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Personaje
Político
Intervino en la Guerra de la Independencia y, años después, participó en el pronunciamiento de Riego. A partir de entonces inicia su carrera política como diputado del Trienio Liberal. Declaró su pertenencia al grupo de los llamados "exaltados" y fue presidente de las últimas Cortes constitucionales en Sevilla y Cádiz. A la vuelta de Fernando VII se trasladó a Inglaterra y no regresó a su país natal hasta 1834. Ya en este periodos se identifica con el Partido Moderado. En 1836, María Cristina le nombró presidente de gobierno. Disolvió las Cortes y volvió a convocarlas para reformar el Estatuto Real. Esta situación despertó la ira del Partido Progresista y se saldó con el levantamiento de La Granja, que tuvo lugar en 1836. Istúriz fue reemplazado por José María Calatrava. En 1845 es elegido de nuevo presidente del gobierno, donde permaneció hasta 1847. Medió para propiciar el casamiento de Francisco de Asis con Isabel II. En 1858 inició su último gobierno. Hasta 1864, fecha en que se retiró de la política, continuó trabajando en misiones diplomáticas.
Personaje
Político
Era hermano de Francisco Javier Istúriz. En 1810 participó en la creación de una nueva Junta en Cádiz y fue vocal de la misma. Desde este momento es uno de los personajes de la vida política de su ciudad natal y en 1813 es nombrado diputado por Cádiz a las Cortes.
fuente
Durante la batalla de Kursk, que vió la más abundante utilización de los medios acorazados de toda la Segunda Guerra Mundial, los dos antagonistas, Alemania y Rusia, presentaron el arma acorazada que debería ser el último grito en el campo de los carros acorazados, asegurando a su usuario la superioridad en el campo de batalla. Las esperanzas alemanas se concentraron en el cazacarros Elefant (que se demostró lento y vulnerable), mientras que los rusos apostaron por el nuevo ISU-152. Este medio, que después de la guerra se distribuyo a las Fuerzas Armadas de todos los Países del Pacto de Varsovia, permaneció en servicio hasta la segunda mitad de los años cincuenta, teniendo una gestación más bien breve. La necesidad de contrarrestar la acción de los carros armados alemanes, armados con mortíferos cañones de 88 mm, empujó a Stalin a ejercer presiones sobre el grupo de estudio que trabajaba en el Celiabinsk bajo la dirección del ingeniero Kotin. El medio estudiado era un cazacarros de la nueva fórmula, al menos para el Ejército Rojo, es decir, un cañón instalado en el techo de un carro armado protegido por una torreta cerrada por arriba. Entre el comienzo de los estudios y la presentación del prototipo transcurrieron sólo -tómese buena nota- 25 días. El ISU (iniciales de las palabras Istrebitelnij Samochodnia Ustanovka, es decir, medio de tracción automática cazacarros) se demostró en seguida un temible adversario para los carros alemanes. Era, en definitiva, el resultado de la fusión de dos armas ya existentes: el cañón óbice de 152 mm y la carcasa del carro KV-1S. El cañón era capaz de lanzar una granada de alto nivel explosivo de 43 Kg a una distancia de 17.300 metros con una velocidad inicial de casi 570 metros por segundo. Naturalmente, este alcance no se utilizaba nunca, ya que en el combate entre carros se utilizaba sólo el tiro lineal con puntería óptica. La carcasa, la del KV-1S, se sustituirá en los últimos modelos por la del carro Josef Stalin, de 46 toneladas. El ISU-152 creó sin embargo, algunas dificultades para la munición; esta última, dado el calibre más bien relevante del cañón, no era una pieza única, sino que estaba formada por dos piezas: el proyectil y el casquillo; de aquí se derivaron esencialmente problemas de espacio para la reserva de municiones, limitada a 20 unidades y excepcionalmente a 28. Para la defensa antiaérea y raramente para la defensa a corta distancia, en el cielo de la torreta se monto una ametralladora DSHK de 12'7 milímetros. El ISU-152 se denominaba también con el nombre de "Zverboi", es decir, "la bestia que golpea".
