Zauner pertenecía a la generación de Houdon y, por lo tanto, a la que acompaña el desarrollo del despotismo ilustrado, y no puede sorprender que fuera autor de monumentos privados que lucían los símbolos de la masonería. Su obra es versátil y arriesgada.
Busqueda de contenidos
acepcion
Sala o lugar donde los judíos almacenan objetos fuera de uso pero de gran trascendencia sagrada. Esta sala existía en todas las sinagogas durante el medievo. Una de las más importantes es la de El Cairo.
contexto
La república de Génova se mantuvo al margen del equilibrio entre estados, a pesar de su todavía floreciente economía. Incorporada por los Visconti a sus dominios en 1353, se rebeló contra la autoridad milanesa cuatro años más tarde, para caer, más adelante, en manos del marqués de Monferrato y del rey de Francia (1396 y 1409). El cambio constante de jurisdicciones hizo que su integridad territorial quedase muy reducida, al perder puertos como el de Niza, en manos de los duques de Saboya desde 1388. No cabe dude de que la conflictividad creciente en el seno de la sociedad política genovesa jugó un papel decisivo en la decadencia de la república como potencia internacional. A la tradicional división social entre "nobili" y "popolari" se sumó la formación de dos bandos políticos (blancos y negros), que respondían a la controversia entre gibelinismo y güelfismo en toda Italia. Los grupos nobiliarios, integrados en torno a los "alberghi" de los principales linajes genoveses, abandonaron a lo largo del siglo XV la vida pública y se dedicaron a la creación de feudos personales en toda Liguria. Así surgieron una serie de pequeñas señorías bajo el control de los Fieschi, los Grimaldi, los Spinola, los Malaspina y los Doria. Los populares no constituían un grupo compacto, ya que eran evidentes las diferencias existentes entre comerciantes y artesanos, quienes no llegaron nunca a incorporar plenamente el sistema gremial a los aparatos de gobierno republicano. La clase política genovesa trató de reaccionar con la adopción de un sistema de gobierno similar al de Venecia. En 1339 la facción popular nombró a su líder, Simón Boccanegra, primer dux de la república. Defensores de la causa popular y jefes del ejército, los dogos eran elegidos por una asamblea compuesta por unos 600 ciudadanos. Pero la verdadera autoridad política recaía sobre la asamblea de los ancianos, que contaba con el apoyo de tres consejos auxiliares, responsables de la tesorería (Officium Monete), del comercio marítimo (Officium Maris) y de las colonias mercantiles (Officium Gazarie). En caso de crisis política el poder era detentado de forma provisional por una asamblea reducida denominada Officium Balie. Era evidente que las reformas llegaban demasiado tarde. La crisis económica, el enfrentamiento con Venecia y los baldíos esfuerzos empleados en mantener sus bases en Córcega y Cerdeña frente a los aragoneses acabaron por agotar a la república marinera. El linaje de los Fieschi trató de imponer un gobierno personal para contrarrestar las ambiciones territoriales de milaneses, piamonteses y franceses, pero fracasó en repetidas ocasiones entre 1459 y 1477.
contexto
A lo largo de la primera mitad del siglo XVII, Génova vive un sólido bienestar económico basado en la astucia de sus banqueros y en la habilidad de sus incansables comerciantes. Unida a España de manera tan firme como sus créditos y anticipos a la Corona, la prosperidad de las clases dirigentes genovesas se tradujo en la construcción de ricas residencias y palacios a los lados de la gran Strada Nuova abierta por Galeazzo Alessi. Las ampliaciones urbanísticas prosiguieron sobre esa estela, y en 1606 se abrió la vía Balbi, nacida a partir de la edificación del palacio Balbi y del Collegio dei gesuiti (actual Universidad) (1630-38), según los proyectos de Bartolomeo Bianco (Como, 1590-Génova, 1657), el máximo arquitecto barroco genovés. Sus obras mantienen exteriormente un aspecto de bloque cerrado, suavizado por algún motivo decorativo sobre superficies aún manieristas, pero, sin embargo, en el interior una sucesión fastuosa y escenográfica de patios, logias, jardines colgantes, terrazas, escaleras, aprovechando la conformación topográfica del terreno, otorgan enorme vivacidad estructural al edificio.El que Génova fuera una ciudad marítima, comercial y financiera favoreció los contactos con artistas extranjeros, especialmente flamencos, convirtiéndose en un lugar de encuentros e intercambios culturales y