VISIGODOS Y MUSULMANES
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Datos principales
Desarrollo
1.La Hispania visigoda . La investigación de la Antigüedad tardía hispana . Las fuentes escritas de la época . Contexto histórico de los godos . Ostrogodos y visigodos . Invasiones de Hispania . Camino de Hispania . La monarquía visigoda . La construcción del reino visigodo hispánico . El reinado de Leovigildo . Conversión de Recaredo y III Concilio de Toledo . De la monarquía hereditaria a la electiva . De la monarquía electiva a su desaparición . Instrumentos para el ejercicio del poder . Documentos del derecho visigodo . Legislación conciliar sobre los judíos . La sucesión al trono . La organización administrativa y eclesiástica . La administración y el fisco . El ejército visigodo . La Iglesia visigoda . La plasmación del ejercicio del poder . La población de Hispania . El problema de los matrimonios mixtos . La población hispanorromana . La población visigoda . Relaciones entre hispanorromanos y visigodos .
Alanos, vándalos, suevos y bretones . La población de origen oriental . Los judíos hispanos . Vascones y bagaudas . Ciudades, pueblos y viviendas . Los núcleos urbanos y su población . La vida ciudadana . Población y organización de los ámbitos rurales . Formas de explotación y vivienda rurales . Los productos agrícolas . La protección de las grandes propiedades . Vida privada, vida pública y vida religiosa . Comerciantes y artesanos . El trabajo de la construcción . Los escultores . Toreutas y orfebres . Maestros . Médicos . Enfermedades y calidad de vida . El ambiente cultural . Bibliografía sobre la Hispania visigoda. 2.Al-Andalus omeya . Fuentes para el estudio de la conquista . La expansión del Islam . Primera campaña beréber . Los árabes dirigen la conquista . Los itinerarios de la conquista . Al-Andalus, provincia del califato omeya .
Enfrentamientos entre árabes y beréberes . Consolidación de las fronteras con el mundo cristiano . La crisis de mediados del siglo VIII . Repercusiones de las revueltas en España . La rivalidad qaysi-yemení . El gobierno de Abd al-Rahman I . Asentamiento del poder de Abd al-Rahman I . El valle del Ebro entre omeyas y carolingios . Organización del emirato independiente . La consolidación del emirato . Las regiones fronterizas . Inicios de los Banu Qasi . La Revuelta del Arrabal . El control de las provincias . Afianzamiento del Islam . Los mártires cordobeses . Prosperidad económica . Crisis de la sociedad y del poder . Conflictos étnicos y declive muladí . La jornada del foso zamorano . La revuelta de lbn Hafsun . Fragmentación del poder . Restauración del poder central . Causas económico-sociales y étnico-culturales . El fracaso de Ibn Hafsun . El gobierno de Abd al-Rahman III . Restablecimiento del poder cordobés .
Las fronteras cristianas . Gobierno y administración . Ejército e impuestos . El gobierno de Al-Hakam II . Control de los reinos cristianos y Norte de África . Factores de la evolución . De al-Mansur a la revolución de 1009 . Ascenso de al-Mansur . Suplantación del califa . Al-Mansur en la cumbre del poder . El poder de los amiríes en el Magreb . Gobierno de Abd al-Malik al-Muzaffar . La Revolución de Córdoba . Eslavos y beréberes . Crisis y desaparición del califato . Valor político de la moneda . Economía de al-Andalus . Organización social . Estructuras tribales . Grandes linajes árabes y beréberes . Últimos días del califato . Cultura andalusí en la época omeya . Juristas y literatos . La mezquita cordobesa . Las ampliaciones sucesivas . La cultura califal . Mecenazgo de al-Hakam II . El cultivo de la ciencia . Consideraciones sobre la caída del califato . Bibliografía sobre el al-Andalus omeya.
La Hispania visigoda
El asentamiento definitivo en Hispania de los visigodos, a partir del año 507, tras diversas épocas de inestabilidad y luchas abiertas, condujo a la creación de un reino estable donde hispanorromanos y visigodos quedaron integrados en grandes unidades territoriales.
Más información La investigación de la Antigüedad tardía hispana
El mundo de la Antigüedad tardía es el reflejo de múltiples y variados cambios en todos los ámbitos -político, social, cultural, religioso-, y por ello debe ser analizado a través de una variada documentación. La reconstrucción y conocimiento de ese período histórico, al igual que muchos otros, está en función de un análisis conjunto y pormenorizado de las fuentes históricas escritas y la documentación arqueológica.
Más información Las fuentes escritas de la época
Además de autores antiguos que hablan puntualmente de los pueblos bárbaros, como puede ser Tácito, por mencionar alguno, hay una serie de escritores bien significativos, como Ammiano Marcelino, Sidonio Apolinar, Jordanes, Gregorio de Tours, Gregorio Magno, Venancio Fortunato, Hidacio, Orosio o Isidoro de Sevilla.
Más información Contexto histórico de los godos
Las fuentes históricas griegas y latinas correspondientes al cambio de Era, como por ejemplo Estrabón, Plinio el Viejo, Tácito y Ptolomeo ofrecen información sobre el origen de los godos, sus primeros desplazamientos, los diferentes grupos y pueblos que los constituían, así como sus costumbres, organización social y otros aspectos, aunque de forma relativamente confusa.