lugar
El lugar de origen de Odiseo (Ulises) está enclavado en el mar Jonio. Presenta ocupación desde el Bronce Antiguo, según queda determinado por un yacimiento cerca de Stavros. También se ha encontrado un lugar de culto utilizado desde la Edad del Bronce hasta la época imperial romana, la gruta de Loisos, en el que se realizaron inscripciones a Atenea, Heras, las Ninfas y Odiseo. Se han encontrado también restos de doce trípodes. Posteriormente el lugar ocupa un importante en la ruta corintia hacia Italia, según muestran las tumbas corintias halladas. El papel de Ítaca, sin embargo, se diluye, llegando a casi desaparecer del registro arqueológico y siendo apenas existentes sus relaciones con la Grecia clásica. Por este motivo se ha elucubrado con la posibilidad de que Ítaca se encontrase en la actual Corfú o en Leukas.
contexto
Fuera de la Península Ibérica y de Francia, los sitios se diluyen en Italia. Con los lugares italianos, los del bajo valle del Ródano y los de la España meridional, P. Graziosi caracterizó la provincia mediterránea del arte paleolítico. En ella los conjuntos son más sencillos que en la provincia franco-cantábrica, existiendo entre las figuras de las tres citadas regiones analogías formales en las cabezas y en las siluetas. Pero los criterios de datación y de atribución cultural no son seguros y hay todavía ahí un importante trabajo para completar. En la Italia septentrional hay que señalar el grupo de Mentón, con la venus de Grimaldi o de la Barma Grande (Ventimiglia) y los grabados parietales de la cueva de Cavillon en el conjunto prehistórico de Balzi Rossi. Más al este, lo completan las venus de Chiozza (Reggio Emilia) y de Savignano (Módena). Más al sur se encontró la venus del lago Trasimeno, que, como las anteriormente citadas, carece de contexto arqueológico. Cerca de Roma está la cueva Polesini (Tívoli) con algunos cantos y huesos grabados procedentes de un nivel del período gravetiense. En la Apulia se hallan: la cueva Romanelli, con el grabado parietal de un toro, piedras grabadas y una pintada con varias líneas de pectiíniformes; la cueva Paglicci, con figuras y manos rojas; y la cueva Monopoli, con cantos grabados. En Calabria, la de Romito (Cosenza) presenta un magnífico toro grabado, de buen tamaño y con bastantes detalles. Por último, en Sicilia, cerca de Palermo, existen las cuevas de Addaura y Niscemi (Monte Pellegrino), la primera con una extraña y movida escena de suplicio, iniciación o acrobacia, en la que las figuras humanas -una docena- tienen cabeza de pájaro como algunas de la región clásica (Lascaux, Altamira); la segunda con una serie de grabados parietales. La de Levanzo, en las islas Egades, contiene una treintena de grabados animalistas, con bellas representaciones de bóvidos y caballos.
contexto
¿Es posible hablar todavía de un gótico italiano en arquitectura? Como en otras artes, la respuesta ha de ser afirmativa, siempre que se relativice respecto a las particularidades propias de Italia.Ante todo conviene recordar que es ahora cuando se terminan edificios importantes iniciados en tiempos anteriores. Las siempre presentes órdenes mendicantes siguen reconstruyendo en mayores dimensiones obras más antiguas. En Venecia, la iglesia de los Santos Juan y Pablo (Zanipolo) es dominica y se comenzó hacia 1333, parece ser que por los pies. De fines del siglo XIV debe ser la capilla mayor y en 1430 se consagró. Es un colosal edificio de ladrillo y piedra, con paralelos en otros mendicantes anteriores. Su gran cabecera tiene la capilla mayor de gran desarrollo con dos pares de capillas a los lados, de modo que únicamente están separadas entre sí por los muros de sostén. Los enormes soportes son cilíndricos y la luz entre ellos es muy amplia, lo que permite distinguir el espacio interno completo, al tiempo que existe una notable iluminación en toda la iglesia. La poderosa organización de la cabecera con numerosos pisos, es especialmente destacada. Se cubre con sencillas bóvedas cuatripartitas de crucería. En definitiva, un notable edificio en una tradición italiana muy anterior. Cosas similares se podrían decir de la casi contemporánea iglesia de Santa María Gloriosa de Frari, franciscana, con cabecera inicial de seis capillas laterales, mismo tipo de soportes, etc. .Este conservadurismo perdura en tanto que no se imponga el renacimiento o lleguen influencias de más allá de las fronteras. Es