Busqueda de contenidos

Personaje Pintor
Nicolás de Larguilliere, pintor barroco francés, nació en París en 1656, pero muy pronto marchó a Amberes, lugar en el que fue cautivado por la obra de Rubens. En 1672 fue admitido en el Gremio de Pintores (La Guilda) de esa ciudad. Decidió marcharse a Londres, ingresando en el taller de Peter Lely, ayudándole hasta 1680. Dos años después regresó a París para convertirse en el pintor oficial del municipio y en el retratista más solicitado por la aristocracia, as como por la casa real francesa, llegando a realizar algún retrato de las hijas de Felipe V - María Ana Victoria de Borbón - . Llegó a ostentar el cargo de director de la Academia de París, ciudad en la que falleció en 1746.
Personaje Político
Obrero de oficio, en 1890 ingresó en las filas de la UGT y unos años después en el Partido Socialista Obrero Español. Con Alfonso XIII en el trono, inicia su trayectoria política como concejal del Ayuntamiento de Madrid y en 1911 accede a la vicepresidencia de la UGT. Desde aquí tuvo una destacada actuación en la manifestación que tuvo lugar en 1917. Esta circunstancia le llevó a la cárcel, pero no tardó en salir en libertad al ser elegido diputado en 1918. Fue nombrado secretario general de UGT y apoyó el colaboracionismo con la dictadura de Primo de Rivera. Incluso, en 1924 fue uno de los integrantes del Consejo de Estado, pero no tardó demasiado tiempo en acabar alejándose de la política de Primo. Con el advenimiento de la II República en 1931 y con Alcalá Zamora en la presidencia, detentó la cartera de Trabajo, puesto que mantendría con el gobierno provisional de Manuel Azaña. A él se debe una reforma que afectaba a la relación entre trabajadores y empresarios, a través de la creación de un jurado mixto. Este tipo de actuaciones levantaron suspicacias en otras facciones del partido, dirigidas por Besteiro, que le acusaban de colaboracionista con la república burguesa. En 1932 fue nombrado presidente en el congreso que celebró el PSOE e impuso de nuevo su doctrina. Desde 1934 sustituyó a Besteiro en la secretaría general de la UGT. Participó en los movimientos obreros acontecidos en octubre y se adhirió a las posturas más radicales que defendían los derechos de los trabajadores, por lo que fue apodado el "Lenin español". Sin embargo, a estas alturas el partido ya tenía demasiados problemas y los intereses estaban divididos, por lo que dejó en 1935 la presidencia del PSOE. En septiembre de 1936, durante la Guerra Civil, fue nombrado Presidente del gobierno y ministro de Guerra. Pero los acontecimientos ocurridos en la batalla de Madrid le obligaron primero a trasladarse a Valencia y luego a dimitir de los dos cargos que desempeñaba. En 1939 se traslada a Francia. Es detenido por el gobierno de Vichy y llevado a un campo de concentración nazi, donde estuvo preso hasta 1945.
lugar
lugar
lugar
lugar
Personaje Literato
La figura más conocida del movimiento literario romántico en España, Mariano José de Larra, nació en Madrid en 1809, en la popular calle de Segovia, edificio de la antigua Casa de la Moneda y uno de los barrios más castizos del Madrid de la época. Sus padres son don Mariano de Larra y Langelot, médico, y doña Maria de los Dolores Sánchez de Castro. Son los años en que la invasión napoleónica impone en el trono español a José Bonaparte, más conocido como Pepe Botella. A la caída de éste, el afrancesado don Mariano y su familia han de exiliarse en Francia siguiendo a los ejércitos franceses en retirada, recalando finalmente en Burdeos, donde trabajará como médico castrense. En Francia, el joven Larra accede a una educación inspirada en los principios liberales e ilustrados, muy diferente de la que se imparte en España por aquellas fechas. A los nueve años, ya de vuelta en Madrid gracias a una amnistía dada por Fernando VII, ingresa en las Escuelas Pías, iniciando un recorrido por diversos centros educativos que le hará pasar por un internado en Corella, Navarra, el Colegio Imperial de los jesuitas y los Reales Estudios de San Isidro, ambos en Madrid. Ya en estos primeros años de su vida, Larra manifiesta su interés por la creación literaria, traduciendo la Ilíada del francés, componiendo una Gramática castellana y escribiendo en verso una Geografía de España. Simultáneamente, comienza sus estudios universitarios de Derecho en Valladolid, que acabará abandonando a causa de un desengaño