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contexto
El asesinato de Giovanni Capo d'Istria, gobernador de Grecia, el 9 de octubre de 1831 dejaba a la recientemente independizada Grecia sumida en el caos. Los estados aliados que impulsaron el proceso independentista -Inglaterra, Rusia y Francia- impusieron un monarca y Grecia se convertía en reino. El elegido fue el hijo del rey Luis I de Baviera, Otón I. El joven monarca apenas había cumplido los 18 años y su primera medida fue abolir la Constitución de 1827, gobernando de manera absolutista hasta 1844. El descontento entre sus súbditos era generalizado, a pesar de la fundación de la Universidad en 1837, la proclamación de la Iglesia autocéfala y de la reorganización de algunas instituciones. La presión de los embajadores francés, ruso e inglés en las decisiones de gobierno no eran aceptadas de buen grado por los griegos. La grave crisis económica que vivía el país fue el detonante de una revuelta popular que estalló el 3 de septiembre de 1843 en Atenas. Tanto los ciudadanos como los líderes políticos y militares reclamaban el establecimiento de una Constitución. Otón I cedió tras una breve resistencia inicial y promulgó una nueva Carta Magna en 1844. A pesar del nuevo marco legal, las presiones de las potencias extranjeras continuaban -el Pireo fue ocupado por las flotas inglesa y francesa entre 1854 y 1857- por lo que el descontento seguía presente. La presión popular forzó la abdicación del soberano en 1862. Otón I regresaba a Baviera. Las tres potencias protectoras apoyaron en ese momento al príncipe Jorge de Dinamarca como nuevo rey de los helenos. Su reinado coincidió con la expansión territorial al ocuparse Tesalia (1861) y las islas Jónicas (1864). Precisamente cuestiones territoriales llevaron a Grecia a participar en la guerra balcánica contra Turquía (1913), consiguiendo ampliar en más de una cuarta parte su territorio al anexionarse Creta, Macedonia, Epiro y las islas del mar Egeo. Se introdujeron a lo largo del reinado importantes reformas económicas y se llevaron a cabo significativas obras públicas como la apertura del istmo de Corinto (1882-93), que permitieron el desarrollo del comercio. El gobierno del primer ministro Hariloas Tricoupis (1882-95) será fundamental en este proceso de cambio. La situación política griega sufre un nuevo vuelco en 1909, cuando se produce un golpe de Estado, que alzará a Eleuterio Venizelos al poder como primer ministro. El antiguo ministro de Justicia y de Asuntos Exteriores de Creta y líder de la revuelta que condujo a la liberación de la isla en 1905 buscó sus apoyos entre la burguesía liberal y los intelectuales progresistas, consiguiendo promulgar una nueva Constitución en 1911 que convierte a Grecia en una monarquía parlamentaria. Venizelos se erigirá en uno de los promotores de la Alianza balcánica contra los turcos, que permitió la anexión territorial antes mencionada. En 1913 el rey Jorge I es asesinado en Salónica, sucediéndole su hijo Constantino I. El estallido de la Primera Guerra Mundial provocará diferencias entre el primer ministro Venizelos y el monarca. El primero era favorable a los aliados mientras que el rey era un declarado germanófilo, aunque partidario de la neutralidad. Estas discrepancias provocarían la neutralidad griega en el conflicto, hasta que en 1917 la abdicación de Constantino y la coronación de su hijo Alejandro I favorecerán la entrada de Grecia en la guerra. El Tratado de Sèvres (1920) permitió una nueva expansión territorial griega al conseguir la Tracia occidental y Esmirna. Las disensiones entre los partidarios del rey Constantino y de Venizelos dividían al país y en las elecciones de 1920, el primer ministro era derrotado. Constantino volvía del exilio y recuperaba su corona (su hijo Alejandro I había fallecido ese año). El enfrentamiento con la nueva Turquía de Ataturk no tardará en llegar por cuestiones territoriales. Abandonada por los aliados, los ejércitos