el caso de dos obras de gran interés. Una es la monumental catedral de Milán y la otra el Castel Nuovo de Nápoles. La historia de la primera es una de las más complicadas que se conocen, demasiado para ser aquí siquiera esbozada. Era un proyecto monumental cuya realización supuso problemas de ejecución material, de tipo estético y de proporciones, económicos, etc.Milán era una gran ciudad y Gian Galeazzo Visconti un hombre poderoso y aficionado a grandes ostentaciones, dominando sobre un territorio extenso y rico. Como consecuencia, en 1386, se decidió comenzar una gran catedral. Desde los inicios surgieron los problemas y los distintos grupos de arquitectos se fueron sucediendo. En esta primera etapa habría que citar nombres como los del miniaturista Giovannino dei Grassi o el arquitecto de Bolonia, Antonio di Vicenzo. Por entonces estaba decidida la planta definitiva: cinco naves, transepto marcado con tres naves, cabecera poligonal y dimensiones inmensas. Progresivamente desfilaron por la ciudad arquitectos franceses y alemanes, como Heinrich Parler, de la famosa dinastía, junto a otros italianos. Se discutieron proporciones y ritmos, problemas estructurales. La catedral avanzó con cierta calma. Lo que vemos hoy tiene una unidad que es relativamente falsa, porque una buena parte de esta decoración externa tan poblada de pináculos, gabletes y adornos varios es resultado de campañas que no sólo se prolongan en el siglo XVI, sino que se terminan en los siglos XVIII y XIX. En todo caso, el efecto, algo pesado al exterior, es impresionante.Sólo coincide en su carácter ajeno a lo más usual italiano, el proyecto del Castel Nuovo de Nápoles. Destruido anteriormente, es el rey Alfonso el Magnánimo quien a partir de 1443 decide levantarlo otra vez. Después de unas obras inciertas, en 1447 se hace cargo de todo Guillem Sagrera, el gran artista mallorquín. A partir de ahí se traza un diseño definitivo. Al margen de su valor como fortaleza junto al mar, llaman la atención diversas estancias de la enorme construcción. Así, es trabajo personal de Sagrera la soberbia Sala de los Barones de enormes dimensiones y cubierta con una sola bóveda. Sobre un cuadrado en planta, se elevan muros de casi cuatro metros de espesor y hacia una cierta altura se levantan en los vértices pequeñas bóvedas y un arco rebajado que permiten transformar el cuadrado en octógono. Es la base para una bóveda estrellada de ocho lados, con un gran óculo abierto en la clave. Es un gran espacio ajeno a Italia.Numerosas canterías siguen abiertas. El proceso de la catedral de Florencia es farragoso y se sigue con la ayuda de abundante documentación y cuyo resultado es dudoso que sea positivo en relación a los costes y a la magnitud. Se trabaja en la catedral de Siena, en Santo Domingo de la misma ciudad, en la Cartuja de Pavía, en diversos edificios florentinos, etc. Entre todos ellos podría recordarse ejemplos especiales como el Palacio Ducal de Venecia.Naturalmente, existía uno previo, pero a partir de 1340, aproximadamente, comienzan las modificaciones que progresivamente llevarán a culminar este edificio singular, sin precedentes visibles, más que parciales, en la ciudad, prodigio de riesgo de ejecución, al levantar las arcadas bajas, cuando ya existían los muros superiores y centro también de una magnífica escultura dotada de un programa de enorme amplitud. Tal vez pese ópticamente demasiado el muro superior, aun aligerado por ventanas y adornos de muro, dada la escala corta, sobre todo, de las arquerías. En todo caso, no impide disfrutar la belleza sutil del conjunto. Fue la zona que mira al mar la más antigua, mientras que es en el siglo XV cuando se repitió exactamente en el lado que da a la pequeña plaza. En Venecia también se conservan numerosos palacios de diversos particulares, pertenecientes a las ricas y poderosas familias de la república. El llamado Ca d'Oro es justamente considerado uno de los más bellos en la organización de la fachada que da al canal.Finalmente, cabría recordar uno de los proyectos más monumentales, pero nunca terminado por completo. Me refiero a la gran basílica de San Petronio en Bolonia, comenzada en 1388 por el arquitecto local Antonio di Vicenzo sobre el modelo agrandado de la catedral de Florencia. Una vez más conviene recordar que se utilizó, como tantas veces en Italia, el ladrillo, y que el sistema de cubiertas es de una extrema sencillez.
