Nacio en Sotto di Monte en 1881, su nombre era Angelo Giuseppe Roncalli. Cursó estudios en su ciudad natal y Roma, ordenándose sacerdote en 1904. Dentro de la curia, fue destinado de nuevo a Bérgamo como secretario del obispo Giacomo Radini-Tedeschi, ejerciendo además como profesor de historia eclesiástica en el seminario diocesano. Fue también sargento médico y capellán durante la I Guerra Mundial, pasando en 1921 a trabajar en la Sociedad para la Propagación de la Fe, que ayudó a reorganizar. Su carrera ascendente dentro de la Iglesia le llevó a ser designado embajador del Papa en Bulgaria, siendo más tarde destinado como delegado apostólico en Turquía y Grecia. Presente en la Hungría ocupada por los nazis durante la II Guerra Mundial, ayudó a la evacuación de la población judía perseguida. Antes de acabar la Guerra, en 1944, fue nombrado Nuncio de Pío XII en Francia. En 1953 figura como cardenal y arzobispo de Venecia, lo que le coloca en una situación inmejorable de cara a la sucesión de Pío XII. Efectivamente, sucede a éste tras su fallecimiento en 1958, cuando Juan XXIII cuenta 77 años de edad. Desde su puesto, observa con preocupación el distanciamiento surgido entre la Iglesia católica y buena parte de la sociedad, surgido del mantenimiento de una ortodoxia católica apenas renovada con el transcurso de los años. Además, la influencia del racionalismo, el positivismo y las ideologías de izquierdas ha cuestionado la validez del mensaje religioso, que es percibido como lejano y propio de épocas pasadas. El rito católico y la propia estructura de la Iglesia se han convertido en objeto de crítica, pues resulta reaccionario y alejado del sentir de las poblaciones, mientras que el papel de la Iglesia como institución necesita de una nueva reformulación, más acorde con una sociedad que ha sufrido una rápida evolución. Así, Juan XXIII promueve la realización de un Concilio Ecuménico que, con el nombre de Vaticano II, tendrá en el "aggionamiento" una de sus divisas. Son varias las labores que el Concilio aborda, como la modernización de la enseñanza, la reorganización de la Iglesia, la promoción del ecumenismo y el acercamiento a los creyentes mediante un ritual menos rígido y más moderno. Sin embargo, el propio Papa falleció durante la celebración del Conflicto, a pesar de lo cual aun tuvo tiempo de intervenir en algunas sesiones, siempre en apoyo de la reforma. Su sucesor, Pablo VI, pudo continuar la labor emprendida, dando como resultado una Iglesia y una religión de mayor contenido social y modernizada. Aparte de mediante el Concilio, dio a conocer su pensamiento mediante la elaboración de siete encíclicas, que mostraron su preocupación por la incardinación del individuo en la sociedad como partícipe de las instituciones (Mater et magistra, 1961) y por las relaciones internacionales, que habrían estar basadas en los principios de la paz, la solidaridad y la justicia (Pacem in terris, 1963). Otro de sus postulados fue abogar por la participación de la Iglesia en las cuestiones y conflictos que afectan a la Humanidad, superando el alejamiento y la falta de protagonismo que fue característico de periodos anteriores. En este sentido, facilitó el diálogo con otras confesiones, para lo que creó el Secretariado para la Promoción de la Unidad de los Cristianos y promovió los contactos con ortodoxos, judíos y protestantes. Hombre de vasta cultura, escribió un estudio sobre San Carlos Borromeo que le ocupó cinco volúmenes. Muy querido, tras su muerte se publicaron sus diarios, con los títulos de Diario de un alma (1965) y Cartas a su familia (1969).
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Personaje
Religioso
Militar
Nacida el 6 de enero de 1412, en Domrémy (Vosgos) en el seno de una familia campesina, Juana no aprendió a leer ni escribir. A los trece años afirmó haber recibido en el jardín de sus padres las voces de san Miguel, santa Margarita y santa Catalina, que le piden salvar al delfín de Francia de la amenaza inglesa y conducir los ejércitos franceses a la reconquista de Orleans. Acompañada de seis hombres de armas, parte el 29 de febrero de 1429 hacia Chinon, donde intenta convencer al delfín de la veracidad de su misión. Logrado su objetivo, ese mismo año es armada caballero y emprende con éxito la liberación de Orleans. Promovió entonces la coronación del delfín como Carlos VII, realizada en Reims el 17 de julio de 1429, permaneciendo Juana a su lado. Un año más tarde, es capturada el 24 de mayo en Compiegne por tropas del duque de Borgoña y vendida a los ingleses. Prisionera, se le hace comparecer en Rouen ante el tribunal de Pierre Cauchon, obispo de Beuvais, acusada de bruja y hereje. Se alega por parte de sus enemigos ingleses y de sus aliados franceses que la coronación de Carlos VII es una obra de brujería y que, por tanto, es nula de derecho. Tras un proceso de tres meses, es condenada el 24 de mayo de 1431 a ser quemada viva, muriendo el 30 de ese mismo mes. Las actas del proceso demuestran que se trató de un juicio sin opciones de defensa y una acusación basada en argumentos endebles. Carlos VII no realizó ninguna acción en favor suyo. Rehabilitada el 7 de julio de 1456 por una comisión pontificia, su culto se focalizó en Orleans, siendo posteriormente beatificada y canonizada. A partir de la derrota francesa de 1870, Juana se convierte en heroína y santa nacional. La telegrafía y la radio se encuentran bajo su patronazgo, a causa de las voces que la leyenda dice que oía en su jardín. Fue beatificada por Pío XII el 18 de abril 1909 y canonizada, tras la victoria de los aliados sobre Alemania, el 16 de mayo de 1920. Segunda patrona de Francia, después de la Virgen de la Asunción, lo es también de Orleans y Rouen.
