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Personaje
Político
Fue ministro de Trabajo en el Gobierno de García Prieto (1922-1923). Ya en tiempos de la República ocupó la cartera de Hacienda durante la etapa radicalcedista y, a la caída de Lerroux, por el asunto del estraperlo, recibió el encargo de formar nuevo Gobierno (octubre de 1935), que sobreviviría sólo dos meses (diciembre de 1935). Alcalá Zamora le volvería a encargar por dos meses más la formación de un nuevo gabinete, a lo que Chapaprieta se negó. Con Portela Valladares (diciembre 1935- febrero 1936), encabezó la cartera de Hacienda. Chapaprieta murió en Madrid en 1951. Veinte años después de su fallecimiento, salieron a la luz sus memorias con el título "La paz fue posible".
lugar
Se encuentra en el estado de Carolina del Norte. Aquí se encuentra la universidad estadounidense más antigua. El centro de la ciudad se sitúa sobre una colina. Originariamente la población se fundó y desarrolló en torno a la universidad, y no fue hasta 1851 cuando fue reconocida como ciudad. Aquí se encuentra el Museo Ackland.
Personaje
Músico
Se inicia en el arte de la música de la mano de su padre, barbero de profesión y aficionado a la música. Con 16 años se instala en Madrid e ingresa en el Real Conservatorio, donde estudia composición con Emilio Arrieta. En 1874 obtiene su graduación y le conceden una beca por su obra "Las naves de Cortés" para proseguir sus estudios en Roma. Allí, comienza a trabajar en el género de la ópera. Autor de numerosas zarzuelas, cuando regresó a España ya tenía un importante prestigio en el ámbito musical. Chapí fundó de la Sociedad de Autores Española en 1893. Como Tomás Bretón y Federico Chueca, impartió clases a Manuel de Falla. Es autor de numerosas obras pertenecientes a distintos géneros, como música de orquesta, de cámara o, incluso, ópera. Aunque realmente pasó a la historia como compositor de zarzuelas. Llegó a componer 155 piezas de este género, entre las que cabe destacar "La revoltosa", con letra de Carlos Fernández Shaw, o "El rey que rabió". En sus zarzuelas se impone el sentimiento nacional, frente a las tendencias que apostaban por el italianismo.
Personaje
Otros
Nacido en un barrio pobre de Londres, pertenece a una humilde familia judía, sus padres son dos cómicos muy poco reconocidos profesionalmente. Muy pronto morirá su padre, mientras que su madre malvivirá en un asilo tras perder la voz y quedar incapacitada para trabajar. Junto con su hermano Sydney, el pequeño Chaplin vagará por las calles buscando el modo de ganarse la vida, para lo que desempeñará multitud de oficios. A veces conseguirá actuar en pequeñas compañías de teatro, adquiriendo cierta reputación que algo más tarde le proporcionará su primer gran papel, en la obra "Jim, the romance of a cokney", de H. A Sainsbury. Más adelante interviene en una adaptación para el teatro de las novelas de Conan Doyle, "Sherlok Holmes", enamorándose de la primera actriz, Marie Doro, y consiguiendo papeles para su hermano Sydney. Con el dinero ganado entre ambos, consiguen sacar a su madre del asilo. Tras trabajar en muchos papeles, ingresa en la compañía de cómicos de Charlie Manon, cuando es descubierto por el empresario Fred Karno, quien lo contrata para realizar números de mímica y cantar. Ya es un actor importante cuando en 1912 viaja a Estados Unidos por segunda vez, aceptando la propuesta de Mack Sennet para trabajar en su compañía e instalarse en Hollywood. De este modo, Chaplin empieza a vislumbrar la posibilidad de trabajar en películas, lo que empezará a hacer no muy tarde, en 1914, en su primera intervención cinematográfica, "Making a Living". En ella, ya crea el personaje que le hará mundialmente famoso y con el que siempre se le identifica: Charlot.. Le siguen otras películas en las que, visto el éxito inicial del personaje, le recrea en situaciones cómicas diferentes: "Charlot en el hotel", "Charlot en los estudios, "Charlot camarero", etc. A finales de ese año rueda "Un sueño de Charlot", la última película para la Keystone, la compañía de Sennet, en la que es obra de Chaplin también el guión y la dirección. La ruptura con Sennet se debe a las discrepancias y discusiones frecuentes entre ambos, motivadas por las diferentes concepciones del cine que ambos poseen: Chaplin pretende plasmar en las películas todo lo aprendido sobre los escenarios, especialmente recreando situaciones cómicas de manera sutil, mientras que Sennet se declara partidario de realizar un cine trepidante y más explícito, al modo de D. W. Griffith. Rota la unión entre ambos, en 1915 es contratado por la productora Easanay para realizar catorce películas, en las que Chaplin tendrá entera libertad. Tras descubrir a Edna Purviance, la convierte en la rubia siempre presente en sus películas y de la que Charlot se enamora tierna e inocentemente. En la cima del éxito, en 1916 recibe millonarias propuestas de trabajo, decidiendo aceptar una de la Mutual que le ofrece nada menos que 600.000 dólares al año. Con