Busqueda de contenidos

monumento
Un siglo después de la fundación de la Universidad de Granada por el emperador Carlos V (1531), el oidor de la Chancillería de Granada de origen cordobés, don Diego de Rivera, fundó, en 1641, un Colegio Mayor bajo la advocación de Santiago Apóstol. En el año 1702, este Colegio se fusionó con el fundado por el mercader genovés don Bartolomé Veneroso, tomando el nombre de Colegio Mayor de los Santos Apóstoles San Bartolomé y Santiago. Sus primeros Estatutos fueron los de San Bartolomé de Salamanca, que tenía su origen en los del Colegio de los Españoles de Bolonia, fundado por el Cardenal don Gil de Albornoz en el año 1364. Expulsados los Jesuitas, el Colegio tomó el titulo de Real en el año 1774 al asumir su protección el rey Carlos III. El Real Colegio de San Bartolomé y Santiago de Granada esta ubicado en un noble edificio del año 1555, perteneciente originariamente al Gran Capitán y posiblemente edificado sobre un antiguo palacio árabe. Ha sido desde su fundación lugar de formación de notables hombres de ciencia, cultivadores de las letras, hombres de la Iglesia y de la política. Una valiosísima Biblioteca, con más de 6.000 volúmenes, destacando sus ricos fondos de incunables, así como abundantes libros de los siglos XVI y XVII, que junto con el archivo, hacen al Real Colegio lugar de estancia de investigadores y eruditos. El Real Colegio realiza, a lo largo del curso académico, muy variados e interesantes cursos de conferencias, seminarios y actividades musicales, la publicación de una revista así como de algunas monografías. El Real Colegio de San Bartolomé y Santiago, consciente de su gloriosa tradición, tiene como vocación prioritaria su función de extensión cultural abierta, no solo a toda la Universidad, sino también a la ciudad de Granada.
monumento
En 1602 el arzobispo Juan Sanclemente decidió crear un colegio capaz de albergar a 18 colegiales, quienes debían haber aprobado el Bachiller. Estos eran llamados Pasantes, gallegos o cordobeses, pues el fundador era originario de allí. Los trabajos fueron encomendados a Jâcome Fernández y Leonel de Avalle, resultando un edificio de buen tamaño y aire clásico. Ubicado en la rúa de Sanclemente, junto a la Alameda, su portada es sencilla, sin estridencias, presentando nichos vacíos y remates de bolas. En el interior del edificio fue construido un solemne claustro. Como curiosidad, un gallego universal, Valle-Inclán, llevó la beca azul de este Colegio Menor.
obra
El Colegio de San Gregorio en Valladolid se construyó entre 1488 y 1496 por iniciativa de fray Alonso de Burgos, el confesor de Isabel la Católica. Su objetivo sería enaltecer la función ideológica de la monarquía. El edificio fue diseñado por Juan Guas y Simón de Colonia, destacando su portada y su claustro. El claustro presenta dos plantas, siendo las arquerías de la baja más elevadas y estilizadas, con arcos carpaneles sostenidos por columnas torneadas de clara tradición gótica. Las arquerías superiores, también carpaneles, están divididas en dos partes gracias a un recargado conjunto de guirnaldas, amorcillos y flores de lis, enlazando con el estilo plateresco.
obra
La puerta de ingreso del Colegio presenta jambas y dintel decorados con el motivo de la flor de lis ya que se trata del emblema heráldico adoptado por el fundador de la institución, fray Alonso de Burgos. Los especialistas burcan el origen de este motivo en el escudo familiar de García Alonso de Covarrubias, una flor de lis de oro en campo verde. García Alonso será quien bautice a Pablo de Cartagena, padre del obispo burgalés protector de fray Alonso. Los ángeles tenentes sosteniendo dicho escudo que aquí contemplamos aparecen también en otros rincones del edificio. Fotografía cedida por el Archivo Fotográfico del Museo Nacional de Escultura.