contexto
Conviene repetir siempre la pregunta de hasta qué punto es correcto recordar ahora a Italia. En realidad Italia no entra en el renacimiento con el cambio de siglo. El concurso de las segundas puertas del baptisterio de Florencia sanciona positivamente el gótico internacional, al premiar a Ghiberti, en contra de Jacopo della Quercia o de Brunelleschi, que, en cierta medida, comenzaban un camino más directo hacia lo que será la renovación. Y recordemos que esto sucede en Florencia, la ciudad pionera.Allí había trabajado Andrea Orcagna, pintor y escultor, que morirá en 1368. En 1355 es nombrado maestro de las obras de Or San Michele, notable edificio de múltiple uso. Para el santuario del lugar realizará lo que debe considerarse como el proyecto escultórico de la ciudad en la segunda mitad del siglo XIV: el gran tabernáculo que debía cobijar a la Virgen. En mármol, con incrustaciones ricas, animado con un gran número de relieves, es suntuoso como totalidad y minuciosamente cuidado en cada detalle. El relieve mayor se dedica a la muerte y asunción de María. Orgulloso, dejó constancia de nombre, cargo y fecha, en una inscripción: "Andrea Cionis (su nombre era Andrea Cione, y se le llamaba Orcagna) pictor florentin oratorii archirnagister extitit hui MCCCLIX".En la zona de Lombardía trabajan durante bastantes años los Campionesi. Bonino da Campione lo hace entre 1357 y 1388. En 1363 se le debe encargar un monumento aparentemente heroico, pero cuyo carácter funerario se pondrá de manifiesto de forma más evidente después, cuando se añada el pedestal. Es el ecuestre de Bemabó Visconti, para San Giovanni in Conca (hoy en Museo Sforzesco, Milán). Debía, de acuerdo con las fuentes, estar dorado, causando por ello mayor impresión en sus contemporáneos. Hay que recordar que este tipo de escultura heroica antecede a los conocidos ejemplos del Renacimiento. Giovannino dei Grassi, miniaturista, es como se ha dicho maestro ocasional de obras en la catedral de Milán. Se le atribuye un relieve con Cristo y la samaritana, que, sin embargo, parece bastante alejado de su forma de hacer en las artes del color.Un importante foco de fines de la Edad Media en Italia es el veneciano. Conocemos a dos excelentes escultores, los hermanos Jacobello y Pierpaolo dalle Masegne, que no son originarios de la ciudad, pero dejan en ella su obra más notable. En efecto, se les ve en San Francesco de Bolonia como autores del retablo mayor, no muy imaginativo como diseño, pero cuidado en sus esculturas. Allí estaban entre 1388 y 1392. Se supone que su formación no es ajena a Nino Pisano. Al terminar su labor en Bolonia, comienzan la iconostasis de San Marcos de Venecia, que firman satisfechos en 1394, donde sitúan un grupo de elegantes estatuas, que no ocultan un cierto recuerdo de lo francés. Tal vez, la empresa más ambiciosa sea la del palacio de los Duques, cuya zona baja de arquerías contiene un delicado conjunto de intelectual iconografía y en el que trabaja un grupo de escultores. En otro orden de cosas, encontramos aún, quizás en sordina, el recuerdo del viejo compromiso con Bizancio, más nítido en la Virgen dello Schioppo (San Marcos), de la primera mitad del siglo XIV, pero perceptible en la misma Virgen de la Misericordia de Bartolomé Buon, de 1441 (Museo Victoria y Alberto, Londres).Antes de acabar, es preciso un último recuerdo a Florencia, y especialmente a dos cuestiones. Una es la Puerta de la Mandorla de la catedral, de traza gótica y complicada historia entre los nuevos y los viejos tiempos. La otra ambigüedad de la primera parte de la obra del gran Lorenzo Ghiberti. ¿No sería difícil encontrar a otro escultor tan próximo al internacional y así se reconocería más a menudo, si no se le pretendiera ver empeñado en una empresa, la del famoso concurso, considerada desde siempre emblemática del cambio que sufre el arte italiano a partir de entonces?