la Mutual rueda "La calle de la paz". Un año más tarde cambia de nuevo de productora, fichando por la First National por la cantidad de 1,2 millones de dólares. Tiene 28 años y es uno de los actores cómicos más reconocidos. Declarado antimilitarista, rueda "Armas al hombro", una sátira en contra del belicismo. Casa también por estas fechas con Mildred Harris, una muchacha humilde de sólo 16 años, cuya separación dos años más tarde será motivo de escándalo. Su primera obra maestra se produce con la realización de "El chico", a pesar de que el rodaje resultó de los más accidentado. En pleno proceso de divorcio, hubo de huir a Salt Lake City con la cinta porque podía ser embargada. En la película, Chaplin acentúa el dramatismo de Charlot y del argumento, rememorando su propia infancia en los suburbios londinenses. En octubre de 1924 Chaplin volverá a casarse, esta vez con la actriz Lita Grey, con quien tendrá dos hijos: Charles y Sydney. Nuevamente el divorcio de Chaplin será motivo de escándalo, en 1927, pues de resultas del proceso se le embargan los bienes, se ve obligado a pagar un millón de pesetas de indemnización y pierde la custodia de sus hijos. La llegada del cine sonoro supone un duro golpe para Chaplin quien, en principio, se niega a aceptarlo, negándole validez artística. Así, todavía en 1931 rueda una película muda, "Luces en la ciudad". Todo hace pensar que Chaplin, el gran mimo, será una más de aquellas estrellas que no han sabido adaptarse a la llegada del cine sonoro. Sin embargo, esto no se producirá. En la cumbre de su carrera, viaja por el mundo, siendo aclamado por las multitudes en todos los países que visita. Conoce a Gandhi y a Einstein y se codea con reyes y magnates. En 1940 realiza otra obra maestra, "El Gran Dictador", una sátira del nazismo y del propio Hitler, caricaturizando actitudes que, no obstante, se reproducirán algunos años más tarde en su propio país en la llamada "caza de brujas" emprendida por el senador McCarthy y de la que Chaplin será uno de sus principales objetivos. Acusado de filocomunista, como tantos otros personajes de Hollywood, Chaplin se verá envuelto en un proceso que durará varios años. Para complicar más las cosas, tras un nuevo divorcio, esta vez de Paulette Godard (1941), casa en 1943 con la hija del dramaturgo Eugene O´Neill, quien tan sólo cuenta con 18 años. También por esas fechas es acusado por Joan Barry de ser el padre del hijo que va dar la luz, lo que le pone en contra a toda la opinión pública y la justicia, que pide para él una pena de 22 años de prisión. Aunque las pruebas de sangre al nacer demuestran que la acusación es infundada, un jurado declara su culpabilidad en 1945 y le condena a pagar una gran cantidad. Dos años más tarde, se pide en el Senado la expulsión de Chaplin de Estados Unidos, acusado de inmoralidad e izquierdista, moción que no llegó a prosperar. Entretanto, la "caza de brujas" sigue adelante, siendo llamado a comparecer ante el Comité de Actividades Antiamericanas, lo que finalmente no se producirá tras ser aplazado en varias ocasiones. Sin embargo, en 1952 se entera en Londres, a donde se ha desplazado para presentar su película "Candilejas", de que ha sido declarado culpable y será recluido si vuelve a los Estados Unidos. En respuesta, se niega a volver y rueda "Un rey en Nueva York" (1958), película en la que ridiculiza y ataca el sistema judicial norteamericano. Con Marlon Brando y Sofía Loren rueda "La condesa de Hong Kong" (1966), tras lo que es declarado Sir por Isabel II de Inglaterra y se instala definitivamente en Suiza, donde vivirá el resto de sus días. Falleció el 25 de diciembre de 1977, siendo uno de los actores y directores más reconocidos del siglo XX.
acepcion
Tipo de betún o alquitrán que fijaba los tintes y también tenía propiedades medicinales. En Mesoamérica fue empleado para la decoración de figuras, cubrir suelos e, incluso, fachadas de templos.
contexto
CHAPULTEPEC EN LOS TESTIMONIOS NAHUAS LLEGADA DE LOS MEXICAS A CHAPULTEPEC 1-Conejo, en este año fueron a acercarse los mexicas allá a Chapultepec. Entonces gobernaba Mazatzin en Chapultepec, un señor de los chichimecas. Y de los mexicas era su sacerdote el llamado Tzipantzin, su nombre era Xochipapálotl. Y aquel Mazatzin tenía una hija, Mariposa florida. Y cuando estaban ya los mexicas junto a donde habitaba el señor Mazatzin, comenzaron a querer divertirse con sus hijas. Muchas veces las llevaban a cuestas mientras dormían, y así, de muchos modos, hacían burla de los chichimecas. Luego, inquieto ya Mazatzin, pronto dejó esa tierra, salió, llevó a su gente, allá se fue a Otlazpan, allá fue a establecerse. Cuando vinieron a llegar los mexicas allá en Chapultepec era cuando gobernaba Cuahuitónal en Culhuacan. AÑO 10-CASA Y también en el año que así se nombra, cuando ya tenían un año de estar en Chapultepec los mexicas, se vieron éstos en extremo afligidos. Diversos señores de los tecpanecas les hicieron entonces la guerra en el interior de llanura. Y cuando se hizo