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obra
Entre 1597 y 1599 El Greco está dedicado a realizar la trama arquitectónica y la decoración pictórica de los retablos de la Capilla de San José en Toledo, primer templo dedicado al Santo Patriarca en la Cristiandad. Tras el Concilio de Trento se resaltó la importancia del santo en la educación y protección del Niño Jesús por lo que José tendrá mucha más importancia en el arte que hasta entonces, siempre relegado a un segundo plano. En el altar mayor aún hoy se contempla el enorme lienzo de San José con el Niño mientras que los cuadros de los laterales - San Martín y el pobre y la Virgen con el Niño y dos Santas - han sido suprimidos, encontrándose en la National Gallery de Washington. San Martín aparece como patrono del fundador, Martín Ramírez, hombre que había destacado por sus buenas acciones. También se exalta la importancia de la caridad para la salvación del alma, según se había dispuesto en el dicho Concilio. La escena se desarrolla en primer plano, excesivamente cercana al espectador. San Martín, vestido con una armadura damasquinada típicamente toledana, va montado en un elegante caballo blanco. Comparte su capa con el pobre que ha encontrado desnudo en el camino, figura que contemplamos a la izquierda de la composición. Al fondo vuelve a aparecer el paisaje toledano, envuelto en tormentosas nubes. Recurre a situar los personajes sobre un pequeño espacio de terreno, dando sensación de cierto agobio. La figura del santo es armoniosa y proporcionada. No se puede decir lo mismo de su caballo, de enormes patas, ni del mendigo, de una altura sorprendente que le hace aun más delgado. Emplea, por lo tanto, dos tipos de canon estético: el tradicional y el personal, diferenciados por la proporción de las figuras. La escena tiene un aire especial por el color empleado y por el lirismo con el que se cuenta la historia. Los azules, grises, verdes y blancos se adueñan del conjunto, destacando sobre marrones y negros. La luz refuerza estas tonalidades y resbala por las figuras, resultando de ello un interesante estudio lumínico
video
En el siglo XI, la reina doña Mayor fundó en Frómista el monasterio de San Martín de Tours. De esta institución, hoy sólo podemos contemplar la iglesia, una de las mejores muestras del arte románico en el Camino de Santiago. La iglesia destaca por su pureza de formas y sencillez. Dos torres cilíndricas enmarcan la portada principal. Tres ábsides semicirculares rematan la planta del templo. El interior resulta impactante, destacando por su sereno equilibrio. Tres naves cubiertas con bóveda de cañón dirigen la mirada del espectador hacia el altar. El crucero está coronado por un espectacular cimborrio octogonal.
contexto
La historiografía hispana tradicional consideraba que cuando, en 1066, doña Mayor, condesa de Castilla y viuda de Sancho el Mayor, redactó su testamento dejando parte de sus bienes para la construcción de la iglesia de San Martín de Frómista, se inició la obra del templo que contemplamos en la actualidad. Ultimamente los especialistas prefieren retrasar la cronología hacia 1100. Es un pequeño edificio basilical de tres naves, con otros tantos ábsides de planta semicircular. Para separar las naves se emplean pilares cruciformes. La importancia del espacio central del crucero se enfatiza con la disposición de un cimborrio octogonal apoyado en trompas, cubriéndose con una cúpula. En la fachada occidental resultan exóticas las torrecillas circulares que se articulan en las esquinas, para las que no conocemos otro precedente que ciertas formas de la arquitectura carolingia. Vanos escalonados en arquivoltas y columnas acodilladas, cornisas esculturadas con una riquísima iconografía y capiteles historiados responden a los planteamientos plásticos que caracterizan los monumentos del románico pleno. El maestro principal del taller que labra esta decoración escultórica se inspira para sus formas y sentido de la composición en el sarcófago de Husillos. El tratamiento de las anatomías y las dinámicas actitudes de los personajes es semejante al que se aprecia en la decoración de la catedral de Jaca, incluso algunos especialistas consideran que se trata del mismo taller. También se podría relacionar con algunas de las obras de San Saturnino de Toulouse, aunque muchos de los aspectos comunes de las escultura monumental de estos tres monumentos se debe más a una identidad de estilo de época que tiene en modelos tardorromanos su fuente principal de inspiración, que a una autoría común.
Personaje Religioso
Hijo de una mulata panameña y un hidalgo burgalés, san Martín de Porres es el primer santo mestizo americano. Ingresó en el convento de los dominicos de Lima a los quince años, permaneciendo allí el resto de su vida. Como hermano cooperador realizó un amplio número de obras sociales y de caridad, atribuyéndosele varios milagros como curaciones de enfermos o multiplicaciones de alimentos. Será beatificado en 1837; Juan XXIII lo canonizó en 1962.
Personaje Religioso
San Martín era hijo de un tribuno romano. Su infancia la pasó en Pavía donde fue inscrito como catecúmeno a la edad de diez años. Pero parece que se sintió más atraído por el ejército donde se enroló a los quince años. Tres años después recibió el bautismo. San Hilario le ordenó sacerdote -momento en el que, según la tradición, partió su capa con un pobre que encontró a las puertas de Amiens- siendo elegido en el año 371 obispo de Tours, cargo desde el que puso en marcha las primeras parroquias rurales y fundó el monasterio de Marmontier.
