Busqueda de contenidos
fuente
Fue éste el mejor torpedero japonés y uno de los más respetados que combatieron en toda la guerra. Comenzó a fabricarse en 1940 y continuó en activo hasta 1944. Era un monoplano de ala baja, impulsado por un solo motor, que le permitía una velocidad punta de 378 km/h. Pese a su ligereza, apenas 4 toneladas a plena carga, tenía una elevada autonomía, 2.000 kilómetros, y transportaba un poderoso torpedo de 800 kilos. Su armamento defensivo era una sola ametralladora. Este aparato, ligero y sencillo, fue el arma mortífera que empleó Tokio contra los norteamericanos en Pearl Harbor. Los 144 Kate que participaron en aquella acción se apuntaron la mayoría de las destrucciones. La comparación entre el Kate y el Devastator nos dan una idea de la preparación militar de Japón y Estados Unidos en diciembre de 1941.
fuente
Cuando en 1939 se decide proyectar un sucesor del B5N, surge el B6N. En comparación con el anterior estaba mucho mejor dotado, especialmente por su potencia. En 1943 entraba en servicio. Inicialmente se construyeron 133 unidades con un Nakajima NK7A Mamoru 11. En las siguientes series se cambió el motor. A pesar de las prestaciones que ofrecía no se obtuvo mayor provecho debido a la falta de tripulantes entrenados.
fuente
Avión muy veloz y capaz de volar a gran altura, fue muy utilizado como avión de reconocimiento y señalizador de las posiciones enemigas a los kamikaze.
fuente
En 1933 la Marina Imperial japonesa realiza unas especificaciones para dotarse de un avión de reconocimiento marítimo, respondiendo tres fabricantes: Aichi, Kawanishi y Nakajima. Las pruebas operativas efectuadas en marzo de 1934 dieron como vencedor al biplano de la Nakajima, frente a los monoplanos de sus competidores. Encargada su fabricación, ésta se prolongó hasta 1940, construyéndose un total de 755 unidades. Aparato dotado de gran maniobrabilidad, actuó como aeroplano catapultable desde la cubierta de cruceros, barcos de combate y barcos de apoyo. A partir de 1940, cuando ya habían sido superados por otros aviones, fueron utilizados en misiones secundarias, como entrenamiento o enlace.
fuente
En el último año de la guerra, técnica, táctica y potencialmente los aparatos japoneses habían sido superados por la Aviación americana. Con Japón bajo las bombas, las fábricas apenas podían mantener el ritmo de producción y no se producían avances en la investigación de nuevos prototipos. Como solución, las autoridades japonesas pensaron emplear aparatos suicidas que serían lanzados como bombas tripuladas contra las embarcaciones norteamericanas. Para este fin se destinaron todos los aparatos capaces de despegar, e incluso aviones de prácticas, aunque también fueron construidos aparatos concretos para este fin, como el Nakajima Ki-115 o el Yokosuka Ohka-11. Aunque el Nakajima inició su construcción en serie, nunca llegó a ser utilizado operativamente.
fuente
Fue uno de los cazas más destacados de las Fuerzas niponas por su agilidad. Desde 1937 hasta 1942 fue el aparato que más se empleó. En total se llegaron a fabricar 3.500 aparatos. Desde 1942 se utilizaron para misiones de entrenamiento. Algunos actuaron como kamikazes.
fuente
Durante los primeros años en que se desarrolló la Segunda Guerra Mundial, el Hayabusa fue el mejor caza de la Fuerza Aérea Imperial. Prueba de ello fue su producción, que alcanzó las 5.900 unidades. Sin embargo, con el paso del tiempo quedó anticuado. De este modelo surgieron algunas variantes, con distintos motores.
fuente
Este caza, conocido bajo el nombre de "demonio", tenía como objetivo interceptar otros aparatos. Su rapidez en el ascenso le permitió sobrevivir a los ataques aliados. Comenzó a operar a partir de 1942. Al tener más peso que otros cazas no resultaba fácil de pilotar para sus tripulantes. Entre las diversas versiones y variantes del KI-44 (KI-44-I, KI-44-II, KI-44-III) se llegaron a fabricar 1.222 unidades.
fuente
Este bombardero pesado, apodado "dragón de tormenta", fue diseñado para reemplazar al Mitsubishi KI-21. Sin embargo, no se cumplieron los objetivos previstos y sólo sirvió como aparato complementario del anterior. En 1939 emprende su primer vuelo, todavía en forma de prototipo. En 1941 se comercializaba el KI-49-I, del que se fabricaron 129 unidades. A este le siguió el KI-49-I con 667 aparatos. De éste derivaron dos variantes con mejoras en el motor y mayor potencia. Otra de las versiones a destacar fue el KI-58, un avión derivado de escolta. Debido a que el KI-49 fue incapaz de cumplir las misiones para las que en un principio se había proyectado, se empleó para otras operaciones de segundo orden.