la guerra, mal pudieron hacerla los mexicas. Por esto en seguida dijeron los texcaltepecas, los malinalcas y los de Toluca: --¡De noche habremos de dar muerte a los mexicas, porque son gente muy esforzada! Pero el ofrendador del fuego, Tenochtli, cuando supo esto, en seguida dijo al sacerdote, al cargador del dios, Cuauhtlequetzqui: --¡En verdad, oh Cuauhtlequetzqui, dizque han dicho que habremos de morir ahora, nosotros los mexicas; dizque así lo dijo el hechicero Cópil, el que tiene su casa en Texcaltépec, el malinalca, y dizque los de Toluca habrán de venir a caer sobre nosotros! A esto, en seguida respondió Cuauhtlequetzqui, con voz fuerte dijo: --¡Yo, yo también soy hechicero, así he de vigilar, en verdad aquí vigilo, nuestro monte, nuestro lugar de residencia, en Chapultepec! Y en verdad pronto vino a salir durante la noche el hechicero Cópil; consigo traía a la doncella de nombre Xicomoyáhual. Allí se encontraron para hacerse la guerra, ocultos se persiguieron en Tepetzinco, en el lugar del montecillo. Entonces con su mano Cuauhchollohua, o sea Cuauhtlequetzqui, vino a caer sobre el hechicero Cópil, se adueñó de él, en seguida le dio muerte. Cuando Cuauhtlequetzqui dio muerte al nombrado hechicero Cópil, de sus entrañas, de donde aún había calor, con un pedernal le sacó su corazón. Y en seguida Cuauhtlequetzqui llamó al ofrendador del fuego, a Tenochtli, le dijo: --¡Ven, oh Tenochtli, he aquí el corazón del hechicero Cópil; le he dado muerte, ve a sembrarlo entre los tulares, entre los cañaverales! Luego cogió Tenochtli el corazón y se puso a correr, allá fue a sembrarlo entre los tulares, entre los cañaverales... Y al lugar donde fue muerto Cópil, en Tepetzinco, ahora se le llama Acopilco: el sitio del agua de Cópil. A la doncella que traía consigo Cópil, a la nombrada Xicomoyahualtzin, en seguida la tomó, la hizo su mujer Cuauhtlequetzqui. Ella fue la madre de Cohuatzontli. Y cuando hubo sembrado Tenochtli el corazón de Cópil, hizo luego ofrecimiento de fuego delante de Huitzilopochtli. Luego, una vez más habló Cuauhtlequetzqui, dijo a Tenochtli: --Si ya por largo tiempo aquí hemos estado, ahora tú iras a ver allá, entre los tulares, entre los cañaverales, donde tú fuiste a sembrar el corazón del hechicero Cópil, como hubo de hacerse la ofrenda, según me ordenó nuestro dios Huitzilopochtli. Allá habrá germinación del corazón de Cópil. Y tú, tú irás, tú, Tenochtli, irás a ver allá cómo ha germinado el tunal, el tenochtli, del corazón de Cópil. Allí, encima de él, se ha erguido el águila, está destrozando, está desgarrando a la serpiente, la devora. Y el tunal, el tenochtli, serás tú, tu, Tenochtli. Y el águila que tú verás, seré yo. Ésta será nuestra fama: en tanto que dure el mundo, así durará el renombre, la gloria, de México-Tenochtitlan. Esto sucedió cuando era señor de los mexicas Huitzilíhuitl el viejo.... DERROTA DE LOS MEXICANOS EN CHAPULTEPEC Aquí se refiere la palabra de los ancianos moradores de Cuauhtitlán, lo que fue su relación sobre la derrota de los mexicas allá en Chapultepec, cuando fueron circundados por la guerra. Se dice, se refiere: ya así los mexicas durante cuarenta y siete años habían estado en Chapultepec. Mucho y muchas veces así inquietaban, de este modo perturbaban, así hacían burla de los que allí estaban, ya violentamente arrebataban, tomaban a las mujeres ajenas, a las hijas de los otros, y así de muchas maneras se burlaban una y otra vez de aquéllos. Por todo esto se habían irritado los tecpanecas en Tlacopan, en Azcapotzalco, en Coyohuacan, y también en Culhuacán. Luego se convocaron pusieron de acuerdo su palabra, para que en el medio, donde estaban, fueran desbaratados los mexicas. Dijeron los tecpanecas: --¡Vayamos a abatir a los mexicas! ¿Qué tienen que hacer entre nosotros, éstos que aquí vinieron a establecerse? ¡Vayamos a apoderarnos de ellos! Pero para que esto se lleve bien a cabo es necesario primeramente que obliguemos a salir a sus hombres. Les haremos haber, así se obrará, haremos falsa guerra con Culhuacán. Primeramente enviaremos a sus hombres y cuando éstos hayan salido, nos apoderaremos de las mujeres de los mexicas. Aceptaron esto los de Culhuacán. Así se hizo. Entonces se les dio orden a los mexicas de ir a hacer la guerra, que así ellos primero irán a Culhuacán, que harán la guerra. Les dijeron los tecpanecas: --Primero vosotros habréis de penetrar allí, así habremos de informarnos, para que salgamos a la guerra contra Culhuacán. Luego salen los mexicas, van a hacer la guerra. Bien preparados, van al encuentro de los de Culhuacán. Mas entonces los tecpanecas cayeron sobre las mujeres de los mexicas allá en Chapultepec. Bien hasta el fin se adueñaron, de cuanto ellas poseían. Y luego que las hubieron dejado, hicieron burla de ellas. Entre tanto allá perecieron, los hombres mexicas, allá, al enfrentarse con los de Culhuacán. He aquí las palabras del canto que de éstos se oyó: Con los escudos al revés así hemos perecido, entre las piedras de Chapultepec. ¡Ah, nosotros