contexto
También aquí la resistencia se inicia antes de la guerra, desde el advenimiento del fascismo en 1922, y se refuerza en la guerra civil española. Pero sólo madura y se consolida durante la Segunda Guerra Mundial, hasta convertirse, al unirse el viejo antifascismo con el nuevo surgido del descontento por la guerra y la derrota, en "el movimiento más notable de su clase de la Segunda Guerra Mundial" (A. J. Toymbee). Es, en efecto, el de mayor amplitud de entre los países del Eje, y se caracteriza por su inmediata eclosión -ya hay choques con los alemanes y los fascistas "el mismo día del armisticio con los aliados, como si hubiesen estado esperando ansiosos el momento"- y rápida maduración. Es además, una resistencia nacionalista y revolucionaria, que, por primera vez en la historia moderna de Italia, incluye a obreros y campesinos. Por otro lado, y al igual que en Francia y en otros países, habrá un contraste entre el papel mediocre jugado por las fuerzas armadas regulares entre 1940 y 1943, y la más que brillante actuación militar de las bandas partisanas. La invasión aliada y la caída del fascismo -25 de julio de 1943- ponen fin a la odiada alianza con Alemania, pero no a la guerra. A partir del armisticio del 8 de septiembre, el nuevo rumbo del gobierno monárquico de Badoglio es la colaboración con los aliados y la guerra contra el fascismo y los alemanes. Mientras, el Rey que fue aliado del fascismo, Víctor Manuel III, y el gobierno se refugian en el sur ya ocupado por los aliados, abandonado el país a su suerte. Los partidos antifascistas y amplios sectores de la población constatan que deberán combatir para conseguir el cambio que desean y la paz. Sobre todo cuando los alemanes, que habían previsto el vuelco, ocupan fulminantemente la mayor parte de Italia, hallando sólo una oposición desorganizada por parte de la población civil o de algunas unidades del Ejército. Los alemanes reinstalan a los fascistas en el poder -Mussolini ha sido liberado el 12 de septiembre-, que crean la República Social Italiana -Saló- el 23 de ese mes. Acaba de iniciarse la guerra civil. Entre tanto, el armisticio deja también abandonadas a su suerte a las 63 divisiones italianas situadas en los países ocupados: unas logran repatriarlas, otras se entregan a los alemanes o a las resistencias locales; algunas más optan por el antifascismo y combatirán por su cuenta a los alemanes o bien se unirán directamente a las resistencias -en Yugoslavia, Francia, Grecia, Albania, etc.-, donde sufrirán miles de bajas. En Italia, mientras tanto, se forma el Comité de Liberación Nacional (CLN) que incluye al Partido de Acción, al comunista y al socialista, a los que se unirán democristianos, republicanos, liberales y otros. Pero los aliados sólo reconocerán al gobierno de Badoglio y a la monarquía. La resistencia se desarrolla rápidamente, en particular en el centro -donde conserva, no obstante, caracteres rurales y cierta indefinición ideológica- y sobre todo en el norte -las primeras bandas armadas aparecen en Piamonte-, donde, a la buena organización y a la gran eficacia militar, se une un republicanismo acentuado y gran claridad ideológica; aquí predominarán, con mucho, comunistas y accionistas. En el sur será, en cambio, espontánea, con grupos armados pequeños, y su vida breve debido al rápido avance aliado (19). En otoño, el Gobierno Badoglio pondrá a disposición aliada 340.000 hombres para la formación del nuevo Ejército italiano antifascista, pero los anglosajones tratan a Italia, lógicamente, como a país vencido, y sólo en diciembre de 1943 permitirán que una pequeña unidad entre en combate contra los alemanes. En septiembre de 1944, el CIL -Cuerpo Italiano de Liberación - tendrá 54.0000 hombres y participará en la liberación de la costa adriática central -aviones italianos combatirán junto a los aliados en los Balcanes-. Pero la verdadera resistencia es la del CLN. A comienzos de 1944 se considera zanjada la cuestión de la opción entre república y monarquía -la decisión queda pendiente después de la guerra, y las urnas darán la victoria a los republicanos cuando los partidos, y en especial el PCI, reconocen la autoridad del gobierno Badoglio, en el