Estanislao Lesczynski, duque de Lorena y suegro de Luis XV, decide, siguiendo la tradición francesa, construir una plaza (place royale) dedicada a su yemo, cuya escultura se elevaría en el centro. Aprovecha Emmanuel Héré, el arquitecto de la ciudad, para emprender una importante reforma urbanística que soluciona felizmente el enlace del centro antiguo amurallado con la ciudad surgida a partir de la segunda mitad del siglo XVI. La nueva Plaza Real (hoy Stanislas) se abre a la ciudad vieja gracias a la alargada plaza de la Carrière, casi un pasillo denorte a sur., pero también su planta cuadrada permite el eje perpendicular este-oeste. que facilita la anexión con el resto de la villa.
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monumento
Junto a la Place des Victoires, la otra gran plaza parisina construida en el reinado de Luis XIV fue la Place Véndôme o Place Louis Le Grand, que se convirtió en el centro de los nuevos barrios al oeste de la ciudad. Hacia el año 1680 concibió Louvois la construcción de aquella plaza, que estaría centrada por una monumental estatua de Luis XIV y en la que los edificios albergarían importantes instituciones, como serían las sedes de las Academias, la Biblioteca, la Real Casa de la Moneda y el Hôtel des Ambassadeurs Extraordinaires. Así, determinados ya a levantar aquel nuevo espacio urbano, favoreció su ubicación la posibilidad de compra en 1685 del hôtel del duque de Vendóme -hijo de Enrique IV y Gabriela de Estrées- que a la sazón estaba arruinado, y a cuyo solar se añadieron para ampliar la superficie de la futura plaza los terrenos del vecino convento de los capuchinos. El encargado de hacer el proyecto y llevar a cabo las obras fue Jules-Hardouin Mansart, quien comenzó sus labores en 1685 construyendo únicamente las fachadas de los edificios, que en su parte inferior se diseñaron con soportales. La parte por detrás de las fachadas no se edificó, ya que, con un sentido racional, se determinó que se hicieran posteriormente, para que pudieran adaptarse de forma más adecuada a las necesidades de la institución que fueran a acoger. De todas formas, tan buenas intenciones no sirvieron puesto que la falta de dinero obligó a cancelar el proyecto y se pasó a derribar las fachadas. Muy pronto se reactivó la idea de construir la plaza, aunque con importantes cambios, pues a la reducción de dimensiones del primer proyecto se unía el que los edificios a construir tendrían ahora un carácter privado. El rey regalaba el terreno a la ciudad con la condición de que se construyeran las fachadas de acuerdo con el nuevo proyecto de Mansart en el que habían desaparecido los soportales. Por otro lado, ateniéndose a la primera intención se daba libertad a quienes compraran los solares, para que tras esas fachadas pudieran edificar sus viviendas con plena libertad en la disposición de los planos. Presenta la plaza una planta rectangular con las esquinas achaflanadas que prácticamente la convierten en un octógono irregular, lo que refuerza el carácter de ámbito cerrado de este espacio urbano. Sin embargo, en oposición a esta idea, y participando de ese gusto barroco por los elementos y las situaciones contrapuestas, atraviesa la plaza un eje longitudinal en dirección norte-sur que hoy en día une el Jardín de las Tullerías y la Opera, como antaño lo hacía con las iglesias de los capuchinos y de los bernardos y que, por tanto, tiende a romper el esquema cerrado del conjunto. No obstante, las intenciones originales han sido alteradas con el paso del tiempo por dos hechos fundamentales. Primero, porque la estatua ecuestre de Luis XIV como emperador romano realizada por Girardon fue destruida durante la Revolución y sustituida más tarde por Napoleón con la Columna de Austerlitz, y ésta, dado su monumental tamaño, resta algo del carácter concentrado de la primitiva plaza. En segundo lugar está la circunstancia de que el eje que la atraviesa está actualmente desvirtuado, ya que casi se pierde en el infinito, mientras que, en su momento, poco después de atravesar la plaza era cortado por los edificios de unas calles transversales que lo cruzaban, lo cual proporcionaba una idea de espacio algo más cerrado a todo el conjunto que lo que hoy día podemos contemplar. Las fachadas se construyeron entre 1699 y 1708 siguiendo en general un esquema muy semejante al de la Place des Victoires, pero con un tratamiento más exquisito. Las proporciones son más esbeltas y los detalles más cuidados, con empleo de un orden corintio y un intento de evitar la monotonía de los grandes lienzos por medio de ressauts rematados con frontones triangulares.
obra
Junto a la Place des Victoires, la otra gran plaza parisina construida en el reinado de Luis XIV fue la Place Véndôme o Place Louis Le Grand.
