Busqueda de contenidos
obra
La moda en los retratos infantiles decimonónicos será disfrazar a los personajes de adultos y pintarlos al aire libre. Federico de Madrazo sigue esas pautas a la perfección en este retrato donde contemplamos al niño vestido con traje de militar, portando un bicornio en la mano derecha mientras la izquierda se apoya en la espada para reforzar el gesto marcial que se manifiesta en la pose. La figura se recorta ante un fondo de paisaje donde observamos un pueblecito iluminado en la zona de la izquierda contrastando con los intensos nubarrones de la derecha. El retrato no deja de ser una de las muchas imágenes de aparato realizadas por Federico de Madrazo, utilizando estereotipos en sus modelos, destacando el dibujo con el que resalta las calidades de las telas y los detalles como los botones, la espada, el bicornio, omitiendo la expresión en el bello rostro del adolescente. Las tonalidades platas empleadas y los brillos indican la maestría del artista en una de las obras más tempranas del pintor, ejecutada tras llegar de Roma e instalarse en la Villa Tívoli, donde se dedicará casi en exclusiva a los retratos.
Personaje
Político
El sucesor de Federico II el Grande, Federico Guillermo II, representa la anulación paulatina de las medidas del anterior rey, sobre todo en el terreno económico y cultural. Su política económica acabó con los monopolios del Estado, redujo los impuestos, aumentó los salarios públicos -civiles y militares- y fomentó la industria nacional y el comercio, pudiendo llevar a cabo estas medidas gracias al superávit de la hacienda heredado, lo que permitió financiar las guerras con el erario público sin tener que recurrir a gravámenes extraordinarios, logrando, además, cierta prosperidad económica. En cuanto a la política exterior, amplió sus territorios gracias a los repartos de Polonia, consiguiendo los territorios de Danzig, Lituania, Thorn, Masovia y Varsovia. Su unión con Austria en la lucha contra la Francia revolucionaria le supondrá la entrega de territorios al oeste del Rin como consecuencia del Tratado de Basilea. A nivel cultural se despliega una política anti-ilustrada, el Edicto de Religión, promulgado en el verano de 1788 y que censuraba las enseñanzas y conducta del clero racionalista y del cuerpo docente en general. De nuevo se impone la censura y se amenaza la libertad de pensamiento pero se convirtió en un protector de los artistas, especialmente Mozart y Beethoven.
Personaje
Político
Su actitud ante Francia fue al principio de ambivalencia hasta que por presiones sociales le obligaron a ocupar una postura en contra de Napoleón. Este hecho tuvo unas nefastas consecuencias que se vieron reflejadas en la paz de Tilsit celebrada en el 1807 y por la cual Prusia se vio obligada a perder la mayoría de las posesiones. Además se dedicó a hacer una amplia serie de reformas sociales que beneficiaron mucho a la nación como era la desarmotización de las posesiones de la Iglesia, la creación de la universidad de Berlín, creó una constitución civil,... En 1813 las fuerzas militares de Prusia se unieron a las de Inglaterra, participando por ello en la victoria sobre Napoleón en Waterloo.
Personaje
Político
Durante su mandato le sorprendió la Revolución del 48. Ante las agitaciones que provocó este movimiento ve vio obligado a aprobar la constitución, sin embargo mantuvo su política que nada tenía que ver con los principios liberales. Rechazó el cargo de emperador y debido a su enfermedad fue su hermano quien realmente llevó las riendas del poder desde 1858 hasta la fecha de su muerte.
Personaje
Nacido en Colonia en 1620, es hijo de Federico Guillermo II y de Luisa de Hesse-Darmstadt. En 1640 sucedió a su padre, heredando un país asolado por la Guerra de los Treinta Años y un trono inestable. Tras firmar una tregua con Suecia (1641), posteriormente la paz de Westfalia (1648) le procuró el reconocimiento de la Pomerania Interior y diversos territorios. Entre 1655 y 1660 venció en la guerra del Norte, logrando la soberanía de Prusia por parte de Polonia gracias a la firma del tratado de Oliwa (1660). Para anexionar la Pomerania oriental, en poder de Suecia, se alió alternativamente con Francia y sus enemigos. Sin embargo, no logró su objetivo por la oposición de Luis XIV. Además, la revocación del edicto de Nantes (1658) incidió en su alianza con el Imperio y su oposición al monarca francés. En política interior realizó grandes reformas, fomentando la industria y acogiendo a refugiados religiosos. Falleció en Postdam en 1688.
