En la cultura de la antigua Grecia, recibía este nombre el lugar destinado al mercado.
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contexto
Se trata del único establecimiento griego peninsular que conocemos por la arqueología y las fuentes literarias. Esta colonia focense tuvo un doble asentamiento, la palaiapolis o ciudad vieja, situada en una isla próxima a la punta más meridional del golfo de Rosas y fundada en el 575 a.C., y la neapolis o ciudad nueva, que comenzó su existencia unos 25 años después con una localización más meridional. A partir de los textos de Estrabón (3, 4, 8-9) y Tito Livio (34, 9) se ha deducido la existencia de una ciudad indígena próxima a la colonia griega, pero, a partir de los trabajos de M. J. Pena, hoy podemos decir que arqueológicamente esta hipótesis no tiene base. Tradicionalmente se pensaba que la ciudad indígena estaría situada debajo de la ciudad romana, que conocemos y es vecina de la ciudad griega. Pero las excavaciones de E. Sanmartí han puesto al descubierto que la zona donde se asienta la ciudad romana comienza a ser habitada a partir del 200 a.C. y no hay restos de ciudad indígena debajo. Por otra parte, los textos de Livio y Estrabón no dicen lo mismo y reflejan dos situaciones diferentes. Estrabón no habla nunca de ciudad indígena, sino de relaciones entre indígenas y griegos de Emporion, mientras Tito Livio sí habla de la ciudad indígena, pero proyectando en el pasado una realidad presente. Ampurias es un establecimeinto comercial, como indica su nombre, y pudo nacer como "puerto de comercio" en terminología de Polanyi, pero entendiéndolo como un concepto más abierto y sin circunscribirlo a los marcos económicos, sociales, jurídicos y de control del estado. En los primeros momentos depende de Massalia, como demuestra el hallazgo de ánforas de tipo massaliota en la neapolis, y su irradiación económica y cultural en los territorios cercanos no parece haber sido muy importante en época arcaica. A partir del siglo V, Massalia decae y Ampurias inicia una nueva etapa de plena independencia económica: realiza abundantes importaciones de cerámica ática, siendo posiblemente centro redistribuidor en Languedoc y Cataluña; desarrolla sus propios circuitos comerciales en la costa oriental y sureste hasta Almería, como sabemos por los hallazgos de cerámica griega del siglo V a.C.; acuña durante el siglo V pequeños divisores con la marca EM con tipos de inspiración ateniense y dracmas de plata en los últimos años del siglo IV. Se podría pensar que durante los siglos V y IV a.C. el apogeo económico dio lugar a una estructura político oligárquica, como conocemos que sucede en Massalia. En cuanto a un posible dominio territorial a través de su "chora" parece que en el período arcaico pudo ser una "ciudad sin territorio", pero la prosperidad económica del período clásico provocó el crecimiento de la ciudad, lo que debió reflejarse en los territorios circundantes con una transformación de los oppida indígenas apareciendo rasgos helénicos en su estructura y urbanismo. Un ejemplo claro lo tenemos en Ullastret, a 14 kms. de Ampurias, cuyo recinto murado posiblemente es de principios del siglo IV a.C., realizado con técnica helénica y habiendo aparecido junto a él cerámica ática. A finales del siglo III a. C., a raíz de la segunda guerra púnica entre Roma y Cartago, Emporion conoció un nuevo auge económico y cultural, que la transformó en una ciudad de tipo helenístico adaptada para dar respuesta a las nuevas necesidades surgidas de la dominación romana (218 a. C.). Así, son de este periodo la remodelación de la muralla sur, la erección y readaptación de los santuarios, la construcción de una escolera y la reforma de las viviendas autóctonas conforme a los nuevos esquemas culturales importados por los colonizadores itálicos. El puerto, antaño foco comercial, se convierte ahora en un estratégico enclave militar, clave en los planes de dominación romanos para el Mediterráneo occidental.