Más información Ostrogodos y visigodos
La división del pueblo godo en dos grupos diferentes es conocida a partir de finales del siglo III, pero quedará definitivamente asentada a finales del siglo IV. Uno de los grupos recibía el nombre de Tervingi-Vesi y otro, conocido como grupo oriental, el de Greutingi-Ostrogothi.
Más información Invasiones de Hispania
Todo el Occidente romano, a principios del siglo V d.C., sufría una profunda inestabilidad debida a los movimientos de los pueblos germánicos y orientales. El paso del Rin, la última noche del año 406, por parte de los alanos, originarios del Cáucaso, los suevos, procedentes de la Germania, y de los vándalos asdingos y silingos, también de origen germánico, supuso la penetración en la Gallia y el paso de los Pirineos en el año 409.
Más información Camino de Hispania
La derrota de las tropas militares visigodas en el campo de batalla de Vouillé del año 507 supuso la desaparición del primer establecimiento visigodo en Occidente, pero se habían establecido ya las bases para la construcción de un nuevo reino, asentadas sobre un sólido proceso de aculturación que culminará esencialmente a finales del siglo VI en Hispania.
Más información La monarquía visigoda
Las amenazas francas y las ambiciones de Teodorico el Ostrogodo hicieron que las tropas ostrogodas mandadas por el dux Ibbas liberaran la zona de la Narbonense y de la Provenza, obligando a Gesaleico a cruzar a Hispania y establecer la corte en Barcino.
Más información La construcción del reino visigodo hispánico
La construcción de la monaqruía visigoda es un largo proceso en el que intervienen importantes reyes, como Amalarico o Teudis, después continuado con la obra de otros como Leovigildo o Recaredo.
Más información El reinado de Leovigildo
El episodio más problemático del reinado de Leovigildo fue la rebelión de su hijo Hermenegildo.
Más información Conversión de Recaredo y III Concilio de Toledo
En el año 586 Recaredo sucedió a Leovigildo, y a comienzos del año 587 ya se había convertido al catolicismo. Es curioso y significativo ver cómo en las fuentes hispanas se omite el hecho de que su hermano Hermenegildo fuese católico, ni siquiera Leandro de Sevilla hace referencia a él con motivo del III Concilio de Toledo, en que Recaredo y su mujer, la noble Baddo, declaran su conversión.
Más información De la monarquía hereditaria a la electiva
La crónica del pseudo Fredegario hablará del morbus gothorum como del mal endémico de este pueblo en la lucha por el trono, al relatar la subida al poder de Chindasvinto: "Una vez que consolidó su autoridad sobre el reino entero de Hispania, conociendo el mal de los godos de deponer a sus reyes, ordenó dar muerte a unos y desterrar a otros... hasta quedar convencido de que el mal de los godos había sido extinguido".
Más información De la monarquía electiva a su desaparición
La estrepitosa derrota frente a los musulmanes del ejército de Rodrigo y su propia muerte pusieron el punto final a la agónica realeza visigoda, a la ya mortecina unidad ideada por Leovigildo y al mundo de la Antigüedad tardía hispana.
Más información Instrumentos para el ejercicio del poder
Uno de los instrumentos más eficaces para reafirmar el poder, y un medio de plasmación concreta del mismo, es, sin duda, la elaboración y consolidación de un sistema legislativo, bien sea a base de la creación de nuevas leyes, o de la derogación, modificación o ampliación de las ya existentes.
Más información Documentos del derecho visigodo
Al hablar de las fuentes escritas, señalábamos que existía un grupo interesante dentro de la documentación epigráfica, las llamadas pizarras visigodas. Entre los diversos tipos existentes, hay algunas que son especialmente útiles como testimonio de aplicación del derecho, tanto de carácter público como privado, en el ámbito de una sociedad fundamentalmente agropecuaria.
Más información Legislación conciliar sobre los judíos
Mientras los arrianos ocuparon el poder no se manifestaron signos de actividad antijudaica, pero la situación cambió a partir de Recaredo, con su intento de unificación religiosa bajo el catolicismo. Con la paulatina incorporación de leyes restrictivas, el abismo entre la sociedad judía y la católica se fue agrandando, al tiempo que los judíos trataban de soslayarlo.
Más información La sucesión al trono
La clara intención de conservar el trono dentro de una misma familia la encontramos con Liuva I, que asoció a su hermano Leovigildo. El mismo hecho se repite con Leovigildo, que asoció al trono a sus hijos Hermenegildo y Recaredo. También Suintila asoció a Ricimiro antes del IV Concilio, y con posterioridad a la celebración de éste, las usurpaciones y las asociaciones al trono se repitieron con Chindasvinto y Recesvinto, y con Egica y Witiza.
Más información La organización administrativa y eclesiástica
La división de las provincias de la Hispania de la Antigüedad tardía encuentra su origen en la reforma llevada a cabo por Diocleciano, que aumentó el número de provincias en todo el Imperio y las agrupó en diócesis, pasando en el siglo IV, estas últimas, a formar parte de las prefecturas.
Más información La administración y el fisco
El modelo administrativo y judicial típico corresponde a la reforma de Leovigildo, y su evolución posterior tiene sus precedentes en el reino visigodo de Tolosa, y, sobre todo, responde a elementos básicamente tomados del Imperio bizantino.