los mexicas! Hacia los cuatro rumbos del mundo han sido llevados los señores. Al irse va llorando el señor Huitzilíhuitl, en su mano una bandera se le pone en Culhuacán.... CANTO TRISTE DE LA DERROTA DE CHAPULTEPEC Llora, se aflige, cuando así recuerda: en la tierra, en el labio de ella, por encima de nosotros quedó determinado, por encima de nosotros se abrió el cielo, sobre nosotros bajó el Dador de la vida. Allí en Chapultepec se detuvo, cuando así sobre nosotros dio vuelta, era el día 1-Conejo, portador del año. El llanto se alza, son llevados los mexicas, fue aquí en Chapultepec donde él se detuvo. Prisionero de guerra ya no en verdad dice el mexica: ¿dónde está la raíz del cielo? El Dador de la vida les habla surge la conmoción, llorad intensamente, porque habrá de perecer el macehual, la gente del pueblo, ¿acaso los abandonará o acaso los dejará afligidos el tlamacazqui, sacerdote Axolohua? Ya el agua de greda ha quedado estancada, llora su corazón, aquí perecerá la gente del pueblo. Se miran los escudos, son a los ojos visibles. Sólo al revés están los escudos, ya habremos de perecer en Chapultepec, ¡pero aún sigo siendo mexica...! Por los cuatro rumbos del mundo son llevados los mexicas, va gimiendo el señor de los dardos, Huitzilíhuitl, se puso una bandera de papel en su mano allá en Colhuacán. Los ancianos mexicas escaparon de la mano ajena, se fueron en medio del agua, se vistieron con musgo acuático allá en Acocolco, aquí los tulares y las cañas hacen estrépito, cumplen y cumplen su mandato. Pero allá se verán los escudos de turquesas, las banderas de quetzal.... EL CAMINO DEL AGUA DESDE CHAPULTEPEC En el año 12-Casa, 1465, por primera vez se comenzó el trabajo en común allá en Tenochtitlan México. Así dio principio el camino del agua, el acueducto que de Chapultepec viene a entrar en Tenochtitlan. Y gobernaba entonces en Tenochtitlan Huehue Motecuhzomatzin y el que ordenó el camino del agua, fue el señor de Tetzcoco, Nezahualcoyotzin. En el año 13-Conejo (1466), fue a guiar el agua Nezahualcoyotzin, así por primera vez entró ésta en Tenochtitlan. Y fueron gentes de Tepeyácac las que hacia acá vinieron fortaleciéndola, haciendo sacrificios frente al rostro del agua, cuando solamente de allí se tomaba el agua, de allí, de Chapultepec. CHAPULTEPEC, DONDE ESTÁN LAS AGUAS QUE PURIFICAN Y también se dice: en el día 1-Perro se reunía el tribunal, entonces se daba sentencia a aquellos que habían de morir. Y también entonces se hacía salir, se dejaba en libertad, a quienes no habían hecho algo muy grave. También se liberaba a los que habían sido esclavizados, si no era muy manifiesto, si no era muy notorio, si no se veía claramente por qué habían sido hechos esclavos, por qué merecían esa pena, si acaso solamente por engaño se les había aprisionado, si sólo habían sido engañados, si habían sido culpados ofuscadamente, si así se les había tenido por culpables, si acaso habían obrado en lugar de otro, si sólo un señor se había adueñado de ellos, y así fueron convertidos en esclavos, así se convirtieron en servidores, trabajadores de la tierra, cargadores. Entonces luego iban a bañarse allá a Chapultepec, así se liberaban de todas sus faltas. MOTECUHZOMA PIENSA HUIR Pues cuando oía Motecuhzoma que mucho se indagaba sobre él, que se escudriñaba sobre su persona, que los "dioses" mucho deseaban verle la cara, como que se le apretaba el corazón, se llenaba de grande angustia. Estaba para huir, tenía deseos de huir; anhelaba esconderse. Se les quería esconder, se les quería escabullir a los "dioses". Y pensaba y tuvo el pensamiento; proyectaba y tuvo el proyecto; planeaba y tuvo el plan; meditaba y andaba meditando en irse a meter al interior de alguna cueva. Y a algunos de aquellos en quienes tenía puesto el corazón, en quienes el corazón estaba firme, en quienes tenía gran confianza, los hacía sabedores de ello. Ellos le decían: --"Se sabe el lugar de los muertos, la Casa del Sol, y la tierra de Tláloc, y la cueva de Cincalco en Chapultepec. Allá habrá de ir. En donde sea tu buena voluntad". Por su parte él tenía su deseo: deseaba ir a la cueva de Cincalco en Chapultepec. Así se pudo saber, así se divulgó entre la gente. Pero esto no lo pudo. No pudo ocultarse, pudo esconderse. Ya no estaba válido, ya no estaba ardoroso; ya nada pudo hacer. La palabra de los encantadores con que habían trastornado su corazón, con que se lo habían desgarrado, se lo habían hecho estar como girando, se lo habían dejado lacio y decaído, lo tenía totalmente incierto e inseguro por saber si podría ocultarse allá donde se ha mencionado. No hizo más que esperarlos. No hizo más que resolverlo en su corazón, no hizo más que resignarse; dominó finalmente su corazón, se recomió en su interior, lo dejó en disposición de ver y de admirar lo que habría de suceder.... GUERRA DE TLATELOLCO (Códice Cozcatzin) 1473.7. Calli. En 7. Casa, 1473 años fue cuando fueron derrotados los tlatelolcas. Cuando reinaba Moquíuix, pretendió a la hermana mayor de Axayácatl. En