amoroso. Ocurre que nuestro joven autor se enamora perdidamente de una bella mujer mayor que él, pasión no correspondida que finaliza en drama cuando Larra descubre que se trata de la amante de su padre, lo que le obliga a dejar definitivamente su casa. Decide entonces estudiar Medicina en la Universidad de Valencia, si bien tampoco en esta ocasión logrará finalizar la carrera. De vuelta a Madrid, Larra se hace socio del Ateneo y comienza a frecuentar algunas tertulias literarias, como la del Teatro Príncipe -llamada El Parnasillo-, a la que acuden muchos escritores y artistas de la época. También comienza a cultivar la poesía, publicando en 1827 dos Odas mal acogidas por la crítica, dentro todavía del estilo neoclásico. En una de ellas, dedicada a la Exposición de la Industria Española, alaba la laboriosidad y prosperidad de las provincias, mientras que en la otra escribe sobre un terremoto que acaeció por entonces en Andalucía. Un año más tarde funda un folleto llamado El Duende Satírico del Día, donde firma bajo el seudónimo de "El Duende" y del que sólo aparecieron cinco números, pues fue prohibido por orden del gobierno. Con 20 años, en 1829, Larra se casa con Josefina Wetoret y Velasco. El matrimonio no resulta feliz para nuestro autor, como quedará reflejado en 1832 en un artículo titulado "El casarse pronto y mal". Finalmente, la pareja se romperá de manera definitiva en 1834, el mismo año en que Larra se siente atraído por la cantante Grissi, una pasión que no llegará a materializarse. Pero el verdadero y gran amor de Larra será la bella Dolores Armijo, esposa de José Cambronero, relación que debió iniciarse hacia 1832, cuando aun estaba casado, y que continuará, de manera tormentosa, hasta casi el final de sus días. En agosto de 1832 funda una nueva publicación, El Pobrecito Hablador, en la que escribe bajo los seudónimos de "El Bachiller don Juan Pérez de Munguia" y el de "Andrés Niporesas". Se trata de una revista satírica en la que Larra disecciona los temas de actualidad y de la vida cotidiana. Las costumbres españolas no escapan a su ojo crítico, fustigando con su certera pluma algunos rasgos del carácter español que considera nocivos. Sin embargo, la publicación alcanza sólo los 14 números, pues recibe numerosas críticas que finalizan, una vez más, con el cierre gubernativo. Larra se dedica entonces a ejercer la crítica de teatro, escribiendo en la Revista Española bajo el seudónimo de "Fígaro", aunque sin abandonar la redacción de escritos de carácter satírico. Son años de apertura liberal en España, favorecidas por la regente María Cristina, en los que sus ácidos textos costumbristas son bien recibidos en un gobierno que pretende la regeneración moral del país. Son estos los años más fecundos de Larra, en los escribe incesantemente y goza de público prestigio, siendo bien recibido en tertulias y círculos ilustrados. Pertenecen a esta etapa artículos mordaces como el titulado "Vuelva usted mañana", en el que critica lo que considera pereza y falta de diligencia del funcionariado. 1834, sin embargo, es un mal año para Larra. Si bien publica una novela y un drama, en el que da sus primeros pasos en el romanticismo, también es el año en que se separa de su mujer, rompe con su amada Dolores Armijo y abandona su trabajo en la Revista Española. Es una etapa crítica, reflejada en unos textos en los que se deja ver la amargura y el pesimismo. En 1835, tras volver con Dolores Armijo y pasar algún tiempo en Badajoz, viaja por Europa, conociendo Francia, Inglaterra, Bélgica y Portugal. En 1836 es elegido diputado por Ávila, cargo que nunca llegará a ocupar debido al Motín de la Granja, que acaba con el periodo liberal en España. Nuevamente cae Larra en la depresión, pues a su frustración política se añade otra ruptura con Dolores. Hondamente decepcionado, intenta la reconciliación con ésta, para lo que acude a visitarla en su casa. Dolores argumenta que quiere volver al lado de su esposo, lo que quita al apasionado Larra las escasas ganas de vivir que todavía le restaban. Es el 13 de febrero de 1837, día en el que el escritor decide acabar con su vida de un tiro en la sien. La muerte del joven literato conmociona a la sociedad del momento. A su entierro acuden multitud de políticos, artistas y escritores. Uno de estos, el joven Zorrilla, lee una elegía ante su tumba. Es un final digno de una vida y una personalidad apasionadas.