Más información El ejército visigodo
Leovigildo intentó controlar el ejército captando miembros de origen tanto visigodo como romano no ligado directamente a la nobleza; pero lo cierto es que ésta, cada vez más poderosa, a pesar de algunos intentos regios, contaba con fuertes contingentes; hecho que explica el porqué de la relativa facilidad con que se sucedían las rebeliones.
Más información La Iglesia visigoda
La jerarquía eclesiástica formaba parte de una oligarquía de poder, como puede verse, que en algún caso se concreta en ilustres familias, de origen praeclarus romano, como fueron las de Isidoro de Sevilla y de Braulio de Zaragoza.
Más información La plasmación del ejercicio del poder
Correspondiente a la plena época visigoda del siglo VII tenemos dos documentos excepcionales de la plasmación monárquica del poder. Por un lado, la referencia a la dedicación de una iglesia, la de San Juan Bautista de Baños en Palencia. Por otro, el denominado Tesoro de Guarrazar, coronas votivas ofrecidas por los monarcas y las altas jerarquías eclesiástica y civil a determinadas iglesias.
Más información La población de Hispania
La población de Hispania integraba, además de romanos y visigodos, otros grupos bárbaros como suevos, alanos y vándalos, aparte de las comunidades de origen oriental, como griegos, judíos y sirios, sin olvidar los africanos.
Más información El problema de los matrimonios mixtos
La derogación por parte de Leovigildo de una ley prohibiendo los matrimonios entre romanos y godos emitida por Valentiniano y Valente (370 ó 373) e incluida en el Breviario de Alarico, se debió a la eliminación progresiva de diferencias sociales y religiosas entre romanos y visigodos, a la no observancia de dicha ley y a la práctica común de dichos matrimonios.
Más información La población hispanorromana
El grupo de población más numeroso estaba constituido por los romanos que vivían en los viejos territorios del Imperio. Si bien seguía existiendo una población autóctona en determinadas regiones que nunca habían sido sometidas, la población romana alcanzaba cifras muy altas con respecto a los otros grupos poblacionales.
Más información La población visigoda
La población visigoda representó un número de individuos muy bajo frente a la población hispanorromana. Las cifras, al igual que para ésta, son oscilantes, y se mueven entre los 80.000 y los 200.000 individuos, y en ellas se hallan sumadas tanto la población civil como militar.
Más información Relaciones entre hispanorromanos y visigodos
Desde los comienzos de la convivencia entre visigodos e hispanorromanos existieron diversos factores que marcarían diferencias entre ellos, incluso oposición y rechazo, y que, según hemos podido ir viendo, poco a poco se desdibujarían y permitirían consolidar el proceso de aculturación que tuvo lugar en la Hispania de la Antigüedad tardía.
Más información Alanos, vándalos, suevos y bretones
Alanos, vándalos, suevos y bretones
Los suevos fueron los únicos que permanecieron largo tiempo en territorio peninsular, concretamente en la Gallaecia hasta que Leovigildo puso fin a su reino, las informaciones que poseemos hacen referencia básicamente a la situación de la Iglesia católica, que parece gozar de una cierta libertad.
Más información La población de origen oriental
Entendemos por población oriental aquella compuesta por individuos de origen sirio y griego, aunque trataremos también en este apartado la llegada de población procedente del norte de Africa. Estas comunidades orientales y africanas fueron floreciendo a partir del Bajo Imperio.
Más información Los judíos hispanos
No parece tampoco que pueda hablarse de una hostilidad generalizada y en bloque de las clases populares hacia los judíos, incluso en las épocas de mayor presión legal; ni, por otra parte, de la existencia de un judaísmo profundamente cerrado o aislado, susceptible de crear en la sociedad de su tiempo un sentimiento de rechazo o repulsa.
Más información Vascones y bagaudas
Los vascones permanecieran independientes a lo largo de todo el reino visigodo de Toledo, aun a pesar de los continuos intentos de sometimiento. Sólo llegaron a incorporarse algunas partes de Vasconia donde el sustrato romano propiciaba una adecuación a la nueva situación político-gubernamental.
Más información Ciudades, pueblos y viviendas
La investigación sobre las ciudades y el campo ha sido una preocupación constante en la tradición historiográfica, pero en lo que a la Hispania de los siglos V al VIII respecta, los estudios son escasos.
Más información Los núcleos urbanos y su población
En el interior del espacio delimitado por el recinto murario se disponen, sin romper la tradición, las estructuras arquitectónicas necesarias a los servicios administrativos, los edificios públicos y de representación, así como los espacios destinados al hábitat, aunque no existen nuevas construcciones derivadas de la edilicia privada. Sin embargo, el cristianismo obligará a crear una serie de nuevos edificios destinados a las funciones a las que obliga el culto cristiano y la Iglesia.
Más información La vida ciudadana
Grandes núcleos urbanos que habían jugado importantes papeles políticos, religiosos o administrativos como Caesaraugusta, Barcino, Tarraco, Carthago Spartaria, Corduba, Hispalis, Emerita Augusta, Olisipo, Toletum, etcétera, siguieron teniendo actividades comerciales y mercantiles, al menos durante toda la época del reino visigodo de Toledo.
Más información Población y organización de los ámbitos rurales
El fenómeno mejor conocido es el de la explotación agrícola y ganadera que estaba en manos de grandes propietarios.
