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Personaje
lugar
Situado cerca de la depresión del río Loio, pertenece al arciprestazgo de Paradela y a la parroquia de Santiago de Laxe. En el siglo XIX se constituyeron dos municipios: el de Paradela y el de Castro de Rei hasta que, en 1845, éste último volvió a integrarse en el de Paradela, quedando definitivamente constituido tal y como se encuentra hoy. Está situado en la etapa del Camino de Santiago que une Sarriá y Portomarín.
Personaje
obra
Satisfecho del resultado obtenido con la Piedad, Giovan Battista Pisante, prior de la Cartuja napolitana de San Martino encarga en 1638 una amplia serie de profetas y patriarcas a Ribera. Moisés y Elías son los dos que inician el conjunto -recibiendo 50 ducados por cada uno-, situándose ambos lienzos en el muro de los pies de la iglesia mientras que en los arcos aparecen las figuras de Noé, Joel, Ageo, Abdías, Oseas , Amós, Jonás, Daniel, Ezequiel, Miqueas, Abacuc y Sofonías, que serían pagadas a 80 ducados cada una. El patriarca, cuya vida se narra en el Exodo, aparece con las tablas de la Ley y se representa como un respetable anciano de larga barba, dirigiendo su mirada al espectador y recibiendo la inspiración divina a través de dos impactos lumínicos en la frente. Viste un amplio manto oscuro, tratado con el mismo naturalismo que el rostro y las manos, tomadas de un modelo popular. La aplicación del color es mucho más rápida y empastada, como apreciamos en la barba y los cabellos, mientras que la iluminación no sigue el tenebrismo, superando las influencias de Caravaggio para acercarse a la escuela veneciana.
Personaje Religioso
Entre las figuras principales de la Biblia destaca Moisés. Nacido durante la estancia de su pueblo en Egipto, fue criado por la familia del faraón gracias a la estratagema de su madre que lo depositó en una cestilla en el Nilo. Cuando reconoció su origen israelí decidió abandonar los privilegios que le correspondían anteriormente para convertirse en el líder indiscutible de su pueblo. Consiguió sacar a los israelitas de Egipto gracias al milagroso cruce del mar Rojo y vagó con su pueblo durante cuarenta años por el desierto, produciéndose numerosos episodios milagrosos como el del maná o la serpiente de bronce. Durante esta etapa, Yahvé entregó a Moisés los Diez Mandamientos, extracto de la ley divina. Falleció Moisés cuando consiguió dejar a su pueblo en las cercanías de Canaán, la tierra prometida.
obra
obra
La primera idea, nacida de la decabellada soberbia del papa Julio II, de alzar su sepulcro a cuatro fachadas en el centro de la nueva Basílica de San Pedro que había encargado a Bramante, únicamente quedó reflejada y también desplazada a otra basílica más modesta, San Pietro in Vincoli, en la grandiosidad del Moisés, que en principio iba a ser acompañado por tres Profetas sedentes, a más de los Esclavos o Prisioneros y otras figuras alegóricas. No sólo preside todo el conjunto del sepulcro-retablo por la magnitud de su escala que deja enanas las figuras del Pontífice y de la Madonna del cuerpo alto, las figuras alegóricas de Raquel y Lía -vida contemplativa y vida activa, según los exégetas-, sino también por la fiereza de su mirada en la que destella la terribilitá miguelangelesca.
obra
Hacia 1515 esculpió Miguel Ángel el archifamoso Moisés, acompañado por las figuras de Raquel y Lía, la vida contemplativa y activa, para el sepulcro de Julio II. El Profeta está representado en el momento en que su mirada terrible fulmina a los israelitas idólatras cuando al bajar del Sinaí les iba a mostrar las tablas de la Ley, y con su manó derecha disloca la catarata de su larga barba. La tensión todavía juvenil del David se ha trocado en olímpica indignación que sobrecoge el ánimo.
obra
obra
Evoca el pasaje bíblico del Éxodo en que Moisés, tras haber matado a un egipcio, huye a la tierra de Madián. A su llegada, observa cómo un grupo de pastores echa a las hijas de un sacerdote, llamado Jetró, de un pozo. Moisés sale en su defensa, ahuyenta a los pastores y abreva el rebaño de las muchachas. Este dibujo formaría parte de los diseños preparatorios de un cuadro, hoy perdido, de 1647-1649: Moisés y las hijas de Jetró. Como en otras ocasiones, Poussin elaboró dos variantes del tema, una dinámica y otra solemne, estática, como en Moisés defiende a las hijas de Jetró. En ésta emplea con soltura la pluma y el pincel, añadiendo respecto a otros bocetos el camino y el paisaje montañosos, arbitrariamente cortado, lo cual quizá sea indicación de la inserción del fragmento en una composición más amplia.