Sonja Knips
Datos principales
Autor
Fecha
1898
Escuela
Material
Dimensiones
145 x 145 cm.
Museo
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Sophie Amalia Maria Potier des Echelles nació el 2 de diciembre de 1873 en la ciudad de Lvov, donde su padre, el general Maximiliam Potier des Echelles, estaba prestando servicio. En 1896 Sonja se casó con el magnate de la industria del metal y de las instituciones de crédito Anton Knips. Vinculada al mundo artístico, admiró el arte moderno, especialmente a Klimt, a Josef Hoffman y a los miembros de los Talleres de Viena, siendo una de las refundadoras de esta institución en 1914. Hoffman fue el encargado de diseñar su apartamento en el número 15 de la Gumpendorferstrasse en 1903. En su salón dispuso uno de los paisajes de Klimt. Hoffman también diseñó su residencia de campo en Seeboden, cerca del lago Millstatt, y la tumba familiar en el cementerio de Hietzing pero el gran diseño del arquitecto secessionista fue la casa familiar del distrito XIX de Viena, construida entre 1924-25; en el centro del salón principal ubicó este retrato que contemplamos mientras que en el salón de mujeres colocó el lienzo de Adán y Eva . Sonja falleció en su residencia de Seeboden el 25 de junio de 1959. En sus documentos, ella se denominaba una "artista" pero no conocemos nada que nos indique que verdaderamente lo fue. Una de sus nietas, Barbara Creagham, manifestó que su matrimonio no fue feliz y que llevó una trágica vida. Sus dos hijos murieron jóvenes y su hermano favorito murió tras caerse de un caballo. Se sintió culpable de estas pérdidas y eso influyó en sus relaciones personales.
El retrato pintado por Klimt es considerado como el primero de su nuevo estilo, al trabajar por primera vez en formato cuadrado y abandonar el hiperrealismo de trabajos precedentes como Josef Pembauer . Sonja está sentada en el borde de un sillón blanco y tras ella podemos observar un gran ramo de orquídeas, motivo que se repite en la esquina superior izquierda. Se trata de la única referencia a la naturaleza mostrada en un retrato de Klimt. El fondo se divide en una amplia zona oscura y otra algo más clara, como si se tratara de la zona de tierra del jardín.Sonja viste un elegante traje rosa con cuello alto y volantes en los hombros, amplia falda y estrecha cintura. En la manera de tratar el vestido encontramos una significativa influencia de Whistler mientras que, en la pose, Klimt se inspira en un retrato de Hans Makart , concretamente en el de Charlotte Wolter como Mesalina . La mano izquierda de Sonja se sujeta firmemente al sillón mientras que en la derecha sostiene un libro rojo, identificado con uno de los cuadernos de notas del pintor. Su gesto serio y melancólico es otro de los elementos de referencia del retrato. Dirige su mirada hacia el espectador, recibiendo la luz en sus ojos para resaltar su brillo. El resultado es un trabajo verdaderamente espectacular, con el que Klimt se convertirá en el retratista favorito de las mujeres de la alta clase burguesa de Viena como atestiguan los retratos de Serena Lederer o Adele Bloch-Bauer .
El retrato pintado por Klimt es considerado como el primero de su nuevo estilo, al trabajar por primera vez en formato cuadrado y abandonar el hiperrealismo de trabajos precedentes como Josef Pembauer . Sonja está sentada en el borde de un sillón blanco y tras ella podemos observar un gran ramo de orquídeas, motivo que se repite en la esquina superior izquierda. Se trata de la única referencia a la naturaleza mostrada en un retrato de Klimt. El fondo se divide en una amplia zona oscura y otra algo más clara, como si se tratara de la zona de tierra del jardín.Sonja viste un elegante traje rosa con cuello alto y volantes en los hombros, amplia falda y estrecha cintura. En la manera de tratar el vestido encontramos una significativa influencia de Whistler mientras que, en la pose, Klimt se inspira en un retrato de Hans Makart , concretamente en el de Charlotte Wolter como Mesalina . La mano izquierda de Sonja se sujeta firmemente al sillón mientras que en la derecha sostiene un libro rojo, identificado con uno de los cuadernos de notas del pintor. Su gesto serio y melancólico es otro de los elementos de referencia del retrato. Dirige su mirada hacia el espectador, recibiendo la luz en sus ojos para resaltar su brillo. El resultado es un trabajo verdaderamente espectacular, con el que Klimt se convertirá en el retratista favorito de las mujeres de la alta clase burguesa de Viena como atestiguan los retratos de Serena Lederer o Adele Bloch-Bauer .