Busqueda de contenidos

monumento
Después de dejar a un lado el Hospital de Santa Cristina, y sin salir de la localidad de Candanchú, el caminante llega al Puente de Santa Cristina. Esta construcción, a la que se accede desde la carretera N-330, atraviesa el cauce del río Astún, afluente del río Aragón. Es posible que también fuera llamado el puente de Escarne, como aparece en la descripción que realiza Pascual Madoz de esta zona: "en las 6 primeras leguas hay un castillo viejo llamado de Candanchui y una venta de Santa Cristina, entre cuyos edificios se halla el puente de Escarne, cuyo paso puede ser impedido por aquellos edificios".
obra
La fragilidad y la ligereza son las características de este puente, ubicado entre el Ponte Vecchio y el Ponte alla Carraia.
monumento
La fragilidad y la ligereza son las características de este puente, ubicado entre el Ponte Vecchio y el Ponte alla Carraia. Su historia es larga y complicada. El primitivo puente fue construido en madera en el año 1252, siendo sustituido por uno de piedra en 1333. Tadeo Gaddi se encargó de su reconstrucción años más tarde pero en 1557, y por expreso deseo de Cosme I, Ammannati fue el encargado de proyectar un nuevo puente tomando como referencia el Ponte Vecchio. Consta de dos pilares y tres arcadas que aparentemente parecen caerse, burlando la ley de la gravedad y provocando que la gente se haya preguntado durante mucho tiempo cómo se mantiene en pie. La solución está en la precisión a la hora de calcular los empujes del puente, calculo excelentemente resuelto por Ammannati. En 1608 se añadieron en los extremos del puente cuatro estatuas que representan a las cuatro estaciones, realizadas por Caccini, Landini y Francavilla. El puente fue volado en un bombardeo alemán durante la Segunda Guerra Mundial, reconstruyéndose de manera fiel en 1952 por el arquitecto R. Gizdulich.