lugar
La tradición dice que la villa de San Martín de Valdeiglesias fue fundada por el visigodo Teodomiro. Durante la repoblación llevada a cabo en la Plena Edad Media se funda en los terrenos del actual término municipal un monasterio, dedicado a San Pelayo y regentado por monjes benedictinos. En torno a este primer asentamiento poco a poco se va constituyendo un núcleo de pobladores que, al crecer en número, se convertirá en una villa dotada de fuero propio y ciertos privilegios. Posteriormente, durante el siglo XV, la población dejó de depender de los monjes y pasó a ser de dominio señorial, perteneciendo a las propiedades del Condestable de Castilla, D. Álvaro de Luna. Éste llego allí hacia 1430, llamado por los monjes para sofocar una revuelta campesina. Cuando consiguió su objetivo, se quedó como dueño de la villa y sus tierras, ordenando construir el castillo que ahora preside la localidad. Cuando el Condestable cayó en desgracia y fue ejecutado, al casar su hija con el duque del Infantado el castillo pasó a éste como parte de la dote. La población continuó creciendo durante los siglos XVI y XVII. En esta última centuria fue cuando, por mandato del rey Felipe III, se instituyó el Marquesado de Siete Iglesias, con señorío sobre la villa, sus tierras y sus pobladores. Esta casa nobiliaria fue la última que tuvo jurisdicción sobre San Martín, hasta que la villa pasó a depender directamente de la Corona. En la actualidad, San Martín de Valdeiglesias es una atractiva población que vive fundamentalmente del turismo, gracias a la cercanía del pantano de San Juan y a la existencia de un rico entre patrimonio artístico, con el citado castillo -llamado de la Coracera-, la iglesia de San Martín Obispo -del siglo XVII, que guarda una imagen del Patrón de la localidad, San Martín de Tours, atribuida a Lucas Jordán- y un buen conjunto de ermitas.
lugar
Tras Villadangos del Páramo, el Camino de Santiago atraviesa esta localidad, cuyo nombre se explica por la dedicación de su iglesia parroquial a San Martín de Tours. Se sabe de la existencia en este lugar de un antiguo hospital para peregrinos pobres al menos desde el siglo XVII.
obra
La decoración de San Francisco de Asís, concentró en distintos momentos del primer Trecento, a los pintores italianos más sobresalientes. El sienés Simone Martini trabaja en la capilla de San Martín de la iglesia baja probablemente entre 1320-1330, antes de su traslado a Aviñón (1340). El ciclo de pintura se ha conservado en un estado óptimo. Narra la leyenda hagiográfica del santo, enfatizando los aspectos caballerescos y cortesanos de la misma. Hay una recreación en estos elementos que proporciona el ambiente adecuado. Es el caso en particular, del grupo de ministriles que aparecen a la derecha de la escena de la investidura. Por lo demás, y al igual que Giotto en Padua, la construcción de la perspectiva en los distintos episodios está subordinada totalmente a la ubicación del espectador dentro de la capilla.
Personaje Militar Político
Miembro de una familia militar, inició su educación en el madrileño Real Seminario de Nobles pero la vocación militar le llevó a ingresar en el ejército a los once años. En 1803 será ascendido a capitán, tomando parte en diversos enfrentamientos como la guerra de las Naranjas y en la Guerra de la Independencia contra la invasión napoleónica. Luchó en la batalla de Arjonilla (junio de 1808) en la que consiguió la graduación de teniente coronel. En 1811 será nombrado comandante del Regimiento de Dragones de Sagunto. Durante los años del conflicto con Francia, participó activamente en una logia masónica en Cádiz donde se defendían ideas liberales y constitucionalistas. En 1812 regresaba a Buenos Aires, tras una breve estancia en Inglaterra. En su país recibió - por parte de Rivadabia, Pueyrredón y Chiclana- el encargo de organizar el cuerpo de granaderos a caballo pero se sublevó contra el llamado "triunvirato" y se constituyó la Asamblea de 1813, con un talante similar a las Cortes de Cádiz. En ella se defendía el sentimiento patriótico y declaraba libres a los hijos de los esclavos pero no se optaba por la independencia. Una importante victoria en 1813 ante los españoles en las cercanías de Rosario llevó a San Martín a considerar el cruce de los Andes para vencer a los españoles en Chile y en Perú. Como coronel de Caballería, fue nombrado gobernador intendente de la provincia de Cuyo, donde formó el ejército de los Andes y presionó a los diputados del Congreso de Tucumán para que declararan la independencia de las Provincias Unidas de la América del Sur el 9 de julio de 1816. En agosto será nombrado general en jefe del ejército e inició el paso de sus tropas por los Andes, derrotando a los realistas en Chacabuco y conquistando Santiago en 1817. Los chilenos le ofrecieron el puesto de dictador supremo pero San Martín lo rechazó. Continuó con la empresa independentista que finalizó al triunfar en la batalla de Maipú en 1818. Con la ayuda de O´Higgins y del almirante Cochrane preparó su ejército para declarar la independencia del Perú. Tras una serie de triunfos, se desembarcó en Perú donde se propuso crear un reino con una constitución y un monarca designado por Fernando VII. Su propuesta no fue aceptada pero el pueblo de Lima lo recibió como libertador en 1821, siendo proclamada la independencia el 28 de julio, recibiendo San Martín el título de protector del país. Para finalizar la guerra contra los españoles comprendió que debía ponerse en contacto con Bolívar. Ambos libertadores se reunieron en Guayaquil en 1822, estableciéndose la posibilidad de federar Perú y la Gran Colombia al tiempo que se unirían ambos ejércitos. Sin obtener un resultado positivo, en agosto de ese año San Martín renunciaba a su cargo ante el Congreso de Perú, lo que motivó su retiro de la política. Se trasladó a Chile y posteriormente a Mendoza y Buenos Aires desde donde se embarcó rumbo a Europa, estableciéndose en Bruselas durante una temporada. Regresó a Montevideo y posteriormente a Buenos Aires desde donde regresó a Europa, desilusionado por la victoria de los federalistas. Vivió unos años en París y se trasladó a Boulogne-sur-Mer donde falleció de manera repentina el 17 de agosto de 1850.