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obra
Los tres lienzos que forman la serie sobre bandidos que Goya pintó en los últimos años del siglo XVIII y que años más tarde fueron adquiridos por el coleccionista mallorquín Juan de Salas - junto a los dos del Crimen de Castillo - son verdaderamente espeluznantes. Posiblemente narren un crimen de gran trascendencia que ocurriría en aquellos años. Esta escena que contemplamos presenta a los bandidos dispuestos a fusilar a sus víctimas. Una vez que les han robado sus pertenencias - están envueltas en un hatillo junto a la mujer - se disponen a acabar con ellos. Una de las víctimas tiene los ojos vendados y une sus manos en actitud de oración, esperando los disparos. A sus pies encontramos a otro con las piernas desnudas que levanta los brazos en señal de terror. La mujer de espaldas clama a los asaltantes con los brazos en alto, pero pronto le tocará el turno a ella - Bandido desnudando a una mujer y Bandido asesinando a una mujer son la continuación de esta dramática historia -. La tensión del momento y el terror de las víctimas contrasta con la tranquilidad de los bandidos, mostrándonos el artista las diferentes caras del alma humana. La escena está trabajada con finas capas de color oscuro, casi transparentes, aplicando pequeños y empastados toques de pincel y dibujando los contornos en negro.
Personaje Arquitecto Escultor
Su educación discurre bajo las enseñanzas de Giovanni Francesco Rustici. Durante su aprendizaje recibió una gran influencia de Miguel Angel, a quien imita, al tiempo que en su estilo se perfila un claro academicismo. Prueba de ello es Hércules y Caco de 1534, que emplaza en la Señoría de Florencia. Es además autor de los relieves del coro de Santa María de Fiore y Cristo muerto sostenido por Nicodemo. De su legado una parte importante fueron sus dibujos, que fueron grabados por destacados artistas y sirvieron para difundir las tendencias manieristas.
contexto
Próximo a Miguel Angel, hasta el punto de que la estatua de san Cosme que acompaña a la Madonna Médicis en la Sacristía Nueva de Florencia es obra suya, es el fraile servita Giovanni Angelo Montorsoli (h. 1507-1563). El san Damián es obra de Baccio de Montelupo. En el sepulcro del poeta Sannazaro, en Santa María del Parto de Nápoles (1530), Montorsoli es aún clasicista, pero ya tributario del miguelangelismo en su Piedad, de San Mateo de Génova (1543) y sobre todo en las fuentes que legó a Mesina en Sicilia, a donde fue llamado desde 1547: allí se alzan las fontanas de Orión y la de Neptuno (1557), esta última con la notable figura de Escila en la que se anticipa al barroquismo de Bernini en la claroscurista cola de sirena. El colosalismo acusado que intenta contraponer al de Miguel Angel se pierde en vana y prosaica ostentación en Baccio Bandinelli (h. 1488-1560), que insistió tenazmente a la Señoría de Florencia para que se le adjudicase un alto bloque marmóreo donde esculpir el enfático grupo de Hércules y Caco (1534), que se instalará ante la portada del Palacio Viejo en desventajosa rivalidad con el David de Buonarroti. Fundirá estatuas en bronce para el altar mayor del Duomo florentino, pero son mejores sus musculosos bajorrelieves del cerramiento del coro catedralicio (1547 a 1553), con Apóstoles y santos en tensión apretada entre la estrechez de los recuadros, paralelo coetáneo de los relieves de alabastro y madera de Alonso Berruguete en la sillería de Toledo. El también florentino Bartolommeo Ammannati (1511-1592), anteriormente citado como arquitecto de estética intelectual y abstracta en la ampliación del Palacio Pitti, en el puente de Santa Trinitá sobre el Arno, que sigue las trazas de Miguel Angel, y en el Colegio Romano de los jesuitas, fue asimismo escultor en la estela miguelangelesca y con mejor aliento que su maestro Bandinelli, como demuestra en su Leda del Bargello. Antes de sus éxitos florentinos estuvo en Venecia colaborando con Sansovino en la Biblioteca de San Marcos y luego en Padua, dejando en Roma los excelentes sepulcros de Fabiano y Antonio del Monte, en San Pietro in Montorio (1553). Sus fontanas florentinas son muestra del pretendido colosalismo de los émulos de Buonarroti, pero con mejor resultado en la que, encargada por Cosme I para el Palacio Vecchio, está distribuida entre el jardín de Bóboli y Pratolino (1550-1553), y la espectacular de la plaza de la Señoría, elegida en un concurso de 1559 y hecha en colaboración con otros escultores como Juan de Bolonia: en ella el gigantesco Neptuno, que por su tamaño y color los florentinos denominan Biancone, se acompaña de caballos marinos y náyades y faunos de bronce. Donde encontró oportunidad de dar rienda suelta a una imaginación fantasmal fue en los templetes y esculturas monstruosas del parque de Orsini en Bomarzo, en las cercanías de Viterbo. Otro seguidor de la manera buonarrotesca es Vincenzo Danti, nacido en Perusa (1530-1576), autor del helicoidal grupo del Honor venciendo al Engaño, heredero de la Victoria del Palacio Viejo. Sobre la puerta meridional del Baptisterio florentino, la trecentista de Andrea Pisano, campea el trío de la Degollación del Bautista, tallado por Danti en 1571.