contexto
Desde su intervención en la guerra española (batalla de Malplaquet), Federico Guillermo se convirtió en un apasionado del arte militar, y no sólo le quedarían costumbres del tiempo pasado en campaña, de hecho siempre vestía de uniforme, sino que intentaría hacer de Prusia un Estado militarista de primer orden, volcando todas sus energías en ello. En efecto, de cada 7 millones de táleros que ingresaba su hacienda, cinco se destinaban al mantenimiento del ejército. La Paz de Utrecht (1713) le otorgó reconocimiento internacional como nación soberana y le proporcionó los territorios de Lingen, Mörs, Neoburg y el Ducado de Güeldres, así como la Pomerania oriental. Años más tarde, la Paz de Estocolmo (1720) le permite anexionarse la Pomerania occidental, desde Stettin hasta Paene. En este contexto, el principal problema existente era superar la dispersión geográfica de sus territorios, agrupados en tres bloques distantes: la parte central, entre los ríos Elba y Oder, con Brandeburgo, la Pomerania, Magdeburgo y Halberstadt; la zona oriental, con territorios situados más allá del Vístula, muy alejados de Brandeburgo, lo que resultaba prácticamente indefendible en tiempos de guerra, y el bloque occidental, con el Ducado de Güeldres. Eran unos dominios esencialmente agrícolas, con una marcada economía de subsistencia, de gran arcaísmo, con pocos núcleos urbanos y malas comunicaciones, donde predominaba la estructura gremial y un comercio de autoconsumo muy poco desarrollado. Ante este atraso generalizado y con los efectos devastadores de la guerra, el monarca se propuso una reforma en profundidad a todos los niveles. Para empezar, impone la austeridad en la Corte, acabando con el derroche y despilfarro existente, reduce pensiones y rentas, anula cargos superfluos y rebaja los salarios a los servidores, ministros y eclesiásticos; a continuación organiza un Estado fuerte y centralizado. La vieja Dieta queda anulada y el rey asume personalmente el gobierno, a él le correspondía las iniciativas y decisiones, y se acompaña de cuatro ministerios que discuten con el monarca en el Gabinete. Paralelamente, acabó con el derecho de apelación de sus súbditos a los tribunales imperiales, para romper definitivamente los lazos con el Imperio, e impuso su autoridad suprema en el terreno de la justicia. Y creó un cuerpo de funcionarios competentes y profesionales, entre los que se encontraban gentes de talento del estamento llano. En 1723 se crea el Directorio General Supremo de Finanzas, de la Guerra y de los Territorios, compuesto de cinco ministros y veinte consejeros que actuaba bajo la supervisión del rey; estaba dividido internamente en cuatro secciones: Asuntos Fronterizos, Ejército, Correos y Monedas. A su frente, el director general se ocupaba del conjunto del reino, supervisando el comercio y la industria, estimulando la prosperidad económica general a través de funcionarios provinciales y recaudando los impuestos. La administración provincial es también reorganizada, y los antiguos cargos son ahora sustituidos por comisarios dependientes del Directorio General. Los comisarios locales, existentes en las ciudades, vigilan los intereses reales recaudando impuestos y vigilando la formación del Ejército; los comisionistas rurales, dispersos en todas las provincias, tienen a su cargo un distrito concreto, inspeccionan el cobro de los impuestos agrícolas y mantienen el orden público. Los alguaciles de la Corona son competentes en los dominios reales, llevan a cabo los arrendamientos y vigilan a los campesinos. El sistema hacendístico fue especialmente atendido, dadas las necesidades del Ejército. Ahora se intentaría una explotación racional de los ingresos estatales. Éstos provenían, de una parte, de los dominios reales, muy extensos, englobando a un tercio del campesinado prusiano; en ellos desaparecen los arrendamientos a largo plazo y el campesino correría con todos los riesgos; en caso de insolvencia o ineficacia (productiva) serían desahuciados. La otra vía de financiación se derivaba de la tributación directa e indirecta. En 1713 se fija la contribución (impuesto sobre la propiedad y la renta) y el consumo, gravando prácticamente todos los artículos de uso frecuente, ahora ampliados a todo el reino. Además de éstos, las ciudades pagaban un gravamen adicional llamado dinero del servicio, pagadero por unidades familiares para mantener los alojamientos militares. En 1717 culminó una labor unificadora del Derecho Penal y consuetudinario que mantiene al rey como juez supremo. Berlín se convirtió en la capital del reino, con una muralla a su alrededor, adornándose con todo tipo de monumentos y creándose en ella instituciones culturales modernas, como la academia, que inmediatamente atraería gran cantidad de población. Federico Guillermo creó el ejército más poderoso de Europa, con un oficial de origen noble en los mandos, sometido a una férrea disciplina, y con una estricta jerarquización interna. Su principal asesor militar fue el príncipe de Anhalt-Dessau, y para aumentar los efectivos, organiza la recluta en base a una organización del país dividido en provincias o cantones de 5.000 