seguida llegó la noble señora. No estuvo mucho allá al lado de Moquíuix; allí maltrataron a la noble señora las mujeres de Moquíuix. No la vieron como esposa; mucho la maltrataron, vino llorando. Vino a platicarle a Axayacatzin lo que le hicieron las mujeres tlatelolcas, y Axayácatl se apenó mucho de lo que le había pasado a su hermana mayor que había estado soportando la burla de Moquíuix. En seguida por eso empieza Moquíuix su consulta de augurios; reúne junta a todos los nobles tequihuaqueh, tiacahuan, tlacochcalcah, cuauhnochtli, tezcacohuacatl, el atempanecal, tizocyahuacatl, todos los guerreros. Entonces dijo Moquíuix: "¡Oh guerreros!, ¿no estamos ya todos? ¿No falta alguno, oh tlatilolca?" Le contestaron, le dijeron: "¡Ya estamos todos, señor!" Entonces dijo Moquíuix: "¡Escuchad, oh guerreros, vosotros tlatelolcas aquí presentes lo que ahora digo: nada más se ha ensayado, visto, tanteado, mi fuerza; pero vuestro valor, vuestra hombría que los vean! ¿Qué os parece? Son nuestras manos, nuestros pies, los tenochca: esforzaos, tlatelolca, venceremos a los tenochca!". Contestaron y dijeron: "¡Está bueno, que se haga, que lo decís: que nos venga a respetar Axayácatl!" Y algunos nobles pensaron "¿Qué sale de eso, para qué? A Moquíuix, que se lo agarre una plaga aquí en Tlatelolco! ¡Que es un gran guerrero con quien se enfrenta, Axayácatl! ¡Que así sea, que vaya a pedirle la ira, el enojo, la piedra, el palo romper relaciones de Axayácatl!" Entonces les dijo a los padres del pueblo de Tlatelolco, Moquíuix: "¡Retírense, vayan a verlo, vayan a darle su espada, su escudo a Axayácatl! ¡Díganle: "Nos manda el gran señor de Tlatelolco, Moquíuix, que dice" "He aquí tu escudo, tu espada sobre los cuales él te reta! ¡De hoy en diez días esperarás el enojo, la ira de Moquíuix!"" Y Axayácatl dijo: "¿Así dice Moquíuix? Está bien; estoy esperando su enojo, su ira. ¿Qué hará?". Y Moquíuix entonces manda embajada a Tlaxcallan, Huexotzinco y Chollolan, que fueron a tratar de guerra. "Así dice Moquíuix: de hoy en diez días va a retar a Axayácatl y vosotros debéis venir a ayudarme". El nombre del enviado era Atempanécatl. Al oír los de Tlaxcallan, Chollolan y Huexotzinco, pensaron: "Quizá no sabe Axayácatl". Dijeron al enviado: "¡Descanse, siéntese!" Los de Tlaxcallan, Chollolan y Huexotzinco, mandaron embajada, vinieron a decir "¡Que sepa Axayácatl como vino a hablar de guerra el enviado de Moquíuix! ¡Vayan a decírselo a Axayácatl!". Vinieron a decirle: "¡Axayácatl envía embajadores!" Sus embajadores fueron a conocer a los embajadores, al embajador de Moquíuix. En seguida volvieron los enviados de Axayácatl, vinieron a platicárselo; el cual escucha sus palabras, y bien se enteró acerca del enviado de Moquíuix. Ordenó Axayácatl a sus embajadores, les dijo: "¡Vayan a esperarle en el camino a Tlayoloco! Cuando llegue, sólo les hablarás disimuladamente; allá lo llevarás a Totocaltitlan; allá lo golpearéis. ¡Vendrán a comer maíz de olla los Xaltilulca!". Sus embajadores fueron a hablarte disimuladamente, lo mataron. Entonces mandó embajada a Axayácatl: dijo su enviado "Mañana, que aquí descansen mi abuelito Moquíuix y los príncipes guerreros, sus teyacahuan, aquí comeremos maíz de olla .... Cuando los Xaltilulca hubieran oído el recado de Axayácatl mucho se regocijaron. Dijeron: "¡Vayamos allá mañana!" Al día siguiente vinieron los Xaltilulca. En seguida les sirven, les dan tlacatlayoli la carne de Atempanécatl, el embajador de los Xaltilulca, y después de comer entonces sacaron su cabeza, frente a ellos vinieron a colocarla. Ya la están viendo; y al reconocerla dijeron: "¡Es la del enviado que fue a tratar de la guerra, Atempanécatl!" Entonces todos se enojaron, los tlatelolcas. Dijeron: "¡Sólo de la gente te burlas; de la gente te mofas, oh Axayácatl! ¡Espérate un poco!" Toda la noche los vieron cantando canciones chichimecas, dando vueltas a su altar. Dicen todo el tiempo "¡Ychpel, ychpel, ycuel tetzahuit!" toda la noche. Y amaneció el augurio: un viejito estaba guisando unos, yacacentis, unos canauhtis. Estaba avivando el fuego de la olla; iba a ver si tal vez ya estaban a punto los pájaros, y en eso aletearon en el fuego; allí gritaron los pájaros, diciendo "¡Acaoaca!", y un perrito tenía el viejo encerrado ... al viejito. "¡No son mi agüero aquellos que volaran, esos pájaros vivos!" Dijo el perrito: "Abuelo, ¡no serán nuestro agüero los pájaros habladores!" Entonces contestó al perro: "¡Amigo mío, tú tampoco eres mi agüero, pero me hablaste!" Entonces lo cogió deprisa, lo apaleó, lo correteó por el patio. Y también fue precisamente cuando hizo su rueda el guajolote. Vino a decir: "¡No sea que nos toque a nosotros, manito!" Entonces lo cogió deprisa, lo apaleó, lo correteó al guajolote; y una máscara de madera que estaba colgada en la pared llegó a decir: "¡Con que así es! ¡Yo no quiero decir nada!" Entonces corrió el viejo, fue a coger la máscara de madera, la tiró al patio, la arrojó. Por entonces hubo agüeros de noche y de día para los tlatelolca, y