Busqueda de contenidos
obra
Para los grandes cuadros de batallas que Fortuny tenía que elaborar por encargo de la Diputación de Barcelona realizó un buen número de apuntes y bocetos tanto en Marruecos como en Roma. Muchos de ellos están protagonizados por soldados árabes en plena maniobra militar como estos hombres que aquí contemplamos o los Marroquíes subiendo a una cumbre, trabajo más acabado con un temática similar. Las indumentarias y armamentos serán el primer centro de atención del artista sin olvidar las referencias a la luz, en este caso una iluminación plomiza que no omite el brillo de las tonalidades blancas. Los rápidos trazos indican la facilidad de Fortuny para trabajar en acuarela, exhibiendo también un estilo detallista y refinado como observamos en el Condesito.
obra
La historia de Aracné es un claro ejemplo del peligro que supone retar a los dioses. Aracné era una joven campesina que destacaba por sus bellos tapices y que afirmaba ser mejor que Minerva, la tejedora de los dioses. Minerva retó a Aracné en la elaboración de un tapiz; las dos se pusieron manos a la obra resultando dos bellos tapices sin diferencias apreciables. Minerva rasgó, encolerizada, la tela de Aracné y golpeó a la joven. Aracné se ahorcó y la diosa, arrepentida, la transformó en araña para que conservara su destreza en tejer. En esta bella imagen, destinada a la decoración de la Sala del Colegio del Palacio Ducal de Venecia, Veronés muestra a la joven como una noble veneciana, cubierta con pesados y suntuosos ropajes, sujetando entre sus manos una tela de araña que simboliza la Dialéctica o el arte de embelesar al público con palabras. Lo mismo que la araña teje su tela para cazar a sus presas, así el político debe estar dotado de dialéctica con la que conseguir beneficios para su Estado. La figura se sitúa ante una estructura arquitectónica de inspiración clásica, en una postura totalmente escorzada, captada con una perspectiva "sotto in su" ya que debía ser contemplada desde abajo. El empleo de una potente iluminación que crea contrastes resalta la volumetría de la figura, como era habitual en la Escuela veneciana.
fuente
Este avión, cuyo diseño vio la luz en 1936, surgió como sustituto del Heinkel He 50, un hidroavión de reconocimiento. En un principio sólo se realizaron cinco modelos, de los cuales tres llevaban incorporados un flotador. La primera vez que emprendió el vuelo fue en 1938. Finalmente cuando su producción se puso en marcha salió una serie de 536 aparatos con dos flotadores. En 1939 entran en servicio la versión inicial que con el paso del tiempo va mejorando con nuevos modelos como el Ar1916A-2. Este último incorpora dos cañones en las alas. El prototipo se iría perfeccionando con estructuras reforzadas y equipos de radio más potentes y mayor armamento. Una de las últimas versiones que se ejecutaron fue el Ar196A-5. Además hubo una preproducción de cinco prototipos del Ar196B-0. Los Arado fueron los aviones básicos usados por la Marina alemana para misiones de reconocimiento durante la guerra en el Atlántico.
fuente
Diseñado como avión de transporte multiuso, su principal aportación era la incorporación de un tren de aterrizaje múltiple. El primer prototipo llevaba dos motores BMW 801 MA, con capacidad para desarrollar 1600 CV de potencia. Estos motres fueron sustituidos posteriormente por cuatro BMW Bramo 323 en estrella, situados en los bordes de ataque del centro de las alas, construidas con una mayor envergadura. El motivo del cambio de motores ordenado por la Luftwaffe fue la necesidad de dotar con ellos a aviones de combate como el FW 190. Los Ar 232 prestaron servicio en la unidad de operaciones especiales del Mando Aéreo alemán, la llamada KG200.
fuente
Derivado del Ar 234 Blitz, una de cuyas últimas variantes fue la V3, el Ar 234 B Blitz dejó de utilizar la poco operativa combinación de carretón y patines utilizada por aquél, en favor de un tren de aterrizaje retráctil de triciclo, que ya se había ensayado en el modelo V9. El 234 B Blitz fue diseñado para misiones de bombardero de reconocimiento, incorporando soportes bajo el fuselaje y dos motores en góndolas, pudiendo poder transportar bombas de hasta media tonelada. Los primeros 210 aparatos del Ar 234 B-1 para misiones de reconocimiento llevaban depósitos de combustible desechables. A la serie B le siguió la C, con cuatro turborreactores BMW 109-003A-1, de la que sólo llegaron a fabricarse 14 unidades.