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Ciudad romana en Palestina, fundada en el año 22 a.C. por Herodes. En ella residía el procurador romano, por lo que contó con un magnífico programa monumental. Así, contaba con un teatro, en el que apareció una inscripción dedicada a Poncio Pilatos, un anfiteatro, un circo, un acueducto, una necrópolis y unas instalaciones portuarias. Vespasiano la convirtió en Prima Colonia Flavia Augusta Cesarea, convirtiéndose, al final de los Severos, en la más importante ciudad de Siria Palestina. En Cesarea impartió en el siglo III Orígenes sus enseñanzas. De Cesarea fue obispo el historiador eclesiástico Eusebio, en el siglo IV.
Personaje Político
Nacido en Roma, trabajó al servicio del pontífice católico en diversos e importantes servicios: trabajó a favor de la unión entre las iglesias de Grecia y Roma, colaboró en una misión contra los husitas y predicó una cruzada contra los turcos, durante la cual falleció.
Personaje Político
Cursó la carrera de Leyes en Madrid y Barcelona. Tras ser acusado de masón y de revolucionario se vio obligado a abandonar España e instalarse en Francia. En 1844 llegó a Cuba y allí fue uno de los participantes en la rebelión de las Pozas. Debido a esta circunstancia fue recluido en prisión. En 1868 se levantó en armas al grito de Yara por la independencia de Cuba. Un año después se celebró una asamblea constituyente en Guáimaro y fue nombrado presidente de la República. Aprobó una constitución, por la que se ponía fin a la esclavitud. Sin embargo, en 1873 se celebró una reunión de diputados donde se decidió su destitución. Ante esta situación se tuvo que esconder en Sierra Maestra.
Personaje Pintor
Ingresa en la Universidad de Alcalá de Henares, donde estudia Artes y Teología. Su habilidad para las manifestaciones plásticas y su gusto por el arte, en general, le llevó a la Ciudad Eterna en más de una ocasión. Estando en Italia tuvo la oportunidad de recorrer otras ciudades y conocer la obra de Miguel Angel, Rafael y Correggio. En Roma entra en contacto con F. Zuccaro, que se convertiría en su maestro. De regreso a su ciudad natal fue nombrado racionero de la catedral. Sin embargo, en la década de los ochenta se instala en Roma durante dos años. En 1585 volvió a Córdoba. Cultivó el arte de la escultura, la arquitectura y la poesía. De su producción literaria ha llegado hasta nuestros días "Discurso de la comparación de la antigua y moderna pintura y escultura", "Poema de la Pintura", "Discurso de la arquitectura del templo de Salomón" y "Carta a Pacheco sobre los procedimientos técnicos de la pintura". De su faceta como pintor cabe mencionar las pinturas que decoran la iglesia de la Trinità dei Montin, las escenas de la Sala Capitular de la catedral de Sevilla y la Sagrada Cena de la catedral de Córdoba, donde también ejecuta el retablo de Santa Ana. De su prolífica producción, algunos autores han calificado el Retablo del Colegio de Santa Catalina de Córdoba como su obra emblemática.
obra
El llamado cuarto estilo de la pintura se cree que pudo ser inventado por un artista aúlico de nombre Famulus, de quien Plinio dijo que su arte era "floridus y umidus". Las naturalezas muertas se representan con un gran realismo a base de la pinceladas sueltas cercanas al impresionismo como bien observamos en este Cesto de flores procedente de una tumba de Villa Portuense.
obra
Este cesto de frutas se considera tradicionalmente la primera naturaleza muerta de la pintura occidental. La naturaleza muerta es un género que se inaugura a finales del siglo XVI y principios del XVII en las "botteghe" o talleres de pintura centroitalianos, lo que ha llevado a denominarla como "bodegón". Caravaggio fue uno de los primeros, si no el primero, en emplear este género para simbolizar alegorías cristianas o morales. Esta significación profunda en lo que aparenta ser un simple cesto con frutas de temporada se puede rastrear analizando las frutas y hojas que aparecen pintadas, por cierto, con extraordinaria maestría: manzanas, peras, higos, membrillos y uvas, todas ellas son frutas del final del verano, antes de que se detenga la vida con la llegada del invierno; son un símbolo de las fiestas de recolección y la dulzura obtenida tras el largo año de trabajo. Además, el pintor combina con habilidad frutas lozanas, maduras, que se anuncian dulces como la miel, junto con otras frutas marchitas, llenas de manchas, que preludian la podredumbre y la muerte. Lo mismo ocurre con las hojas, entre las que encontramos verdes y acharoladas junto a otras arrugadas, amarillentas y llenas de agujeros de parásitos. El lienzo posee un fondo amarillo brillante, muy claro, lo cual sólo realiza su autor en los primeros años de su producción.
obra
Durante los meses de julio y octubre de 1881 la familia Manet vive en una casa alquilada en Rueil donde el maestro realizará un buen número de naturalezas muertas sin ninguna pretensión, sólo por disfrute personal. Son imágenes de gran viveza y colorido, realizadas con rápidos trazos en las que el color ocupa un papel protagonista. En esta ocasión se trata de seis peras en un cesto, colocadas sobre hojas e iluminadas por un fuerte foco de luz. La filosofía impresionista ha entrado de lleno en la producción del maestro, aunque él se mantenga por un camino independiente.