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Arte de medir la superficie de las tierras y definir sus correspondientes planos. El origen de esta técnica se remonta a la cultura egipcia. Para su aplicación son necesarios una serie de instrumentos topográficos como jalones, cadena de agrimensor o brújula declinatoria.

Entre los más eficaces colaboradores de Augusto encontramos a Marco Vipsanio Agripa, avispado militar y eficiente administrador. Fue elegido magistrado, momento en el que inició la edificación de algunos monumentos en Roma, entre los que destacan la fachada del Panteón. Como proconsul fue el encargado de la reorganización de la flota romana y del ejército, participando en las derrotas de Sexto Pompeyo (36 a.C.) y de Antonio en Accio (31 a.C.). Agripa fue el artífice de la pacificación de Hispania y las Galias, así como el promotor de la construcción de un buen número de carreteras. Su política de defensa de los mares permitió el desarrollo del comercio marítimo y la prosperidad económica. Gracias a su matrimonio con Julia, la hija de Augusto, fue elegido sucesor pero falleció antes que Augusto. De este matrimonio nacieron cinco hijos, entre ellos Agripina.

Perlas de diversas piedras de color vino, utilizadas como moneda de cambio en Africa occidental.

La esposa del glorioso Germánico aparece aquí representada con el peinado típico de la última etapa de la República a base de bucles que cubren toda la cabeza y una el resto del cabello recogido en una trenza, que da muestra de una clara diferencia en las tendencias del tocado femenino al compararlo con los retratos de su suegra, Antonia y de su hija, Agripina la Menor.

En la época de los Julio-Claudios las mujeres tendrán un importante papel político. Entre ellas destaca Agripina, la hija de Agripa y de Julia, nieta de Augusto. Su matrimonio con Germánico le permitió ocupar un puesto relevante en las maniobras sucesorias de Augusto. Acompañó a su esposo a las campañas en Germania y Siria, naciendo nueve hijos de esta relación. A la muerte de Germánico y Druso, los descendientes de Agripina pasaron a situarse en los primeros lugares de la sucesión pero Tiberio reaccionó y tras una época de tensas relaciones, desterró a Agripina a la isla de Pandaria. Con la coronación de su hijo Calígula vio cumplidos sus objetivos.

En sus últimos años Renoir se dedicó especialmente a la escultura. Su delicado estado de salud debido a la artrosis le impedía modelar con sus propias manos - tenía los dedos retorcidos e incluso las uñas crecían hincándose en la carne- por lo que utilizaría a Richard Guino como modelador, siendo el propio Renoir quien dirigía todas y cada una de las fases creativas. La afición a la escultura le vino al anciano pintor gracias a su contacto con Aristide Maillol, precisamente maestro de Guino. En esta obra encontramos una postura novedosa en la figura femenina ya que la lavandera está con la rodilla apoyada en el suelo al tiempo que con ambas manos sujeta la colada.

Vertiente de un tejado.