Busqueda de contenidos

acepcion
Forma típica de las asas de las vasijas mochica y de otras culturas antiguas costeras del Perú, consistente en un mango tubular en forma de estribo coronado por un corto cuello cilíndrico que acaba en la boca del vaso.
obra
El luneto de Asa-Josaphat-Joram se encuentra ubicado en la pared izquierda de la Capilla Sixtina respecto al Juicio Final, entre Ezequías-Manasses-Amon y Jessé-David-Salomón. La figura de la izquierda del conjunto se identifica con Josaphat mientras que en la derecha hallamos una escena maternal donde se identifica a Joram como el pequeño que abraza a la madre con más violencia debido al agresivo carácter que manifestó de adulto. El gesto caricaturesco de Josaphat y el dinamismo del grupo maternal hacen de este luneto uno de los más atractivos de la serie.
fuente
A finales del siglo XIX el gobierno nipón decide ampliar su flota naval. A pesar de sus intenciones, los astilleros todavía están en construcción por lo que recurre a los británicos para materializar este y otros diseños. Los astilleros ingleses, por tanto, se encargan de la construcción de cuatro buques -el Asahi y sus tres buques gemelos-. A partir de 1904 el Asahi interviene en distintas operaciones al mando del almirante Togo. En 1905 es alcanzado por una mina en las acciones emprendidas para bloquear Port Arthur. De nuevo en la batalla de Tsushima de 1905 volvió a sufrir destrozos al ser tocado por nueve proyectiles. Desde esta fecha y durante casi veinte años se mantuvo inactivo y como un monumento. En 1923 se rescató para ser modificado como base nodriza de submarinos. En pleno conflicto mundial, en 1942, fue hundido definitivamente en el mar sur de China al ser torpedeado por un submarino amarillo.
contexto
Durante la noche del 5 al 6 de febrero, dos regimientos americanos, el 168.° y 135.° de la División 34.?, general W. Ryder, lanzaban un doble ataque hacia Montecassino, uno por el Norte a través de la cota 593, el llamado monte Calvario, y el otro, más al Sur, sobre la cota 349. A pesar de ocupar el Calvario la resistencia germana hizo fracasar el intento.El general Ryder, ante las fuertes pérdidas, decidió renunciar en vez de lanzar a la lucha a sus últimas reservas. Se equivocó. Enfrente, los alemanes estaban en las últimas y tras aquella línea no había nada más que el trazado casi rectilíneo de la vía Casiliana. Un nuevo empujón norteamericano y la ruta de Roma hubiera quedado libre.Al día siguiente ya no se produciría una oportunidad similar. Llegaron refuerzos alemanes. El general Baader, un duro, se hacía cargo del frente y una nueva y temible fuerza entraba en escena: los paracaidistas alemanes de la 1? División, general Heidrich, que para demostrar su prestigio tomaron el Calvario en un solo asalto.El 12 de febrero, el general Keyes, jefe del 2.° Cuerpo de Ejército USA, solicitó de la desgastada división 34.? un postrer esfuerzo. Detrás del valle del Rápido se encontraban los neozelandeses de la 2.? División y la 4.? División india, preparados para apoyar la ruptura y la victoria.Ryder movió escéptico la cabeza, pero hizo atacar a sus hombres. Bajo una lluvia torrencial que imposibilitaba todo apoyo aéreo, los batallones americanos perdieron la protección de sus atrincheramientos y se lanzaron hacia la neblinosa silueta de la abadía. Apenas habían recorrido 300 metros con débil oposición cuando un demoledor fuego de barrera les hizo aplastarse contra el barro. Al día siguiente, los indios avanzaron para relevar a los americanos.La base de los montes estaba siendo de nuevo batida por la artillería germana. Pronto las granadas estallaron entre sus filas. Fue imposible efectuar