Más información Formas de explotación y vivienda rurales
La organización dispersa del hábitat obligaba a la existencia de una serie de edificios de culto, que pueden aparecer de forma aislada, formando parte de una propiedad, o bien dentro de los conjuntos monásticos, como podrían ser las iglesias de San Juan de Baños, San Pedro de la Nave o Quintanilla de las Viñas.
Más información Los productos agrícolas
La explotación de las tierras debió producir prácticamente los mismos productos que en época romana, basados en la agricultura y en la ganadería, aunque su objetivo debió conducir más a una economía de subsistencia que a una exportación de productos. La excepción debió mantenerse en lo que al trigo y al aceite se refiere que, en cualquier caso, siguieron siendo los productos más explotados.
Más información La protección de las grandes propiedades
Las grandes propiedades, tanto de visigodos como de romanos, tenían sistemas de seguridad basados en la presencia de ejércitos privados. Estos ejércitos deben ser entendidos como pequeñas tropas organizadas con el fin de proteger los bienes y las tierras de los propietarios, si bien es conocido que determinados individuos de la clase aristocráticomilitar, como fue Teudis, que llegó a ser coronado rey, tenía un ejército privado a su disposición de unos 2.000 hombres.
Más información Vida privada, vida pública y vida religiosa
La vertebración básica en la estructura social sigue siendo, como en el mundo romano, la división entre hombres libres y siervos. El elemento más alto de la sociedad estaba constituido por los hombres libres pertenecientes a la nobleza palatina, al palatinu officium, y, tras ellos se situaba el resto de la aristocracia laica y el poder eclesiástico.
Más información Comerciantes y artesanos
Las actividades comerciales más relevantes se llevaron a cabo en ciudades o núcleos urbanos costero-portuarios o con puertos fluviales, donde por regla general existían comunidades de gentes de origen oriental.
Más información El trabajo de la construcción
Entre los edificios más emblemáticos construidos en el siglo VII destacan varias iglesias. Se trata de San Juan de Baños (Palencia), Quintanilla de las Viñas (Burgos) y San Pedro de la Nave (Zamora), todas ellas situadas en lo que se ha dado en denominar el área de influencia de los talleres de Toledo.
Más información Los escultores
Entre los centros artesanales destaca, en la Baetica, Corduba (Córdoba), cuyos restos procedentes muy posiblemente de la iglesia de San Vicente se hallan en su mayoría reutilizados en la primera fase constructiva de la mezquita. En la Lusitania destacan el importante puerto comercial de Olisipo (Lisboa) y Emerita Augusta (Mérida). También debieron ocupar un lugar importante los talleres de Toletum (Toledo).
Más información Toreutas y orfebres
Una de las actividades más desarrolladas a lo largo del siglo VI fue la toréutica. La orfebrería tuvo una mayor relevancia durante el siglo VII y la conocemos básicamente por la fuerza que tuvieron los talleres áulicos instalados en la corte de Toledo.
Más información Maestros
Los maestros y rétores laicos debieron ir desapareciendo en beneficio de los eclesiásticos. La enseñanza tiene un marcado carácter cristiano y, si bien al comienzo de la penetración de los pueblos bárbaros las escuelas municipales imperiales debían subsistir, terminaron por desaparecer.
Más información Médicos
La medicina era una ciencia que, si no consta que hubiese avanzado en la Antigüedad tardía, sí parece que había mantenido el legado cultural romano y era apreciada. La medicina era una profesión libre que se ejercía fundamentalmente en las ciudades; probablemente los medios rurales estarían menos atendidos.
Más información Enfermedades y calidad de vida
Los restos antropológicos proporcionados por la excavación de cementerios nos indican que la población sufría de insuficiencias alimenticias y deplorables condiciones higiénicas, así como enfermedades patológicas.
Más información El ambiente cultural
Esta época dio autores importantes y trascendentales que configuraron la cultura y la literatura de la época. Pertenecían a la jerarquía eclesiástica, algunos de ellos con relevantes papeles en la política y en los concilios. Figuras de la talla de Martín de Braga, Leandro e Isidoro de Sevilla, Braulio de Zaragoza, Julián y Eugenio de Toledo, Fructuoso de Braga, Valerio del Bierzo, sin olvidarnos, claro está, de los autores de la primera época de penetración bárbara, como Hidacio y Orosio.
Más información Al-Andalus omeya
La cuestión de la islamización de la Hispania visigoda ha sido objeto de debate durante muchos años, basado fundamentalmente en el carácter de ese poceso.
Más información Fuentes para el estudio de la conquista
Los textos árabes son más bien tardíos. Las fuentes más antiguas fechadas con certeza y que hablan de la conquista de la Península en su conjunto son el Ta´rij (Historia) del andalusí Ibn Habib (muerto hacia el año 853) y el Futuh Misr (Conquista de Egipto) del egipcio Ibn Abd al-Hakam (muerto en 871).
Más información La expansión del Islam
A principios del siglo VIII la conquista musulmana se había extendido hasta el Atlántico y hasta la orilla marroquí del estrecho de Gibraltar. El inmenso imperio musulmán que se estaba edificando lo gobernaba desde Damasco el califato omeya, régimen dominado por los aristócratas árabes cuyos elementos dirigentes pertenecían al grupo qurayshí, que había dominado políticamente La Meca antes del Islam.