monumento
En esta plaza del Barrio del Albaicín encontramos la iglesia de San Miguel el Bajo y un aljibe de época musulmán. Destaca la presencia en el lado sur de la plaza del llamado Cristo de las Lañas, un imagen religiosa que fue arrastrada y destruida por los soldados republicanos durante la Guerra Civil. Sus restos fueron guardados por los vecinos, reconstruyendo la imagen sagrada con lañas, de ahí su nombre. Esta plaza se ha puesto de moda por la presencia de numerosas tabernas que permiten al viajero saborear un buen número de tapas. El nombre de la plaza vendría motivado por la existencia en la ciudad de Granada de una ermita también dedicada a San Miguel en un lugar más elevado.
fuente
Este aparato forma parte del programa de expansión que pone en marcha el gobierno polaco poco antes de la década de los años treinta. De este aeroplano de observación surgieron otras variantes con cambios en el tren de aterrizaje. En verano de 1931 emprende su primer vuelo. Se llegaron a producir cerca de 273 aparatos entre los cuales se podían distinguir numerosas versiones como el R-XIIIA, el R-XIIIB o el R-XIIIC, presentando cada uno de ellos distintas peculiaridades que afectaban al motor o a la artillería. Cuando estalló la Segunda Guerra Mundial estos aparatos ya habían pasado un importante rodaje, aunque continuaron empleándose durante el conflicto como aparatos de reconocimiento.
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Este aeroplano realiza su primer vuelo en 1932. Inicialmente este prototipo disponía de espacio para cuatro personas. Pero la compañía polaca LOT no consideraba que fuera adecuado, por lo que rediseñó el avión y introdujo todos los cambios necesarios para convertirlo en ambulancia. Una vez reconstruido, el prototipo resultante realizó su primer vuelo en España con motivo de un congreso médico celebrado en 1933. Se fabricaron algunas unidades, al tiempo que surgió el R-XVIB, que presentaba una serie de cambios respecto al anterior. Al estallar la guerra en 1939 la mayor parte de estos aparatos fueron destruidos.
contexto
Tras la ocupación de París, los Aliados dudan si replantearse su estrategia para la campaña de Francia y posteriores. Ahora que el enemigo está en franca retirada, Eisenhower propone avanzar un poco en todos los sentidos, sobre un frente que vaya de Bélgica a la frontera suiza. Montgomery prefería avanzar rápida y directamente en una única dirección, hacia el Ruhr, pulmón industrial de Alemania. El norteamericano quería alcanzar los puestos belgas y, en particular, Amberes. Sea como sea, prevaleció, como ya sucedía siempre, el plan norteamericano, según el cual, partiendo de la línea del Sena, debería alcanzarse el sur de Bélgica, sin olvidar el extender el frente hacia el sur de París y hacia el este de Francia, en dirección a la frontera alemana. El 26 de agosto Montgomery, con el II Ejército británico y el I canadiense cruzaba el Sena al este de Rouen y sorprendía a lo que quedaba de un ejército alemán que resistía ante los canadienses al oeste de la ciudad, y que al final se retirará en desorden. Los británicos llegan a Amiens el 31 de agosto, tras una marcha forzada de 126 km. y luego superan Arras y Lille, ya cerca de Bélgica, bordeando a los alemanes de la zona de Calais (1 de septiembre), mientras que los norteamericanos penetran en Bélgica entre Mons y Lille. El 1 de septiembre los canadienses se resarcían de la derrota de dos años antes ocupando Dieppe, pero el puerto quedó destruido y hubo que seguir utilizando el demasiado lejano de Cherburgo. En el este, Patton iba hacia el Mosela, ocupando Verdun y tocando Metz, sin ocuparla, pero le faltó carburante a unos 144 km. del Rhin y además los alemanes pudieron reunir refuerzos, y hubo de detenerse, pero su avance había sido decisivo. Por el momento Eisenhower iba a dar prioridad al frente belga. Por su lado, las Resistencias francesa y belga se preparan para colaborar con los Aliados. Los alemanes, por su lado, van a hacer un pequeño milagro, gracias a la iniciativa del general Model, famoso por su capacidad para sacar reservas de la nada en el frente del Este. Ahora hará lo mismo en el del Oeste, pese a que ya había sido capturado medio millón de alemanes y habían perdido miles de carros y vehículos, y parecía casi imposible poder defender los 950 km. de frontera entre Bélgica y Suiza. Model reagrupó las tropas y unidades dispersas, aprovechando la detención de Patton y sacó material de todas las guarniciones, incluidas las que los alemanes tenían todavía en los puertos.
obra
El duro trabajo de las planchadoras será expuesto por Degas en numerosas ocasiones. Se trata de mujeres del pueblo, en las que no existe ninguna idealización, continuando con la teoría del Realismo de hacer protagonistas de los cuadros a los proletarios. En este caso, la mujer se afana en su cometido, agachando la cabeza y haciendo fuerza sobre su mesa de trabajo. Encima de su cabeza cuelgan las ropas que tendrá que planchar, en una sinfonía de blancos que contrastan con los marrones y rojos del resto de la composición. Las líneas de los contornos están muy marcadas mientras el resto de la imagen se caracteriza por la soltura de la pincelada.