al día siguiente entró fuego, justo ahí en el mercado de Tlatelolco. Nadie, ninguno se encerró de entre los tenochca; cuando iba a amanecer fueron a pelear los tlatelolca a Teotlapan. Se habían preparado para la guerra: sus escudos, sus macanas ya van levantados. Fueron a llegar a Yatiocalpa; y Moquíuix vestía su divisa, que era un quetzalhuexólotl Le prepara su arco; lleva el brazo su xiuhichímal. Acaba por llegar al lago para enfrentarse con Axayácatl. Y el señor Axayacatzin les dijo a sus ancianos: "Príncipes, capitanes, mexicanos, tenochcas, bien saben cómo cuando comience la agresión de Moquíuix les encarezco que aún no se enfrenten con él, nada más déjenlo, esperen la salida del sol. Cuando salga la aurora, precisamente entonces es su trabajo, cuando tantito venga a amanecer, a clarear, cuando haya pasado toda la noche, Vds. se habrán preparado, los mexicanos". Y Axayacatzin, su divisa era una piel humana; estaba preparado con un escudo dorado teocuitlachímal en el brazo, y su sonaja era un quetzalxahuactli que golpeaba sobre el suelo. Mucho ruido hace al sonar su sonaja, muy admirables son el espejo de oro teocuitlatezcatl, las orejeras de obsidiana fina quetzalitznacochtli, todo de oro son sus sandalias, de oro sus polainas que lleva puestas. Ya amanece. Entonces allá va Axayacatzin sobre el gran camino al encuentro de Moquíuix, está mirando hacia donde sale el sol. Entonces gritó de repente Axayácatl, dijo de repente: "¡Ahora sí, tenochca!" Entonces golpea sobre el suelo su sonaja, entonces en ese momento partió, avanzó sobre Moquíuix. Todos sus capitanes de Moquíuix se metieron corriendo, en sus casas respectivas. Entraron detrás de ellos. Brillaron Axayácatl y sus capitanes al ir gritando; se oye su voz como campanita, y al correr fue como remolino, como zigzagueando, como culebreando; ya con eso los va destruyendo, mostrándose muy activo Axayacatzin. Y él, Moquíuix, vino a guerrear sigue un renglón ilegible... nada más lo subían a su altar, a su templo. Allá en frente de ellos sube rápidamente Axayácatl, vino persiguiendo a todos los capitanes de Moquíuix. Vinieron cayéndose de cabeza, los vienen derribando; entonces Moquíuix se estrelló al caer, cuando vino a caer de la cima del adoratorio. Sus sesos en la superficie del adoratorio se desparramaron. Y a Axayacatzin, una persona noble, gobernante, le hizo la súplica. Y Axayácatl le dijo: "Que eso sea todo..., nieto mío, haciéndote sufrir, faltándote andaba Moquíuix". Y en seguida le obedeció, le hizo caso a su palabra el noble llamado Cuacuauhtzin. Y algunos en el gran camino se enfrentaron con ellos; los vinieron a alcanzar en Coyonacazco. En el agua y entre los carrizos los metieron. Y Axayácatl en seguida ve el sol. Sólo hasta entonces salió el sol, cuando ya había conquistado a los tlatelolcas, y los había despojado de sus tierras. Y entonces dijo Axayacatzin: "Ancianos míos, todavía algunos tlatelolcas han quedado que no murieron. Pónganles una señal". ÚLTIMAS ACTUACIONES Y MUERTE DE AXAYÁCATL (CRÓNICA MEXICANA) De cómo viene a conclusión que se determine Axayaca para ir contra los de Tliliuhquitepec, para con ellos, o con los que de ellos se cautivasen, celebrar el cuauhxicalli, brasero del templo de Huitzilopochtli Pasados algunos días de la tristeza de las muertes de los mexicanos en la provincia de Mechoacan, que sería un año, dijo Cihuacóatl Tlacaeleltzin a Cuauhnochtli: iréis, señor, y diréis a nuestro nieto Axayaca que de mi parte le ruego y encargo que no se olvide tanto de que se acabe de labrar, poner y asentar el Cuauhxicalli del templo, que se determine se concluya y asiente en su lugar como está dicho y tratado, para que se le haga su ofrenda y se celebre sacrificio al traslado del sol, y que para esto es menester que vayamos a Tliliuhquitepec, y también es necesario dar sus cartas, o enviar mensajeros de los señores comarcanos de las ciudades y todos los demás pueblos sujetos a este imperio mexicano. Oída la embajada por el rey Axayaca, hizo luego mensajeros para los señores de las dos ciudades, y fueron Tezcacóatl y Huitznahuacatl, principales mexicanos, y habiendo hecho su embajada el rey Netzahualcóyotl, del llamamiento del gran rey Axayaca, dijo que le placía mucho, que luego a otro día partiría para la gran ciudad de México Tenochtitlan; asimismo fueron a la ciudad de Tacuba e hicieron la misma embajada: lo cual hecho dijo el señor que luego a otro día estaría en la presencia del rey Axayaca, quien les propuso esta embajada y razonamiento diciéndoles: sois enviados a llamar, señores, porque ya os consta cómo es nuestro patrimonio y cosecha la conquista de Tliliuhquitepec, y para acabar de todo punto esta casa y templo de Tetzahuitl Huitzilopochtli conviene ir a esta conquista, dejando aparte las riquezas que nos promete la empresa: y lo principal es traer cautivos para el adorno y celebración de esta solemne fiesta y gloria nuestra de que se asiente y tenga fin el temalácatl, asiento de la batea cuauhxicalli o brasero, los cuales respondieron: que eran muy contentos de ello, y que luego querían poner por obra, de hacer en sus pueblos llamamiento de gente y soldados para la empresa de esta guerra contra los de Tliliuhquitepec: con esto se despidieron y se fueron. Hizo luego Cihuacóatl una plática al rey Axayaca diciéndole: Habréis de saber, hijo y rey nuestro, caro y amado nieto, cómo cuando partió de esta vida vuestro buen padre y señor Moctezuma, en su muerte puso y trasladó en Chapultepec en una peña su figura y persona, sus hechos, y los vasallos que sujetó a la corona del imperio mexicano, pero tampoco acabó el templo de Huitzilopochtli: ahora, vos, hijo, tenéis hecho el cerco redondo, bien labrado de piedra pesada cuauhtemalacatl, y tenéis labrado el cuauhxicalli de piedra, todavía no se ha subido a lo alto a asentarlo y ponerlo en su perfección, pero digo que es poco lo que falta: en esta parte quiero que se ponga y asiente vuestra memoria, y se trasunte vuestra persona en el propio cerro de Chapultepec. Dijo Axayaca: a mí me agrada mucho esa conmemoración y figura. Luego el Cihuacóatl Tlacaeleltzin hizo llamar a todos los canteros viejos de obra prima, y dada la razón de lo que habían de hacer, respondieron que eran contentos de ello; y así fueron a Chapultepec, y habiendo visto otra buena peña la comenzaron a labrar, y en breve tiempo acabaron de labrar la figura, que estaba parada, con cabello de muy preciada plumería, y teñido en colores de la propia manera del pájaro tlauhquéchol, con su rodela, y en la otra mano un espadarte, y por dosel o alfombra a sus pies un cuero de tigre, y con la marmajita dorada, azul y plateada, que hacía aguas y colores, que resplandecía, y era muy vistoso; otros fueron a Chapultepec a ver la estatua labrada, y dijeron los canteros oficiales: veis aquí, señores, la obra que tenemos hecha en loor de lo que en nuestro caro y amado nieto hemos visto, ser de linaje guerrero, batallador, animoso, franco, dador de bienes como lo es. Vista por Axayaca y Cihuacóatl la figura, les agradó mucho, y fueron pagados los oficiales muy bien, con tantas mantas, naguas, huipiles, canoas de maíz, huauhtli, chian, y lo demás anexo y perteneciente al menester de sus casas. Dio Cihuacóatl a todos los principales mexicanos las gracias y mercedes por los oficiales que tal obra habían hecho, y las obras labradas de cantería con pedernal, como es el Cuauhtemalacatl y el Cuauhxicalli, para la adoración del templo de Huizilopochtli, y más que de mí no quede memoria en ningún tiempo, como la haya en los brazos, cabezas y pies de los reyes pasados: y así, señores hermanos, y principales mexicanos, después de mis días, acordaos de mí en algún tiempo con estas y otras cosas de antigüedad, para que sirvan de recordación y memoria; con esto dio fin la plática. Llegados a México Tenochtitlan, de allí a pocos días hizo llamar Tlailotlac Cihuacóatl Tlacaeleltzin, a todos los valerosos capitanes principales, Cuachic, Otomitl, Teuctli, Achcauhtli, y a los más principales Tlacateccatl, Tlacochcalcatl, Ticocyahuacatl, Tlilancalqui, Hezhuahuacatl, Tezcacóatl, Tecuiltecatl, Cuauhnichtli, Acolnahuacatl, Teuctlamacazqui, Huitznahuatlaitotlac, Chalchiuhteopehua, Temilocatl, Hueiteuctli, Mexicatl, Teuctli, y habló Cihuacóatl a todos con muy blandas y amorosas palabras de muy largo argumento y mucha retórica a lo antiguo, de consolidación; concluido les manifestó la muerte del rey Axayaca, el que fue muy llorado. Después de éstos vinieron al mismo llamamiento los tequihuaques, conquistadores, y los ayunadores penitentes Tlamazeuque, vendedores de fuego Tlenamacaque, y mancebos; hízoles otro largo parlamento y les significó también la muerte del rey Axayácatl Teuctli. Propúsoles Cihuacóatl a todos en general la muerte, y como ya llegó a verse, tener lugar y silla con los reyes pasados Acamapichtli, Huitzilíhuitl, Chimalpopoca, Itzcoatl, Moctezuma Ilhuicamina, y luego ahora nuestro caro nieto rey Axayácatl: y ahora, señores, habéis sabido esta gloriosa muerte de vuestro rey y señor que era. Ahora conviene que cada uno por su parte vaya a hacerlo saber a todos los señores comarcanos; fueron asimismo a dar aviso, primero al rey Nezahualcóyotl, de Aculhuacan, que luego viniese al llamamiento de Cihuacóatl y de todos los principales mexicanos. Oído esto, hizo mucho y muy dolorido llanto, y luego hizo aparejar canoas para pasar a México Tenochtitlan por medio de la agua salada que estaba de por medio; el cual después de haber saludado a Cihuacóatl y a todos los demás principales mexicanos, comenzó a presentar el cuerpo muerto, que lo traían cuatro esclavos, dos varones y dos mujeres, con bezoleras de muy preciadas piedras, orejeras de oro fino, piedras preciosas en mucha cantidad, trenzaderas con preciada plumería, quetzal tlalpiloni, y una media mitra de rey, de papel dorado, otras diversas maneras, y manípulos colgaderos de las muñecas de las manos, dorados teocuitla matemecatl, y alfombras diferentes de cueros de tigre adobados, otros blancos y dorados a las mil maravillas, y