Más información Primera campaña beréber
En el añó 711, el gobernador de Tánger, Tariq b. Ziyad, beréber, desembarcó en la montaña de Tariq (Yabal Tariq o Gibraltar) con 7000 beréberes que, muy pronto, recibieron el apoyo de otros 5000, derrotaron al ejército visigodo del rey Rodrigo, que se había adelantado a su encuentro (batalla del río Barbate en julio de 711), y se lanzó a la conquista de Toledo.
Más información Los árabes dirigen la conquista
La sustitución de una realidad visigoda por otra musulmana se produjo a partir del 712, fecha de la llegada de Musa b. Nusayr a la Península con un ejército de 18.000 árabes para participar de los beneficios de la conquista.
Más información Los itinerarios de la conquista
La presencia de Tariq en Tánger antes de la invasión no parece suscitar dudas como tampoco las suscitan sus relaciones con el conde Don Julián. Sin embargo, aun quedan dudas sobre los recorridos posteriores, así como sobre si se produjeron otros desembarcos.
Más información Al-Andalus, provincia del califato omeya
Seguramente, la provincia andalusí era tierra de guerra santa (yihad), pero salvo el caso de tres de estos gobernadores, muertos de muerte natural o en guerra santa, como es el caso de Abd al-Rahman al-Ghafiqi, gobernador a partir de 730-732, caído en la célebre batalla de Poitiers, los demás fueron destituidos por voluntad del califa de Damasco.
Más información Enfrentamientos entre árabes y beréberes
Enfrentamientos entre árabes y beréberes
A causa de la escasez de fuentes conocemos muy pocos aspectos de la política que llevaron los gobernadores de Córdoba durante estos primeros decenios de la historia de al-Andalus. Se perciben enfrentamientos entre los conquistadores.
Más información Consolidación de las fronteras con el mundo cristiano
La expansión del Islam se frenó en su avance con la derrota de Poitiers, a cargo del franco Carlos Martel, en la que murió Abd al-Rahman al-Ghafiqi. A partir de este momento, la tendencia es a consolidar los territorios conseguidos.
Más información La crisis de mediados del siglo VIII
Al igual que la crisis que marcó los años 656-661, cuyo resultado fue la instauración del califato omeya, la que se produjo en los años 740-750 tuvo también gran alcance en el mundo musulmán.
Más información Repercusiones de las revueltas en España
Como consecuencia de las revueltas de los beréberes contra los árabes, llegó a la Península un contingente de tropas sirias que acabó con los primeros. Sin embargo, pronto seguirían manifestándose profundas divergencias entre los conquistadores.
Más información La rivalidad qaysi-yemení
La existencia de antagonismos tribales iba a favorecer enormemente el acceso al poder del primer omeya de Córdoba.
Más información El gobierno de Abd al-Rahman I
La revolución abasí en Oriente había llevado a la masacre de la mayor parte de la dinastía o clan omeya. Sin embargo, cierto número de los miembros de esta familia logró huir, especialmente hacia Occidente. Entre ellos un joven de unos veinte años, Abd al-Rahman b. Muawiya b. Hisham b. Abd al-Malik (Abderramán).
Más información Asentamiento del poder de Abd al-Rahman I
Desde los primeros meses del establecimiento del nuevo poder, un grupo bastante consistente de omeyas sobrevivientes de las masacres abasíes y esparcidos por Oriente y el Magreb vinieron también buscando refugio en España, reforzando al parecer de forma apreciable el núcleo duro con el que podía contar el nuevo emir. Al mismo tiempo, se producía en todo el país una corriente de adhesión a una dinastía siempre prestigiosa, concretada en la venida de delegaciones provinciales a Córdoba.
Más información El valle del Ebro entre omeyas y carolingios
Tras la muerte de Yusuf al-Fihri en el 759, Abd al-Rahman I había nombrado un gobernador para Narbona, cosa que no impidió la caída de la ciudad en manos francas. El jefe yemení Sulayman al-Arabi llegó entonces a escaparse de Córdoba e intentó coordinar la oposición al poder omeya de varios jefes árabes yemeníes de la Marca Superior. Esta agitación confusa y cuya cronología es poco conocida, se vincula con la gran expedición de Carlomagno a Zaragoza en el 778.
Más información Organización del emirato independiente
Al parecer, hacia la mitad de su reinado Abd al-Rahman I desplegó esfuerzos importantes para hacerse independiente del yund, organizando una fuerza permanente de beréberes mercenarios y esclavos. En los últimos años, dotó a Córdoba de una gran mezquita y de un qasr principesco en lugar del dar al-imara de los primeros gobernadores.
Más información La consolidación del emirato
A la muerte del emir Abd al-Rahman I, el 30 de septiembre del 788 (25 de rabi II del año 172), los omeyas estaban lo suficientemente seguros en Córdoba para que no hubiera dudas sobre la sucesión dinástica del poder, según la tradición de los omeyas de Oriente. El prestigio del linaje omeya facilitó con toda probabilidad las cosas. El que sucedió a Abd al-Rahman, aparentemente por voluntad de éste, fue Hisham, el segundo de los tres hijos del primer soberano de la dinastía consolidada en Córdoba.
Más información Las regiones fronterizas
La situación en la frontera del Islam y del reino franco, convertido en imperio en el 800, es muy confusa durante estos años. Los francos habían ocupado Gerona en el 785.