familias; cada cantón debería proveer de soldados a un regimiento particular. Ya desde 1721 se había establecido el servicio militar obligatorio para el estamento llano, con algunas exenciones al campesinado y artesanado rico, y de los veinte a los veintidós años todos los jóvenes debían ingresar en el Ejército. A partir de esa edad y hasta los veintiséis años combinarían la vida en la milicia con salidas ocasionales para trabajar la tierra o la manufactura. Muchos campesinos se sentirán atraídos por el Ejército porque les proporcionaba una manera de liberarse de la servidumbre. Los oficiales se reclutaban entre la nobleza, la cual estaba obligada a este servicio, siendo para ellos un honor. Así se crea un Cuerpo de cadetes que llegaría a ser muy prestigiado y de él saldría el obediente y disciplinado militar que haría del prusiano un estilo a imitar en toda Europa. Esta reforma se acompañó de un Reglamento de Infantería, con todas las ordenanzas necesarias, redactado por el propio rey. Habida cuenta de los gastos enormes que necesitaba esta estructura militar, acompañada puntualmente de la construcción de fortalezas y otras guarniciones, el rey intentó desarrollar la economía. En este sentido, la industria recibió mucha protección del Gobierno, sobre todo la textil, que se convierte en manufactura del Estado (producción de uniformes). La organización gremial, decadente y obsoleta, fue revisada y en 1735 se redactó un Código industrial que colocaba a los gremios bajo la supervisión del Estado, quedando los maestros exceptuados del servicio militar, y prohibiéndose a los trabajadores especializados abandonar el país. También las minas de carbón y metales fueron explotadas directamente por el Estado. Hubo una política mercantilista, de protección a la industria y al comercio; se intentó, de hecho, mejorar mucho las comunicaciones y en el terreno agrícola se impulsaron nuevas roturaciones, se introdujo el arado alemán y se reducen las prestaciones personales de los campesinos al señor aunque los desmanes de esos siguen siendo castigados severamente. La política aduanera era proteccionista, llegando a prohibirse en 1723 la importación de trigo polaco para estimular la producción nacional. Aunque el rey nunca tuvo inquietudes intelectuales e incluso parecía despreciar la cultura, no le pasó desapercibida la influencia que la educación podía tener en la modernización del Estado. Por ello, en 1717 proclamó la enseñanza primaria obligatoria hasta los trece años, para estudiar lectura, escritura, aritmética y religión, creándose escuelas por todo el país. La enseñanza secundaria, siguió en manos de las instituciones eclesiásticas y la universidad de Halle se convirtió en el centro de instrucción de funcionarios. La política social desplegada por el monarca tendía al sometimiento de los estamentos a la autoridad real, como correspondía a un monarca autócrata partidario del absolutismo. La Iglesia mantuvo su control tradicional sobre la enseñanza pero fue sometida a inspección real a través del Ministerio de Justicia; la idea de la tolerancia religiosa quedó firmemente asentada en la sociedad y se desarrolló mucho el pietismo. La nobleza perdió el poder que había detentado como señores feudales al reducirse su poder sobre los siervos y desaparecer su capacidad legislativa; a cambio, fue incorporada a los altos cargos del Ejército y de la Administración. En cuanto a la clase media, fue favorecida por la prosperidad económica y amplias capas de ella también ingresarían en la milicia o en la burocracia. Por último, el campesinado, aunque había visto reducir progresivamente sus cargas personales (1723), sigue sufriendo una enorme dominación social, económica e ideológica sobre ellos; su vida empeoraba conforme avanzamos al Este porque aquí la servidumbre había reforzado sus vínculos; en la zona occidental eran prácticamente libres aunque con un cierto sometimiento al señor. La obsesión demográfica del Estado desató una política colonizadora, que atrajo a unos 50.000 colonos alemanes, a los que se proporcionaron tierras, viviendas, aperos y animales, además de exenciones fiscales durante años; gracias a ellos progresó mucho la ganadería caballar y lanar. Tras la Paz de Estocolmo hay poco interés por los asuntos exteriores; la alianza con la casa de Hannover se mantuvo constante, terminando en una alianza matrimonial del propio rey con Sofía Dorotea, hermana de Jorge II. Hacia 1728 se crea un Departamento de Exteriores y desde él se despliega una labor diplomática orientada hacia la amistad tradicional con Austria, y a un distanciamiento con Francia e incluso con Inglaterra. De estos años data el interés prusiano por mantener a Polonia en su órbita de influencia; su vigilancia sobre la cuestión sucesoria le llevó a firmar el Tratado de Loewen-wolde con Austria y Rusia para apoyar a un candidato común pero la muerte de Augusto demostró su ineficacia al dividirse los antiguos aliados: Austria y Rusia reconocen al hijo del difunto y Prusia apoyó a Estanislao Leczynski, que es autorizado a cruzar el territorio prusiano con sus tropas, pero no logró la participación de este país en la contienda polaca.
