Busqueda de contenidos

Se edificó en el lugar del antiguo San Pedro, en los nuevos arrabales, como consecuencia del espectacular aumento de la población que experimentó Alcaudete a partir del siglo XVI. El autor de la traza, Francisco del Castillo, daba más importancia a la estructura que a la decoración. Un sencillo exterior da paso a un interior de gran belleza y armonía, que también refleja un ambiente de austeridad: el espacio es unitario, geométrico y claro; la planta es de salón, cuenta con tres naves -separadas por esbeltas columnas que sostienen bóvedas vaídas-, cabecera recta, y el coro y la torre están construidos a los pies. Los soportes no se ajustan a los cánones clásicos. Los contrafuertes exteriores de los muros de sillería enfatizan el criterio de sobriedad. Fue terminada por Juan de la Monja en la segunda mitad del siglo XVI, según las trazas dadas por Francisco del Castillo. Un elemento muy interesante que conserva es el espacio bajo cubierta, donde se puede mostrar al visitante de una forma pedagógica el sistema constructivo renacentista. Por un lado, la armadura de par y nudillo, y por otro las bóvedas vaídas.

La iglesia de San Sebastián es la más antigua de Montilla. Es un edificio gótico - mudéjar del siglo XIII. Las trazas que ha dejado nos dicen que la estructura original se trató de una obra gótica sin florituras, del inicio de dicho estilo. Se cree que San Sebastián se construyó sobre la base de una antigua mezquita. La iglesia está formada por tres naves, la central el doble de ancha que las laterales, separadas por gruesas columnas de mampostería con capitel de volutas, y en el centro tetrafolios, de arcos de transición románico - ojival. La antigüedad del templo también se puede observar en la portada del lado del evangelio. El retablo mayor es de mediados del siglo XVII, obra de López de Medina Chirinos, y contiene la imagen del titular y otras de San Francisco Solano y San Lorenzo. En los testeros de entrada, a la derecha, se puede observar una imagen de Santa Lucía, mientras a la izquierda se sitúa un retablo barroco - manierista con diversos lienzos también de Lope de Medina, una imagen vestida de Nuestra Señora de la Consolación, de las imagineras montillanas, "las Cuetas", o hermanas Cueto. Al lado, otra imagen con la misma titularidad que, según la tradición, apareció en un horno de alfarero; a la vez, Isabel la Católica, en 1491, regaló a su paso por Montilla la basquiña que vestía para hacerle un manto.

Situada en la parte alta de la ciudad, sus orígenes se remontan al periodo reconquistador. Está documentada por primera vez en 1280, aunque a lo largo de los siglos ha sufrido múltiples transformaciones, destacando el campanario, de estilo barroco. El resto del edificio conservado es de estilo gótico del siglo XVI, relacionándose con la figura del arquitecto Hernán Ruiz I. Cuenta con dos puertas de acceso, la del Ángel y la del Perdón, de estilo gótico - renacentista la primera y plateresca la segunda. Su interior alberga la imagen del Cristo del Perdón, de estilo gótico de finales del siglo XIV o principios del XV y atribuida a Diego de Siloé. Consta de tres naves separadas por esbeltos arcos apuntados, al igual que el toral, que da paso a la Capilla Mayor, cerrada con una reja plateresca y cubierta por una bóveda estrellada. Las obras artísticas que alberga en su interior se han ido restaurando poco a poco y, especialmente, tras la Guerra Civil (1936 - 39), cuando se encontraban prácticamente en ruinas. Destacan el retablo plateresco labrado en yeso de la capilla de la Asunción, la imagen gótica de Nuestra Señora de la Antigua, esculpida en piedra y la custodia procesional de plata repujada. Por último es preciso mencionar su torre, cuya base fue probablemente un alminar árabe, al que se le incorporó el campanario barroco en el siglo XVIII.