Más información Inicios de los Banu Qasi
Los más importantes entre los jefes locales fueron los Banu Qasi -familia musulmana local descendiente de un conde visigodo que se adhirió al Islam en la época de la conquista y que parece haber dominado la región de Tudela-. Sabemos que en la época de las revueltas yemeníes de la segunda mitad del siglo VIII se habían mantenido en la obediencia omeya, por lo cual eran considerados qaysíes.
Más información La Revuelta del Arrabal
Si las regiones meridionales del emirato de Córdoba, aparentemente más tranquilas, atrajeron durante su reinado mucho menos la atención, el emir al-Hakam I tuvo que hacer frente dentro de la misma Córdoba, a la gran revuelta llamada La Revuelta del Arrabal.
Más información El control de las provincias
Desde el punto de vista del control de las provincias, aparte de Mérida, que a pesar de la desobediencia terminó sometida hacia el año 834, destacan sobre todo los disturbios en Toledo entre 829 y 837.
Más información Afianzamiento del Islam
Los primeros decenios del siglo IX vieron producirse tanto en al-Andalus como en Ifriqiya una evolución jurídico-religiosa muy importante gracias al impulso de la escuela malikí. El Occidente musulmán, en su conjunto, se adhirió entonces a esta doctrina, una de las cuatro codificaciones e interpretaciones ortodoxas del derecho sunní, difundida por los discípulos del fundador, Malik b. Anas, muerto en Medina en el 795.
Más información Los mártires cordobeses
Junto al afianzamiento del Islam, una aguda conciencia del declive del cristianismo, debilitado numéricamente por las conversiones y culturalmente por la arabización y la presión creciente del Islam, se desarrolló en un sector de la opinión mozárabe, lo que llevó a los cristianos más exaltados a acciones desesperadas: injurias públicas contra el Islam y el Profeta, que provocaron automáticamente condenas a muerte.
Más información Prosperidad económica
El gobierno y la administración se habían perfeccionado sensiblemente después de la época de Abd al-Rahman I y sobre todo, según parece, en época de Abd al-Rahman II. Los impuestos eran regularmente percibidos y producían, según Ibn Hayyan, un ingreso anual de un millón de dinares hacia mediados del IX. Las emisiones monetarias, interrumpidas durante la crisis de mediados del siglo VIII, se habían reanudado, como se vio, hacia el 760 y se desarrollaban regularmente.
Más información Crisis de la sociedad y del poder
En el tercer cuarto del siglo IX las condiciones políticas se trastornaron a causa de la fitna que afectó al emirato de Córdoba.
Más información Conflictos étnicos y declive muladí
Las rivalidades, persistentes o reactivadas, entre los diferentes elementos étnicos, aunque no fueran con seguridad el motor principal de la historia de al-Andalus -especialmente a medida que se iba fraguando la unificación arabo-islámica de la sociedad- no pueden ser minimizadas en exceso.
Más información La jornada del foso zamorano
Varias decenas de miles de beréberes se lanzaron en una expedición de guerra santa contra la ciudad cristiana de Zamora, centro de una actividad militar no contrarrestada desde entonces por los musulmanes. La empresa fracasó lamentablemente debido a la deserción de los jefes tribales beréberes preocupados por su propia situación, según recogen las fuentes.
Más información La revuelta de lbn Hafsun
lbn Hafsun, nacido en una acomodada familia muladí de la región de Málaga, obligado a vivir como maquis a consecuencia de un asesinato, aprovechó las revueltas que estallaban por todo el país para agrupar a su alrededor, a partir del 880, cada vez más partidarios contra el el poder de Córdoba.
Más información Fragmentación del poder
Parece que en el espacio de algunos años hubo una desorganización político-administrativa muy pronunciada en el emirato omeya, del que ya se ha dicho que no se poseen emisiones monetarias fechadas a partir del 286/899. Esta interrupción duró casi treinta años, hasta el 316/929, fecha en la que el califato reanudó la acuñación.
Más información Restauración del poder central
La grave crisis del final del siglo IX y comienzos del X no derribó al poder omeya, que logró mantenerse a pesar de la división política del país y del considerable debilitamiento del poder central hasta su restauración por Abd al-Rahman III.
Más información Causas económico-sociales y étnico-culturales
Las tensiones entre los diferentes grupos étnicos que integraban los conquistadores -árabes y beréberes- y entre estos y parte de la población nativa, como los seguidores de Ibn Hafsun, fueron frecuentes durante todo el primer periodo de dominio musulmán.
Más información El fracaso de Ibn Hafsun
Tras el cambio de siglo, debilitado Ibn Hafsun por su retorno al cristianismo, el emir Abd Allah pudo mantenerse en las posiciones que había ocupado. El final de su reinado estuvo marcado por un lento restablecimiento de la situación del poder cordobés que recuperó algo de terreno en al-Andalus.
Más información El gobierno de Abd al-Rahman III
Uno de los mayores acontecimientos de la historia del mundo musulmán medieval se produjo a comienzos del año 929 (final del año 316 de la hégira): la proclamación del califato de Córdoba por el emir Abd al-Rahman III, séptimo sucesor de su homónimo y fundador de la dinastía establecida desde el año 756 en al-Andalus.
Más información Restablecimiento del poder cordobés
Durante la primera parte del reinado de Abd al-Rahman III asistimos a la sumisión metódica de Andalucía.