griegos serán derrotados. El Tratado de Lausana (1923) confirmaba que todas las islas del Egeo pertenecen a Grecia pero los territorios de Asia Menor son propiedad de Turquía, lo que provocó un importante éxodo de poblaciones helénicas. El resentimiento y el descontento popular llevaron al año siguiente a una revolución militar. La monarquía era derrocada y Alexandros Papanastassiou proclamaba la República. Un nuevo golpe de Estado en el año 1935 restauraba la monarquía en la persona de Jorge II, hijo de Constantino I, aunque el poder quedaba en manos del general Joannis Metaxas, instituyendo un régimen casi dictatorial que abolió la Constitución. Durante la Segunda Guerra Mundial, en 1940, Italia pretende invadir el territorio griego pero las tropas italianas son frenadas en Albania. No obtendrán los helenos el mismo resultado cuando se produce la invasión alemana al año siguiente, sometiendo al territorio griego a una dura ocupación. El ejército nacional se tuvo que refugiar en Creta, donde conseguirá resistir. La llegada de los ejércitos aliados en 1944 permitirá la liberación del país. Se convocó un plebiscito y se restauró la monarquía en 1946. La violenta oposición de los partidos de izquierda a la corona sumirá al país en una guerra civil que durará tres años. Las fuerzas realistas conseguirán la victoria y Pablo I -tras la muerte de su hermano Jorge II- recuperará el poder. No será fácil para el nuevo monarca dirigir un país que salía de una dura ocupación extranjera y de un enfrentamiento civil, poniendo en marcha un interesante plan para sanear la economía, reformar las viejas estructuras y renovar la sociedad. Un nuevo conflicto con Turquía aparece en el horizonte: Chipre, solucionado provisionalmente con la intervención de las fuerzas de la ONU en 1964. Ese año fallece Pablo I y le sucede su hijo Constantino II. El nuevo monarca tuvo que enfrentarse a una grave crisis política, de la que parecía salir cuando se produjo el golpe de Estado de los Coroneles (1967). El fallido intento de recuperar la monarquía constitucional llevó a Constantino II al exilio. La Junta Militar perdurará hasta 1974, año en el que Karamanlis es nombrado jefe de gobierno y un referéndum popular decide abolir la monarquía. Desde ese momento los progresos económicos y sociales han sido bastante rápidos y Grecia forma parte de la Unión Europea desde 1981. Ese año el PASOK consiguió un histórico triunfo electoral que alzó a Andreas Papandreu a la presidencia. Una serie de escándalos salpican al propio Papandreu y en 1989 será derrotado en las elecciones, obteniendo la victoria el partido Nueva Democracia de Constantino Karamanlis. El PASOK recuperó el poder en 1993 y en las elecciones de abril de 2000 Costas Simitis fue reelegido primer ministro. El reto más importante de Grecia en estos momentos es la organización de los Juegos Olímpicos de Atenas en el año 2004.
termino
Personaje Otros Religioso
Tantos deseos tenía Zeus de tener una hija que un día consiguió que saliera de su cabeza una diosa adulta y con armadura. Esta es la razón por la que Atenea es la hija favorita de Zeus. Es la primera de las tres diosas vírgenes, protectora de la ciudad, de la vida urbana, de la agricultura y de la artesanía. Personificaba la razón y la sabiduría, siendo la inventora de la brida que otorgaba a los hombres el dominio del caballo y de la flauta que nunca utilizó porque afeaba su rostro. Su ciudad favorita era Atenas y su animal sagrado, la lechuza. En su enfrentamiento con Poseidón hizo brotar el olivo por lo que se convierte en su árbol preferido.
obra
Escultura perteneciente a un grupo llamado "Atenea y Marsyas" realizado por Mirón en los inicios del siglo V a.C. Las miradas de ambas figuras convergían en el suelo creando la típica composición en V de esta época. Aparece la diosa ataviada con un peplo ceñido al cuerpo y casco corintio, mostrando claras semejanzas con el relieve de la Atenea Pensativa de la Acrópolis, atribuida a Fidias.
