Busqueda de contenidos

obra
Goya también realizará retratos protagonizados por sus amigos y conocidos. Su afición al mundo de la tauromaquia le va a llevar a retratar a uno de los monstruos de la feria: el matador Pedro Romero, cuya mano derecha - que aquí vemos en una postura relajada y tranquila - dicen que acabó con la vida de 5.000 toros. Como viene siendo habitual en los retratos del aragonés - vease el del Marqués de Sofraga o el de Francisco Cabarrús - la figura se recorta sobre un fondo neutro para otorgar un mayor volumen y perspectiva a la composión, de igual manera que Tiziano ejecutaba sus obras. Un fuerte fogonazo de luz ilumina al torero, vestido elegantemente para la ocasión con sus mejores galas: chaleco gris, capa color cereza, chupa negra con fondo rojo y camisa blanca con chorreras. Pero lo que más llama la atención del espectador es el rostro del matador, considerado por los literatos de la época como uno de los hombres más atractivos. Su profesión y su belleza volvieron locas a un buen número de mujeres. En él apreciamos su valor y su profesinalidad.El estilo de Goya no sufre cambios respecto a obras anteriores. Continua aunando la pincelada vibrante y rápida - el chaleco o las chorreras - con una factura preciosista y minuciosa - el rostro o el cabello -. Romero abandonó los ruedos en 1799; años después, ya arruinado, obtuvo el cargo de maestro de la Escuela de Tauromaquia de Sevilla con carácter honorífico, recibiendo 12.000 reales anuales como emolumentos.
obra
La suerte de matar a toro parado era una de las especialidades de Pedro Romero como aquí aparece representada por Goya. Gustaba de quedarse solo en la plaza para reforzar su audacia y valor, mostrándonos el pintor una atractiva y deslumbrante luz solar.
obra
Don Pedro Téllez Girón había nacido en Madrid el 8 de agosto de 1755; se casó el 29 de diciembre de 1774 con doña Josefa Alonso Pimentel, Condesa-Duquesa de Benavente, incorporando así al patrimonio familiar las posesiones de su esposa. Educado en la carrera militar - llegó a ser Coronel del Regimiento de América - y en la diplomática, fue uno de los espíritus ilustrados más destacables de su tiempo siendo presidente de la Sociedad Económica Madrileña y miembro numerario de la Real Academia Española. Gran mecenas de literatos, músicos y pintores, su casa era frecuentada por la intelectualidad más destacada del momento entre los que se encuentran Moratín, Juan Meléndez Valdés y Goya, siendo el Duque uno de sus primeros valedores. Don Pedro protagoniza una de las obras más emblemáticas del catálogo goyesco: la Familia de los Duques de Osuna.En este retrato individual le vemos un poco más envejecido, algo más grueso y con un bastón, lo que indica ciertos achaques. No en balde el Duque fallecerá poco tiempo después, el 7 de enero de 1807. Su media figura se recorta sobre un fondo neutro, iluminada por un potente foco procedente de la izquierda, siguiendo un esquema compositivo muy frecuente en la producción goyesca. Su alegre rostro parece casi esculpido por la luz, con un sensacional relieve que le otorga mayor verismo. La casaca azul y el blanco chaleco así como el corbatín han sido ejecutados con una pincelada más rápida, apreciándose claramente la trayectoria seguida por el pincel. La expresividad del modelo será el elemento definidor de los retratos de Goya a lo largo de toda su producción.
Personaje Político
Su madre era la reina María II de Portugal. En 1853 subió al trono, a pesar de su minoría de edad. Por aquel tiempo fue su progenitor Fernando II ocupó la regencia. Contó con el favor de los principales representantes del ámbito intelectual, al demostrar gran inteligencia y mostrar su apoyo a la cultura. Como gobernante promovió el crecimiento del país, desde el punto de vista económico. Mejoró la red de comunicaciones con la construcción del ferrocarril y la creación de carreteras. Otra de sus apuestas fue la comunicación, gracias a la introducción del telégrafo eléctrico. La política exterior y las colonias también se convirtieron en temas de prioridad. Por iniciativa del monarca se creó el Curso Superior de Letras (1859), la primera Escuela Normal y el Observatorio Astronómico.
Personaje Arquitecto
Junto con otros maestros canteros, como Juan de Bozarriz, Pedro de Pontones y Juan de las Heras, intervino en la construcción del Monasterio de El Escorial. Hacia el año 1597 participó en la edificación del Convento de las Clarisas de Chinchón, que se inspira en el modelo herreriano. En Lerma se hizo cargo del monasterio más antiguo que acoge la ciudad, el de la Asensión, también perteneciente a la orden de las Clarisas.
obra
La mayoría de los retratos firmados por Hals presentan el monograma con las letras capitales FH. En esta ocasión nos encontramos con la única firma del corpus del maestro en la que aparecen todas las letras de su apellido, acompañada de la f de "fecit". La designación del retratado responde a una copia realizada por Jonas Suyderhoef en la que se incluyen unos versos donde se menciona: "He aquí monsieur Peeckelhearing", identificado como una figura popular de los Países Bajos, sin ninguna característica específica, pero que parece aludir a una alegoría de la vista o del gusto. De esta manera, las escenas de género pintadas por los maestros holandeses del Barroco manifiestan una carga moral significativa, como también ocurre con las obras de Vermeer. Este lienzo de Hals aparece en algunos cuadros de Jan Steen, lo que es un índice de la popularidad alcanzada en su tiempo. La figura sintoniza con las características de El Mulato, por lo que podrían formar pareja. La figura se presenta ante un fondo neutro, vestida con un traje rojo de grandes botones y aspecto de bufón, portando en su mano izquierda una jarra. Su bobalicona mirada se dirige hacia el espectador, con los ojos empequeñecidos por efecto del vino, utilizando esta figura como mensaje para avisar a la sociedad de los peligros que supone el alcohol. Una vez más, Hals se presenta como un excepcional retratista al interesarse por la personalidad de sus modelos, mostrada a través de las miradas, los gestos y las expresiones, sacando el alma de sus personajes, sintonizando así con Tiziano, Rembrandt, Velázquez o Goya. El color es aplicado de una manera más rápida y empastada, renunciando a los detalles, a diferencia de los retratos de encargo -véase el Banquete de oficiales de la Milicia de San Adrián en Haarlem-.
Personaje Político
A lo largo de su trayectoria política ocupó varios cargos de importancia. Entre otros puestos, fue secretario de Irlanda. Durante este tiempo realizó grandes reformas. En 1834 es nombrado presidente del Consejo de Ministros, siendo reelegido en este mismo cargo cinco años después. En la década de los cuarenta, gracias al apoyo de los conservadores ocupa la presidencia. Practicó el libre cambio y trató de abolir las Leyes del Maíz, pero no alcanzó su propósito. En 1846 dimite, tras fracasar en la cuestión de Irlanda.
Personaje
Pintora especializada en bodegones, trabajó en la ciudad de Amberes, al mismo tiempo que una importante dinastía de pintores del mismo nombre, Peeters, con los cuales parece ser que no tenía parentesco. Tres de sus obras las tenemos en el Museo del Prado, una de ellas titulada Bodegón con pasas. Tanto en este como en el resto de sus bodegones se aprecia la magnífica capacidad de Clara para plasmar una realidad minuciosa y plagada de elementos materiales, de diferentes calidades y texturas. Sus lienzos tienen un fondo oscuro, neutro, como pudo haber aprendido de los núcleos tenebristas que trabajaron en su país. Uno de estos grupos fue el de los Caravaggistas de Utrecht.