artísticos. Así, en 1605 se registraría la presencia de Caravaggio, entre 1605-06 la estancia de P. P. Rubens y en 1621 el desembarco de A. Van Dyck, cuya prolongada estancia y los espléndidos retratos de la aristocracia genovesa marcarán a pintores como Strozzi y Valerio Castello. La lista podría continuar con el caravaggista francés Simon Vouet, entre 1620-21, o con el italiano O. Gentileschi, entre 1621-23. Precisamente, de un ambiente tan dinámico surgió la personalidad de Bernardo Strozzi (Génova, 1581-Venecia, 1644), abierto y sensible a cualquier tipo de estímulos culturales, capaz de traducirlos a una pintura densa y de encendida policromía, de hábiles y elocuentes composiciones. En torno a 1630, huyendo de la peste, abandonaría Génova para pasar a Venecia donde revitalizará su escuela. Próximo a Strozzi, Gioacchino Assereto (Génova, hacia 1610-1649) orientó su pintura hacia un naturalismo lombardo, pero sin renunciar a los refinamientos cromáticos de ascendencia veneciana.Tan estimulado por la pintura flamenca como Strozzi, Giovanni Benedetto Castiglione, llamado il Grechetto (Génova, hacia 1610-Mantua, 1665) desarrolló un género de pintura de gran originalidad, con gusto por lo pintoresco, tratando cualquier tema: bíblico, filosófico o mitológico, como si fueran temas de inspiración pastoril o campesina. Su naturalismo le condujo a captar los aspectos más vitales e inmediatos de la realidad. Pero, lo que parecía que iba a ser una etapa de gran vitalidad y continuidad, pronto se vería tronchado por la peste de 1657 y por el abandono de Génova por los pintores más significativos. Si Strozzi ya se había marchado hacia 1630, Castiglione lo haría en 1632 rumbo a Roma.Un caso paralelo al de los pintores se detecta en el mundo de la escultura. Frenada por el tardo Manierismo, la escultura genovesa fue reavivada, precisamente, por un artista francés, al marsellés Pierre Puget (1622-1694), que, después de formarse en Roma, trasladaría a Génova el ímpetu barroco atemperado por un refinado modelado y por cierta inclinación sentimental, anticipadora de la sensibilidad del Rococó. Partiendo de sus enseñanzas, primero en Roma y luego en Génova, Filippo Parodi (Génova, 1630-1702) acentuará la vena sentimental y el virtuosismo en el modelado, algo muelle que llega a caer en lo dulce (Cristo a la columna, Génova, Palacio Real).
Personaje
Pintor
La necesidad hizo que desde muy niño trabajara repartiendo carbón. Sólo al finalizar la Guerra Civil pudo dedicarse a sus estudios, aunque continuó trabajando. Desde joven su inclinación por el dibujo le lleva a dibujar con carbón en las paredes escenas de su barrio. Genovés continúa sus estudios en la Escuela de Bellas Artes de Valencia y en la década de los cincuenta realiza su primer viaje a Madrid con la intención de conocer el Museo del Prado. Una vez allí decide establecer su residencia. Durante esta época visita París y en 1964 celebra su primera exposición. La tremenda aceptación que tiene su obra le anima a dedicarse en exclusiva a este arte. En 1965 la dirección General de Bellas Artes convocó una exposición de su obra, algo sorprendente teniendo en cuenta sus ideas contrarias al régimen. Un año después participa en las bienales internacionales de San Marino y Venecia. Los galardones que consigue en estas dos convocatorias consolidan su éxito definitivamente. Sus creaciones en principio fueron catalogadas como informalistas, pero en los setenta se inclina por el realismo-crítico, al tiempo que introduce recursos del Pop art. A través de estas manifestaciones expresa la situación en que se encuentra la sociedad, por lo que sufre algún que otro problema con el gobierno franquista. Para la Junta Democrática realizó El abrazo o Amnistía, una cuadro que reivindicaba la puesta en libertad de los presos políticos y que le costó la libertad en 1976, al ser detenido y encerrado durante cinco días. Finalmente, esta obra se convirtió en uno de los símbolos de la transición en España. La obra de Genovés no sólo triunfó en España, sino que también lo hizo en Europa y Estados Unidos. Desde los ochenta sus cuadros contemplan nuevos temas. En ellos aprecen ciudades frías y solitarias. Lejos de sus representaciones de multitudes y tipos humanos, el hombre queda absorbido por la ciudad. El Centro Cultural de la Villa de Madrid realiza su primera exposición antológica en 1983. Genovés ha sido galardonado en distintas ocasiones y su obra se encuentra repartida en más de cuarenta museos.