el relevo durante las horas de luz. Ryder estaba descompuesto en el valle. Ningún mensaje recibido le aclaraba lo que sucedía.El espectáculo que encontraron los indios acostumbrados a las duras batallas de la Línea Mareth contra el Afrika Korps, sobrepasó todas sus experiencias. El terreno estaba sembrado de muertos y moribundos. Los supervivientes permanecían agazapados en las hondonadas y los embudos de la artillería. De los 3.200 hombres de Ryder, sólo bajaron 840.Ese mismo día, un hombre vestido con uniforme británico sobre el que destacaba la cinta morada de la Victoria Cross, observaba meticulosamente la panorámica que se abría ante él. Los hongos negros de los proyectiles pesados el tableteo de ametralladoras y el confuso batir de los gritos, todo el sordo y enervante tumor de una feroz batalla, parecía pasar por sus ojos, clavados en la silueta inconmovible de aquella construcción obsesiva que lo dominaba todo. Su resolución estaba tomada.En el cuartel general del V Ejército, Clark, parpadeó dos veces ante la petición que le hacía aquel severo oficial de rostro curtido por el sol. Era sir Bernard C. Freyberg, un neozelandés legendario, héroe de la Primera Guerra Mundial, puño de hierro de Montgomery en El Alemein y verdugo de los paracaidistas alemanes de Student en la desesperada lucha por Creta (7).Pero lo que pedía era demasiado: arrasar la abadía de Montecassino. Golpe temerario, tanto militar como político: el Vaticano reaccionaría y los italianos pondrían el grito en el cielo.Clark decidió poner el asunto en manos de Alexander. A fin de cuentas, era uno de los suyos quien se lo pedía. La respuesta no tardó en llegar: "Si Freyberg insiste, adelante".El general Keyes protestó, considerando la acción innecesaria. Incluso sir Maitland Wilson, comandante en jefe en todo el Mediterráneo, y su adjunto, el general americano J. Devers, sobrevolaron la abadía en un vuelo de reconocimiento.Les pareció observar tropas alemanas y hasta antenas de radio. Fue una apreciación errónea (8). En la abadía sólo había refugiados bajo la protección del 297.° sucesor de la regla de San Benito, el abad mitrado Dom Giorgio Diamare. Las fuerzas alemanas tenían órdenes estrictas de situar sus líneas 350 metros por debajo de los grandes muros del monasterio.El 15 de febrero, mientras Anzio se aproximaba a su punto crítico, 142 fortalezas volantes B-17 daban una terrorífica pasada sobre la abadía, dejando caer 350 toneladas de bombas de alto explosivo e incendiarias (9).La basílica y los edificios del interior se vinieron abajo. Pero, las paredes externas de aquella ingente mole resistieron. Dos días después, los alemanes hacían evacuar la abadía y conducían a Roma al octogenario abad y a los monjes. Desde 1912 no había salido de allí. Las veneradas reliquias de San Benito, San Apolinar y San Desiderio salieron con los últimos Tintoretto, Rafaellos y Leonardos que no habían sido antes salvados.Los paracaidistas de Heidrich, con sus granadas de mango, lanzallamas, ametralladoras MG-42 y los nuevos fusiles de asalto, los Sturmgewher, tomaron su lugar parapetándose tras las enormes montañas de escombros. Anticarros y morteros pesados se ubicaron bajo cada ángulo forzado, en cada grieta disponible. Los aliados les proporcionaron la más impresionante y perfecta fortificación que pudieron imaginar.Del 16 al 18 de febrero, los indios de Sussex, los maories del 20 Batallón y la Brigada 7.? lanzaron repetidos ataques contra el pueblo y el monasterio. Fueron otros tantos y sangrientos fracasos. Alexander ordenó el cese del fuego y dijo a sus ayudantes que la batalla se reanudaría "después de un bombardeo digno de tal nombre".
