Emile Zola

Datos principales


Autor

Édouard Manet

Fecha

1868

Estilo

Impresionismo

Material

Oleo sobre lienzo

Dimensiones

146 x 114 cm.

Museo

Museo de Orsay

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El escritor Émile Zola había defendido en numerosos artículos las obras de Manet. Como agradecimiento al último de ellos, publicado para la muestra organizada por el pintor (en paralelo a la Exposición Universal de 1867) en el puente d´Alma, Manet realizó este espléndido retrato. Zola tuvo que acudir siete u ocho veces al estudio del artista para posar. Para que identifiquemos a simple vista cuál es su trabajo y su carácter, Manet coloca en el lienzo diferentes objetos, como los libros que vemos junto a la figura, el tintero o la pluma. Ésta era una práctica habitual desde la pintura flamenca y atestigua el apego a la tradición que tiene el artista. Pero no renuncia a la modernidad: la figura carece de modelado y el color se aplica de manera plana, siguiendo la estampa japonesa. De hecho, en la parte del fondo contemplamos una estampa de un Samurai y un biombo con decoración típicamente oriental, indicando el gusto por la moda japonesa del pintor y del escritor. También en el fondo aparece una fotografía de la Olimpia - obra defendida con fervor por Zola - y un grabado de los Borrachos de Velázquez, considerado por Manet el pintor de los pintores. Se puede pensar que ese tablón del fondo contiene las raíces artísticas del maestro. Algunos de los críticos alabaron la luz que circula por el interior y se distribuye por el rostro y las manos del modelo. Manet continúa empleando las tonalidades negras y blancas para contrastar, iniciando una etapa en la que la pincelada es cada vez más suelta, en contacto con el Impresionismo. Sin embargo, no olvida recortar la figura sobre un fondo neutro, práctica habitual desde sus primeras obras, el Bebedor de absenta, por ejemplo.

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