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El Abad Suger reconstruyó íntegramente su abadía, y redactó un texto explicativo sobre el significado simbólico de cada una de sus partes. También justificó en él la elección de un determinado programa iconográfico y el uso de materiales suntuosos en la fábrica. Se trata de uno de los textos teóricos más relevantes en el campo de la estética medieval. La cabecera de Saint-Denis, levantada por Suger hacia 1140-1143, no se ha conservado, pero, como su reconstrucción posterior respetó la disposición inicial, puede afirmarse que, en planta, es aún el primer testimonio del gótico francés del norte. Las capillas, dispuestas radialmente alrededor del deambulatorio, están en contacto unas con otras y componen un conjunto unitario que contrasta radicalmente con la fórmula románica que las concebía como ámbitos añadidos
monumento
Esta abadía benedictina, de la que hoy apenas conservamos los restos de algunos paredones, fue fundada en el año 1189 por Diego Martínez, hacendado noble castellano. Su objetivo era dar sustento a peregrinos, pobres y enfermos, convirtiéndose en uno de los hospitales más prestigiosos del Camino de Santiago.
obra
La iglesia de este conjunto conventual, responde a un plan trazado por el maestro de obras Enrique de Reims, por lo cual se emparenta, como otros edificios góticos ingleses, con la tradición francesa. Sin embargo, la construcción de la abadía fue larga y determinadas zonas se separan muy radicalmente de estas pautas iniciales. Es el caso, en concreto, de la sala capitular. El tratamiento espacial de este ámbito en la arquitectura insular constituye uno de los rasgos vernáculos más interesantes. Si las iglesias góticas inglesas se caracterizan por la presencia de una serie de elementos desconocidos en la arquitectura del norte de Francia como el doble transepto, el plano muy alargado, la cabecera plana, etcétera, en el apartado de las dependencias comunitarias, la sala capitular de planta centralizada y complicada cubierta es su equivalente.
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En el granadino barrio del Sacromonte, famoso por sus cuevas gitanas, se encuentra la Abadía del Sacromonte. Construida en el siglo XVII, fue consagrada como la colegiata de San Cecilio.