acepcion
Tantos deseos tenía Zeus de tener una hija que un día consiguió que saliera de su cabeza una diosa adulta y con armadura. Esta es la razón por la que Atenea es la hija favorita de Zeus. Es la primera de las tres diosas vírgenes, protectora de la ciudad, de la vida urbana, de la agricultura y de la artesanía. Personificaba la razón y la sabiduría, siendo la inventora de la brida que otorgaba a los hombres el dominio del caballo y de la flauta que nunca utilizó porque afeaba su rostro. Su ciudad favorita era Atenas y su animal sagrado, la lechuza. En su enfrentamiento con Poseidón hizo brotar el olivo por lo que se convierte en su árbol preferido.
obra
La Guerra del Peloponeso dejó unas fuertes secuelas en toda Grecia y muy especialmente en Atenas, donde la actividad artística sufrió un fuerte parón. Esta es una de las pocas esculturas de bulto redondo que conocemos de esta época y en ella vemos como el peligro del academicismo acecha al arte griego. Sin embargo, no por ello la estatua de la diosa de la sabiduría y la destreza está exenta de toda su dignidad.
obra
Las tres célebres estatuas de Atenea -Prómachos, Lemnia, Partenos- creadas por Fidias representan otras tantas etapas en su obra. Las tres se situaban en la Acrópolis ateniense y rivalizaban entre sí en esplendor. Por desgracia, ningún original ha quedado y sólo podemos apreciar sus encantos por las copias existentes.Hacia el año 450 fue consagrada en la Acrópolis ateniense una estatua de Atenea de bronce, de 2 m de altura, que había sido encargada a Fidias por los colonos que partían para la isla de Lemnos. Era la Atenea Lemnia, la belleza eximia. Así fue conocida en la Antigüedad, pues dice Plinio que era "tam eximiae pulchritudinis ut formae cognomen acceperit". A Luciano le entusiasmaba el perfil de Lemnia y eso da idea del buen gusto de Luciano y de lo mucho que entendía de arte. A diferencia de la Prómachos, la Lemnia representa a Atenea en actitud pacífica, vestida con peplo abierto por un costado y ceñido por encima del apoptygma, con la égida terciada sobre el pecho y la cabeza descubierta e inclinada, fija la mirada en el casco que sostiene en la mano derecha. La reconstrucción del original fue un acierto sonado de Furtwängler, que asoció la mejor copia del cuerpo conservada en Dresde con una copia de la cabeza conservada en Bolonia. El nuevo esquema tipológico indica que, hacia mediados de siglo, hay una evolución que afecta también al estilo, pues la Atenea Lemnia tiene un ritmo más dinámico y una ponderación más avanzada que la Prómachos. Sin duda alguna el mayor atractivo de la obra reside en la cabeza, cuya estructura resalta admirablemente por medio de la taenia que la ciñe. La forma esférica de la cabeza y la belleza severa del rostro adquieren toda su fuerza plástica en el perfil, a la que contribuye tanto el modelado de las facciones como el tratamiento del peinado a base de mechones pequeños, independientes y finamente articulados. Las novedades introducidas por Fidias en esta obra, que afectan también al tratamiento de los paños, adquieren enorme trascendencia, porque constituyen el punto de partida respecto al nuevo estadio evolutivo alcanzado en la Partenos, de ahí que la Atenea Lemnia represente un hito en la producción fidíaca, además de ser el summum en el ideal de la belleza clásica.
obra
Este es uno de los mejores y más sugerentes relieves áticos de esta época. Atenea viste peplo, se toca con casco corintio y reflexiona abstraída ante una estela. En este relieve hemos de ver el estilo típico de finales de la primera mitad del siglo V y un estadio artístico próximo al de la Atenea Prómachos de Fidias, un original de bronce del que sólo conocemos imitaciones.
