El Pilar de Carlos V fue diseñado por Machuca y labrado por el milanés Niccolo da Corte en 1543. La financiación de la obra corrió a cargo del conde de Tendilla, razón por la que su heráldica aparecerá conjuntamente con la del Emperador y la de la ciudad de Granada. El pilar está compuesto por pila, dos cuerpos y el muro donde se adosa. La pila es rectangular, al igual que el primer cuerpo del frontal; éste consta de tres tableros donde se sitúan los caños sobre mascarones, que son interpretados como los tres ríos de Granada (Darro, Beiro y Genil) o como las tres estaciones productivas del año (primavera, otoño y verano), separados por pilastras con decoración de ramas de granado y escudos de los Tendilla. El segundo cuerpo presenta una cartela con la siguiente inscripción: "Imperatori Caesari/ Karolo Quinto/ Hispaniorum/ Regi", pilastras, aletas y, en los extremos, unos niños derramando agua de unas caracolas. Rematando el conjunto, un semicírculo con el escudo imperial, amorcillos sujetando delfines y un pequeño querubín. Finalmente, el muro donde se adosa el pilar se decora con cuatro tondos en los que aparecen escenas mitológicas que exaltan las figuras del Emperador: Hércules matando a la Hidra de Lerna, los hermanos Frixo y Hele pasando el Helesponto sobre el Vellocino de Oro, Apolo y Dafne; y Alejandro Magno sobre su caballo Bucéfalo.
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monumento
Antiguo pilar que conecta dos zonas urbanas muy importantes, el Llanillo y el Paseo de los Álamos. Es un monumento renacentista construido en 1552, tal y como reza la leyenda de su frontis. Según se cree, fue obra de Jacobo Florentino y otros maestros renacentistas. El frontis, de piedra arenisca, muestra un gran relieve en el que dos tenantes sostienen y enmarcan el escudo de Alcalá la Real, protegidos por dos figuras quiméricas denominadas grifos, mezcla de leones y aguilas, relacionados siempre con la heráldica y con la defensa de las ciudades.
monumento
Piedra fechada en el siglo XVII y ubicada en el barrio de la Tejuela, a las afueras de Alcalá la Real. Es uno de los tantos abrevaderos existentes por toda la ciudad y servían para dar de beber a las bestias de carga y al ganado, de ahí que todavía muchas casas conserven una amplia pila. La particularidad de ésta es su monumentalidad, pues estaba situada en una de las vías principales de la ciudad. Actualmente está en muy mal estado y ha perdido la práctica totalidad de los relieves que la decoraban, conservándose algunos detalles del frontón y la fecha de su realización.