y los acontecimientos cotidianos. En su función como intermediaria entre Dios y la monarquía le recordó constantemente al rey que la buena marcha de los acontecimientos dependían de su integridad y de la de sus súbditos. La ingente producción epistolar entre Felipe IV y Sor María de Jesús, más de 600 cartas, representa una rica fuente documental en la que se refleja la evolución de la relación entre ambos interlocutores, que con el transcurrir de los años, ve tornándose en mutuo afecto. A través de su producción epistolar y de su obra literaria, Sor María de Jesús confirma su capacidad creativa, sus aptitudes intelectuales y su dedicación y capacidad para el estudio.
Personaje Religioso
Nacida en Ágreda (Soria) en 1602, en el seno de una familia hidalga, a los dieciséis años ingresa en la orden franciscana, precisamente en el convento fundado por su madre, y en 1627 es nombrada abadesa del mismo. La declaración pública de visiones místicas le hace ganar fama de santa, despertando los recelos del Santo Oficio. Un primer proceso en su contra concluye con su absolución. Precisamente su fama de santa le hace recibir la visita de Felipe IV en 1643, quien se dirigía al frente catalán. Desde entonces se convirtió en su consejera, entablando una prolija relación epistolar hasta su muerte en la que se trataban tanto temas religiosos como políticos. Paulatinamente el ascendiente sobre el rey fue incrementándose, lo que fue aprovechado por los enemigos de Olivares para impedir su regreso a la corte e intentar evitar la práctica del nombramiento de validos. Además, su fuerte influencia sobre el monarca se plasmó en un gran número de decisiones que fueron tomadas desde una perspectiva providencialista y espiritual. Es autora de "Mística Ciudad de Dios", publicada tras su muerte, en la que se refleja su pensamiento espiritual a través de una biografía de la Virgen. Para su redacción se basó en los "Evangelios Apócrifos", lo que dio a la obra un contenido heterodoxo que le hizo ser condenada por la Inquisición y la Sorbona en 1696. Falleció en 1665.
Personaje Literato Religioso
Escritora religiosa. Sor Valentina publicó su Libro de las Alabanzas y Excelencias de la Gloriosa Santa Anna en 1601, cuando era ya monja profesa en el monasterio de San Leandro de Sevilla, donde había crecido y se había educado su ingresó a los cuatro años. Parece que su familia estuvo relacionada con las altas esferas comerciantes y eclesiásticas. Su actividad como escritora se inscribe en la tradición literaria del Barroco español. La obra de esta agustina erudita, Libro de las alabanzas y excelencias de la gloriosa Santa Anna, se aleja del modelo hagiográfico barroco para constituir un tratado en el que Santa Ana se presenta como modelo de oración y se convierte en sujeto de la Historia Sagrada. En realidad la obra es un tratado sobre las virtudes cristianas de una de las santas bíblicas más antiguas de la tradición cristiana, convirtiéndose la autora en intérprete de las Sagradas Escrituras, de modo que lleva a cabi la potenciación simbólica de lo femenino y reivindica la participación de María y de los personajes femeninos en la genealogía de Jesús. De este modo Sor Valentina se inserta en la corriente de pensamiento y en la tradición literaria femenina que se abrió en la península Ibérica a partir del siglo XV (Vid. LUNA, Lola: Sor Valentina Pinelo, intérprete de las Escrituras, en Cuadernos hispanoamericanos , n? 464, 1989 , pp. 91-104)
Personaje Científico
Cursa la carrera de ingeniería en la Escuela Politécnica de París. Ejerció esta profesión hasta 1892, momento en que decide estudiar filosofía en el Colegio de Francia. Durante su formación fue un gran analista de las propuestas de Proudhon, Marx y Bergson, entre otros autores. Iniciado en el marxismo, evolucionó hasta convertirse en baluarte de las teorías del sindicalismo revolucionario francés. Su propuesta apunta que las clases proletarias son las responsables del devenir histórico. Sin embargo, su pensamiento no sigue por estos derroteros y cada vez se siente más cerca de la derecha. A lo largo de su trayectoria escribió algunos trabajos como "Système historique de Renan", "L´avenir socialiste des syndicats", "Reflexions sur la violence" y "Defensa de Lenin".
Personaje Otros
Periodista de profesión y de nacionalidad alemana ayudó al bando ruso como agente secreto. Al servicio de la Unión Soviética dio vida a una eficaz red de espionaje en Japón. Una de sus fuentes de información más valiosas era Eugen Otto, que primero fue agregado militar en Tokio y más tarde embajador. Tuvo acceso a información de primera mano como previsiones que anticipaban las actuaciones japonesas. En este tiempo se enteró con suficiente antelación de la "Operación Barbarroja", sin embargo Stalin ignoró sus advertencias y sufrió el asalto alemán. En el mes de noviembre de 1944, Sorge fue ejecutado al ser descubierto por el contraespionaje japonés.