Más información Las fronteras cristianas
Las fronteras cristianas
Pronto Abd al-Rahman III no se limitaría a extender su control sobre el territorio de al-Andalus, sino que realizó serias operaciones militares sobre los territorios y reinos cristianos fronterizos.
Más información Gobierno y administración
El califa Abd al-Rahman III llevó a cabo una profunda reforma administrativa y de gobierno, racionalizando cuestiones como el funcionariado o el control de los gastos.
Más información Ejército e impuestos
La política africana, las expediciones contra los cristianos y las operaciones militares destinadas a mantener el orden o a extender el control del sultán sobre las regiones todavía insumisas necesitaba un ejército eficaz cuyo coste era, a la fuerza, elevado.
Más información El gobierno de Al-Hakam II
Continuador de la obra de su padre, Abd al-Rahman III, al-Hakam mantuvo el esplendor de la ciudad regia de Madinat az-Zahra.
Más información Control de los reinos cristianos y Norte de África
Al final del reinado de al-Hakam, el califato ya había establecido sólidamente su supremacía sobre el extremo occidental del Mediterráneo
Más información Factores de la evolución
Lejos de las tensiones netamente perceptibles en el interior del círculo de poder, que se hicieron evidentes a la muerte de al-Hakam II, la movilidad era constante en todo el espacio que controlaba este califa inmóvil desde Córdoba.
Más información De al-Mansur a la revolución de 1009
Los hayib/s amiríes del último cuarto del X y la primera decena del XI -al-Mansur y luego su hijo al-Muzaffar- llevaron el florecimiento del califato omeya a un punto inigualable y formaron un amplio conjunto político en el que la autoridad de Córdoba se extendía en todo el Magreb occidental.
Más información Ascenso de al-Mansur
A la muerte del califa al-Hakam II, el ministro al-Mushafi y Muhammad b. Abi Amir, protegido del primero y hacia quien demostraba públicamente fidelidad, fueron más rápidos que los oficiales esclavones del palacio que habrían querido proclamar califa a al-Mughira, un hermano de al-Hakam. Apoyándose en la antigua aristocracia omeya y en los beréberes, ejecutaron a al-Mughira e impusieron el respeto a las decisiones de al-Hakam, que tiempo atrás había proclamado príncipe heredero a Hisham, su hijo menor.
Más información Suplantación del califa
Mucho más hábil que el hayib titular del que se sirvió hasta entonces para sus propios intereses, Ibn Abi Amir se aseguró en los siguientes meses el control del ejército, en el que se había ganado simpatías cuando cumplía su misión en Marruecos.
Más información Al-Mansur en la cumbre del poder
Es probable que, por un lado, el nuevo hayib actuara como un verdadero soberano. Siguió desplegando una actividad militar considerable: dirigió dos grandes expediciones contra los cristianos en el 978, y tres en el 979. A partir del 978, mandó que se edificara una nueva ciudad principesca, enfrente de Madinat al-Zahra', al oeste de Córdoba.
Más información El poder de los amiríes en el Magreb
Otro aspecto muy importante de la política cordobesa en tiempos de al-Mansur era la ampliación y consolidación de las posiciones cordobesas en el Magreb occidental. Fue entonces cuando el dominio del califato sobre el actual Marruecos había llegado a su apogeo.
Más información Gobierno de Abd al-Malik al-Muzaffar
La muerte de al-Mansur no marcó una ruptura porque su hijo Abd al-Malik le sucedió sin problemas. Igual que su padre, Abd al-Malik realizó grandes expediciones contra la España cristiana, tanto en Cataluña (1003) como en Castilla (1004), León (1005) y en la zona pirenaica (1006).
Más información La Revolución de Córdoba
La proclamación del califato de Córdoba en el 929 y su derrumbamiento entre los años 1009 al 1031 fueron, evidentemente, dos de los acontecimientos de mayor importancia en la evolución histórica de al-Andalus.
Más información Eslavos y beréberes
El usurpador all-Mahdi se las arregló para provocar la ira de una parte de los omeyas al intentar hacer creer que Hisham II había muerto cuando, en realidad, estaba bajo custodia en el palacio. La crisis del califato de Córdoba había empezado.
Más información Crisis y desaparición del califato
En este marco limitado es imposible profundizar en la vorágine de los acontecimientos que desintegraron literalmente el poder califal. Desde 1009 al 1013, asistimos a unas luchas por la posesión de Córdoba entre los dos califas omeyas rivales: por un lado, Sulayman al-Mustacin se dirigió a los cristianos de Castilla para pedir ayuda, y por el otro al-Mahdi, que pidió ayuda a los catalanes, que le enviaron importantes contingentes. La relación de fuerzas favorable al Islam que los amiríes habían impuesto cambió bruscamente. De repente, éstos se encontraron que eran los árbitros de las luchas confusas que se desarrollaban alrededor de Córdoba y pudieron aprovechar la situación.
Más información Valor político de la moneda
La moneda emitida en el último period califal muestra el desorden existente y el proceso de descomposición del régimen instaurado mucho antes por Abd al-Rahman III.
Más información Economía de al-Andalus
Según los geógrafos del siglo X una de las actividades principales era el comercio de esclavos. Otro de los artículos fundamentales, pero cuya importancia no es solamente comercial, era el oro, importado sobre todo del África negra. Es legítimo pensar que las relaciones con el Magreb occidental, por donde llegaba el oro, fuera una de las consideraciones que determinaron la política imperialista del califato en Marruecos y su lucha encarnizada contra el dominio fatimí.
