<p>Al fondo de la piazza Santo Spirito se levanta la iglesia agustina del mismo nombre, proyectada en 1444 por Brunelleschi y continuada por su discípulo Antonio Manetti y otros arquitectos hasta su finalización en 1487. La simplicidad de la fachada del templo hacen de ella una de las composiciones más armoniosas y elegantes de todo el Renacimiento, mostrando la impronta brunelleschiana, en sintonía con la iglesia de San Lorenzo. El campanario fue construido entre 1503 y 1517 por Baccio d'Agnolo. La iglesia presenta planta basilical, con tres naves y 35 columnas monolíticas con capiteles corintios que armonizan el espacio interior, rodeado de 40 capillas semicirculares. El vestíbulo y la sacristía son diseños de Giuliano da Sangallo el primero construido por el Cronaca- mientras que la cúpula no se finalizó hasta los últimos años del siglo XV. El conjunto de la iglesia del Santo Spirito es de una perfecta unidad y de una gran claridad arquitectónica.</p>
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monumento
<p>Fuera de las murallas, en el barrio de los tintoreros y los curtidores, los religiosos franciscanos erigieron su iglesia, que pronto se convirtió en uno de los centros de reunión para los florentinos. Inicialmente fue una pequeña capilla dedicada a la Santa Cruz pero en 1228 fue ampliada por primera vez, debido a la masiva afluencia de público que se acercaba para oír a los seguidores de san Francisco de Asís. Una nueva reforma, esta vez en 1294, otorga el aspecto actual al templo, siendo Arnolfo di Cambio el encargado de la dirección de las obras. Presenta una planta de cruz latina, con tres naves de pilastras octogonales que sostienen grandiosos arcos ojivales, flanqueando el altar mayor cinco capillas. La fachada está realizada en mármol blanco de Carrara con recuadros de mármol verde, obra neoclásica de Nicolò Matas construida entre 1853-63. En el interior de la iglesia se encuentran un buen número de obras de arte entre las que destacan el púlpito de mármol, realizado por Benedeto da Maiano en 1476; la tumba de Miguel Ángel, obra de Vasari, decorada con esculturas alusivas a la Arquitectura, la Escultura y la Pintura; la tumba del poeta Vittorio Alfieri, levantada por Canova en 1810; la tumba de Leonardo Bruni, realizada por Bernardo Rossellino; la Capilla Baronceli-Giugni, decorada por Tadeo Gaddi con frescos de la vida de la Virgen; las capilla a la derecha del coro decoradas por Giottocon escenas de las vidas de san Francisco y san Juan Bautista; un crucifijo de madera esculpido por Donatello la tumba de Carlo Marsuppini, humanista y secretario de la República florentina, considerada la obra maestra de Desiderio da Settignano; la lápida sepulcral de Ghiberti o la tumba de Galileo. En el exterior se encuentra la Capilla Pazzi, construida por Brunelleschi entre 1429 y 1444. Brunelleschi también es el autor del diseño del claustro, construido en 1453. Al fondo de levanta el campanario, obra de Baccani en 1865.</p>
obra
Según C.M. Nebehay "Klimt era uno de los paisajistas más importantes de su época. Vio en el paisaje el medio de exponer el estado de ánimo, una especie de estímulo creativo como una joya, un fuego de artificio; veía la estructura del paisaje y el despliegue de las fuerzas de la vida biológica elemental; pero el secreto de su arte como pintor paisajista reside en la manera de interpretar y entrelazar esas diferentes formas de ver (...) el paisaje era para él un lugar de contemplación, una fuente de alegría, pero también de tristeza". Algunos especialistas consideran que estos paisajes presentan un acentuado contenido simbólico, en sintonía con el resto de las obras, aunque su ejecución será puramente trivial ya que se realizaron durante los periodos de vacaciones, huyendo así de la presión y el estrés de la gran ciudad. Para evadirse realizó estos interesantes paisajes de los alrededores del lago Atter, utilizando una barca sobre la que colocaba el caballete, al igual que hizo Monet para buscar lugares más interesantes.La iglesia de Unternach se erige en la protagonista de la composición, resaltando su amplia mole ante los edificios colindantes, creando un singular efecto de encabalgamiento que recuerda a los paisajes cubistas, de la misma manera que la geometrización de los elementos también es una referencia a este estilo, remontándose a la obra de Cèzanne. También podemos hablar de cierto recuerdo de las obras de Van Gogh, especialmente las tonalidades amarillas, así como de una referencia a Matisse y el fauvismo. No olvidemos que Matisse será uno de los jóvenes creadores que más llamen la atención de Klimt. El interés hacia la luz sintoniza con el impresionismo, aunque el objetivo del maestro austriaco parece que está más por buscar la libertad creativa que las escenas figurativas no le permitían.
obra
En febrero de 1882 Monet se dirigió hacia la costa normanda, instalándose en el "Hotel Victoria" de Pourville. Allí retrato a los dos ancianos que lo regentaban y permaneció hasta principios de octubre -alquiló una villa donde se instaló con Alice y los niños-, realizando paisajes de los alrededores. Uno de sus favoritos será la iglesia de Varengeville, donde aprovecha los acantilados como telón para la organización del color, dotando de movimiento a las rocas gracias a la libertad de pincelada empleada. En primer plano se nos presentan dos árboles entre la maleza, convirtiéndose en los elementos más definidos de la composición ya que las rocas e incluso la silueta de la iglesia parecen haber perdido las formas, absorbidas por el color y la luz. Esta tendencia hacia la abstracción será criticada por Cèzanne y Degas, precisamente los dos artistas que faltaron en la última exposición de los impresionistas, inaugurada el 1 de marzo de 1882. Monet presentó 35 trabajos que fueron bien acogidos por la crítica y alabados por Manet.