obra
Poco después de haber creado la Lemnia, Fidias alcanza su akmé con la Atenea Partenos. Para comprender la evolución del maestro, es importante tener en cuenta que el proyecto tuvo que estar a punto en 448, cuando empiezan las obras del Partenón, puesto que las inusitadas dimensiones de la estatua condicionaron la estructura y forma de la cella. La posición preeminente que ocupa la Atenea Partenos en la obra de Fidias y la alta estima en que fue tenida por los contemporáneos no se deben solamente a la rareza de la colosalidad y de los materiales utilizados -oro y marfil-, sino que vienen determinadas por la calidad artística que, a su vez, obedece a un sentido nuevo, más evolucionado y sorprendente en la forma de representación. La Partenos lleva el peplo como la Lemnia y como la Atenea de Mirón, o sea, abierto por un costado con caída de pliegues en zigzag y ceñido por encima del apoptygma. Sobre el pecho lleva la égida, se toca con casco ático, apoya la mano izquierda en el escudo que la flanquea y sostiene en la derecha una Nike (la Victoria).Para enjuiciar la obra hemos de contentarnos con réplicas y versiones en pequeño formato, que reproducen rasgos del original. Las más valiosas son dos estatuillas de mármol del Museo Arqueológico Nacional de Atenas: la Atenea del Varvakeion, que mide aproximadamente un metro y es copia romana del siglo II d. C., y la Atenea Lenormant, que es algo más pequeña que la anterior y copia del siglo I d. C. Pese a la enorme diferencia de escala, tanto los efectos de la ponderación como la estructura de la composición demuestran que la Partenos sobrepasa a la Lemnia y a la Atenea de Mirón en el grado de tensión, en el ritmo más dinámico y en la relación con el espacio, como demuestran el esquema de la composición, el movimiento de las piernas y los motivos del plegado. Si bien las características citadas son todas relevantes, el síntoma más claro de evolución en la Atenea Partenos es la sensación de energía que causa, como si estuviera dispuesta a moverse o actuar. Este rasgo es aportación característica de Fidias, que encontramos también en el Zeus de Olimpia. El programa iconográfico concebido por Fidias para decorar distintas partes de la estatua de Atenea Partenos, conecta directamente con el del Partenón y tiende a resaltar la gloria y grandeza de la diosa, de las que a través de ella participa Atenas. Los temas seleccionados no sólo dan idea del carácter emblemático de la obra, sino que ayudan a imaginar su colosalidad. En el escudo de 5 m de alto iba labrada por la cara exterior una amazonomaquia y en la cara interior, tal vez pintada, se representó una gigantomaquia. El borde de las suelas de las sandalias de Atenea fue decorado con una centauromaquia. En la cimera del casco ático hubo una esfinge entre dos pegasos y, por último, el basamento de la estatua fue aprovechado para representar en relieve el nacimiento de Pandora, tema que Fidias trata con estilo peculiar, como si fuera un acontecimiento cósmico contemplado por los dioses olímpicos. Todas estas creaciones fueron tan famosas que todavía en época imperial romana se copiaban y reproducían como obras independientes. Copias y reproducciones, entre las que destaca el escudo Strangford, son lo único que ha quedado para conocer la estupenda labor complementaria realizada por Fidias para la estatua de Atenea Partenos, tanto más admirable por cuanto lo acredita como experto en otros campos de la creación artística, tales como la pintura y la metalistería. Para intuir lo que pudo ser una obra de las características de la Atenea Partenos, basta pensar que la estatua medía 11 m de alto y que la Nike que sostenía en la mano derecha era mayor que el natural. Penetrar en el interior de la cella y descubrir a la Atenea Partenos debía causar una impresión especial en el espectador no sólo por la colosalidad, sino por el contraste entre la blancura del marfil utilizado para las partes corpóreas visibles y el fulgor del oro, envuelto el conjunto en la suave penumbra y en la luz tamizada a través de la puerta de la cella. Todo esto nos indica la culminación de un proceso de madurez ya preludiado por la serena belleza de la Lemnia, que en la Partenos alcanza la más resplandeciente y majestuosa expresión.