Más información Organización social
Se podría pensar que las relaciones sociales o socio-económicas y socio-políticas, más que con sus implicaciones ideológicas y religiosas, jugaron un papel esencial en la evolución del Estado y la sociedad en al-Andalus en la época del emirato y del califato. Pero nuestro conocimiento del sistema socio-económico sigue siendo muy deficiente.
Más información Estructuras tribales
El problema de las estructuras tribales, como el de la organización social, ha suscitado discusiones apasionadas. Las fuentes no permiten dudar de que existieron en al-Andalus, pero ¿hasta cuándo?
Más información Grandes linajes árabes y beréberes
En el seno de la sociedad musulmana de al-Andalus existieron grandes diferencias de carácter económico, social y étnico, que están en la base de la desaparición del califato. Las luchas por el poder de las grandes familias fueron siempre una constante.
Más información Últimos días del califato
En noviembre de 1031, notables y visires cordobeses, deseosos de deshacerse del gobernante al-Muladd, impulsaron a otro omeya a organizar un golpe de Estado para asesinar al visir favorito del califa y provocar un levantamiento popular contra este último. A pesar de las promesas que no le habían hecho, los instigadores de la intriga descartaron al nuevo pretendiente al poder impidiendo a la población que le prestaran la baya o reconocimiento oficial y le obligaron a abandonar la capital, encargándose ellos mismos de su dirección, bajo la autoridad del más prestigioso de entre ellos, el visir Abu al-Hazm b. Yahwar. Esta hábil maniobra ponía fin a la dinastía omeya y al califato de Córdoba creado por Abd al-Rahman III.
Más información Cultura andalusí en la época omeya
La nueva cultura árabe se implantó de golpe en la Península desde el momento de la conquista. Saber a qué ritmo, entre qué clases sociales y hasta dónde se difundió, es problema importante, sin duda, pero sobre el que las fuentes aportan solamente, por desgracia, datos muy escuetos.
Más información Juristas y literatos
Aparte de algunos fragmentos dispersos de esta poesía tradicional que se han conservado por casualidad en los textos relativos a esta época casi no existe una verdadera literatura árabe propia en al-Andalus anterior al califato. Uno de los maestros más renombrados de esta época fue el sabio de origen beréber, Yahya al-Laythi, muerto en el 849, que fue, a final del siglo precedente, alumno del gran jurista-tradicionista Malik b. Anas.
Más información La mezquita cordobesa
Si la vida intelectual en época del emirato es una prueba de la dependencia casi absoluta de Oriente, con la edificación de la primera fase de la mezquita de Córdoba el primer emir omeya supo dotar a su capital de un monumento relevante, que demuestra la capacidad de adaptación y de innovación del núcleo cultural que estaba naciendo en el extremo occidental de Dar al-Islam.
Más información Las ampliaciones sucesivas
La tarea de enriquecer, completar y agrandar la mezquita de Córdoba, la obra de Abd al-Rahman I, el fundador de la dinastía, fue responsabilidad de sus sucesores. Su hijo Hisham I edificó el primer minarete. La primera ampliación importante la hizo Abd al-Rahman II. Abd al-Rahman III amplió el patio, hizo construir un nuevo minarete y reforzó con pilares las columnas de la fachada que dan al patio porque presentaban señales de inclinación. Continuaron al-Hakam II y al-Mansur.
Más información La cultura califal
Las primeras fases de construcción de la mezquita son el principal y casi único título de gloria de la dinastía en la época del emirato, y que la cultura de aquella época se reducía prácticamente a las ciencias jurídico-religiosas, a una poesía poco original y a unos ensayos de crónicas y tradiciones, todo siempre bajo la dependencia de Oriente. En la época califal, en cambio, surgió una cultura más variada y dinámica en la que empezó a florecer una producción literaria, histórica y científica que se había liberado de las influencias orientales.
Más información Mecenazgo de al-Hakam II
El califato había fomentado precisamente que se agruparan en Córdoba gran número de obras de literatos y de sabios, que hicieron de la ciudad el mayor centro de cultura en el Occidente mediterráneo. Conocemos el mecenazgo particularmente activo de al-Hakam II, cuando todavía era príncipe heredero a partir del 940 y después como califa. Empleó los inmensos medios de los que disponía para constituir una biblioteca considerable, que comprendía decenas de miles de obras, algunos autores hablando de hasta 400.000 volúmenes.
Más información El cultivo de la ciencia
En el campo científico, el siglo X puso las bases de una tradición andalusí muy inspirada en las aportaciones orientales pero que será capaz de desarrollarse de forma original en la época de las taifas. La época del emirato y los primeros tiempos del califato no habían brillado nunca por el nivel de su cultura científica. Sin embargo, pone las bases para la llegada, muy poco después, de personajes como Averroes.
Más información Consideraciones sobre la caída del califato
El califato se derrumbó en el apogeo de su aparente poder y con una gran acumulación en sus arcas de oro del Sudán que los esfuerzos de los amiríes habían logrado finalmente desviar hacia la Península. A falta de un conocimiento suficiente de las realidades económico-sociales, tenemos la tentación de detenernos en causas más bien políticas e ideológicas.
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