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obra
Fotografía cedida por el Servicio de Promoción e Imagen turística del Gobierno de Navarra.
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Fotografía cedida por la Oficina Nacional Israelí de Turismo. Copyright Ministerio de Turismo de Israel.
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Fotografía cedida por la Oficina Nacional Israelí de Turismo. Copyright Ministerio de Turismo de Israel.
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El octógono se corona una gran cúpula peraltada en la que destacan los potentes nervios prismáticos que en ella se cruzan, configurando un diseño estrellado de claro recuerdo musulmán, que tare a la memoria las soluciones cordobesas de la Mezquita. Los nervios dejan libre un espacio central ocupado por una falsa bóveda circular de perfecta construcción, montada en moldura de tacos. La cúpula se ilumina gracias a unas pequeñas ventanas de medio punto perforadas en los arranques, entre las confluencias de los nervios.
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Fotografía cedida por el Servicio de Promoción e Imagen turística del Gobierno de Navarra.
monumento
El templo dedicado al Santo Sepulcro de Estella fue iniciado en los últimos años del siglo XIII, en un estilo románico tardío. Su construcción se prolongó en el tiempo, por lo que se realizaron algunas modificaciones al proyecto original, empleando ahora el estilo gótico. Originalmente presentaba tres naves, pero la obra, por desgracia, está inacabada. Destaca la fachada del muro del Evangelio, una de las obras maestras del gótico navarro. En una inscripción se ha encontrado la fecha 1278 para aludir a su ejecución, pero estilísticamente correspondería a la primera mitad del siglo XIV. La portada tiene forma de arco apuntado, abocinado gracias a doce arquivoltas que se apoyan en otros tantos baquetones. La decoración figurativa se ubica en dos bandas, una en disposición vertical -las claves- y otra horizontal -los capiteles-. En los capiteles hallamos una variada decoración vegetal, entre la que se insertan animalillos de diversas especies. En las claves se superponen seis figuras de ángeles, portando los símbolos de la Pasión y una trompeta. El conjunto está rematado por una arquivolta exterior, coronado por una escultura de Cristo resucitado. En el dintel de la puerta se representa la Última Cena con exquisito detalle, mientras que en el tímpano se produce una división en dos registros: en el inferior aparecen representadas diversas escenas, como la llegada de las Marías al santo sepulcro, los soldados dormidos, el Descenso al Limbo y el "Noli me tangere"; en el superior encontramos una soberbia Crucifixión, con el Cristo crucificado acompañado de la Virgen, san Juan, Longinos, Stefanos y los dos ladrones, recordando la disposición general a la portada del Arcedianato de la Catedral de Pamplona. A ambos lados de dicha portada se sitúan varias hornacinas, que se distribuyen de manera asimétrica, de diversos estilos y cronologías.
monumento
<p>Construida en el año 326 por iniciativa de Constantino, se edificó sobre el lugar donde crucificaron y sepultaron a Cristo. Tras su demolición, fueron halladas una serie de tumbas excavadas en la roca y una de ellas se identificó con la sepultura de José de Arimatea. Sobre este sepulcro se levantó el templo. En 614 fue derruida y el Patriarca Modesto se encargó de su reconstrucción. Dos siglos después fue asolada por un terremoto y en el siglo XI destruida a manos del califa fatimita al-Hakim. En 1048 volvió a ser restaurada por el emperador bizantino Constantino Monómaco y luego ampliada por los cruzados. Dañada por el fuego en 1833, casi un siglo después volvió a sufrir las devastadoras consecuencias de un terremoto. En la actualidad se encuentra restaurada gracias a la acción conjunta de las tres Iglesias (Ortodoxa Griega, Ortodoxa Armenia y Católica Romana Latina) que se encargan de su custodia. Del edificio original sólo queda la mitad de la superficie y la Rotonda que se asemeja a su forma original del siglo IV. Además de estas tres iglesias, existen otros credos como las comunidades Ortodoxa Copta Egipcia, la Ortodoxa Etíope y la Ortodoxa Siria que también disfrutan de algunos derechos, protegidos por el status quo de los Santos Lugares.</p>
monumento
<p>La iglesia del Santo Sepulcro es una de las joyas del románico navarro. Emplazada en el Camino de Santiago, posiblemente funcionó como faro, al igual que la iglesia de Eunate. Su advocación al Santo Sepulcro impuso su disposición centralizada, utilizándose una estructura octogonal, rematada con un pequeño ábside. El octógono se corona una gran cúpula peraltada en la que destacan los potentes nervios prismáticos que en ella se cruzan, configurando un diseño estrellado de claro recuerdo musulmán, que tare a la memoria las soluciones cordobesas de la Mezquita. Los nervios dejan libre un espacio central ocupado por una falsa bóveda circular de perfecta construcción, montada en moldura de tacos. La cúpula se ilumina gracias a unas pequeñas ventanas de medio punto perforadas en los arranques, entre las confluencias de los nervios.</p>
obra
También la luz en la arquitectura de Brunelleschi es nueva con respecto a lo anterior, pues se trata de una luz racional. En el caso de Santo Spirito, contribuye a crear una sensación de unidad espacial, ya que es la luz de la nave central la que ilumina toda la iglesia. La luz en la nueva arquitectura religiosa del Quattrocento ya no será un factor que genere percepciones espaciales ajenas a la realidad terrena del hombre -tal como ocurría con las luces coloreadas de las vidrieras de las catedrales- sino todo lo contrario: la luz ahora permite al ojo del hombre medir el edificio, esa arquitectura hecha a su medida. La iglesia presenta planta basilical, con tres naves y 35 columnas que armonizan el espacio interior.