video
El macizo de Cassino estaba defendido por el XIV Cuerpo Panzer de Etterlin, con algunas de las mejores unidades que quedaban en el Ejército alemán, además de la línea Gustav. En la noche del 5 al 6 de febrero, dos regimientos norteamericanos lanzaban un doble ataque hacia Montecassino. Para restar efectivos a los defensores, el Cuerpo expedicionario francés de Juin debía de lanzar una asalto sobre su flanco derecho. La tenaz resistencia alemana hizo que, hacia el 11 de febrero, a pesar de ocupar el Calvario fracasara la ofensiva. La 34 División quedó prácticamente diezmada. Ante las fuertes pérdidas, los aliados decidieron no utilizar a las reservas, lo que les hubiera dado la victoria frente a unas fuerzas alemanas muy debilitadas. Al día siguiente ya no se produciría una oportunidad similar: los paracaidistas de la 1? División llegaron de refuerzo y tomaron en un solo asalto el Calvario. El 12 de febrero se produjo un nuevo intento por parte de la 34 División americana, Detrás del valle del Rápido se encontraban los neozelandeses de la 2? división y la 4? división india, preparados para apoyar la ruptura y la victoria. Bajo una lluvia torrencial que imposibilitaba todo apoyo aéreo, los batallones americanos apenas pudieron avanzar 300 metros, hundidos en el barro. Al día siguiente, los indios avanzaron para relevar a los americanos, entre los que sólo había 840 supervivientes de los 3.200 hombres iniciales. Entonces se decidió que la batalla de Casino fuera asumida por el grupo de Ejércitos de reserva. Esta fuerza, bajo el mando de Freyberg, comprendía a la 2? División neozelandesa, la 4? India y la 78 británica. Suponiendo que en el monasterio se situaba un estratégico puesto de observación artillera, Freyberg solicitó que fuera bombardeado. El 15 de febrero, 142 fortalezas volantes B-17 dejaban caer sobre la abadía 350 toneladas de bombas explosivas e incendiarias. Arrasado el monasterio, los paracaidistas de la 1? División alemana se parapetaron entre enormes montañas de escombros. Entre el 16 y el 18 de febrero, todos los intentos aliados de asalto fueron repelidos.
video
Tras la guerra de Indochina el país quedó dividido en Vietnam del Norte, de régimen comunista apoyado por la URSS, y Vietnam del Sur, capitalista y aliado de EEUU. En 1955 Diem, primer ministro survietnamita, destituye al emperador Bao Dai e instaura una dictadura con apoyo americano. Rápidamente se sublevó la guerrilla comunista, el Vietcong, apoyada por Vietnam del Norte, que pasa a controlar amplias zonas del país. En 1963 un golpe militar derroca a Diem. Muy poco después los Estados Unidos envían tropas y establecen numerosas bases aéreas y navales, desde las que lanzan fuertes bombardeos sobre Vietnam del Norte. 1968 será el año más decisivo de la guerra, pues el Vietcong lanzó una gran ofensiva conocida como el Tet. Violentas luchas se produjeron en Hué y Khe Sanh, aunque el objetivo principal fue Saigón. El plan del Vietcong consistió en lanzar 11 batallones sobre los principales objetivos enemigos de Saigón. Estos fueron el Cuartel general del Ejército, el Palacio presidencial, la Embajada norteamericana, la Base Aérea de Tan Son Nhut y la Estación de Radio Nacional, defendidos por unidades americanas y survietnamitas. Los ataques sucedieron de forma simultánea y tuvieron la forma de guerrilla urbana. Al amanecer del 31 de enero el Vietcong había realizado importantes incursiones en las zonas Sur y oeste de Saigón y controlaba el suburbio de Cholon. Después pasó a controlar la embajada americana. Sin embargo, la ofensiva comunista no logró el objetivo deseado, el levantamiento de la población. Además, la intervención de helicópteros armados con cohetes acabó por definir la batalla, aniquilando a los guerrilleros. La ofensiva del Tet fue para Vietnam del Norte un fracaso militar, pero un éxito propagandístico. Las imágenes de una guerra encarnizada movilizaron a la opinión pública occidental en contra de los Estados Unidos. En 1969 Nixon anuncia una retirada escalonada de tropas, lo que no impide que la guerra se extienda a Laos y Camboya y que en 1972 Vietnam del Norte lance una gran ofensiva. Un año más tarde, en 1973, EEUU retira a sus tropas. En 1976 Vietnam se reunifica y se convierte en república Socialista.