otras trenzaderas de cueros de colores diferentes; con arcos dorados, flechas doradas, mucha plumería y de águilas; esteras de tule doradas, como si en palma fueran dorados los zoyapetatles, mantas labradas a las mil maravillas, y habiéndoselo puesto todo alrededor del cuerpo muerto, comenzó a llorar y decir tan dolorosas palabras, que provocaron a llorar a todos los que estaban en la gran sala real, hablando con el cuerpo como si vivo fuera palabras en loor de su fama, hechos en tan noble juventud de un niño rey tan valeroso y constante, como lo manifestó su ánimo en las guerras; finalmente, concluido, saludó a todos los principales, y en especial a Cihuacóatl. Después de éste, entró el rey de Tecpanecas Totoquihuaztli, y de la misma manera que lo hizo el rey de Tezcuco y llevó los presentes tan cumplidos, excepto la plática de que fue más sabia y elocuente que la del señor de Tezcuco, con la misma recordación de los reyes pasados, que fueron oscurecidos en tinieblas, con leonada noche de oscuridad, el cielo tenebroso de azul, de doradas y blancas estrellas, y quedan oscurecidos en tinieblas de oscuridad y soledad los valerosos mexicanos. Con estas y otras muchas palabras muy a la alma sentidas, y salidas de lo profundo del corazón, que quedaron los mexicanos atónitos con tan expresiva retórica, como la celebró el rey Totoquihuaztli, señor de Tepanecas. Acabado esto, entraron en la gran sala los señores de Chalco, e hicieron sobre el cuerpo muy larga oración en loor de su muy alta caballería en tan noble juventud, de mancebo digno de ser llorado; y luego le presentaron cadenas de oro, con unos grandes espejos de esmeraldas cercado de oro fino a la redonda, campanillas de oro, y por no cansar, casi tan cumplido como el rey de Tezcuco, con mucha suma de preciadas y ricas mantas, y para velar el cuerpo aquella noche, mucha tea ocotl y tlaxipehualli, corteza de árbol, y para haber de acabar esta función, debían de haber embalsamado el cuerpo del rey Axayaca. Luego a otro día vinieron los señores de Cuauhnahuac, tierra caliente, y de la propia manera que los otros, hicieron ellos; por su orden vinieron los principales y señores de Yauhtepec, y como los otros, así hicieron ellos, y ofrecieron según sus posibles y poderíos de cada uno: y este de Yauhtepec trajo cuatro esclavos cargados de ropa muy rica, para el entierro ofreció esclavos y todo. Luego vinieron los de Huaxtepec con otros cuatro esclavos cargados de mucha ropa delgada, naguas, huipiles, mantas ricas. Después de esto vinieron los de Yacapichtlan con otros cuatro esclavos cargados, que éstos habían de morir en las honras y ceremonias del entierro. Luego vinieron los de Tepeaca y los de Cuetlaxtlan, y ofrecieron conforme a los grandísimos tributos que solían dar de oro, piedras de gran valor, pájaros, y los pellejos de ellos tlauhquechol, tzinizcan, toznenes, cacao y mantas. Después de éstos vinieron los señores de Huexotzinco, Cholula, y la gran ciudad de Tlaxcalan, que con sobra y ventaja de presentes, fue llorado el cuerpo del venturoso mancebo rey...
fuente
El CHAR B1 bis no era desde luego uno de los mejores carros de su época, aunque sí incorporaba algunos detalles que lo hacían interesante, como los compartimentos estancos para el combustible. Orgullo del Ejército francés, la idea de disponer de un "carro de batalla" (Char de Bataille, CHAR B1), surgió en 1919, si bien los proyectos quedaron paralizados por la posguerra. Hasta 1936 no pudo comenzar realmente su andadura, cuatro años después de haberse firmado un primer pedido de 35 unidades, estimándose en un mínimo de 1.200 las que habrían más tarde de realizarse. Sin embargo, durante la ofensiva alemana de las Ardenas, Francia sólo pudo oponer 400 aparatos a los tanques alemanes. Los primeros modelos contaban con un blindaje de 40 mm. y un motor de 272 CV. El desarrollo posterior daría lugar al CHAR B1 bis, que incrementará el blindaje hasta los 60 mm. y la potencia del motor hasta los 307 CV., además de una nueva torreta APX-4 con un cañón de 47 mm. Muy bien protegido, disponía de una fuerte coraza y unas grandes planchas laterales, además de ser uno de los carros más armados de su época. Sin embargo, era un carro difícil de mantener, -las cadenas no daban buenos resultados y la relación potencia/peso era de sólo 6 CV/tn.- lo que provocaba muchas averías en combate, y poco operativo, pues la deficiente ubicación de la tripulación en su interior hacía que la comunicación fuese dificultosa, lo que iba en detrimento de su manejabilidad. Por ello, se hacía necesario contar con tripulaciones expertas, lo que no siempre era posible. Aunque dotado de un potente armamento, el resto de características negativas lastraba su funcionamiento. Durante la ocupación de Francia, los carros apresados por los alemanes fueron usados para entrenamiento de las tripulaciones o como transporte de piezas de artillería autopropulsada.
obra
El pantano que abastece a Mérida, sede hoy hasta de un Club Náutico, se conserva virtualmente intacto