Personaje Científico Religioso
Cursó sus estudios en la Universidad de Salamanca, donde fue discípulo de Bartolomé de Torres y Francisco Miño. Perteneciente a la orden de los Predicadores y entre 1557 y 1552 realizó los estudios superiores de teología. Posteriormente, fue prior de Toro e impartió clases de teología en Ávila, Alcalá de Henares, Valladolid y Salamanca. Mantuvo una disputa con el jesuita Luis de Molina acerca de la gracia divina. Báñez trata de conciliar la libertad humana con la gracia y para ello estableció la teoría de la predeterminación física. Según esta teoría la influencia de la causalidad divina determina las acciones y la estructura física de la criatura. En lo que atañe al orden sobrenatural, este autor sostiene que la salvación corresponde a Dios, al margen de los méritos de la criatura. Su pensamiento quedó expuesto en los comentarios que realizó a la "Summa theológica de Santo Tomás". Báñez se convirtió en un célebre intérprete de Santo Tomás de Aquino y Aristóteles. Entre sus obras principales hay que destacar: "Scholastica commentaria in Angelicum Doctorem", "Relectio de merito et argumento charitatis" e "In dialecticam Aristotelis". Fue confesor de Santa Teresa de Jesús.
termino
acepcion
Especie de árbol de la India, cuyas raíces salen por fuera de la tierra al nacer de los extremos de las ramas. Está considerado como un árbol sagrado.
obra
Es uno de los estudios más expresivos entre los realizados por Degas sobre el tema de las bañistas. La mujer tapa su sexo como hacían las Venus púdicas, estatuas muy frecuentes en el Imperio Romano, recordando incluso a Eva en algunas expulsiones del Paraíso del Renacimiento. La luz resbala por su cuerpo, mostrándose a través de toques de color blanco.
obra
La admiración por la figura desnuda en la naturaleza llevará a Cézanne a realizar un buen número de obras con esta temática, sumándose más de 200 óleos y acuarelas en los últimos decenios de su vida. Con estos trabajos pretendía hacer del impresionismo "algo duradero, como el arte que se expone en los museos". Las influencias de los maestros clásicos se encuentran presentes en todo el conjunto de obras, maestros clásicos como Poussin, Tiziano, Rubens, Tintoretto o Veronés. Las Grandes bañistas será la culminación de este proceso. Para buena parte de estas obras realizó dibujos como éste que contemplamos, en el que Cézanne presenta una contundencia de líneas y un acertado estudio de las luces y las sombras, enlazando con los primeros dibujos tomados del natural cuando estudiaba en la Académie Suisse.
obra
Entre 1907 y 1909 se reconocen más los referentes cézannianos -que son decididamente fragmentarios- en los trabajos de Braque y Picasso. A partir de 1909 el cubismo hace más perentoria su soberanía, y con ella libera su lenguaje. Braque aseguraba que "para retratar cada aspecto físico de un sujeto tal se precisan tres figuras, lo mismo que para representar una casa son necesarias la planimetría, el alzado y la sección". Para la presentación de una figura o de un objeto cualquiera se proponía su conocimiento según sus diferentes posibilidades visuales: visto desde un lado, desde otro, desde arriba, desde el frente, etc.
obra
Durante su formación, Falconet vaciló entre la tendencia académica y la expresividad de Puget, al que admiraba profundamente. Tras estudiar profusamente a los antiguos, dejo a un lado las veleidades barrocas, declinándose por un estilo más cercano al de la Academia. Protegido de Pompadour, realizó para ella las esculturas de la Música, el Amor que amenaza y esta conocidísima bañista.