Siempre mantuvo una estrecha amistad con Franco, a quién conoció en la Legión y con quien volvió a coincidir en la Academia Militar de Zaragoza y otros frentes. Durante la Guerra Civil participó en todas las operaciones que fueron decisivas para el triunfo de los nacionales. Alonso Vega estuvo presente, entre otras, en la batalla de Brunete y del Ebro, además de intervenir en la campaña de Cataluña. Al finalizar la contienda, fue nombrado consejero nacional de las FET y de las JONS, para luego continuar su trayectoria como procurador en Cortes, director de la Guardia Civil y ministro de Gobernación. En 1969 Franco le nombró capitán general, rango que también alcanzó Agustín Muñoz Grandes.
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fuente
Trozo de malla de acero que, pendiente del borde inferior del almete, defendía la unión de este con la coraza.
lugar
Pueblo de la provincia de Albacete, a 68 km de la capital. La zona fue poblada ya desde muy antiguo, lo que queda demostrado por los numerosos lugares con pinturas rupestres que existen desperdigados. Entre éstos hay que citar la Cueva de la Vieja, Monumento Histórico Artístico Nacional y declarada Patrimonio Mundial por la UNESCO. También hay que citar la Cueva del Queso, las de Fuente de la Arena, Cueva Negra de Meca, Abrigo de Monte Mugrón y Cueva del Rey Moro. Bastante menos antiguo, también cerca de Alpera se halla un poblado ibérico fortificado, el de Castellar de Meca. Tras ser conquistada a los musulmanes, Alpera perteneció al marquesado de Villena, dependiendo además de Chinchilla. Aparte de las cuevas y abrigos citados, en Alpera merecen una visita su iglesia parroquial, levantada bajo la advocación de Santa Marina en el siglo XVII, la ermita de San Roque y el Pocico de Nieve, el de mayor tamaño de toda la Comunidad.
obra
Renoir pasa el otoño de 1879 en Chatou en compañía de Aline Charigot, su futura esposa, a la que acaba de conocer. Durante esta estancia realizará paisajes y varios retratos entre los que destacan el de Alphonsine Fournaise sentada en una de las mesas de La Grenouillère, uno de los lugares preferidos por la burguesía parisina para pasar los fines de semana. Al fondo podemos observar el Sena y el puente de ferrocarril de Chatou, habitual en algunos lienzos del pintor. La dulce modelo viste un traje lila y un sombrero de paja adornado con una ancha cinta roja; apoya su brazo izquierdo en la mesa y se lleva la mano a la cara mientras la mano derecha es apoyada en la barandilla. Su mirada se dirige fugazmente hacia el espectador, destacando la sonrisa y el gesto amable de la joven.El interés hacia la luz tomada directamente del natural y el color enlazan directamente con las teorías impresionistas, pero Renoir se convierte en el especialista en las figuras, utilizando un acertado dibujo y modelado para la joven mientras que en el paisaje encontramos un mayor abocetamiento, debido al efecto atmosférico, aplicando los colores a través de pequeñas y cortas pinceladas. Las sombras coloreadas abundan en la composición, tomando un tono malva que domina el conjunto, tanto en primer plano como en el fondo.Otra de las características del impresionismo será el interés de los pintores hacia representar asuntos de la vida cotidiana, captando con sus pinceles la alegría de vivir de la bohemia artística parisina. Renoir será uno de los especialistas en esta temática, saliendo de sus pinceles obras inolvidables como Los paraguas o le Moulin de la Galette.
acepcion
Es la orientación hacia La Meca que deben seguir los musulmanes cuando realizan sus oraciones. En las mezquitas aparece indicada por el mihab.
obra
David Ryckaert cultivó un estilo parecido al de Teniers, lo que provocó que se creyera este cuadro obra de aquel. El tema es el del alquimista entregado a la búsqueda de la piedra filosofal que transforme el metal en oro. Durante los siglos precedentes, en especial durante el Renacimiento se consideraba al alquimista como al científico ideal, partícipe de la ciencia estricta y el conocimiento espiritual trascendente. Sin embargo, en un siglo como el XVII se entendía la condición humana como una condición digna de risa y conmiseración. Así, visto por los pintores del Barroco, el alquimista es un ejemplo de la futilidad de los afanes humanos. El anciano que aparece en el cuadro es un hombre que ha dedicado toda su vida a un sueño, que vive en la pobreza y que morirá desesperado por su búsqueda. Ryckaert se nos aparece como un hábil artista que juega maravillosamente con la luz y el color, equilibrando los cuatro focos de iluminación presentes en la sala: la vela del centro, ampliada por los reflejos de los papeles, la vela más pequeña de la pared, la hoguera del fogón y la luna que se ve por la ventana. De este modo consigue efectos de contraste lumínico que provienen directamente del tenebrismo del siglo anterior.