obra
La fundación de Ampurias se inscribe en la fase más tardía de la colonización griega, protagonizada en este caso concreto por el pueblo foceo ya desde los inicios del siglo VI a. C. realizando un comercio basado en la explotación de lujo mediante la práctica de la emporía. Era esta última un sistema de intercambio consistente en el trueque de objetos de prestigio manufacturados -joyas, bronces, cerámicas, perfumes, tejidos, etc. - o de ciertos bienes de consumo alimentario muy apreciados, como por ejemplo el vino o el aceite de oliva, a cambio de materias primas, singularmente metales, entre los que sobresalían la plata, el estaño y el plomo, de los que el mundo oriental se hallaba escaso.En un ambiente de exploración y de tanteo nada tiene de extraño que el primer establecimiento foceo ampuritano fuera fundado por razones de seguridad en un islote cercano a la costa, en el mismo lugar donde hoy se levanta el pueblecito de Sant Martí d'Empúries, ubicado en el extremo meridional del golfo de Roses. Fue en este punto, junto al cual desembocaba un río, el actual Fluviá, donde los foceos encontraron un refugio seguro en el que asentarse, un lugar que lo mismo les sirvió de punto de aguada, que de puerto, o de excelente cabeza de puente necesaria para poder lanzarse al descubrimiento y explotación de las costas mediterráneas peninsulares. Hacia mediados del siglo VI, una vez consolidada su presencia en la costa ampurdanesa gracias a su aceptación por parte de la población indígena, que pronto comprendió que las ventajas que traía consigo la presencia extrajera eran mayores que los inconvenientes, puesto que gracias a ella se le abría una ventana a los anchos horizontes del mundo mediterráneo, los foceos procedieron a fundar un segundo establecimiento en la costa situada al sur del islote, núcleo habitado cuyo paulatino crecimiento hasta alcanzar un nivel urbano aceptable, duró unos cien años. Así, a mediados del siglo V, más o menos hacia el momento de la transformación de la factoría en una auténtica polis -cuya vocación comercial queda atestiguada por el nombre que adopta y que figura abreviado en sus primeras monedas fraccionarias de plata, es decir, el de Emporion, que en griego significa mercado- vemos que la ciudad alcanza su primer límite meridional. Este, con posterioridad a estas fechas, aún fue retocado unas cuantas veces con el fin de mejor adecuar el espacio ocupado por sus santuarios, lo cual implicó unos coetáneos remodelados de los sucesivos frentes de muralla.
contexto
Parece evidente que el establecimiento de colonias, apoikía, como formación de nuevas ciudades con territorio, es un fenómeno relacionado profundamente con las transformaciones generales del inicio del arcaísmo que afectan a la explotación de la tierra. Sin embargo, ello no quiere decir que sea conveniente adoptar una actitud monolítica en el tradicional debate acerca del carácter dominante del fenómeno de la colonización, como impulsado por factores comerciales o por factores agrarios. En realidad, se trata de un fenómeno polivalente que recoge la multiplicidad y variedad de la realidad histórica de su época. En efecto, al mismo tiempo que a los factores expuestos anteriormente, tocantes a la agricultura y a las formas de poder aristocráticas, es preciso referirse igualmente al nuevo desarrollo de los cambios y de los viajes que tuvo lugar en los momentos finales de la edad oscura como uno de los factores básicos para el impulso inicial en el terreno económico tanto como en el cultural del arcaísmo. El desarrollo del período llamado orientalizante, fenómeno económico y cultural, viene a ser el síntoma de unos contactos con Oriente que revelan asimismo las potencialidades desarrolladas en las ciudades griegas en ese período de transición. Los contactos con los fenicios, la presencia griega en la costa de Siria y las referencias de la épica homérica y los poemas hesiódicos indican el desarrollo de una creciente actividad en el mundo de los intercambios coherente con las transformaciones sociales coetáneas. Sólo el desarrollo de riquezas alternativas permite diversificar la actividad de los aristócratas, para que puedan acceder otros sectores sociales a diferentes formas de poder político, cuando los controles reales pueden establecerse a otra escala y repercutir en la aparición de nuevas formas de dependencia relacionadas con los cambios. Las formas de explotación agrícola y el desarrollo de los cambios evolucionan paralelamente en una mutua interferencia dentro de un proceso global en que se inscribe el mundo de las colonizaciones. Ambos factores no son, desde luego, sucesivos en el tiempo, aunque en cada caso pueda haber precedencias temporales claras. Así, no hay constancia de que en las costas del Levante mediterráneo la presencia de los griegos, procedentes mayoritariamente de Eubea, haya dejado de estar representada nunca por asentamientos de tipo empórico, bases más o menos estables desde las que se practican los intercambios. Por el contrario, a partir de la presencia de los griegos de la misma procedencia en la isla de Pitecusas, desde aproximadamente el año 775, los viajeros se asentaron en una colonia en Cumas, hacia el 750, con los rasgos de una polis que serviría de punto de partida de una larga empresa colonial. Desde entonces, emporio y apoikía serán protagonistas de historias paralelas donde no es fácil distinguir en cada caso el carácter dominante, porque, en definitiva, vienen a ser manifestaciones de un mismo desarrollo económico.
acepcion
Entre los sumerios, príncipe-sacerdote, cargo que aúna el poder político y el religioso.