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Las armaduras, cascos, lanzas, escudos y demás trofeos obtenidos por César en las campañas contra los galos eran portados por las tropas en el desfile que efectuaban al entrar en Roma de manera triunfal. Mantegna presenta estos trofeos sobre un carro tirado por bueyes en la zona de la izquierda mientras que varios jóvenes cubiertos con mantos sujetan los objetos más valiosos en unas parihuelas. La figura de aspecto femenino que viste un manto rojo tiene las telas pegadas a su cuerpo, mostrándonos la anatomía, siguiendo la técnica de paños mojados tan habitual en la escultura clásica. La sensación de dinamismo que se ha creado es soberbia, empleando el maestro un punto de vista bajo para dotar de mayor grandiosidad a las figuras, reforzando su monumentalidad.
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El estado de conservación de este lienzo de la serie del Triunfo de César es bastante aceptable, sirviendo como referente para contemplar el colorido empleado por Mantegna, que le acerca a su cuñado Giovanni Bellini. Tras los portadores apreciamos una muralla sobre la que se encuentran algunas figuras femeninas que contemplan el desfile que entra en Roma. Las armaduras y los trofeos obtenidos en el campo de batalla han sido realizados por Mantegna con una erudición arqueológica digna de elogio, integrando a los espectadores en el mundo antiguo. Las figuras de los portadores están tomadas desde un punto de vista bajo, ofreciéndonos distintas posturas para crear el movimiento que define todo el conjunto. La volumetría y los escorzos conseguidos serán frecuentes en la serie, ofreciendo un mayor dinamismo.
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Fragmento de uno de los relieves que cubren las paredes del palacio de Senaquerib, rey neoasirio, que constituyen una obra de gran interés artístico e histórico. En esta escena se representan el difícil transporte de los lamassu destinados a la construcción del mismo palacio.
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Esta escena corresponde al Díptico Consular de Flavius Anastasius, donde se representa en la escena central el momento en que el cónsul da comienzo a los juegos del circo. Esta escena, aparece en la parte inferior de la tabla, en un registro independiente a muy pequeña escala. El tratamiento escultórico que se da a estos dípticos en marfil, es tipicamente bizantino. La Bailarina es su compañera.
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La gloria de los Gonzaga, marqueses de Mantua, se basaba en las hazañas militares, en los triunfos, por lo que encargaron a Mantegna una serie de pinturas dedicada al Triunfo de César, posiblemente la victoria sobre los galos. Andrea realizó un conjunto de indudable dinamismo y homenaje al mundo antiguo formado por nueve lienzos que se ubicaban en una misma sala del palacio de los Gonzaga en Mantua, separadas esas escenas por pilastras que dotaban al conjunto de un interés arqueológico y arquitectónico digno de una familia humanista. En 1629 la serie era cedida por el marqués de Mantua al rey de Inglaterra Carlos I, exhibiéndose desde 1649 en el Palacio de Hampton Court. Las fuentes en las que se inspiró Mantegna son numerosas, especialmente las descripciones de la antigua Roma y las historias de Tito Livio, Suetonio y Plutarco. El resultado es un conjunto pleno de dinamismo y plagado de figuras donde se hace un evidente homenaje a la Antigüedad, poniendo de manifiesto Andrea su aspecto más erudito como conocedor de la arqueología romana. Desgraciadamente el estado de conservación actual no es el más correcto, habiéndose realizado diversas restauraciones y retoques ya desde el siglo XVII que no quitan un ápice de majestuosidad al conjunto. Los portaestandartes inauguran la serie, trayendo a la memoria los relieves históricos romanos plagados de figuras en diversos planos para otorgar la profundidad a la escena. La sensación de movimiento y el aspecto escultórico de las figuras resultan dignos de elogio, destacando también el color e incluso el ligero efecto atmosférico que se intenta transmitir.
monumento
Las murallas de Pamplona fueron levantadas en 1512, coincidiendo con su anexión a la Corona de Castilla. Permanecieron en pie hasta el año 1920, fecha en que se derrumbaron para ampliar la ciudad. Sus restos fueron declarados Monumento Nacional en 1937. Pasados los fosos de la fortificación se accedía a la ciudad a través del Portal de Francia. Aunque este acceso data de 1553, en el siglo XVIII se le añadió otro portal exterior al que se accedía a través de un puente levadizo, del que todavía quedan sus cadenas. El Portal de Francia también era conocido como Portal de Zumalacárregui, nombre que adoptó del conocido general carlista que encabezó la sublevación de 1833.
obra
La dualidad de fechas atribuidas a esta obra, 1822 ó 1824, se debe a que en ambos años Friedrich se desplazó a Meissen a visitar a su amigo, y también gran pintor, Georg Friedrich Kersting. Representa la puerta de la antigua Fürtenschule de St. Afra, tal como se recoge abajo, en la inscripción. En este estudio a lápiz acuarelado, con pruebas de color, Friedrich, quien realizó numerosos dibujos sobre portales, desarrolla una de sus iconografías simbólicas preferidas. Representa el tránsito de la vida terrena (el lado de acá, oscuro), al más allá (el lado iluminado), en el que se encuentran la luz de Dios (ventana), y la esperanza en la vida eterna (el árbol). El estudio sirvió de base a varias obras, señaladamente una sepia y un óleo, ambos hoy de propiedad privada.
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Esta sepia inacabada procede de un apunte del natural tomado por Friedrich en agosto de 1800 en la región de Lohmen, en el Elbsandsteingebirge. En esta época, el artista se afanaba por perfeccionar sus cualidades como dibujante dentro de la línea paisajística dictada en Dresde por Johann Cristian Klengel y Adrian Zingg. Con todo, despojado de todo ornato, alejado de la concepción habitual del paisaje, es la soledad del Utterwalder Grund, cercano a Dresde, lo que atrae su mirada; una soledad, como dirá tiempo más tarde, excesiva, ya que permaneció una semana sin tratar con ninguna persona: "No recomiendo este método a nadie, incluso para mí fue demasiado". Rompiendo esa soledad, diminutas ante la monumentalidad del escenario, dos figuras humanas se adivinan en el arco natural formado por la roca. La disposición horizontal, que será en general y más tarde descartada por Friedrich, viene dada por la propia configuración del motivo. A diferencia de Zingg, Friedrich se olvida de una minuciosa dispersión de la realización para centrarse en el primitivismo intrínseco de lo representado; arcaíza el paisaje mediante una concentración radical del tema y los medios representativos, haciéndole recuperar algo de su horror primitivo. Esta misma manera de concebir la representación del paisaje puede apreciarse en su Panorama de Rügen, dibujado dos años más tarde.
Personaje Otros Político
En 1831 se convirtió en vicepresidente chileno gracias a la victoria de los "pelucones" sobre los "pipiolos" en la batalla de Lircay. Intentó poner fin al caos reinante en el país tras la consumación de la independencia, iniciando una etapa identificada con el "orden y progreso". Este periodo culminaría con la promulgación de la Constitución de 1833 en la que se manifiesta la ideología de Portales: autoritarismo, defensa de la oligarquía y partidario del clero. No dudó en reprimir contundentemente el caudillismo, el liberalismo y el militarismo. Con el segundo mandato del presidente Prieto (1835-37) ocupó varias carteras ministeriales, siendo uno de los más firmes opositores de la confederación Peruano-Boliviana, declarando la guerra en 1836. La sublevación militar en Quillota durante 1837 le llevó a esa región, donde fue apresado, falleciendo en ese lugar cercano a Valparaíso.