Emporion (Ampurias). Yacimiento griego

Datos principales


Autor

AUTOR ANONIMO,Anonymous artist

Fecha

Siglos VI-V a.C.

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La fundación de Ampurias se inscribe en la fase más tardía de la colonización griega, protagonizada en este caso concreto por el pueblo foceo ya desde los inicios del siglo VI a. C. realizando un comercio basado en la explotación de lujo mediante la práctica de la emporía. Era esta última un sistema de intercambio consistente en el trueque de objetos de prestigio manufacturados -joyas, bronces, cerámicas, perfumes, tejidos, etc. - o de ciertos bienes de consumo alimentario muy apreciados, como por ejemplo el vino o el aceite de oliva, a cambio de materias primas, singularmente metales, entre los que sobresalían la plata, el estaño y el plomo, de los que el mundo oriental se hallaba escaso.En un ambiente de exploración y de tanteo nada tiene de extraño que el primer establecimiento foceo ampuritano fuera fundado por razones de seguridad en un islote cercano a la costa, en el mismo lugar donde hoy se levanta el pueblecito de Sant Martí d'Empúries, ubicado en el extremo meridional del golfo de Roses. Fue en este punto, junto al cual desembocaba un río, el actual Fluviá, donde los foceos encontraron un refugio seguro en el que asentarse, un lugar que lo mismo les sirvió de punto de aguada, que de puerto, o de excelente cabeza de puente necesaria para poder lanzarse al descubrimiento y explotación de las costas mediterráneas peninsulares. Hacia mediados del siglo VI, una vez consolidada su presencia en la costa ampurdanesa gracias a su aceptación por parte de la población indígena, que pronto comprendió que las ventajas que traía consigo la presencia extrajera eran mayores que los inconvenientes, puesto que gracias a ella se le abría una ventana a los anchos horizontes del mundo mediterráneo, los foceos procedieron a fundar un segundo establecimiento en la costa situada al sur del islote, núcleo habitado cuyo paulatino crecimiento hasta alcanzar un nivel urbano aceptable, duró unos cien años. Así, a mediados del siglo V, más o menos hacia el momento de la transformación de la factoría en una auténtica polis -cuya vocación comercial queda atestiguada por el nombre que adopta y que figura abreviado en sus primeras monedas fraccionarias de plata, es decir, el de Emporion, que en griego significa mercado- vemos que la ciudad alcanza su primer límite meridional. Este, con posterioridad a estas fechas, aún fue retocado unas cuantas veces con el fin de mejor adecuar el espacio ocupado por sus santuarios, lo cual implicó unos coetáneos remodelados de los sucesivos frentes de muralla.

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