El Palacio de Carlos V en Granada
Desarrollo
La ciudad de Granada fue la elegida por el emperador Carlos V para pasar la luna de miel, tras su matrimonio en Sevilla con Isabel de Portugal en el año 1526. Prendado de la belleza de los palacios nazaríes de la Alhambra , decidió ampliarlos para convertir esta ciudad en capital imperial. Carlos V encargó el diseño del nuevo Palacio a un hombre de su confianza, el marqués de Mondéjar, gobernador de la Alhambra. Amante del nuevo arte renacentista, el Marqués contrató para las obras al arquitecto Pedro Machuca , quien había trabajado en Italia, y a quien le seguirán en la dirección su hijo Luis y, posteriormente, Juan de Orea . El Palacio se proyectó con dos plazas porticadas, en las fachadas de Poniente y Sur, que nunca fueron realizadas. La planta del edificio se define mediante la conjunción de dos figuras geométricas: el círculo del patio, simbolizando lo divino, y el cuadrado de las fachadas, referencia a la materia terrenal. Las fachadas constan de dos cuerpos. El primero toscano, con sillares almohadillados y labrados a la rústica. El cuerpo alto es jónico y su ornamentación está resaltada por el contraste con el cuerpo inferior, más severo. Un amplio poyo, formando el zócalo, y las aldabas de bronce, conformadas por mascarones en forma de león, completan el programa exterior. El interior del Palacio se organiza en torno a un gran patio circular de treinta metros de luz y cuarenta y dos de diámetro.
Presenta dos cuerpos, de orden jónico toscano el inferior y jónico el superior. Los muros de los pórticos se estructuran con pilastras que se corresponden con la columnata y que se abren, en relación con las fachadas, a cuatro zaguanes. Las cubiertas son una bóveda anular en la galería inferior y un techo de madera en el piso superior. Se trata de un escenario ideal para representar la solemnidad de la corte y simbolizar el dominio universal de Carlos V. El desinterés del Emperador en la obra hizo que los trabajos se dilatasen en el tiempo. Además, la rebelión y posterior expulsión de los moriscos del reino de Granada, que eran quienes debían financiar las obras, impidió que el proyecto inicial llegase a ser completado en su totalidad. Nunca acabado y jamás utilizado por Carlos V, el Palacio hubo de esperar al año 1960 para que la capilla y las galerías del patio fueran por fin cubiertas.
Presenta dos cuerpos, de orden jónico toscano el inferior y jónico el superior. Los muros de los pórticos se estructuran con pilastras que se corresponden con la columnata y que se abren, en relación con las fachadas, a cuatro zaguanes. Las cubiertas son una bóveda anular en la galería inferior y un techo de madera en el piso superior. Se trata de un escenario ideal para representar la solemnidad de la corte y simbolizar el dominio universal de Carlos V. El desinterés del Emperador en la obra hizo que los trabajos se dilatasen en el tiempo. Además, la rebelión y posterior expulsión de los moriscos del reino de Granada, que eran quienes debían financiar las obras, impidió que el proyecto inicial llegase a ser completado en su totalidad. Nunca acabado y jamás utilizado por Carlos V, el Palacio hubo de esperar al año 1960 para que la capilla y las galerías del patio fueran por fin cubiertas.