Fue educado bajo los influjos del humanismo italiano. Antes de cumplir los veinte años su actividad se documenta en Venecia, primero, y más tarde en Perugia al servicio del cardenal Grimani. Finalmente se instala en Roma. Allí fue uno de los miembros habituales del círculo de los Farnese. Miguel Angel y Rafael fueron los dos artistas que más influyeron en su estilo manierista. Una de sus obras más importantes es "El Libro de las Horas de Alejandro Farnese" que conserva la Piertpont Morgan Lybrary de Nueva York.
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acepcion
Probablemente uno de los artefactos más primitivos de los pueblos indígenas de América del Norte, este tipo de punta, con cerca de 12.000 años, presenta base cóncava y una acanaladura longitudinal en cada uno de sus lados.
monumento
Miembro del GATEPAC, Aizpurúa, que compartió su actividad con Labayen, murió prematuramente en 1936. Hasta entonces sus proyectos y edificios, así como sus investigaciones tipológicas y sus escritos, lo habían convertido en uno de los arquitectos más comprometidos con el racionalismo europeo. Citas de Le Corbusier, de Terragni o de J. L. Sert no son infrecuentes en sus proyectos y edificios, como ocurre con el Club Naútico de San Sebastián, mucho más que una simple metáfora naval. Esta obra manifiesta, ante la creación del GATEPAC, que quienes integren el grupo -en este caso el grupo Norte- pueden hacer arquitectura moderna de la mejor calidad y a la altura de cualquier otra obra extranjera. Hay en ella una deliberada ruptura con los estilos tradicionales, con la triste arquitectura de Casino, proponiendo alegría en el diseño, racionalidad funcional en la distribución de los espacios, precisión en el montaje de materiales estrictamente necesarios. Es la imagen del barco, con ventanas continuas de amplio horizonte, afín a la estética de Le Corbusier pero con rasgos expresivos personales, consustancial al medio marítimo y con futuro.
obra
Citas de Le Corbusier, de Terragni o de J. L. Sert no son infrecuentes en los proyectos y edificios de J. Manuel Aizpurua, como ocurre con el Club Naútico de San Sebastián, mucho más que una simple metáfora naval.
obra
Vinculado a la asociación de arquitectos ASNOVA, Melnikov fue uno de los grandes arquitectos del constructivismo soviético. Durante los años veinte proyectó y construyó algunas de las obras más emblemáticas de la arquitectura contemporánea. Desde el pabellón de la URSS en la Exposición de Artes Decorativas, celebrada en París en 1925, a su propia casa en Moscú, una verdadera casa de arquitecto, las obras y el formalismo constructivista de Melnikov sirvieron de ensayo y modelo de una nueva arquitectura que quería interpretar y modelar los nuevos comportamientos revolucionarios. Su serie de clubes obreros son una magnífica expresión de esa convicción. Uno de los más famosos, el Rusakov, de 1927, presenta además la posibilidad de entenderlo no sólo como un edificio constructivista sino también expresionista, en la tradición cristalina de un Hablik o un B. Taut.
contexto
La ciudad de Clunia tiene un origen celtíbero. A mediados del siglo II, en el contexto de las guerras celtibéricas, fue conquistada por Roma, de la que pasará a depender durante los siglos siguientes. Fue también escenario de acontecimientos importantes dentro del mundo romano, como la llamada guerra sertoriana, que enfrenta a Sertorio con Pompeyo y Metelo en el año I a.C. Tras su fundación como ciudad romana, Clunia se convirtió en una de las ciudades más importantes de la Península Ibérica, desarrollando una gran actividad comercial y cultural. Además, tuvo una gran importancia estratégica, como puerta de entrada al agreste y resistente norte peninsular. La etapa de mayor esplendor de Clunia sucedió con Servio Sulpicio Galba, enemigo de Nerón que encontró refugio en esta ciudad. Galba, pretendiente del trono imperial, promociona a Clunia al rango de colonia por el apoyo prestado a su causa con el nombre de Clunia Sulpicia. Clunia, una de las más importantes ciudades romanas, acuñó moneda y pudo albergar más de 30.000 personas, contando además con una muy desarrollada infraestructura urbanística que contaba con dos foros, dos puentes y un teatro, con capacidad para 10.000 espectadores y, rehabilitado, todavía en uso. La nueva división de Hispania realizada en la época altoimperial concedió a Clunia la capitalidad de uno de los siete conventus en que queda estructurada la anterior Provincia Hispania Citerior Tarraconense, a la altura de ciudades como Lucus Augusti, Bracara Augusta (Braga), Asturica Augusta, Caesaraugusta, Carthago Nova y Tarraco. Excavada sólo en una pequeña proporción, se han encontrado importantes mosaicos y restos de edificaciones. La decadencia del Imperio romano a partir del siglo III se notó en todos sus rincones y ciudades, no siendo Clunia una excepción. Así, fue gravemente destruida durante la llamada "anarquía militar". También las invasiones de pueblos "bárbaros" alcanzan a esta ciudad que, a partir del siglo V comienza a ser despoblada, en un largo proceso que dura hasta su abandono definitivo en el siglo IX. Es en este siglo cuando se funda una nueva ciudad, que a partir del siglo XV pasará a llamarse Coruña del Conde.