obra
En 1851 Ingres recibió 20.000 francos de manos del Director de Bellas Artes, como pensión por parte del Estado. Ingres a cambio realizó dos lienzos que entregó al Louvre tres años después. Uno fue una Virgen con la Hostia y el otro, este episodio de la vida de Juana de Arco, la santa medieval, símbolo por excelencia de la monarquía francesa. La doncella de hierro posibilitó la coronación del Delfín de Francia en la catedral de Reims, pese a la dominación inglesa de parte del país. Paralelamente, en 1825 Carlos X se había coronado de igual manera en Reims, para afianzarla Restauración de los Borbones tras la Revolución y el imperio napoleónico. Ingres realizó un minucioso estudio de la época para captar con el máximo rigor los elementos dela escena. Tanto es así que el aspecto final del cuadro es asfixiante, como un tapiz o como esos cuadros estilo Biedermayer que se pusieron de moda en Alemania por aquellos años.
Personaje
Político
Tercera hija del Emperador y de Isabel de Portugal y hermana menor de Felipe II, Juana de Austria fue conocida como Princesa de Portugal por su matrimonio con el príncipe heredero Joáo Manuel de Avis, capitulado junto con el del futuro Felipe II y su primera esposa María de Portugal en 1542. El matrimonio no se celebrará hasta diez años después y de él nacerá, póstumo, el rey Sebastián I (1554-1578). Antes de la marcha a Portugal, a Juana de Austria ya le había correspondido el papel de ocuparse de la crianza del Príncipe Don Carlos y, cuando a la muerte de su esposo regrese a Castilla, seguirá manteniendo una importante actividad en la corte de su hermano Felipe II, de quien fue regente hasta 1559. Fundadora del convento de clarisas de las Descalzas Reales de Madrid, en la que está enterrada, la Princesa de Portugal mantuvo uno de los círculos cortesanos, espirituales y artísticos más interesantes del siglo XVI.
Personaje
Político
Sus padres eran Eduardo de Portugal y Leonor de Aragón. Siendo todavía muy joven contrajo matrimonio con Enrique IV de Castilla, que había roto su matrimonio anterior con Blanca de Navarra. De esta unión nació Juana, aunque se llegó a atribuir su paternidad a Beltrán de la Cueva, favorito de la reina. De ahí que ésta fuera conocida como la Beltraneja. Debido a los problemas surgidos con su privado, la reina tuvo que retirarse al castillo de Alaejos en Valladolid. Parece ser que allí tuvo una relación con Pedro de Castellá, sobrino del arzobispo de Sevilla.
obra
Con motivo de la boda de su hijo Javier con Gumersinda Goicoechea, Goya decidió retratar en pequeña láminas de cobre a toda la familia de su nuera para complacerla e iniciar la relación entre ambas familias con buen pie. Cierto es que en el exilio de Goya en Burdeos mantuvieron un excelente contacto, llegando su consuegro, Martín Miguel de Goicoechea, a compartir su tumba con el pintor.Su consuegra, Juana Galarza, aparece aquí bastante idealizada, reflejando su elevado estatus económico gracias a un próspero negocio de telas y bisutería. Precisamente por eso porta una preciosa cofia de encajes y una cadena de oro de varias vueltas. La factura utilizada es la misma que en los grandes lienzos, a base de pequeñas y certeras pinceladas, sin detenerse en exceso en los detalles, sólo en lo concerniente a las calidades de las telas. La figura, de busto, se recorta sobre un fondo neutro para conseguir mayor volumen, técnica ya empleada por Tiziano.
obra
La esposa de Martín Miguel de Goicoechea aparece sentada frente al espectador, recortada su amplia figura sobre un fondo oscuro; viste traje gris con encajes en el cuello que se prolongan a modo de solapa hasta la cintura y sujeta con su mano derecha un abanico entreabierto. Mira al espectador con aire melancólico a través de esos grandes ojos oscuros, en sintonía con su cabello que rizado cae en guedejas sobre la frente. El rictus de la boca simula una sonrisa en un momento delicado para la familia, inmerso el país en la Guerra de la Independencia. La pincelada empleada por Goya es rápida y empastada, sin interesarse por los detalles del traje aunque sí insinúa la delicadeza del encaje del cuello. Aquí apreciamos las características de la retratística goyesca al insinuar los detalles de trajes y adornos para interesarse por la expresión de su modelo.
Personaje
Político
Fue nombrada reina de Navarra en el año 1274 por lo que su madre Blanca de Artois se hizo cargo de la regencia. Dos años después, se produjo un levantamiento del pueblo navarro que acabó con el asalto de la Navarrería, una zona de Pamplona. En esta situación pidió ayuda a Francia para que protegiese a su hija hasta que cumpliera la mayoría de edad. Su educación, por tanto, discurrió en París. Juana contrajo matrimonio con Felipe IV el Hermoso, por lo que accedió al trono de Francia en el año 1285. Cuando falleció la reina Juana en el año 1305, la sucedió en el poder su hijo Luis I el Hutín, que gobernó en Francia como Luis X.