obra
En la calle central de la fachada del Colegio se presenta una fuente, en cuyo entorno juegan grupos de niños. De la fuente surge el tronco de un granado que en su parte alta muestra el escudo de los Reyes Católicos, con el águila de san Juan, sostenido por dos leones rampantes. De las ramas del granado cuelgan el yugo y las flechas, emblemas de los monarcas. Fotografía cedida por el Archivo Fotográfico del Museo Nacional de Escultura.
obra
En el segundo cuerpo de los contrafuertes que constituyen la fachada del Colegio de San Gregorio se encuentran figuras de soldados, una alusión directa al contenido de exaltación heráldica imperante en la fachada. Fotografía cedida por el Archivo Fotográfico del Museo Nacional de Escultura.
obra
Las dos calles laterales de la fachada del Colegio de San Gregorio de Valladolid se inician con la representación de dos figuras simétricas que abren las fauces de un león. Este tema ha sido relacionado con Sansón o Hércules, héroes cuya presencia se interpreta en sentido defensivo también presente en otros elementos de la fachada. Fotografía cedida por el Archivo Fotográfico del Museo Nacional de Escultura.
obra
Entre las creaciones más originales de fines del siglo XV en Castilla, con prolongación en el siguiente, están un tipo de fachadas, con antecedentes posiblemente islámicos, que tienen un desarrollo autónomo respecto al edificio que comienza a partir de ellas. Llamadas a veces fachadas estandartes o tapiz, suelen tener un retranqueo en la zona de la entrada a modo de pórtico sumario. El tapiz o estandarte lo constituye todo el gran frente profusamente ornamentado. La del colegio de San Gregorio de Valladolid es una de las más antiguas y se relaciona con ámbitos burgaleses. Su construcción debió finalizarse hacia 1499, vinculándose a Gil de Silóe como el autor. Dos contrafuertes divididos en tres alturas enmarcan la fachada. El vano de la puerta se cobija en un arco carpanel sobre el que encontramos un arco trilobulado con forma conopial en el lóbulo central. La parte superior está dividida en tres calles , con dos alturas en las laterales y una sola en la central. El conjunto se remata con una crestería. El cuerpo bajo de los contrafuertes está decorado con las figuras míticas de los salvajes, armados y con el cuerpo cubierto de vello. En el segundo cuerpo encontramos soldados mientras que en el tercero vuelven a aparecer los salvajes, en este caso vestidos y armados. La puerta de ingreso presenta jambas y dintel decorados con el motivo de la flor de lis. El dintel se cierra con dos enigmáticos personajes sentados que contienen una filacteria. En el tímpano se representa a San Gregorio recibiendo la ofrenda de fray Alonso de Burgos, fundador del Colegio, presentado por santo Domingo de Guzmán. Al otro lado se ubica San Pablo. Las dos calles laterales se inician con la representación de dos figuras simétricas que abren las fauces de un león. Sobre ellos se sitúan ángeles tenantes con la flor de lis y heraldos que visten dalmáticas con el escudo de España. En la calle central se presenta una fuente, en cuyo entorno juegan grupos de niños. De la fuente surge el tronco de un granado que en su parte alta muestra el escudo de los Reyes Católicos, sostenido por dos leones rampantes. De las ramas del granado cuelgan el yugo y las flechas, emblemas de los monarcas.
obra
El Colegio se organizaba alrededor de un patio central de planta cuadrada y dos alturas. La inferior presenta esbeltos pilares torsos sobre los que se apean arcos rebajados, con escasa decoración de bolas, cruces dominicas y lises en los capiteles, con escudos heráldicos de fray Alonso en las esquinas y centros de los paños. En la segunda altura encontramos el mismo esquema arquitectónico, pero los vanos están geminados y unidos entre sí por antepechos calados. Sobre los antepechos apoyan columnillas que soportan tímpanos con abigarrada decoración. El cuerpo alto se remata con un friso corrido con yugos y flechas, emblemas de los Reyes Católicos. En 1504 Juan de Arandía añadía una crestería con las iniciales de los Reyes Católicos y coronas, desaparecida en el siglo XIX. Se apuntan como autores a Guas, Silóe y Solórzano. Fotografía cedida por el Archivo Fotográfico del Museo Nacional de Escultura.