cual, desde abril de 1944, se incluye ya a miembros del CLN. Tras la liberación de Roma por los aliados -en junio de ese año-, Badoglio abandona su cargo, y es sustituido por Humberto de Saboya como lugarteniente y por Bonomi como jefe de Gobierno; creándose un mando único, dirigido por el general Cadorna. El CLN se instala en la capital aunque en el Norte, donde se combate tras las líneas alemanas, se crea el CLN de la Alta Italia -CLNAI- dotado de gran autonomía, con predominio de comunistas y accionistas en lo político y lo militar, con sus divisiones garibaldinas los primeros y GL -Giustizia e Libertá- los segundos. Se desarrollan asimismo tupidas redes de información y propaganda, con numerosas publicaciones. El CLN desencadena grandes huelgas, como la de marzo de 1944, o las del otoño e invierno del mismo año; están a la orden del día los sabotajes y el terrorismo urbano contra alemanes y fascistas; y en las montañas la lucha es despiadada entre partisanos y nazi-fascistas. Despiadadas también serán las represalias y las matanzas en ciudades y pueblos: Fosas Ardeatinas en Roma, Marzabotto, Bellona, Praticello, etc. Entre junio y julio los aliados, con los partisanos y el CIL, expulsan a los alemanes de los Abruzzos y las Marcas; en agosto, Florencia es liberada por los partisanos. Por estas fechas la resistencia cuenta ya con más de 60.000 miembros. En el norte, en zonas liberadas, se han ido formando hasta 15 repúblicas independientes partisanas -Ossola, Carnia, Monferrato, etc.-, con su administración, enseñanza, organización política y militar y procesos electorales, como una especie de ensayo general para la posguerra. Después de Florencia, los aliados van a estancarse casi durante un año en la Línea Gótica. La insurrección general deberá esperar, y los partisanos son abandonados a su suerte y sufrirán una oleada de ofensivas nazi-fascistas -con 300.000 soldados- que acabarán por suprimir las repúblicas a lo largo de la segunda mitad de 1944, pero sin anular las bandas guerrilleras. Esta demostración de capacidad política y militar lleva a los aliados a reconocer oficialmente al CLN y la autoridad -provisional- del CLNAI en el norte, en diciembre de 1944. Desde fines de año, la resistencia librará verdaderas batallas contra el enemigo (entre junio de 1944 y febrero de 1945 llevará a cabo unas 6.500 escaramuzas y 6.000 actos de sabotaje y capturará ingentes cantidades de armas y miles de prisioneros), gracias también al mayor número de suministros aliados recibidos. La RSI de Mussolini, por el contrario, va perdiendo toda capacidad de reacción, mientras los alemanes sólo piensan en abandonar Italia. Unos y otros entablan negociaciones secretas con los aliados y con el CLN, pero éste rechaza todo trato. Añadamos el dato de que en febrero la resistencia cuenta con 140.000-150.000 miembros. En abril se reanuda la ofensiva a aliada que rompe las líneas alemanas. Es el momento de la insurrección general: los guerrilleros quieren ocupar las ciudades, evitar las destrucciones que los ocupantes en retirada pueden pretender llevar a cabo y ajustar cuentas con los fascistas, antes de que lleguen los liberadores. Todo ello se lleva cabo con precisión: entre el 18 y el 30 de abril los partisanos liberan decenas de ciudades, entre ellas Bolonia, Módena, Rávena, Génova, Turín, Milán, Padua, etc. El 28 consiguen capturar a Mussolini y, en otra operación, varios jerarcas fascistas: todos son ejecutados sumariamente por decisión del CLN, que quiere evitar su detención por los aliados y la posibilidad de que el Duce salve la vida. Entre el 26 de abril y el 2 de mayo, los alemanes se rinden a los partisanos o a los aliados. Estos se apresurarán entonces a asumir la autoridad en el Norte. En conjunto, la resistencia italiana había comprometido directamente a unas 350.000 personas, de las que más de 200.000 serán combatientes de alguna forma -la mitad serán comunistas, un tercio "accionistas", y el resto pertenecerá a los demás partidos-. Los muertos serán unos 70.000 incluidos los fusilados, unos 10.000, y los muertos del CIL o en las resistencias de los países ocupados, de los cuales más de la mitad eran comunistas y un tercio "accionistas".