obra
En septiembre de 1878 Monet se había instalado en Vétheuil, ciudad de 6.000 habitantes a 50 kilómetros al oeste de París. Su familia llegó a las pocas semanas y también buscaron allí refugio los Hoschedé. Junto con el servicio eran más de doce personas - Monet ya tenía su segundo hijo, Michel, nacido en marzo de ese año- en una situación económica bastante precaria ya que Ernest Hoschedé estaba arruinado y Monet no vendía apenas cuadros. El traslado a Vétheuil proporcionó al artista numerosos lugares para pintar, tanto paisajes como los edificios de la ciudad, especialmente la iglesia del siglo XIII y las casas que la rodeaban. De nuevo el color y la luz protagonizan un lienzo de Monet, empleando tonalidades violetas para las sombras, trabajando con una pincelada rápida y empastada, utilizando colores complementarios y creando efectos atmosféricos y lumínicos tomados directamente del natural. Es decir, las pautas del Impresionismo se manifiestan en esta obra en todo su esplendor, integrando las figuras en el paisaje urbano. Los contornos parecen diluirse ante el potente efecto de luz, creando un aspecto abocetado que sería uno de los motivos de queja de los críticos de la época.
museo
La mayoría de las iglesias de Mistra se extendió fuera del núcleo de las primeras defensas de la ciudad. En la parte más baja de la vertiente norte de la montaña hay dos edificios dedicados a los santos Teodoros y la Hodegetria -también llamada Aphendiko-, conocidos como el conjunto del Brotochion. Un poco más al este se ubica la Metrópolis o Catedral, dedicada a San Demetrio; más lejos, el monasterio de la Peribleptos fue levantado sobre las rocas en la ladera sureste. La iglesia de Evangelistria es ya de fines del siglo XIV. La Hodegetría debió ser objeto de notable admiración, pues la iglesia metropolitana fue reformada para que se pareciese a ella y su mismo diseño se utilizó en 1428 para la construcción del monasterio de la Pantanassa, fundado por Juan Frangopoulos, primer ministro del despotado. Se trata de la última manifestación relevante de la arquitectura religiosa bizantina antes de la caída de Constantinopla en 1453. Mistra lo haría siete años más tarde.
monumento
Iglesia del siglo XI que se levanta en los límites de Plaka, en una plaza en la esquina de las calles Ermou y Kapnikarea. Está dedicada al tránsito de la Virgen. Tiene planta cruciforme, cúpula sobre tambor octogonal, fachada de ladrillo con frisos y ventanas de medio punto, y columnillas con capiteles esculpidos, lo que la convierten en un modelo del estilo clásico bizantino. Los frescos que decoran la nave los realizó Photios Kontoglu a mediados de los años 50 del siglo XX.
obra
Antiguamente este templo estaba consagrado a san Cristóbal, pero en 1377 se dedicó a la Virgen porque en un huerto cercano se encontró una escultura de la Madre de Dios, muy admirada por los venecianos debido a sus poderes milagrosos. La construcción del nuevo edificio se prolongó durante todo el siglo XV. La fachada está realizada en ladrillo, en sintonía con las de Santa Maria dei Frari y San Zanipolo, aunque sus dimensiones son más reducidas. Las notas distintivas serán la presencia de ventanales y una rica ornamentación de estatuas en mármol bajo nichos y en elegantes templetes que recuerdan a la Basílica de San Marcos. La puerta, de finales del siglo XV, reúne el lenguaje ojival del último gótico -manifestado por el arco exterior- y algunos ecos renacentistas como el arco interior y las columnas de capitel corintio. Dos rosetones y las bandas lombardas completan la decoración. Numerosas telas de Tintoretto, que vivía en las cercanías de este templo, decoran sus paredes así como obras de Giovanni Bellini y Cima da Conegliano.
monumento
En 1377 apareció en un huerto veneciano la estatua de la Virgen a la que se le atribuyeron muchos milagros. La figura se colocó en la iglesia de San Cristóbal, cercana al huerto donde se produjo el hallazgo. Enseguida la iglesia pasó a denominarse la iglesia de la Virgen del Huerto. Esta iglesia perteneció al convento de los humillados, orden desaparecida en 1571. Se trata de una las iglesias góticas más bellas de Venecia, construida a mediados del siglo XIV por Fra Tiberio de Parma. Doce apóstoles en hornacinas coronan la fachada, obras escultóricas que se cree que fueron realizadas por artistas toscanos. La portada y el rosetón se realizaron en los talleres venecianos de la familia Bon, pero no se terminaron hasta el siglo XVI, tras la muerte de Bartolomeo Bon. El interior de la iglesia llama la atención por sus paredes de ladrillo y el techo de madera, con columnas muy estilizadas de mármol griego. Podemos admirar numerosas obras de arte como altares y pinturas de Giovanni Bellini, Cima de Conegliano y Jacopo Tintoretto.