contexto
Como Federico II no había tenido hijos, el mecanismo sucesorio hizo que recayera la Corona en su sobrino Federico Guillermo, cuya obra representa la anulación paulatina de las medidas del anterior rey, sobre todo en el terreno económico y cultural. En efecto, su política económica fue encaminada a acabar con los monopolios del Estado (café, tabaco), a reducir los impuestos, a aumentar los salarios públicos -civiles y militares- y a fomentar la industria nacional y el comercio. Fue asesorado por su ministro Von Wollner, y pudo llevar a cabo estas medidas gracias al superávit de la hacienda heredado, lo que permitió financiar las guerras con el erario público sin tener que recurrir a gravámenes extraordinarios, logrando, además, cierta prosperidad económica. A nivel cultural se despliega una política anti-ilustrada, el Edicto de Religión, promulgado en el verano de 1788 y que censuraba las enseñanzas y conducta del clero racionalista y del cuerpo docente en general. De nuevo se impone la censura y se amenaza la libertad de pensamiento. En el único terreno que se aprecia una cierta continuidad con el período anterior es en la labor codificadora. Gracias a los trabajos de Carmer, en 1795 se termina la compilación de las leyes del reino y se promulga un único código. Para aplicar la justicia se instituye un solo tribunal central con jurisdicción para cada provincia. Se reduce el número de jueces y se les asigna un salario digno al tiempo que se les prohibía percibir multas o impuestos adicionales. Se simplifican y agilizan los procesos y se exige superar un examen estatal para el ejercicio de la abogacía. Por último, para demostrar la superioridad de la justicia real sobre la jurisdicción señorial, los señores, cuando aplicaban la ley, debían acompañarse de juristas suficientemente capacitados. La intensa acción exterior desarrollada en esta época, estuvo girando en tres direcciones: permanente interés por incrementar las posesiones nacionales a costa de Polonia; deterioro progresivo de las relaciones con Austria, que se materializa en la oposición prusiana ante los intentos expansionistas de los Habsburgo en suelo alemán, y conjunción de intereses con Inglaterra, con la que se alinea a través de Hannover. Por último, en los años noventa, Prusia participa en las coaliciones antirrevolucionarias formadas en Europa contra Francia. Poco después de acceder al poder, Federico Guillermo encuentra una ocasión propicia para el expansionismo en 1788 cuando Turquía declara la guerra a Rusia y Austria interviene poco más tarde en apoyo de los rusos. Esta concentración austro-rusa en la frontera turca le permitía la posibilidad de avanzar por el Este; apoderarse de Danzig, Thorn y la zona polaca entre el Vístula inferior y la ciudad de Posen era el objetivo inmediato. Pero el problema surgía del aislamiento en que se hallaba Prusia por esos años, no contando con ningún respaldo para su acción. Entonces, el rey se vuelve a Hannover, y envía un ejército a Holanda donde el Partido Patriota tiranizaba al estatúder Guillermo V y su esposa, hermana de Federico Guillermo. En el verano de 1788 se concierta una alianza de carácter. Ofensivo-defensiva, dirigida contra Rusia y dándose libertad mutua para intervenir en los asuntos orientales. Esto significaba liberarse de la supuesta amistad rusa, que en el fondo encerraba el temor de Prusia al poderío ruso. La década de los noventa comienza con roces entre Prusia y el emperador alemán, cuando los prusianos despliegan sus tropas por Silesia para impedir que José II pudiera reprimir los movimientos rebeldes surgidos en Hungría y los Países Bajos ante su política reformadora; pero la muerte del monarca y el ascenso de su hermano Leopoldo II cambia el panorama hasta llegar a un acuerdo entre ambos. En el Convenio de Reichembach (julio 1790) Leopoldo y Federico Guillermo se conceden garantías mutuas para seguir el reparto de Polonia, realizado tres años más tarde; en él se concede a Prusia Gdansk, Torun, Poznan y otros territorios colindantes, y ya en 1795, mediante el tercero y último reparto, consiguió la zona central de Polonia con su capital, Varsovia. Con esto, el reino prusiano engrandeció notablemente sus dominios. En 1795 Prusia sella la paz con la Francia revolucionaria, tras haber participado en la coalición formada en su contra, aunque tres años después volvió a estar presente, junto a Austria, en la segunda conflagración contra ella; estando el país inmerso en esta guerra murió el rey, en noviembre de 1797, cuando sólo tenía cincuenta y tres años.